Aunque a veces son menospreciados y se
les dice que han tenido suerte, que carecen de talento o que sólo florecieron
una vez, lo cierto es que muchos autores y cantantes hubieran vendido su alma
por conseguir uno de esos éxitos que sobreviven al paso de los años, ajenos a
modas y tendencias. Porque, en realidad, el artista persigue por encima de todo
la trascendencia, o sea, que su obra perdure después de que él se haya ido.
Estos grupos de un solo éxito lo han conseguido, aunque sea por la mínima.
Una preciosa canción titulada ‘She´s no
there’ fue el debut del grupo británico The Zombies en la primera mita de los
sesenta. A pesar de que ha sido versioneada en no menos de una docena de
idiomas y que aparece en películas tan famosas como Kill Bill, la pieza firmada
por Rod Argent suena a todo el mundo pero casi nadie la sitúa; tal vez porque
grupos como Santana la convirtieron en número 1 muchos años después, de igual
modo que también la hicieron suya muchos otros. La espléndida melodía está
presidida por un piano eléctrico, lo que le da un toque de distinción, igual
que unos coros que suenan folk y un solo que tiende al jazz. La letra se resume
en los versos “es demasiado tarde para decir que lo sientes” y “no te molestes
en buscarla, no está allí”. Es una pieza señalada, pero en realidad, The
Zombies no son un grupo de un solo éxito sino de dos, pues hicieron otra
melodía, ‘Time of the season’, título emblemático de los sesenta. Por cierto,
el cantante, Colin Blustone, lo fue también en los discos de Alan Parson
Project. El grupo sigue hoy día rememorando sus canciones por todo el mundo.
‘Viviendo al lado de Alicia’, o sea
‘Living next door to alice’ es el único éxito del grupo británico Smokie, pero
la canción está escrita por aquellos dos magos de la composición y la
producción llamados Nick Chinn y Mike Chapman, que fueron los reyes del rock en
buena parte de los setenta. Smokie se formó en 1974 y siguen actuando a día de
hoy, y a pesar de que han publicado cerca de dos docenas de álbumes, jamás
volvieron a acercarse al éxito como lo hicieron en 1977 con esa canción cuya
letra es verdaderamente original y muy bonita; se centra en un muchacho que
lleva 24 años viviendo al lado de Alicia, 24 años en los que ha esperado el
momento propicio para decirle lo que siente por ella, pero ahora ve con
desesperación cómo una gran limusina se la lleva; entonces le llama otra amiga
que le dice que Alicia se ha ido, pero que ella, Sally, está ahí, y lleva 24
años esperando la ocasión de decirle... La melodía está construida en base a
las guitarras acústicas, es sencilla, pegadiza, con ritmo y voces alegres y
juveniles, una canción que estaba señalada para ser éxito desde el primer
momento, y por eso fue número uno en medio mundo.
Con ritmo totalmente opuesto apareció en
1979 el gran clásico de la música disco-funk, el irresistible, mil veces
utilizado en cine y televisión, ‘Funkytown’. Ritmo apabullante con diversas
percusiones, una línea de bajo muy pegadiza y eficaz, muy disco, sutiles toques
de teclado, violines, voces femeninas tratadas con filtros diversos... El
resultado es hipnótico, fantástico, de modo que no es un disparate afirmar que
es, tal vez, la mejor composición de su género, y por eso parece que por esa
‘ciudad del funky’ no pasa el tiempo. Fue número uno en todas partes, pero
curiosamente apenas se han hecho versiones..., tal vez porque emular al
original se antoja imposible. La banda, Lipps Inc, era un grupo de estudio, es
decir, de esos que nunca tocan en vivo, estaba integrado por dos músicos y
apenas duró cuatro años. Sin embargo, un par de segundos de canción son
suficientes para que resulte imposible sujetar el instinto de bailar; el texto
apenas dice que voy a mudarme a una ciudad que esté bien..., y poco más.
Entre los grandes títulos de la historia
del pop jamás podrá faltar el trágico ‘I don´t like mondays’, la canción
escrita por Bob Geldof en 1979 para su grupo, los irlandeses Boomtown Rats, a
raíz de un terrible suceso ocurrido en California. Con apenas un acompañamiento
de piano, una hechizante melodía va capturando al oyente desde el primer
momento; poco a poco va aumentando la tensión hasta que estalla con el
escalofriante ‘no me gustan los lunes’, que es lo que dijo Brenda Spencer (de
16 años) cuando le preguntaron por qué había disparado a los alumnos y
profesores de su colegio, hiriendo a once y matando a dos. La chica decidió
usar el rifle que le había regalado su padre por Navidad disparando desde su
casa contra cualquiera que estuviera en el colegio, situado enfrente. Al
interrogarla, respondió que le había parecido divertido y que habían sido
“blancos fáciles, como patos en un estanque”. Geldof impresionado por la
tragedia, construyó una pieza que engancha, una canción que tiene todo para
volverse inolvidable, una melodía dulce aunque tensa que sirve de
acompañamiento a la narración de aquel tremendo suceso. Ni el autor ni el grupo
volvieron a acercarse nunca a esa altura, a esa excelencia. Así lo debe pensar
también Brenda, la asesina, que lleva en la cárcel desde entonces.
Lógicamente hay más, muchas más canciones
que han pasado a la historia de la música moderna siendo el único momento
iluminado de sus autores, aunque tal vez ninguna haya alcanzado la popularidad
de las mencionadas en esta serie. Así, las hay que son reconocidas en todo el
mundo, como la emblemática ‘The final countdown’ de Europe, o apenas salen del
círculo de los más iniciados, donde se tienen por himnos, como la combativa
‘Solidarity’ de Angelic Upstars. Entre estas dos, cada uno puede colocar la
suya.
¿Cuál es tu canción imortal?
CARLOSDELRIEGO
hay que ver lo que sabe este hombre de musica.
ResponderEliminarAunque a nivel mas local y por poner una nota de quijotismo....el Vaya vaya, aqui no hay playa de Los Refrescos, tambien tuvo un boom desmedido, con incluso, progrmas de televison para su cantante...
ResponderEliminarSolo es un recuerdo!!!
Manolo volscooter