Así quedó el hotel Rey David tras el atentado de 1946. Hubo 91 muertos. |
Aunque en los últimos meses parece que el
ambiente se ha enfriado un tanto, no cabe duda de que el problema no se
extinguirá por sí mismo. Y es que en esa zona del planeta la gente lleva
dándose de palos desde hace muchos milenios. Por ejemplo, se da por casi seguro
que la ciudad palestina de Jericó existía en el séptimo milenio antes de Cristo
(probablemente incluso antes), y también que sufrió más de un ataque (además
del que acabó con su famosas murallas). Después, sumerios, acadios, hititas,
hurritas, babilonios, asirios... musulmanes, cruzados y muchos otros han
peleado en aquellos apenas 400 kilómetros de norte a sur y 150 de este a
oeste. Y así se llega al siglo XX.
La cuestión entre los palestinos (y por
extensión los países árabes de la zona) y los israelíes es algo enquistado en
la política internacional desde hace... Y el problema parece insoluble, pues se
trata de dos pueblos que disputan el mismo terreno, dos naciones (aunque una no
esté reconocida) que pretenden ocupar el mismo lugar, dos ideas de vida, dos
religiones, dos mentalidades completamente opuestas que luchan por dibujar sus
fronteras en un mapa que no da más de sí. Es un problema de espacio, un asunto
geográfico que si no es insoluble está muy cerca de serlo.
El terrorismo no deja de golpear en Israel |
La historia del conflicto actual comienza
cuando Inglaterra se hace cargo de la región de
Palestina en 1920 (conferencia de San Remo); a partir de ese momento, en
plan salomónico, trató de favorecer a unos y otros alternativamente, con lo
que, lógicamente, no satisfizo a ninguno. Para entonces ya había atentados
terroristas, que se interrumpen durante parte de la II Guerra Mundial; a su
término, la Onu
llevó a cabo torpes intentos de mediación que no hicieron sino enconar más las
cosas, puesto que unos y otros la acusaban de favorecer al contrario (en
realidad así era, aunque no fuese esa su intención): realizó declaración en un
sentido y al poco se desmintió a sí misma, primero votó por el reparto de
Palestina y luego anuló tal resolución. Al acabar la Guerra Mundial , los grupos
terroristas judíos Irgún, Stern, Lehi, redoblan sus ataques, llegándose al
terrorífico atentado del Hotel Rey David (1946), perpetrado por el Irgún y que
acabó con la vida de casi cien personas (los terroristas, y muchos israelíes de
hoy, siguen diciendo que los culpables de las muertes fueron los ingleses,
puesto que no evacuaron el hotel a pesar del aviso; es decir, según ellos,
quien puso las bombas no es responsable de los muertos, sino quien no hizo caso
del supuesto aviso, pues los ingleses siguen diciendo que no hubo advertencia).
Dos años después del ataque las tropas británicas abandonan Palestina, y dos días
después el nuevo estado de Israel es reconocido por la Unión Soviética y Estados
Unidos. Asimismo no se puede olvidar el asesinato (a plena luz del día) del
mediador de la Onu ,
el sueco Folke Bernadotte, y su acompañante, el francés André Serot, acribillados
por el grupo Lehi. Sus autores materiales fueron juzgados y algunos condenados,
pero el primer ministro israelí los indultó al día siguiente. Prácticamente
todos los integrantes de los grupos terroristas israelíes (culpables de
masacres tan horribles como las perpetradas por los terroristas musulmanes) pasaron
a integrar el ejército y los cuerpos policiales sin que nunca se les exigiera
ninguna responsabilidad.
Por otro lado, hay autores que subrayan
el hecho de que muchos de los judíos que sobrevivieron a los campos de
concentración deseaban emigrar a Estados Unidos, donde pensaban tener más
oportunidades, pero de uno u otro modo fueron engañados y en algunos casos casi
obligados a ir a Israel.
Los más sonoros líderes de la formación
del estado de Israel, como Isaac Shamir, Isaac Rabin, Menahem Begin, Mose Dayán,
Ben Gurión, Golda Meir, Sharon..., participaron materialmente, conocieron,
aprobaron y apoyaron los atentados y los asesinatos. Y de igual modo los
grandes caudillos palestinos Arafat, Husseinni, Abu Abbás..., la OLP , Al Fatah, Septiembre
Negro...
Desde entonces, ha habido momentos más
calientes y períodos con menos conflicto, varias guerras (la de 1948-49, la del
56-57, la de los Seis Días de 1967, la de 1973), atentados y represalias, ocupación
y colonización de territorios, represalias terroristas por casi todo el mundo,
venganzas, secuestros, bombas... Ninguno de los dos bandos contendientes ha
renunciado jamás a la violencia y al terrorismo.
La estela de Naram Sin muestra la situación en la zona hace más de 4.200 años |
Y el problema no lleva trazas de
resolverse. Por un lado, los palestinos se sienten propietarios del territorio
(al igual que los judíos expulsados de España en 1492, muchos palestinos
conservan las llaves de las casas donde vivían antes de ser desalojados) y
quieren su estado por encima de todo, y si es echando a los judíos al mar,
mejor. Por su parte, los israelitas tienen enorme apoyo económico e ideológico
desde Estados Unidos, también están convencidos de ser los legítimos dueños y,
según parece, no tienen la menor intención de irse. Por la violencia no parece
que los palestinos vayan a recuperar nada, ya que los judíos están mejor
organizados, están más unidos, poseen recursos casi ilimitados (son capaces de
crear ciudades prósperas en el desierto), actúan coordinadamente..., mientras
que la otra parte está corroída por continuas tensiones internas, no hay un
plan, un líder, una idea precisa...
Sea como sea, el problema parece
insoluble o de solución extremadamente difícil. Eso sí, la culpa no es solo de
una parte (estos conflictos jamás tienen un único culpable, una única causa,
una solución simple), sino que ambos bandos han utilizado los mismos recursos,
las mismas armas, los mismos métodos..., como cualquier contendiente en
cualquier guerra. La partición del territorio o compartirlo, parece que no hay
más posibilidades, pero primero tendrían que existir ganas de encontrar
solución, y no está claro que haya en ningún lado, puesto que ambos creen
fanáticamente en su idea.
Parece que los amorreos seguirán peleando
con los acadios unos pocos milenios más.
Carlosdelriego.
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