jueves, 25 de enero de 2024

MUERE FRANK FARIAN, EL GRAN ILUSIONISTA DE LA MÚSICA POP


Frank Farian con Boney M, que fue el mayor éxito del gran productor-prestidigitador

Ha muerto a los 82 años el compositor y productor alemán Frank Farian, que se hizo mundialmente famoso cuando explotó el escándalo Milli Vanilli. Asimismo fue también el creador de Bonney M, para los que escribió sus más grandes éxitos mundiales y a los que ponía la voz masculina. Nunca pretendió ser un genio de la música, sólo quería vender discos, y lo consiguió: más de 800 millones contando los de unos y otros. También trabajó con nombres de mayor prestigio, como Stevie Wonder o Meat Loaf

 

Cierto que sus canciones no eran un modelo de calidad y talento artístico, pero hay que reconocer que quien consigue ‘fabricar’ grupos y proporcionales canciones que se venden por millones en todo el mundo, algún mérito debe tener; como dice el refrán, algo tendrá el agua cuando la bendicen.

 

Boney M fue su creación más exitosa. Para ellos escribió canciones que, aunque no gusten, aunque incluso se detesten, sonaron, suenan y seguramente sonarán durante décadas en los cinco continentes. ¿Quién no reconoce al instante ‘Daddy cool’, ‘Rasputin’, ‘Ma Baker’ y tantas otras? Frank Farian las escribió, y también adaptó composiciones ajenas, consiguiendo siempre esa chispa comercial que tanto busca todo el mundo en este mundillo; un arreglo muy lleno e incluso barroco, un toque festivo, puesta en escena muy vistosa, unos ritmos muy vivos y un ambiente desenfadado e intrascendente, todo lo cual conseguía esa magia indefinible que conduce al éxito masivo. Por otro lado, siempre se dijo que las chicas no cantaban y ni siquiera era el chico el que recitaba; ellas no debían cantar mucho, puesto que en vivo siempre contaban con un nutrido coro femenino, y tampoco era la voz de Bobby Farrell cuando decía cosas como ‘She´s crazy like a fool’, sino que era el propio Farian quien declamaba. El caso es que el truco de ilusionismo de Frank Farian funcionó, pues Bonney M vendió y vendió y se sigue escuchando.     

 

Pero el gran escándalo se produjo con el dúo Milli Vanilli. Farian buscó dos chicos con buena presencia para hacer que cantaban lo que cantaban dos invisibles cantantes de estudio. En 1988 Milli Vanilli facturó más de siete millones de discos e incluso les dieron un Grammy en 1990, pero ese mismo año se supo que los cantantes no cantaban, sino que se limitaban a hacer ‘play back’ sobre las voces de otros; al parecer, cuando en EE UU les empezaron a entrevistar sorprendió su fuerte acento alemán en contraste con la perfecta pronunciación de los discos; además, un año antes, uno de los auténticos cantantes denunció todo el tinglado, aunque al poco se retractó al aceptar el soborno que le ofreció Farian. Finalmente los falsos cantantes exigieron a Farian grabar otro disco, esta vez con sus voces, a lo que el productor se negó puesto que sabía de sus nulas cualidades. Como ellos presionaron, Frank decidió decir la verdad y destapar oficialmente la trampa. El prestidigitador no fue lo suficientemente hábil y se vio obligado a desvelar su truco, con las consiguientes denuncias por fraude, retirada de premios, exigencias de indemnizaciones a la discográfica…

 

Además, el exitoso productor intentó otros proyectos con menos repercusión pero de los que también extrajo dividendos. Y también grabó y mezcló en su estudio el gran éxito de Stevie Wonder ‘I just called to say I love you’ (1984), y luego produjo el Lp ‘Blind before I stop’ (1986) de Meat Loaf.

 

Productor, manager, compositor, cantante… Frank Farian sabía todo lo que hay que saber de la industria de la música, desde la formación del artista hasta su lanzamiento, pasando por el trabajo de estudio y, claro, por la puesta en escena. Realizó muchos trucos, con más o menos fortuna, pero al menos los ideó y puso en práctica él, mientras que ahora y en lo sucesivo, de eso se encargará la inteligencia artificial. La de Frank Farian era inteligencia natural.

 

Hubiera sido un gran protagonista de la novela picaresca.

   

CARLOS DEL RIEGO

 

domingo, 21 de enero de 2024

EL NUEVO RECORD DE ESTUPIDEZ DE LA ‘CULTURA WOKE’ O CORRECCIÓN POLÍTICA

 


Imagen real e imagen recreada en la película del modo más fiel posible, sin mujeres ni homosexuales porque no había

Por muy difícil que parezca siempre habrá iluminados que, sintiéndose moralmente superiores, encuentren ridículos motivos para protestar. La llamada ‘cultura woke’, que equivale a la corrección política, es capaz de elevar la voz para soltar las mayores estupideces y sinsentidos que uno pueda imaginarse. La última hace referencia a la película ‘La sociedad de la nieve’, a la que achacan ausencia de homosexuales y de mujeres

 

Sí, hay veces que resulta difícil entender que haya personas incapaces de comprender que la ideología inclusiva que exige cuotas no puede incrustarse en obras de ficción o basadas en hechos reales. Sin embargo, hay criaturas que se piensan posesoras de la verdad absoluta y, por tanto, obligadas a difundir e imponer esa verdad dogmática que no admite razón ni oposición.

 

La película ‘La sociedad de la nieve’ cuenta, como casi todo el mundo sabe, la tremenda aventura que vivieron los jugadores de rugby de un equipo uruguayo que viajaba, a través de los Andes, a disputar un torneo en Chile. Como es sabido, el avión sufrió un accidente y los superviviente se vieron obligados a comer carne de los muertos (ya se habían hecho otras pelis sobre el tema, siendo la más conocida ‘Viven’).

 

Pues el caso es que varias páginas web estadounidenses han puesto el grito en el cielo porque en la película no aparecen homosexuales…, sin tener en cuenta que en la realidad no los había y, por tanto, si hubieran aparecido habría sido una falsificación de la historia (sobre todo teniendo en cuenta que la intención del director era ceñirse a lo que ocurrió). Pero el hecho de que no hubiera homosexuales entre los supervivientes (como demuestra su trayecto vital posterior) no es suficiente justificación para que no aparezcan en la película, según exigen estos nuevos inquisidores fanáticos; les da igual lo que ocurriera en realidad, les importa poco lo que verdaderamente pasó y quiénes lo vivieron: los censores que buscan herejes y herejías con los que indignarse claman por las cuotas. Es como cuando una serie de tv contó el accidente nuclear de Chernóbil y los dictadores de la corrección se rasgaron las vestiduras porque no salían negros…, porque claro, como todo el mundo sabe, había muchísimos afros en la extinta Unión Soviética.

 

La estupidez se enfrenta a la realidad y se enfada cuando ésta no se adapta a su ideología. Así, en la misma película, los que dictan cuál tiene que ser la verdad protestaron porque apenas aparecen mujeres y las pocas que salen apenas tienen relevancia. Está documentado que en aquel vuelo sólo viajaban cinco mujeres (hay que recordar que era un equipo de categoría masculina), de las cuales dos murieron en el accidente, otra la noche siguiente, otra una semana después y la última a los quince días a causa de un alud; es decir, ninguna estuvo entre los supervivientes, que son los verdaderos protagonistas del suceso y de la película y, por tanto, el papel de las féminas en la misma no puede tener más presencia. Lo raro es que los esclarecidos defensores de la inclusión a toda costa no exijan que se incluya en ‘La sociedad de la nieve’ a negros, asiáticos, discapacitados o aborígenes australianos.

 

Claro que aun peor es la acusación de ‘apropiación cultural’ a las películas ‘Avatar’, acusación basada en el hecho de que en dicha peli sólo hay actores humanos disfrazados…

 

¿Es posible llegar a comprender estos ‘argumentos’ desde una posición basada en la lógica y la razón? ¿Es posible admitir que haya criaturas aparentemente normales capaces de soltar esperpentos de este tipo? ¿Es, en fin, una nueva forma de discapacidad mental?

 

Y como dice el refrán, un tonto hace ciento si le dan lugar y tiempo.

 

CARLOS DEL RIEGO

 

viernes, 12 de enero de 2024

1964, LA ‘BEATLEMANÍA’ Y LA CULTURA DEL POP Y EL ROCK INVADEN EL MUNDO

 

En 1964 explotó la beatlemanía y la música pop invadió el mundo

Han pasado sesenta años, toda una vida. Todo ha cambiado: la forma de pensar, de hacer, de comunicarse… y también de crear, grabar, distribuir y vender música. Por eso, siempre resulta interesante e ilustrativo echar un vistazo a lo que había, a lo que ya forma parte de la Historia. El rock & roll apenas tenía diez años en 1964, y sin embargo ya estaba en condiciones de contagiar al mundo

 

En 1964 gran parte de la población vivía pensando en una probable guerra nuclear. La guerra fría, la paranoia atómica, el comunismo, Cuba, Kennedy, Olswald y Ruby, la carrera espacial… eran algunos de los principales temas de conversación en todas partes. El famoso boxeador Cassius Clay pasa a llamarse Muhamad Ali. El astronauta John Glenn, el primer estadounidense en el espacio, tropieza en el baño y se golpea la cabeza contra la bañera, lo que lo retira de la vida pública (salió ileso de su peligrosísima misión y casi palma en el váter de casa). IBM presenta el primer ordenador para uso comercial con circuitos integrados. EE UU sigue detonando bombas atómicas, el racismo sigue profundamente instalado en su sociedad a pesar de las nuevas leyes y el Ku Klux Klan (y muchos policías) no deja de asesinar negros. En un partido de fútbol entre Perú y Argentina se produjeron disturbios violentos, enfrentamiento de hinchas, cargas policiales, gases lacrimógenos, pánico… y 328 muertos y 500 heridos; el suceso más sangriento en un evento deportivo. En España se registra el máximo de nacimientos, 700.000; se conmemoran los ’25 años de paz’ y la selección nacional de fútbol consiguió su primer título, el Europeo, frente a la malvada URSS y con el ‘gol de Marcelino’, que casi aparecía hasta en el catecismo…

 

La música rock y la cultura pop irrumpen imparables en los cinco continentes con The Beatles como bandera. El 64 es el año de la explosión mundial de la beatlemanía. Tras sus primeros discos del año anterior (publicados este año con ligeras diferencias en EE UU), el cuarteto sigue facturando éxito tras éxito. Lanzan el inolvidable ‘A hard day´s night’ (el primero con todo el material propio). Aterrizan de modo triunfal en EE UU y aparecen en el show de Ed Sullivan batiendo todos los records de audiencia televisiva. En marzo la revista Billboard declara que de cada cien sencillos que se venden sesenta son de los Beatles; a finales de ese mes, el cuarteto ocupa los seis primeros puestos de las listas de ventas de Australia, y los cinco primeros del top 100 de EE UU, lista en la que aparecen 14 de sus canciones. El segundo Lp de la banda se coloca al frente de las listas en menos de una semana. Y ese mismo año vuelven a asombrar a todo el planeta musical con el ‘Beatles for sale’… Sin duda, The Beatles ya eran en 1964 lo que nunca han dejado de ser.

 

Es el año del debut discográfico de los Rolling Stones, en el que sólo aparece una canción firmada por Jagger y Richards; la discográfica Decca, que había rechazado a los Beatles con aires despectivos, no quiso volver a cometer ese error y aceptó contratarlos. Su primer manager, Andrew Loog Oldham, los convenció para que fueran lo contario que los Beatles, o sea, que fueran groseros, agresivos, ruidosos. Y así eran ya los Stones en el 64.  

Muchos otros músicos lanzaban discos y canciones en 1964 destinadas a perdurar. Bob Dylan publica uno de sus grandes clásicos, ‘The times they are a changing’, que ya es su tercer Lp. Debutan The Kinks con su icónico ‘You really got me’, y también sacan su espléndido ‘All day & all of the night’. También editan su primer disco The Animals con su elepé homónimo, en el que aparece su eterna ‘House of the rising sun’. Beache Boys consiguen con el iniciático ‘I get around’, su primer número uno. Los grupos vocales femeninos tienen gran presencia, destacando Martha and the Vandellas, que logra gran éxito con ‘Dancing in the street’. También es el año en que salen ‘Gloria’ de Van Morrison-Them, ‘Needles & pins’ de The Searches, ‘She´s not there’ de The Zombies. Y Roy Orbison publica la eterna ‘Pretty woman’… Todas son canciones que no sólo siguen escuchándose seis décadas después, sino que no han perdido su gracia, su encanto, y lucen como recién estrenadas.

 

Pete Townshend, de The Who, rompe accidentalmente la guitarra, lo que se convertirá en imagen de marca a la que se unió el batería Keith Moon. En 1964 Robert Moog presenta un invento que con el tiempo revolucionaría la música, un invento al que llama sintetizador. Elvis hace su decimocuarta película y, a la vez, sigue publicando temas destinados a convertirse en clásicos, como ese ‘Viva las Vegas’. Y Chuck Berry, en plena forma, no deja de regalar emblemas del r& r como ‘You never can tell’. La canción ‘Louie Louie’ de The Kingsmen es declarada pornográfica por el gobernador de Indiana, que exige su prohibición en la radio; el editor del disco ofrece 1000 dólares a quien encuentre una palabra o frase que sugiera pornografía; y el FBI lo investiga, pero concluye que la letra es incomprensible y, por tanto, imposible de acusar…

 

Este año murió ahogado Johnny Burnette a los 30 años, uno de los pioneros del rock & roll y el rockabilly. Pero la pérdida más importante del universo de la música pop (más soul en este caso) es la de Sam Cooke, tiroteado por la dueña de un hotel en circunstancias muy confusas y aun hoy sin aclarar.

 

En España triunfaban ‘La yenka’, ‘Los cuatro muleros’ de Los Pekenikes, alguna de los Beatles, ‘La casa del sol naciente’, las de Eurovisión, ‘Flamenco’ de Los Brincos…

 

¡Qué discos los de aquel año!

 

CARLOS DEL RIEGO

 

jueves, 4 de enero de 2024

EL NOBLE LEONÉS QUE PREDIJO, CUATRO SIGLOS ANTES, EL FINAL DE LA RECONQUISTA

 


Territorios de la península hacia el año 1074, cuando el embajador de León le anunció al rey de la taifa de Granada lo que iba a ocurrir siglos después

Cada comienzo de año se recuerda, se conmemora o se desprecia la última escena de la Reconquista: la entrega de Granada a los Reyes Católicos, la cual se produjo sin violencia, sin disparar una flecha. Un noble leonés predijo que ese acto final sería tal como ocurrió, “sin trabajo”, más de cuatro siglos antes 

La entrega del Reino Nazarí, el último bastión musulmán en la península, tuvo lugar el 2 de enero de 1492, y fue pactada por el sultán Muhamad XII (llamado Boabdil el Chico por los cristianos) con Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. En realidad las luchas internas entre los nobles y facciones musulmanas habían llevado a una debilidad insostenible al Reino de Granada, que junto a la presión de los reinos cristianos condujo inevitablemente a la rendición.

La conquista comenzó en 711, pero sólo siete u once años más tarde se produjo la batalla de Covadonga (escaramuza, refriega o como quiera llamarse), lo que indica que la resistencia a la invasión y ocupación fue prácticamente inmediata. Ese contraataque o reconquista culminó 770 años después, pero hay que tener en cuenta que en muchos lugares del norte los musulmanes no llegaron a poner los pies, que en gran parte del territorio peninsular sólo estuvieron de paso, y que más de la mitad de ese territorio estaba controlado por los reinos cristianos desde hacía siglos. Es decir, en extensas zonas de la península la reconquista había terminado muchísimos años antes.

El acto final fue la toma de Granada sin la intervención de un solo soldado, tal y como había vaticinado un noble portugués, el conde Sisnando Davidiz, al servicio de Fernando I de León y luego de su hijo Alfonso VI de León, nada menos que en el año 1074, o sea, 418 años antes del trascendental suceso. Enviado por el Rey Alfonso VI de León para cobrar los tributos al reino taifa de Granada, el tal Sisnando se atrevió a explicar a Abdalá ben Muluggin, el monarca de esa taifa: “Al-Andalus fue al principio de los tiempos tierra de cristianos hasta que llegaron los árabes y expulsaron a aquellos a Galicia, tierra menos favorecida por la naturaleza. Pero ahora que pueden, los cristianos quieren recuperar todo lo que se les quitó por la fuerza, y para hacerlo definitivamente tienen que debilitaros y agotaros durante una larga época. Y cuando ya estéis sin dinero y sin soldados os arrebataremos la tierra sin trabajo”.

Que un cristiano hablara así al rey de Granada indica, en primer lugar, la confianza en el éxito de la empresa iniciada en Covadonga, puesto que el sentimiento estaba muy arraigado, es decir, estaba asumido por los hispano-cristianos que la cosa sería larga y costosa, pero que no iban a renunciar y que finalmente lograría el propósito “sin trabajo”. Existía en aquellas sociedades y reinos cristianos (no era igual el siglo IX que el XV) un sentimiento de haber sido despojados de la tierra y, por tanto, una legitimación para luchar hasta recuperarla.

Ese sentimiento, que sí permaneció ocho siglos en la Hispania cristiana, fue el que estimuló a los hispanos a recuperar todo el territorio. Y lo hicieron, lógicamente, con los medios y herramientas que se usaban en la Edad Media por todos en todas partes. No había otra forma.

 

CARLOS DEL RIEGO