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jueves, 11 de septiembre de 2025

LOS POLÍTICOS SE HAN CONVERTIDO EN UNA PLAGA, UNA MALDICIÓN, UN AZOTE PARA LA POBLACIÓN

 


No se precisa más explicación

 

Al igual que muchas otras cosas han realizado una evolución lógica, una actualización (la televisión, la publicidad, los coches…), la política precisa cambios urgentes, puesto que se ha quedado absolutamente obsoleta; es más, ha degenerado. Y todo a causa de la existencia del político vitalicio, ese que entra en política con veintitantos años y ahí se queda hasta la jubilación y más

 

Es, sin duda, el gran problema de la democracia a día de hoy. El político llega a la política con intención de no dejar esa situación privilegiada jamás. De ese modo, al poco de conseguir su acta y su primer sueldo salido de las arcas públicas, el político hace de la política su único objetivo, su única meta, su única preocupación. El bien común deja de tener ninguna importancia a los pocos años de conseguir un puesto, un cargo de poder.

 

Cinco, seis o siete años en política (si no antes) son suficientes para que el político sólo piense en la política, es decir, en el poder: conservarlo o conquistarlo. Y para ello estará dispuesto a lo que sea: mentirá, sobornará, traicionará, manipulará, difamará… Es como en la película ‘Alien’: cuando la protagonista (la teniente Ripley) accede al ordenador central de la nave y pregunta cuál es el objetivo de la misión se encuentra con que la orden es: “Llevar organismo vivo a la tierra. Las demás consideraciones anuladas. Tripulación sacrificable”. Tal cual es la cosa para el político, para todos los políticos de todos los partidos de todos los países: lo único que importa es conseguir el poder a costa de lo que sea, a costa de quien sea, sin consideraciones de moralidad, integridad, conciencia, lealtad, justicia…, nada de eso cuenta, todo eso deja de tener valor o significado y, por supuesto, toda persona que se interponga es sacrificable.

 

Por otro lado, no hará falta recordar que las mayores masacres, las más pavorosas degollinas, las más atroces matanzas han sido perpetradas invariablemente por políticos. No hay banda terrorista o mafiosa, narcos o pandilla asesina que pueda alcanzar ni una millonésima parte de las hecatombes llevadas a cabo por los políticos. Y no sólo hay que hablar de dictadores aterradores como Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot… ‘Demócratas’ como Winston Churchill llevaron a la muerte por hambre, conscientemente, a millones de personas, concretamente en la India, cuando para dar de comer a su ejército el ‘premier’ inglés arrebató cosechas enteras a la población de ese país (que entonces era propiedad de la corona británica) condenando así a tres millones de personas a morir de inanición (las fotos son inequívocas). También se pueden recordar las guerras del opio por las que Inglaterra condenó a la drogadicción a millones de chinos y al hambre a otros tantos indios: a estos los obligó a plantar adormidera en lugar de grano y a los chinos a aceptar cobrar en opio todo lo que los británicos compraban en China. Los ‘demócratas’ padres de la patria de EE UU llevaron casi a la extinción a los indios de este país pagando en efectivo por sus cabelleras, eliminando su principal fuente de subsistencia (los bisontes) o confinándolos en campos de concentración llamados reservas (hoy menos del 1% de la población estadounidense son amerindios). Como es sabido, hasta la segunda mitad del siglo XX los indios y los negros (que fueron linchados ‘legalmente’ durante…) no fueron ciudadanos de pleno derecho. Podría hablarse de las matanzas que ingleses y holandeses perpetraron en Sudáfrica con su régimen racista…Y así podría continuarse enumerando atrocidades cometidas por políticos elegidos democráticamente (sin tener en cuenta, lógicamente, los de épocas preindustriales).

 

En pocas palabras, los políticos vitalicios, eternos, para siempre, son una plaga, una desgracia para la población, pues los ciudadanos les importan tres pares de coj… Lo único que tienen en mente en tener y mantener un sillón, concretamente el que más poder conlleve.

 

¿Y cómo se convierte uno en político? Fácil: se entra en un partido y se empieza a hacer la pelota y a lamer el culo del candidato que más poder tenga o parezca tenerlo. Y cuando éste pierda las elecciones o el favor del mandamás, no hay problema, se cambia de culo y se convierte uno en pelota y correveidile de quien parezca que va a ser jefe. O sea, para ser político con proyección o posibilidades sólo hay que saber ser veleta, traicionar, cambiar de camisa y halagar a quien antes acusabas y denostar a quien antes halagabas. Así se tendrá la seguridad de subir en el partido, lo que significa que se tendrán muchas más posibilidades de acceder a la poltrona, al poder. En pocas palabras, para subir en el partido hay que olvidarse de lealtad o moralidad.

 

La única solución es proscribir la figura del político profesional, prohibir el cargo de político vitalicio, impedir la permanencia en política más allá de seis o siete años. Y sustituir a esa especie de parásito egoísta por el ciudadano metido temporalmente a labores políticas, es decir, cuando uno alcanza un cargo pagado con dinero público, al lado de la fecha de entrada en vigor de ese cargo ha de estar la fecha de extinción de su estancia en política. En resumen, seis, siete u ocho años ( nunca más de ocho, que es un diez por ciento de la esperanza de vida de una persona) con cargo pagado con el dinero de todos y ‘pa casa’, a trabajar y no a vivir a costa de los demás. Hay dos problemas: el primero es que quienes tienen que decidir esto son precisamente… ¡horror!, políticos; y el segundo es que gran parte de la población defiende a los políticos a los que votan, los buenos, e insulta a los otros, los malos; pero no hay nada que se parezca más a un político que otro, sean del partido que sean.

 

Todos los profesionales de la política, todos, son vagos, parásitos, mediocres, cobardes, veletas, traidores, sembradores de cizaña. ¡Gentuza indeseable!  

 

CARLOS DEL RIEGO

viernes, 21 de junio de 2024

LA CONTRADICTORIA POSICIÓN DE ALGUNOS HOMOSEXUALES PROPALESTINOS HACIA SUS COLEGAS JUDÍOS

 


Si no ceden las dos partes no hay solución

 

Hace unos días publicaba la prensa una entrevista con unos homosexuales israelíes que contaban, con gran tristeza, que unos amigos suyos de otros países les decían que nunca más volverían a participar en la manifestación del orgullo gay en Jerusalén, y que además los llamaban asesinos…

 

Es desconcertante y preocupante cómo la ideología termina por esclavizar a la persona, hasta el punto de que ésta llega a pensar, hacer y decir sólo lo que la ideología le dicta sin tener en cuenta ni detenerse en razones, argumentos o lógica. Así, sorprende que haya homosexuales que estén defendiendo una cultura totalmente contraria a su elección vital. Es algo tan contradictorio como el hecho de ver a participantes en manifestaciones del orgullo gay luciendo camisetas con la efigie de Che Guevara, quien manifestó siempre que pudo (y lo dejó por escrito) su odio absoluto a todo homosexual, y fusiló a todo el que tuvo a su alcance. Es como si en una manifa del Partido Comunista se viera manifestantes con camisetas con la jeta de Hitler.

 

Cualquiera de estos que llaman asesinos a los gais judíos sabe que, en cualquier país o territorio de religión y tradición musulmana, al poco de ser detectado y señalado como homosexual, sería condenado y colgado de una grúa sin contemplaciones. Por no detenerse en el trato que las mujeres sufren en los países y territorios musulmanes, en algunos de los cuales se apalea hasta la muerte a las jóvenes que no llevan bien puesto el velo. Además, muchos de los israelís están en contra de la actitud de su gobierno (muchos más de los que la prensa muestra); y también es un hecho que hay cientos de miles de palestinos que viven en Israel, tienen nacionalidad israelí y mantienen sin problemas su religión musulmana.

 

Los que acusan a todos los israelíes lo hacen por lo que hace su ejército contra los civiles inocentes de Gaza. En primer lugar hay que tener en cuenta que las cifras de muertos en este territorio las da el grupo terrorista Hamás, cifras que divulga incluso la ONU como ‘oficiales’, como ciertas…, sin embargo no parece muy inteligente creerse a ciegas lo que diga una banda terrorista (además, si se miran las cifras que proporciona Hamás, casi siempre están entre los 250-300 muertos diarios, haya combates, tiros, bombardeos o no). Es decir, usan muy bien la propaganda. En este sentido, uno de sus líderes, Yahya Sinwar, declaró recientemente que eran “sacrificios necesarios, pues con ellos ganamos el apoyo de gran parte de la población occidental”; es decir, el tipo parecía encantado con las bombas israelíes y las víctimas gazatíes, las cuales se convierten en propaganda valiosísima. 

 

También es necesario recordar que las últimas elecciones ‘limpias’ que hubo en Gaza las ganó Hamás con el 75% de los votos, lo que indica que la gran mayoría de la población apoya sus métodos y está dispuesta a colaborar. Y que el grupo terrorista utiliza a sus propios como escudos humanos para luego exhibir las fotos (incluyendo una de un niño muerto que ha aparecido como víctima en bombardeos sucesivos).

 

Los conflictos suelen ser mucho más complejos de lo que se piensa. Es innegable la brutalidad de Israel en sus respuestas-represalias, pero los terroristas de Hamás también hacen todo lo posible por buscar esas represalias y se esconden entre una población que mayoritariamente los apoya (obligada o por convicción). Es necesario un acuerdo, o sea, cesión por ambas partes. Algo verdaderamente difícil actualmente.  

 

CARLOS DEL RIEGO

martes, 14 de noviembre de 2023

LOS POLÍTICOS SON EL CÁNCER DE LA DEMOCRACIA, Y LOS PARTIDOS SUS METÁSTASIS

 


El que fuera gran actor británico Peter O´Toole dijo acertadamente, Puede haber honor entre los ladrones, pero nunca entre los políticos

 

Los políticos se han convertido en el cáncer de la democracia, y los partidos en sus metástasis. Puede parecer una afirmación excesiva, pero existen sólidos argumentos que la sustentan

 

Tal vez en otro tiempo hubo políticos honrados que realmente procuraban el bien común, pero en la actualidad, independientemente del color de cada partido, el profesional de la política ha devenido en una dolencia incurable para la estructura de la democracia. Y tal cosa sucede en cualquier país democrático (claro que es mejor vivir con un tumor que ser envenenado por una dictadura). 

 

Aunque se haya repetido mil veces, siempre es oportuno recordar lo que una mente clarividente dijo una vez: “Los políticos son como los pañales, al poco de puestos ya están sucios, y por tanto hay que cambiarlos con mucha frecuencia”. Y aquí está la clave: la permanencia en política. La experiencia, lo que se ve prácticamente a diario, es que en unos pocos años de actividad política el político se olvida (si es que alguna vez lo tuvo presente) del bien de los ciudadanos, y vierte todas sus fuerzas, pensamientos, ideas, tiempo, actividad… en la política, quedando lo demás en muy segundo plano. En otras palabras, hay que ser muy ingenuo, tonto o fanático para creer en el político, puesto que a éste lo único que le importa es la política, o sea, el poder, conservarlo o conquistarlo. Así, el mandatario que vive a expensas de la población sólo pensará en cosas de partido: cómo esconder este escándalo y cómo magnificar el del rival, con quiénes nos asociamos para alcanzar el poder, qué les ofrecemos y qué puestos nos quedamos, cómo hago para ascender y conseguir mejores cargos, qué tipo de campaña propagandística será la mejor y de dónde sacamos dinero para pagarla…, pero ni un solo segundo perderán en idear soluciones que mejoren la vida del ciudadano.

 

Por otro lado, resulta verdaderamente irritante, hiriente, comprobar cómo hay elementos que permanecen en política (comiendo la sopa boba) desde los veinte hasta los setenta, pasando de un nombramiento a otro, de un destino a otro, de una dirección o secretaría a otra. Sería infinitamente más democrático que fueran muchos los ciudadanos que entraran a la labor política durante un tiempo, y no que unos cuantos acaparen la mayoría de los puestos, cargos y poltronas durante décadas y décadas. Pero claro, se vive muy bien siempre ahí arriba, buenos sueldos (y otros ingresos), atención mediática, machacas a los que mandar…, en fin, poder. Y para conseguir el poder la mayoría están dispuestos a todo, a traicionar, a vender a quien sea. Es absolutamente innegable que el poder corrompe, y cuanto más se tiene más corrupto se es.

 

No será necesario recordar que todas las guerras las provocan y las declaran los políticos (aunque no se sabe que ninguno pereciera en el frente), como tampoco que las mayores masacres, degollinas, genocidios y hecatombes han sido perpetradas invariablemente por políticos.

 

Pero con las cosas como están no parece posible que el político renuncie a todos los beneficios de su odiosa ocupación. Por eso, los políticos son como un tumor que crece y se ensancha a costa de la sociedad, a la que van exprimiendo, manipulando, engañando, parasitando y sembrando cizaña.

 

Por todo, la democracia pierde gran parte de su esencia, de su legitimidad cuando la persona se enquista toda su vida en ese ámbito habitado por trepas parásitos e indignos. Y los medios tienen su parte de culpa, puesto que hablan de ellos con enorme respeto, como si fueran personas honestas. Todo sería distinto si quien entra la actividad política fuera una persona que, al cabo de seis u ocho años, volviera a su trabajo, a su verdadero trabajo; no tendría que pensar cómo permanecer o cómo conquistar el poder, no tendría que mirar y especular con las próximas elecciones, puesto que tendría siempre presente la fecha en la que termina su tarea pública. Y se dedicaría a lo que debe.

 

Los partidos políticos, por su parte, no son más que máquinas pensadas para ganar elecciones, para colocar a todos sus cabecillas y para hacer constante, sectaria y agobiante propaganda. Las empresas tienen como único objetivo ganar dinero, y del mismo modo los partidos, que sin el menor freno moral hacen lo que sea para ganar las elecciones, acaparar poder, maniobrar para perpetuarse el mando. Y cuanta más autoridad mejor, pues habrá más recursos para seguir y seguir. Lógicamente, el partido político también utiliza la división y el enfrentamiento entre los ciudadanos, siembra la cizaña, separa a ellos de nosotros y, como consecuencia, se quiebra la convivencia hasta que la inquina se enquista en la población como un cáncer, como indeseables metástasis. El partido político, en fin, es partidista, y al igual que las empresas sólo piensa en sí mismo y en los suyos, en sus propios intereses, en lo mejor para el partido, nunca jamás en lo mejor para la sociedad, la cual, desgraciadamente, es la que lo mantiene y subvenciona.      

 

El tumor maligno de la democracia es la figura del político vitalicio (fanático dispuesto a traicionar a la sociedad y a sus convicciones por el bien del partido), y las metástasis que corroen al común son los partidos.

 

CARLOS DEL RIEGO

 

lunes, 23 de octubre de 2023

60 AÑOS DEL ASESINATO DE KENNEDY, Y AUN ESTÁ SIN RESOLVER

  

Sin duda, el tiro que reventó la cara de Kennedy fue frontal-lateral, o sea, no pudo hacerse desde donde estaba Oswald

Hace 60 años se produjo uno de los magnicidios más enigmáticos de la Historia. Investigaciones, libros, publicaciones, comisiones y teorías se han sucedido casi desde el momento del asesinato, y todavía no se ha desvelado ninguna prueba concluyente de los grandes enigmas que permanecen seis décadas después:  quiénes, cómo y, lo más importante, por qué

 

El 22 de noviembre del corriente se cumplirán sesenta años del asesinato del trigésimo quinto presidente de Estados Unidos, John Fitzgeral Kennedy. Seguramente volverán a enfrentarse la teoría de que fue Oswald en solitario con la que señala una conspiración. Es uno de los grandes misterios sin resolver de la época contemporánea que despierta siempre el máximo interés en todo el mundo.

 

Como todo el interesado sabe, el magnicidio ocurrió en Dallas, Texas, hace exactamente seis décadas y, según el informe oficial (el de la Comisión Warren), fue obra exclusivamente de un tirador solitario, Lee Harvey Oswald. Sin embargo, investigaciones y juicios posteriores llegaron a la conclusión de que, al menos, la cosa no estaba tan clara. De hecho, a finales de los años setenta del siglo pasado se determinó que la muerte del presidente fue una conspiración, e incluso el comité que llegó a tal conclusión afeó duramente el trabajo de la CIA, el FBI, los servicios encargados de la seguridad presidencial e incluso el de la propia Comisión Warren. En resumen, se les dijo a todos esos estamentos y organizaciones que habían sido unos auténticos chapuceros. Así las cosas, la pregunta oportuna actualmente sería ¿qué interés tenía la Comisión Warren para actuar como lo hizo? A pesar de todo, una parte significativa de la población (tanto estadounidense como del resto del mundo) sigue anclada firmemente en la teoría del loco solitario a pesar de las evidencias que, al menos, dejan serias dudas.

 

Existen varias certezas, más allá de los casi infinitos indicios e incomprensibles irregularidades detectadas en la investigación, que llevan a confirmar que hubo más de un asesino aquel mediodía. Por un lado, al parecer, la trayectoria prevista para la comitiva presidencial se cambió a última hora, de manera que incluso los periódicos del día indicaban el itinerario desechado; entonces, ¿cómo sabía Oswald que el coche de Kennedy pasaría por delante del almacén de libros desde donde supuestamente disparó?

 

Y por otro lado existe un dato puramente físico que descarta totalmente que el dudosísimo personaje fuera el asesino o al menos el único. Según demuestra la película del asesinato que filmó Abraham Zapruder, se produjeron al menos tres disparos en menos de siete segundos, el segundo y el tercero absolutamente perfectos, cosa que es absolutamente imposible. El prestigioso tirador deportivo español José Borja Pérez (varias veces campeón del mundo y de Europa de tiro de precisión, récord mundial de carabina a 100 metros y experto absolutamente fiable) publicó hace treinta años en la revista Historia y Vida una carta en la que explicaba que él mismo había intentado varias veces imitar lo que supuestamente hizo Oswald.

 

Así, se procuró un arma idéntica (Mannlicher Carcano) y munición casi idéntica a la que oficialmente usó el supuesto ‘asesino solitario’ (dicen los expertos que ningún tirador experimentado escogería ese fusil para hacer este ‘trabajo). Se colocó a cien metros y, con ayuda de un amigo cronometrando (arrancó el crono al sonar el primer disparo y lo paró justo con el tercero), apretó el gatillo tres veces en 15,70 segundos, resultando que los dos primeros acertaron perfectamente en la diana mientras que el otro se quedó cerca; en un segundo intento rebajó el tiempo hasta los 10,40 segundos, haciendo diana perfecta en el primer tiro y dejando un poco más lejos los otros dos; y en la tercera tanda tardó 9 segundos justos, con un blanco perfecto y dos peores que la vez anterior. Asimismo hay que tener en cuenta que la diana utilizada estaba fija, no en movimiento como hace 60 años el Lincoln en el que iba Kennedy, de forma que cuando se tira contra un blanco móvil el tirador ha de ‘correr la mano’, es decir, apuntar delante del objetivo y calcular instintivamente el punto exacto en el que proyectil y diana han de encontrarse. Esta circunstancia dificulta muchísimo más conseguir precisión y exige bastante más tiempo para hacer puntería; y no hay que dejar de un lado otro factor de dificultad, que es el nerviosismo que ha de tener quien va a disparar a una persona y más a alguien tan importante. En definitiva, deduce el experimentador campeón de tiro deportivo, es absolutamente imposible hacer tres blancos perfectos en menos de 7 segundos contra un objetivo móvil con un fusil de cerrojo y a 90-100 metros de distancia.  

 

Finalmente, observando detenidamente los fotogramas 310-314 de la película Zapruder, se ve perfectamente que el presidente, que ya ha recibido un tiro en el cuello, tiene la cabeza caída sobre el pecho y ligeramente vuelta hacia su esposa Jacqueline (izquierda) cuando recibe el tiro fatal en su parietal derecho; esto indica que Oswald, cien metros detrás, no tenía posición para conseguir ese blanco. Además, la cámara lenta muestra sin la menor duda que el impacto fatal que revienta la cara de Kennedy es frontal. La conclusión es que hubo más de un tirador, es decir, fue una conspiración.

 

Admitida la imposibilidad física de que el enigmático Oswald consiguiera tal proeza, la pregunta ahora sería, ¿quién fue, cómo y por qué? Lo único que parece seguro es que Oswald, él sólo, no perpetró el asesinato. Tal vez estuviera implicado (probable), pero es imposible que un solo tirador hiciera esos blancos perfectos en aquellas condiciones y tirando desde el mismo lugar. Por tanto, de momento y hasta dentro de unos cuantos años, habrá que conformarse con hipótesis.

 

CARLOS DEL RIEGO

 

miércoles, 26 de abril de 2023

LA MENTIRA DE LOS GOBIERNOS PARA PROHIBIR LOS COCHES DE GASOIL Y GASOLINA


Todos los vehículos diésel y gasolina de la Unión Europea son responsables del 1,3% del vertido de CO2 a la atmósfera en todo el mundo, y por eso, quieren prohibirlos

Uno de los principales asuntos que preocupan a una mayoría de ciudadanos del mundo occidental es el del cambio climático, la contaminación del aire, aguas y tierras. Los gobiernos, siempre a la búsqueda de todo aquello que pueda proporcionar votos, llevan años usando el ‘cuidado del planeta’ como principal gancho electoral; a ello se suman los fanáticos ecologistas y similares, dispuestos a cualquier acto en beneficio de su idea. El principal acusado de todos los males es el coche de gasoil y gasolina, y por eso en la UE les han puesto fecha de caducidad, 2035. Un disparate y un imposible 

Sí, los políticos, estimulados por el tirón mediático del asunto del planeta y la contaminación, junto a los extremistas del clima, han conseguido que gran parte de la población se haya tragado la trola de que el gran problema es el automóvil, el turismo movido por combustibles fósiles. Sin embargo, los datos, los números y porcentajes que los propios ministerios de los países de la Unión Europea manejan, señalan que los coches tienen una responsabilidad mínima, casi despreciable, de las emisiones de gases a la atmósfera. 

En la Unión Europea los turismos son responsables cada año de un 15% de las emisiones de CO2 a la atmósfera en el propio territorio europeo. Es decir, el 85% del dióxido de carbono vertido a la atmósfera en Europa no es culpa de los automóviles particulares. Pero el caso es que, según ‘Our world in data’ (que se dedica al análisis pormenorizado de emisiones), el vertido total de la U E supone el 8,5% del total mundial. Mucho menos que los grandes contaminantes, China, India, EE UU y Rusia, donde ni se plantean prohibir coches de combustibles fósiles. 

De estas cantidades puede deducirse fácilmente que lo que expulsan los tubos de escape de las berlinas, monovolúmenes, compactos, utilitarios y motos que circulan por los países de la Unión Europea constituye el 1,3% del total de las emisiones de CO2 que se expulsan a la atmósfera cada año en todo el mundo. 

¿Y para reducir un 1,3% la emisión de gases se va a obligar a millones de europeos a gastarse miles de euros (sobre 40.000, más los cambios de batería) para cambiar al eléctrico? Y hay que añadir que habría que multiplicar por millones la generación de electricidad para los autos eléctricos. 

Prohibir la fabricación de automóviles de combustible fósil en 2035 sería una locura, un disparate de consecuencias imprevisibles. Pero a los chupópteros de la Unión Europea la realidad y el bien común les importa un pimiento, puesto que, como buenos políticos, lo único que les preocupa es ganar elecciones, o sea, poder, y si acusando a los automóviles se ganan votos la verdad se convierte en algo secundario y prescindible. Los ecologistas fanáticos hacen el resto acongojando a la población con un futuro apocalíptico si no se asumen sus ideas y convicciones. Y a quien se les opone lo llaman f…a. 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 29 de marzo de 2023

LOS MÉTODOS DEL KGB QUE TAN BIEN CONOCE PUTIN: TIROTEADOS, ENVENENADOS, SUICIDADOS, DESAPARECIDOS…

 

El dibujo de una niña de trece años por el que su padre ha sido condenado 
a dos años de cárcel

Se ha dicho muchas veces desde que en 1999 Putin se hizo con el poder absoluto: su propósito siempre ha sido recuperar el control total como sucedía en tiempos de la Unión Soviética. Y el que fuera agente del KGB ni siquiera se molesta en desmentirlo. La última muestra del totalitarismo que preside hoy Rusia la protagoniza un padre que ha sido condenado a dos años de cárcel a raíz del dibujo que hizo su hija contra la guerra 

No es preciso recordar a todos los opositores al régimen impuesto por Putin que han muerto en circunstancias sospechosas, basta una mínima muestra. Uno de los primeros fue el ex espía Litvinenko, envenenado por polonio en 2006 sin que nunca se supiera cómo ni quién perpetró el asesinato…, aunque todo apunta al megalómano de Leningrado. Antes ya había sido tiroteada en plena calle por desconocidos la periodista Politovskaya. En 2013 murió ahorcado en Londres el millonario Berezoski tras sufrir varios atentados; es fácil deducir que si uno se exilia y se libra varias veces de los asesinos no va a facilitarles las cosas suicidándose… Golovilov fue tiroteado cuando paseaba al perro… Klevnikov también cayó a balazos, siendo uno de los muchos periodistas críticos  (no menos de trescientos desde que Putin llegó al poder) que pagaron con su vida el atrevimiento de denunciar al tirano. El millonario Protosenya había huido a España, pero un día apareció ahorcado y su mujer y su hija acribilladas a puñaladas (se libró un hijo que no estaba allí). El ejecutivo Shulman apareció en el baño de su casa con las venas abiertas. Otro jerarca, Melnikov, apareció muerto a puñaladas en su casa, junto a los cadáveres de su mujer e hijos (de 10 y 4 años)…, se dijo que fue asesinato y suicidio, pero parece difícil que uno se suicide de cuatro puñaladas. Algo parecido sucedió al que fuera asesor de Putin, Avaev, muerto por arma blanca con su mujer e hija. 

Varios probaron los diversos venenos (polonio, talio) con que el KGB eliminaba al personal que había huido; otros fueron tiroteos por desconocidos que jamás mostraron intención de robar; hay secuestros (Stemirova) y desapariciones misteriosas que terminan con la aparición del cadáver; hay  suicidios sospechosos y desconcertantes, como el del opositor que ‘se tiró’ por la ventana del hospital; hay enfermedades inexplicables, alergias e infecciones mortales e indescifrables… Métodos usados por los diversos organismos controlados por el Kremlin soviético.    

En fin, la lista de víctimas del déspota ruso se acerca al medio millar (aunque hay quien la eleva al doble), pero sólo son los que se saben y sólo los que afectaron a personajes destacados. Es conocido que en la actual Rusia existe una censura durísima, y que quien se atreve a elevar la voz se enfrenta a un riesgo de muerte elevadísimo. Bien puede asegurarse que Rusia, hoy, es una dictadura con puntos muy semejantes a la que hubo allí desde 1920 (más o menos) hasta la caída del muro de Berlín. 

El más reciente caso es el del padre condenado a dos años de cárcel por el dibujo contra la guerra que había hecho su hija de trece años. La niña presentó la pintura y la maestra dio parte a las autoridades, que fueron a por el padre tras quitarle la custodia de la niña; el osado ciudadano publicó críticas y quejas en las redes sociales, por lo que sufrió arresto domiciliario. Llegó el juicio y la condena, pero el padre aprovechó y huyó de su casa, dicen, aunque vistos los precedentes, cualquiera estaría inclinado a pensar que se trata de otra ‘desaparición’ y que es posible que el hombre aparezca ‘suicidado’.    

Salvo por el modelo económico (antes comunista, hoy capitalista), la Rusia de Putin está calcando los métodos soviéticos. 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 7 de septiembre de 2022

¿QUIÉN VIERTE MÁS GASES NOCIVOS A LA ATMÓSFERA?

 

Según expertos, el aire en la India es veneno

No se puede negar la contaminación de tierras, aguas y aire. Es algo evidente. Sin embargo, lo peor que se puede hacer para solucionar un problema es la histeria, el pánico, que es lo que están proponiendo desde los centros de poder de (casi) todo el mundo. Así, en España (que apenas vierte el 0,7% de gases de efecto invernadero) se han propuesto medidas de chiste para contaminar menos, como quitarse la corbata, mientras los grandes contaminadores ni siquiera sopesan la posibilidad ensuciar menos 

El problema de los millones de toneladas de gases contaminantes vertidos a la atmósfera es real. Y para combatirlo y aprovecharlo los gobiernos de todo el mundo utilizan, principalmente, la propagación del miedo introduciendo en la población el pánico al futuro apocalíptico a la vez que la culpan de todo…, mientras gobiernos, instituciones y poderosos en general se pasan por el forro (y ostentosamente) aquello que exigen a los ciudadanos. Por otro lado, los países más contaminantes no tienen intención de frenar sus vertidos, de modo que es absolutamente inútil que los que menos ensucian el medio ambiente sean los que más medidas restrictivas se auto-impongan. 

El país que más gases nocivos vierte a la atmósfera es China, quien con unos doce mil millones de toneladas se adjudica casi el 30% del total (datos de 2018). En el segundo puesto está Estados Unidos, con más de un 13%; le siguen India con más del 7%, Rusia con un 6%, Japón un 3,5%, Alemania 2%, Irán 2%, Corea del sur 1,8%, Arabia Saudí 1,7%, Canadá 1,6%, Indonesia 1,6%... Como puede verse, sólo los cuatro primeros contaminan más que el resto del mundo, y los once máximos contaminadores son responsables de casi las tres cuartas partes del problema. España está en el gran pelotón de los que manchan menos de un uno por cien, puesto que su aportación al vertido de gases nocivos es apenas un 0,7 %. Si en España se reduce a la mitad el volumen de vertidos tal vez sólo mancharía un 0,69%, algo despreciable para el esfuerzo que supondría. También hay que tener en cuenta que las emisiones producidas cada año por barcos y aviones llegan al 1,6%, o sea, más de dos veces lo que todas las fábricas, industrias y transportes de España. 

Estas cifras dejan la situación muy clara: unos pocos ensucian muchísimo y otros muchos muy poco, lo que significa que si aquellos no hacen nada por reducir sus emisiones la cosa no se solucionará por mucho que se esfuercen los que menos vierten. En otras palabras, sin un plan global el problema no se va a arreglar. 

Se está produciendo una situación muy explicativa de la contradicción. España ha proscrito sus centrales nucleares, pero como tiene déficit energético compra energía a Francia, la cual vende la energía que sale de sus centrales nucleares. O sea, España (el gobierno, los gobiernos) no quiere nucleares pero sí la energía que proporcionan, España quiere estar exenta de los ‘peligros’ de las nucleares pero le parece perfecto que haya nucleares a unos kilómetros de sus fronteras… Otra muestra de hipocresía es exigir a los países subdesarrollados o en vías de desarrollo que renuncien a la energía que durante más de un siglo han utilizado los ya desarrollados para desarrollarse. Aunque la máxima desfachatez es quitarse la corbata para contaminar menos y utilizar el avión para ir a un concierto; es tan tonto como si a uno con sobrepeso el médico le aconseja hacer deporte y él se pone a jugar al tenis en la videoconsola. 

Más que hipócrita es auténticamente histérica la postura adoptada por muchos de los profetas fanáticos que pretenden ‘salvar’ el planeta. Estos extremistas sectarios que se sienten ungidos por la verdad no sólo abominan de los combustibles fósiles (que son el mismísimo demonio), sino que también se muestran contrarios a las centrales hidroeléctricas porque la construcción de presas desplaza personas, anega los campos, destruye el paisaje, acaba con la fauna, modifica los cursos fluviales…; tampoco son partidarios de la energía eólica porque las palas de los aerogeneradores matan pájaros; y hay muchos que no quieren energía solar porque los parques solares ofenden al entorno y la construcción de las placas contamina muchísimo… En fin, que hay no pocas criaturas que estarían encantadas de volver al siglo XIX pero sin que se utilice la tracción animal en la agricultura o el transporte (por maltrato animal); es decir, mejor volver al Paleolítico, donde no había problemas energéticos, ni de contaminación, ni de explotación animal, ni de la Madre Tierra… 

Por otro lado, el poder político (en todo el mundo) está muy cómodo con las profecías apocalípticas que anuncian grandes desgracias en un futuro próximo, ya que meter miedo al personal es la mejor manera de tenerlo controlado, sometido y dispuesto a tragar lo que sea, e incluso a llegar a la histeria colectiva.  

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 27 de julio de 2022

EL POLÍTICO MÁS CORRUPTO DE LA HISTORIA, EL CARDENAL FRANCÉS MAZARINO


Julio Mazarino, modelo de corrupto, modelo de político

Una nueva sentencia de los tribunales españoles condena a políticos por corrupción. En realidad no es una sorpresa. Y es que política es sinónimo de corrupción, como se viene demostrando desde hace milenios en todas partes. El cardenal francés Mazarino podría dar lecciones de corrupción

La política es el poder, pero también es corrupción, la cual no consiste sólo en meter mano en la caja. También se es corrupto cuando se coloca a amiguetes, familiares, compañeros de partido…, cuando se distribuyen a voluntad y sin supervisión subvenciones, ayudas, financiaciones…, cuando se aceptan sobresueldos, dietas, viajes, pluses para vivienda o transportes, fondos adicionales, regalos…, cuando se aprueban concesiones o fondos para tal partido, sindicato o gran colectivo a cambio de apoyos y favores políticos…, cuando se utilizan los medios y recursos del estado (dinero público) en beneficio propio o del partido… Sí, las modalidades de la corrupción son infinitas (incluyendo hacer la vista gorda), sobre todo cuando se tiene poder suficiente. Así se demuestra mirando la Historia, en la que aparecen infinidad de políticos (o quienes poseen el poder) absolutamente manchados por la corrupción. Es inevitable: el político es corrupto en función de la cantidad de poder que acumule y del tiempo que lo acumule.

Hace unos 5.200 años unos sumerios ‘inventaron’ la escritura, puesto que sólo apuntando se podía saber quién había pagado los tributos y cuánto; seguramente los funcionarios del palacio y los sacerdotes del templo se quedarían con su parte, e igualmente otros ‘políticos’ que tuvieran acceso a los tributos. Unos milenios después, en el año 60 antes de Cristo, Craso formó con César y Pompeyo el Primer Triunvirato; inmensamente rico, Craso había hecho gran parte de su fortuna con la especulación fraudulenta de terrenos, y cuando tomó su parte de poder su patrimonio se disparó. En España, el Duque de Lerma, valido de Felipe III desde 1598, acumuló todo tipo de títulos nobiliarios, distinciones, cargos y sueldos, nombró y destituyó a conveniencia y, en fin, acumuló tanto que al saber que el rey lo iba a destituir se hizo nombrar cardenal para así no ser juzgado. 

Son sólo tres ejemplos de la infinita lista de políticos corruptos de la Historia (que equivale a la de políticos), pero ninguno se acerca al nivel de perversión, ambición, avaricia, astucia y egoísmo del cardenal Mazarino. Nacido en Italia, primero fue consejero y mano derecha del Papa, y luego se naturalizó francés; en 1642 accedió al cargo de Ministro de Estado (sucediendo al cardenal Richelieu) del rey Luis XIII de Francia, aunque según casi todos los historiadores Julio Mazarino era quien mandaba y ordenaba en el país vecino, y así siguieron las cosas incluso cuando asumió el trono Luis XIV. Durante los 18 años que actuó como dueño de Francia, Mazarino trincó por todas partes hasta acumular una fortuna fabulosa, incalculable.

 Como ministro, Mazarino recibía 20.000 libras al año, como Jefe del Consejo Real 6.000, como cardenal francés 18.000, superintendente de la educación del rey, 60.000, y otras 100.000 libras anuales como indemnización personal. Además, era Obispo de Metz, prior de Chastenay, abad de tres o cuatro abadías y otros treinta cargos de menor alcance; en total, por estos conceptos se embolsaba unas 500.000 libras al año. Era el gobernador de seis regiones francesas, entre ellas Alsacia, Auvernia o Provenza, y era el capitán de Fontainebleau y Vincennes. También poseía varios ducados, como el de Nivernois, Doyziois o Mantoue, y era el barón de Mayenne, todo lo cual le proporcionaba inmensas cantidades.

 

Pero el cardenal Mazarino sólo quería una cosa: más. Se hizo nombrar jefe del aprovechamiento de aguas y bosques de varias regiones, quedándose con todo lo que abonaban los campesinos y pobladores de Ham, Marie, La Fere o Saint Gobain. Sus fincas, terrenos y bosques eran minuciosamente explotados (madera, ganado, caza, pesca) sin descuidar la gestión ni perdonar un céntimo. 

 No desatendió su vena empresarial, ya que era posesor de un sinfín de empresas, sociedades mercantiles y comerciales, negocios y compañías de muy diversos ramos. El avariento cardenal era armador y propietario de una auténtica flota de barcos mercantes, entre ellos el ‘Cardenal’, el ‘San Juan Bautista’, el ‘Saint Etienne’, ‘Le Bergere’, el ‘Anna’ y varios más. Comerciaba con metales, marfil, cereales…, explotaba todo tipo de materias, desde corcho a coral, y para no tener problemas se compró un puerto en Argelia. Fue accionista mayoritario de la Compañía del Norte, dedicada a la pesca de la ballena y la comercialización de su aceite.

 No contento con todo ello, el clérigo se adjudicó los suministros al ejército, al que vendía trigo, centeno, municiones… Y además, obligó a todos los corsarios franceses a entregarle un tercio de los beneficios que conseguían con sus abordajes y rapiñas.         

 Y por si faltaba algo, este auténtico número uno de la corrupción, decretó que, como Ministro Principal de Estado, todos sus negocios, comercios, ventas, empresas, barcos, fletes, importaciones, exportaciones y posesiones quedaran totalmente exentos de impuestos, aduanas, tasas, peajes o aranceles… Calculador, meticuloso, astuto y sin escrúpulos. Un buen político.

 Difícilmente podrá encontrarse otro político que haya llegado tan alto en la escala de la corrupción. Aun hoy resulta imposible calcular cuánto se embolsaba anualmente el purpurado y a cuánto ascendía su fortuna, aunque habría que hablar de miles, de cientos de miles de millones de libras… Seguramente muchos de los que hoy ostentan cargo político desearían vivir en aquella época, cuando el que mandaba no tenía que rendir cuentas.

 CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 27 de abril de 2022

LAS MUJERES Y LOS NIÑOS EN EL GULAG SOVIÉTICO

 


Prisioneros trabajando en una mina, hacia 1935


Barracón de prisioneros en Siberia, como puede verse no se quitaban ni las botas

Todo el mundo podría citar los nombres de los campos de concentración nazis, pero muy pocos serían capaces de mencionar un par de los que integraban el Gulag soviético. La explicación es que los nazis fueron derrotados y sus campos liberados e investigados, mientras que la Unión Soviética y sus campos de concentración no. Gran parte de los millones de deportados y muertos en el Gulag eran mujeres y niños

Una de las primeras obsesiones de Stalin al tomar el poder era la rápida industrialización de la Unión Soviética, y para ello recuperó una vieja tradición de sus odiados zares: el trabajo esclavo. Así, pensó en los campos de concentración siberianos, a donde podía enviar a quien quisiera (las deportaciones aumentaban cuando había que reponer mano de obra). A pesar de que  Rusia nunca ha permitido que investigadores independientes examinaran campos y archivos, son bastante conocidas las condiciones en que vivían (es un decir) los condenados. Pero, en general, quienes más sufrieron en las prisiones siberianas fueron mujeres y niños, que conocieron mejor que nadie aquel terror rojo y helado (con mínimas de hasta 80 bajo cero).

Según el sacerdote e historiador ucraniano Ivan Lebedovych: “Nada puede ser más aterrador y peligroso que una ventisca siberiana. Los lobos mueren y los perros no pueden ni olfatear los rastros más frescos”. Perfecta descripción de lo que era aquel lugar; puede añadirse que a los guardias no les importaba nada que murieran los presos, de hecho preferían que murieran de frío que de un tiro, de hambre, enfermedad o accidente, puesto que si los mataba el frío apenas tenían que hacer papeleo.

Cualquiera podía ser enviado a Siberia durante la existencia de la URSS. Su código penal enumera muchas ‘violaciones de la ley’ que son absolutamente indefinidas y en las que cabe prácticamente todo. Y es que todo puede ser calificado de ‘sabotaje contra-revolucionario’ o ‘traición capitalista’, desde llegar tarde al trabajo hasta desafinar durante un ensayo de la banda del pueblo. Todo podía ser considerado traición o antirrevolucionario por los ‘jueces’ soviéticos. Por ejemplo ser gay era considerado un crimen de alta traición al Estado y las relaciones homosexuales se castigaban con penas de prisión de entre tres y cinco años en Siberia. Pero en realidad, cualquier cosa podía cabrear a Stalin y su jauría: una joven de 18 años (Lyudmila Khachatryan) se casó con un yugoslavo, algo que no era peligroso porque Yugoslavia era país amigo, pero cuando surgió el choque entre Stalin y Tito (dictador yugoslavo), los esbirros estalinistas se lanzaron sobre ella, la violaron, la torturaron y la mandaron a Siberia (sin siquiera un juicio-farsa) durante ocho años.

Legalmente las mujeres de la Unión Soviética tenían casi los mismos derechos que los hombres. Pero la igualdad legal estaba a miles de kilómetros de la igualdad real, condición que se multiplicaba en los campos siberianos. Y es que, además de todo lo que debía sufrir el preso en el Gulag (hambre, frío, violencia, frío, enfermedad, frío…) la mujer tenía que soportar una degradación mayor, con abusos sexuales y físicos diarios, incluyendo palizas masivas y violaciones en grupo, perpetradas tanto por los guardias como por sus compañeros presos; en fin, las pobres desdichadas no estaban seguras nunca, ni aun cuando se iban los carceleros. Todo infeliz enviado a Siberia era humillado, vejado y despojado de su dignidad, pero la degradación que sufrieron las mujeres fue mayor, inimaginable, aterradora.    

No extraña que muchas de ellas trataran de encontrar algo de protección vendiéndose a cambio de más comida, mejor trato, mejores condiciones de vida… Lógicamente se produjeron muchísimos embarazos (era inimaginable que se proporcionaran anticonceptivos), la mayoría de los cuales no llegaban a término, principalmente a causa de que las embarazadas no tenían ningún privilegio: su trabajo y condiciones eran igual que los de las demás. Y cuando se llegaba al parto, lo habitual era que los funcionarios se llevaran al bebé, de modo que casi todas las que fueron madres en esa sucursal del infierno jamás volvieron a saber de sus hijos cuando (las más afortunadas) pudieron salir. 

También hubo niños en los campos de trabajo del Gulag, los cuales sufrieron severa desnutrición, frío, continuos abusos, violencia, frío, abandono... La experiencia tuvo que ser tan traumática que los pocos supervivientes arrastraron el resto de sus vidas graves lesiones y serios problemas psicológicos. Una investigadora inglesa descubrió que muchos niños y adolescentes ni siquiera eran capaces de hablar, sino que se comunicaban con aullidos y sonidos guturales. Lógicamente, la mortalidad infantil era elevadísima, y la violencia era constante por parte de los guardias y los propios compañeros de infortunio; y no faltaban espías ni chivatos. A partir de 1935 la presencia de chiquillos aumentó enormemente, puesto que ese año se modificó la ley para que los mayores de 12 años pudieran ser juzgados y condenados como adultos. Según el libro ‘Children of the Gulag (Frierson & Vilensky, 2010), de los casi veinte millones de condenados a los campos de trabajo en esa década, casi el 40% eran niños o adolescentes; muchos de ellos eran chicos de la calle, huérfanos sin hogar, mendigos a los que nadie jamás reclamó.

No ha sido fácil averiguar qué pasó allí, puesto que hasta décadas después, hasta el fin de la URSS, los ex prisioneros del Gulag tenían prohibido hablar de ello, y los castigos por contarlo los hubieran devuelto a Siberia. Es casi seguro que nunca se sepa el número de deportados ni el de muertos, pero hay indicios: ‘la carretera de los huesos’ se llama así porque a sus lados, a poca profundidad, están los huesos de los miles de esclavos que murieron al hacerla; hasta hace unos años, cuando un verano venía caluroso en Siberia y se descongelaba el suelo (el permafrost), por el río Kolimá bajaban flotando camisas, pantalones, chaquetas, abrigos, ropa interior…

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 6 de abril de 2022

LA DESGRACIADAS ESPOSAS Y AMANTES DE STALIN, A LOS CIEN AÑOS DE SU ASCENSO AL PODER TOTAL EN LA URSS


La primera esposa de Stalin, Yekaterina Svanidze.

En abril de 1922 el camarada Iosif Dzhugashvilli, Stalin, se hizo con el poder absoluto de la URSS. Comenzaban entonces más de tres décadas de dictadura brutal, sangrienta, enloquecida. El dictador ordenó la detención, tortura, deportación y ejecución de millones de ciudadanos y altos cargos. Y de su sed de sangre no se libraron sus esposas y amantes, la mayoría de las cuales sufrieron en sus propias carnes la ferocidad del tirano

Stalin (1878-1953) está considerado, con toda razón, uno de los más detestables asesinos de la Historia. Las terribles purgas, los juicios en masa con la sentencia ya escrita, las detenciones y ejecuciones sin juicio, los millones de condenados a trabajos forzados al ‘gulag’ de Siberia… no fueron suficientes para el genocida georgiano, pues en la intimidad del hogar reprodujo parecidos procedimientos con sus esposas y amantes.

La primera mujer en la vida de Iosif se llamaba Galina Spandaria. No tendría ni veinte años pero ya era un revolucionario dispuesto a todo. Galina se enamoró locamente de él, pero el futuro dictador no le hacía el menor caso, aunque sí trató de aprovecharse de ella del modo más cruel. Como él y su grupo necesitaban dinero para sus acciones revolucionarias, le pidió que aceptara la invitación de un viejo verde llamado Orbeliani, el cual pagaba muy bien por los favores de jovencitas, y también le pidió que le entregara el dinero que el viejo le diera. Galina, humillada y terriblemente desengañada, jamás volvió a ver a aquel miserable que la utilizó como el más despreciable proxeneta. Aun no poseía poder político, pero ya era inhumano, despiadado.

En 1903 (con 25 años) se casó con Yekaterina Svanidze. Al año siguiente nació su primer hijo, Yakov, de triste destino. Ya metido de lleno en la política, Stalin casi nunca estaba en casa y apenas se preocupaba por su mujer y su hijo; algunos amigos de la familia aseguraron que él veía a Yekaterina como otra más, y la casa familiar como una buena guarida donde esconderse. Cuatro años después de la boda murió Yekaterina de tifus, quedando el niño Yakov al cuidado de sus abuelos maternos, puesto que Stalin jamás se preocupó por su hijo, nunca le prestó la más mínima atención. Eso sí, cuando Yakov se casó, su padre detuvo a su esposa y la envió a Siberia. Sin contacto con el dictador, alcanzó el grado de teniente en el ejército y combatió contra los nazis hasta que fue capturado; usaba el apellido de su madre, pero lo delataron sus compañeros, por lo que, al enterarse de que tenían al hijo de su enemigo, altos jerarcas nazis como Goering o Ribbentrop le propusieron que declarara en contra de su padre. Yakov siempre fue fiel a su país y a su ingrato padre. Y cuando a Stalin le propusieron un canje (su hijo por el general Paulus y otros prisioneros), el dictador despreció a su vástago por haberse dejado capturar en lugar de morir en su puesto, y ni siquiera contestó. Yakov fue acribillado cuando se lanzó de modo suicida a las alambradas del campo de concentración.

En 1921 Iosif Stalin se casó con su secretaria, Nadeshda Alliluyeva, Nadia, que lo idolatraba. Tuvieron dos hijos, Vassili, que llegó a comandante de la Fuerza Aérea (murió alcoholizado en 1962), y Svetlana, la niña mimada que en 1967 huyó a Estados Unidos. Muy pronto comprendió Nadia con quién se había casado. En fiestas y recepciones oficiales Stalin contaba chistes soeces en su presencia y dedicaba a ella y a sus hijos palabras humillantes delante de altos cargos y dignatarios extranjeros. Nadia sufría profundamente al conocer las aventuras amorosas de su marido, quien no se preocupaba por ocultarlas. Pero el horror se hizo infinito cuando le contaron las detenciones, los fusilamientos, torturas y deportaciones ordenadas por Stalin. En 1932 se enteró del hambre que éste había provocado en Ucrania y le rogó que terminara con todos esos sufrimientos, pero él le gritó “¡Te prohíbo que hables de política, no tienes ni idea!”. Hubo más discusiones hasta que en noviembre de ese año Nadia, aterrorizada por la infinita maldad de su esposo, se suicidó con una pistola.

La muerte de su esposa no le preocupó gran cosa, de hecho ya tenía otra amante oficial antes del suicidio, Lisa Kassanova, miembro del Comité Central, con quien ya se dejaba ver en diciembre de ese mismo año de 1932, cuando anunció su próxima boda. Pero a los gerifaltes del partido no les gustaba, así que propagaron rumores de que ella tramaba  una conjura contra él como jefe del partido. Stalin reaccionó como siempre: la destituyó de todos sus cargos y la envió a Siberia. Finalmente Lisa Kassanova se suicidó.

Según muchos de los que estaban cerca del dictador, en sus últimos quince años de vida (del 38 al 53) cambiaba de compañera de cama casi a diario, y muchos de los que habían sido sus colaboradores afirmaron que llegó a usar a la policía para perseguir a las que se le resistían o no eran suficientemente ‘amables’ con él. Mikhail Mechlis, que fue su secretario, contó que las hacía pasar a su despacho y las obligaba a bailar ante él, casi siempre desnudas, mientras él las contemplaba sentado en su sillón. Lavrenti Beria (jefe del NKVD, antecedente del KGB) explicó que la cosa casi nunca se quedaba en el baile y que, cuando se iban, él mismo tenía que advertir a las chicas que más les valía no abrir la boca. Y circulaban por el Kremlin rumores de que Stalin, a veces, gustaba de desnudar a dos o tres mujeres y azotarlas.

La mayoría de aquellas amantes forzosas del déspota son desconocidas, pero algunos nombres se han recuperado. María Demshenko, piloto, aceptó una invitación de Stalin, pero la cosa le resultó tan horrible que, en cuanto pudo, se presentó para una misión casi suicida cuando los alemanes estaban cercando Moscú; nunca más se volvió a saber de ella. Yevgeniya Paulova Movchina vivió un año junto a Iosif, pero se enamoró del jefe de la seguridad personal del dictador, el cual un día regresó antes de lo acostumbrado y los pilló. Mechlis, el secretario de Stalin, contó que desde la habitación contigua se escuchaban los tacos e insultos a la vez que las bofetadas y puñetazos que repartía el ‘engañado’, hasta que se abrió la puerta y “vi como Stalin los arrastraba cogidos por los pelos, desnudos y sangrando abundantemente por la nariz y la boca”; acto seguido mandó llamar a Beria (director del NKVD) y le ordenó que le quitara de su vista esas “dos serpientes”, y que no quería volver a saber de ellos; unos días después Beria informó que había llevado a la Lubianka a los dos delincuentes y que estaba “todo arreglado”, o sea, los había fusilado. Mikhail Mechlis también explicó que, después de aquello, Stalin le obligó a hacer una lista de todas la mujeres que trabajaban en el Comité Central, de modo que cada día una chica, siempre muy joven, pasaba por su despacho…

Muchas otras mujeres ‘conocieron’ a Stalin (María Kuzakova, Vera Davidova, Lidia Perepriguina, Olga Lepeshinskaia, Valentina Istomina…), pero casi ninguna, esposa o amante, se libró de la infinita vileza del camarada Stalin.

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 30 de marzo de 2022

EL ‘EJÉRCITO FANTASMA’ Y OTRAS CURIOSIDADES SORPREDENTES DE LA II GUERRA MUNDIAL

 


Tanques, cañones o blindados hinchables formaban parte del el 'ejército fantasma' británico, que confundió y retrasó a los nazis.

Hace ochenta años Europa estaba, como hoy (III-2022), en guerra, aunque la situación era entonces muy distinta, claro, pues los frentes estaban prácticamente en todos los países. Los grandes hechos de armas de la II Guerra Mundial son más que conocidos, sin embargo, aquellos seis años proporcionaron muchos otros sucesos que apenas tienen presencia en los libros a pesar de que tuvieron importantes consecuencias

La guerra no sólo se gana en el campo de batalla, no sólo con enormes ejércitos, las armas más potentes y una fuente inagotable de provisiones. Esto es algo que los grandes estrategas de la Historia descubrieron hace muchos siglos. También tiene decisiva trascendencia el engaño, el espionaje o el aprovechamiento de los recursos, como demuestran algunos hechos sucedidos en la II Guerra Mundial tan decisivos como desconocidos.

El señuelo, la artimaña y la información falsa jugaron un papel decisivo durante el conflicto. El Ejército Británico contaba con una sección conocida como Tropas Especiales del Cuartel General 23, aunque para abreviar le llamaban ‘El ejército fantasma’. Entre sus actividades estaba la transmisión de noticias falsas y engañosas y los famosos tanques y cañones hinchables que, desde el aire o a distancia, no se distinguían de los auténticos. Esta sección tan especial avanzaba como un ejército enorme y muy bien armado, a pesar de que lo más pesado que tenía eran ametralladoras. El 23, al ser tan pequeño y ligero, se desplazaba con gran velocidad, pero a ojos de los alemanes eran varias divisiones motorizadas con tanques y cañones de gran calibre, por lo que en varias ocasiones consiguieron detener el avance alemán antes de que comenzara, manteniendo inmovilizados grandes contingentes enemigos de tropas y suministros. ‘El ejército fantasma’ tenía cuatro departamentos; el ‘Camuflaje 603’ suministraba aviones, artillería, blindados, camiones, tanques… de plástico, hinchables, que daban muy bien el pego; el ‘Signal Service’ proporcionaba efectos de sonido que se complementaban con los hinchables; la ‘406 Compañía’ se encargaba de buscar y preparar emplazamientos y de la seguridad, incluyendo los parches y distintivos de este ejército para confundir a los espías; y la ‘Signal Special’, que emitía constantemente y por varias frecuencias mensajes y noticias falsas. Como puede deducirse, la guerra no se ganó sólo con potencia militar.      

Poco se habla del 588 Regimiento de Bombarderos Nocturnos de Mujeres de la Unión Soviética. Estas arrojadas aeronautas pilotaban obsoletos biplanos Polikarpov Po-2, hechos de lona y madera en la década de 1920; les llamaban los ‘ataúdes voladores’, ya que al mínimo balazo estallaban en llamas y como no disponían de paracaídas… Además, estos aviones volaban muy bajo, por lo que sus ataques debían ser siempre nocturnos, y apenas alcanzaban los 140 por hora; la cabina estaba abierta, por lo que las valientes pilotos debieron pasar muchísimo frío y aguantar todos los elementos. Su armamento se limitaba a una bomba bajo cada ala y carecían de cualquier instrumento de navegación, por lo que en lugar de altímetros, velocímetros o chivatos de combustible tenían que apañárselas con lápices, relojes, linternas, brújulas, mapas… A pesar de todo, estas ‘brujas de la noche’ (como las llamaban porque los aviones sólo volaban de noche y sonaban de un modo especial) consiguieron lanzar más de 23.000 toneladas de bombas sobre los nazis. Su única ventaja fue que al ser de madera y lona y volar bajo escapaban de los radares. Sin duda, las chicas del 588 Regimiento de Bombarderos los tenían bien puestos.

En septiembre de 2010 apareció muerta en Torquay, en la costa suroeste de Inglaterra, una mujer de 89 años llamada Eileen Nearne a la que nadie conocía, ni amigos ni familiares (sólo una sobrina que vivía en Italia), por lo que se dispuso su entierro a cargo del municipio. Al registrar sus pertenencias la policía se puso firme, pues se encontró con que la olvidada mujer poseía varias condecoraciones de guerra, entre ellas la Cruz de Guerra Francesa y la Orden del Imperio Británico. Al profundizar las investigaciones se descubrió quién había sido aquella heroica mujer. Operó como agente secreto del Servicio de Operaciones Especiales británico; tras su entrenamiento, en 1944 fue lanzada en paracaídas sobre Francia (Eileen dominaba perfectamente el francés), donde se puso en contacto con la resistencia, organizó los grupos y redes y se mantuvo como enlace con sus jefes (con el nombre en clave de Rose), proporcionando valiosas informaciones previas al desembarco de Normandía. Participó en combates y, a causa de un accidente, fue capturada por la policía alemana de ocupación y torturada, pero no le sacaron nada, así que la mandaron a un campo de concentración. Finalmente Rose (también usó los seudónimos de Jacqueline Duterte y Mademoiselle du Tort) consiguió evadirse junto a otras dos mujeres; llegaron a Leipzig y allí fueron escondidas por un cura hasta la llegada de los aliados. Al terminar la guerra se retiró, aunque realizó algún viaje a Europa para recordar a los compañeros caídos. Usaba peluca, solía hablar en francés y seguía haciéndose llamar Rose, por lo que pasaba perfectamente desapercibida. Murió sola en su cuarto. Entonces todos reconocieron su valor y su mérito. 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 23 de marzo de 2022

LA INDESEABLE GUERRA TRAE A VECES DESEABLES BENEFICIOS

 


Uno de los 'Petit Curie', ambulancias con rayos X ideadas por Marie Curie que salvaron muchos miles de vidas en la I Guerra Mundial.

Hay pocas cosas más detestables que la guerra, como demuestra la que actualmente (marzo 2022) hay en Europa. A pesar de ello, ha habido numerosos casos en que la guerra ha obligado a las personas a encontrar soluciones que, de otro modo, buscarían con menos ahínco. Hasta de la guerra se han extraído beneficios

El gran éxito funk ‘War, what is good for? (Absolutely nothing)’, publicada en 1970 protestaba contra la guerra en general y la de Vietnam en particular desde el título: ‘Guerra, ¿para qué es buena? (absolutamente para nada)’. Sin embargo, aunque no lo parezca, aunque su objetivo no sea ese, aunque moleste y haga llevarse las manos a la cabeza a los más políticamente correctos, la Historia señala un gran número de avances y descubrimientos esenciales (a veces inesperados) que llegaron gracias a los conflictos armados. Es decir, aunque indeseable y sin propósitos benignos, algunas guerras han producido (en espacios de tiempo cortos) significativos beneficios al conjunto de la Humanidad. Es preciso insistir: no es que las guerras tengan algo deseable, nadie se atrevería a afirmar tal especie, sin embargo, ya que se han producido, tonto sería no aprovecharse del esfuerzo de la mente humana que, en casos extremos, es capaz de encontrar soluciones que no buscaría en caso de no tener tanta necesidad. En fin, aunque sería mejor avanzar sin esas catástrofes, ¿debe renunciarse a los avances por haber surgido de situaciones tan sangrientas?

No hay que olvidar que la necesidad estimula y obliga, y como en la guerra la necesidad es máxima, parece casi lógico que sea en medio del conflicto armado cuando hay más mentes trabajando para hallar nuevas soluciones. Hubo enfrentamientos bélicos en la Antigüedad  que trajeron importantes avances en materias como la metalurgia, ingeniería o construcción. A finales del siglo XV y principios del XVI, personajes como Ludovico Sforza o César Borgia (siempre en guerra) contaban y escribían que habían tenido a su servicio a un hombre que, además de artista, encontraba soluciones para todo problema que se presentara: fortalezas, obras de ingeniería, artilugios y soluciones de gran ingenio; el tal era Leonardo da Vinci.

Ya en el siglo XX, la sucesión casi continua de guerras incrementó el progreso en muy diversas ciencias. Un buen ejemplo es la Primera Guerra Mundial; durante su transcurso se estudió científicamente el origen de las enfermedades infecciosas y los modos de combatirla, y se empezó a tener en cuenta la higiene. Se dieron enormes pasos en la práctica quirúrgica y ortopédica, se aceleraron e incrementaron las investigaciones médicas y farmacéuticas e incluso se empezaron a afrontar los problemas sicológicos con una visión moderna. Asimismo, cosas tan corrientes hoy como las transfusiones o las ambulancias (algunas, equipadas con rayos X gracias a Marie Curie) empiezan a utilizarse en la Gran Guerra. Fue durante este terrible conflicto cuando se  asentó definitivamente la medicina científica. Y algo parecido sucedió en otros campos: la navegación aérea y marítima mejoró notabilísimamente, la fotografía dio pasos gigantescos, las telecomunicaciones experimentaron un enorme desarrollo… Hubo millones de muertos, calamidades, desgracias y atrocidades escalofriantes, pero la realidad dice que la sociedad se benefició de todas las mejoras que la necesidad obligó a idear.    

Algo parecido sucedió en la II Guerra Mundial. Por citar sólo lo más llamativo: aparece y comienza a desarrollarse la tecnología de motores a reacción, turborreactores y cohetes; el hoy imprescindible radar surge ante la urgencia de detectar aviones enemigos; se produjo un impulso enorme en campos como la automoción, la emisión radiofónica o la grabación de sonido, e incluso se ideó lo que puede ser considerado el primer ordenador, pues era preciso dar con una máquina capaz de descifrar los mensajes del enemigo. Y muchos otros campos experimentaron importantes desarrollos, lo cual sirve de contrapeso a las infinitas infamias, vilezas e imperdonables crímenes contra la Humanidad que se llevaron a cabo. Es preciso subrayar que los experimentos con seres humanos fueron no sólo imperdonables, injustificables, criminales y acientíficos, sino que no aportaron absolutamente nada.

Tampoco se puede olvidar que Internet, algo hoy tan imprescindible para la gran mayoría de individuos, colectivos y sociedades, se origina (entre otras cosas) por la necesidad de tener conectados los ordenadores de diversas bases militares estadounidenses durante la Guerra Fría.

Incluso nada menos que los Juegos Olímpicos tienen su germen en la guerra. Cuenta la Historia que el niño de siete años Pierre de Fredy, Barón de Coubertin, se quedó aterrado ante la visión de los soldados franceses que regresaban derrotados de la batalla de Sedán (Guerra Franco-prusiana de 1870). Había raquitismo, polio y desnutrición, todos parecían debiluchos, sin vigor físico, y su aspecto era el de jóvenes enfermizos y derrengados. Por eso, pronto el empeño de Coubertin fue dar a la juventud un instrumento para mantenerla sana y fuerte: la competición deportiva; se convirtió en un firme defensor del deporte y de su inclusión en los planes educativos. Además, también comprendió que la competición podría acercar países y culturas. Por todo ello, cuando tuvo oportunidad de hablar ante políticos y poderosos, esgrimió su recuerdo de aquellos vencidos soldados franceses, un argumento que consiguió interesar a todos los que podían ayudarlo a materializar su idea de restaurar los Juegos Olímpicos. La visión del calamitoso estado físico de los soldados franceses volviendo de la guerra desembocó en los JJ OO.

En fin, la guerra es una catástrofe, una carnicería, esto es evidente, pero también es totalmente cierto que de ella han resultado numerosos beneficios de los que todo el mundo se beneficia.

CARLOS DEL RIEGO