jueves, 18 de julio de 2024

EMBLEMÁTICAS FIGURAS DEL ROCK QUE MURIERON A LOS CUARENTA Y TANTOS, EN PLENA MADUREZ

 


¡Qué estaría haciendo si siguiera vivo!

 

Mucho se ha hablado y escrito sobre los músicos de rock que entraron en el indeseable ‘club de los 27’; murieron jóvenes y sin desarrollar todo su talento.  Pero también se es joven para palmar cuando se tienen cuarenta y tantos, puesto que a esa edad el artista está en plena madurez, conoce el terreno y se conoce a sí mismo. ¿Qué hubiera salido del talento de John Lennon o Freddie Mercury si hubieran seguido en este mundo unos cuantos años más?

 

Morir siendo cuarentón es morir joven, y jóvenes eran algunas grandísimas figuras del rock & roll que dejaron el mundo de los vivos a esas edades. Elvis, Freddie, Lennon, Marvin Gaye… dejaron un legado artístico inolvidable por el que todos los recordarán siempre, pero es evidente que pudieron dejar más, mucho más.

 

Aunque seguía siendo Elvis y continuaba contando con el favor de gran parte del público, durante los años sesenta y setenta el rey del rock & roll había perdido parte del carisma que tuvo en los cincuenta. Como es sabido Elvis y su esposa, Priscilla, se separaron en 1973, padecía una fuerte adicción a ciertos medicamentos que le recetaba su médico y también estaba su imparable aumento de peso. En fin, que la salud de Elvis Presley, tanto la profesional como la física y la mental, estaban en un peligroso declive hasta que el 16 de agosto de 1977 su corazón se paró. Tenía 42 años.

 

John Lennon tenía mucho rock & roll que ofrecer cuando fue asesinado. Fue el 8 de diciembre de 1980 cuando un perfecto imbécil cuyo nombre no hay que recordar (y que afortunadamente sigue entre rejas), lo mató a tiros en Nueva York. Apenas había cumplido los 40, y aquel estúpido asesino privó al mundo de un talento desbordante.

 

Talento, gracia, chispa soul, blues, rythm… es lo que tenía Marvin Gaye. El día uno de abril de 1984 Gaye fue asesinado a tiros por su propio padre después de un altercado doméstico (seguramente por dinero). Al día siguiente habría celebrado su 45 cumpleaños.

 

Ya a mediados de los años 80 se hablaba de la sexualidad y las extravagancias de Freddie Mercury. Sin embargo, él siempre fue muy reservado, casi hermético, con todo lo que tenía relación con su vida sexual y sus relaciones personales. Pero un día antes de su muerte reveló lo que casi todos sabían: padecía sida; el 24 de noviembre de 1991 murió el irrepetible Freddie Mercury, quien nunca dio carnaza a los tabloides y al sensacionalismo y jamás quiso que nadie sintiera pena por él. Tenía 45 años y, seguro, aun hubiera seguido asombrando durante muchos años.

 

Dolores O'Riordan dio con su estilo e inconfundible voz un brillo especial a una banda, The Cranberrys, que hechizó a millones en los años 90 del siglo pasado. Pero en lo personal siempre estaba en lucha consigo misma. Depresión, anorexia nerviosa, pensamientos suicidas… Como tantas veces ha ocurrido en casos parecidos, Dolores parecía haber encontrado un nuevo aliento y mostraba buena cara sólo unos días antes del 15 de enero de 2018, cuando fue encontrada muerta en su habitación de un hotel de Londres. Se dictaminó que la causa fue “ahogamiento accidental provocado por intoxicación etílica”. Tenía 46 años.

 

También merecen ser recordados otros grandes músicos que pasaron a mejor vida siendo cuarentones. La cristalina voz de Whitney Houston se apagó en febrero de 2012 a los 48 años; fue encontrada ahogada en la bañera, aunque se sabe que la cocaína y su enfermo corazón contribuyeron. Adam Yauch, uno de los tres integrantes del grupo pionero del rap-metal Beastie Boys, murió de cáncer en 2012 cuando tenía 47 años. Billie Holyday no hacía rock & roll, pero su vida fue muy de figura del rock: excesos, alcohol, drogas…; tenía 44 años cuando murió, en julio de1959.

 

¡Cuánta música robaron esas muertes prematuras!

 

CARLOS DEL RIEGO

martes, 9 de julio de 2024

INGLATERRA Y EEUU PRETENDIERON Y LOGRARON LA BALCANIZACIÓN DE HISPANOAMÉRICA

 


En casi todas las grandes batallas de emancipación de los territorios americanos españoles tomaron parte decisiva tropas inglesas mercenarias

 

En países como Puerto Rico o República Dominicana se ha tenido noticia recientemente de ciertos movimientos y opiniones sobre el deseo de algunos (pocos) de convertir estas naciones en comunidades autónomas dentro del Reino de España. Al parecer, una parte (escasa) de los políticos de esos dos lugares ha caído en la cuenta de cómo Inglaterra y EEUU hicieron todo lo posible para atomizar, desmembrar, balcanizar lo que era Hispanoamérica

 

En realidad ya hace años que se viene hablando en algunos países hispanoamericanos de esa posibilidad: dejar de ser comparsa de EEUU y volver a formar parte de España como comunidades autónomas de ultramar (y es que en todos los parlamentos españoles del siglo XIX, desde la Constitución de Cádiz hasta 1898, hubo representantes de las provincias de ultramar). A tal conclusión han llegado bastantes intelectuales al estudiar y comprobar cómo el Imperio Británico primero, y sus herederos de EEUU después, pusieron lo que fuera necesario para que jamás se constituyera algo así como unos Estados Unidos Hispanoamericanos (o Iberoamericanos), de modo que utilizaron todos los medios para que nunca hubiera unidad en el territorio que va desde Río Grande a Tierra de Fuego, y para que allí se constituyeran cuantos más pequeñas repúblicas mejor, puesto que unos Estados Unidos Hispanos serían muy difíciles de manejar y manipular, mientras que unos cuantos pequeños países serían mucho más fáciles de mangonear. 

 

Y para lograr tal fin utilizaron tres herramientas. Primero la leyenda negra, basada en el texto de Bartolomé de las Casas, un libro y un cronista hipócrita, mentiroso y manipulador (¡qué gran político hubiera sido este de las Casas!). Todos los cronistas contemporáneos de fray Bartolomé coinciden en que nunca trató bien a los indios, a los que hacía trabajar sin luego pagar sus servicios, jamás hizo nada por aprender las lenguas autóctonas, por informar de sus costumbres o por convivir con ellos; mintió descaradamente, por ejemplo cuando escribió que los indios eran mansos y no conocían la violencia…, o sea, sacrificar y extraer el corazón de la víctima viva, y luego comérsela no es violencia; y distorsionaba la verdad al contar sólo lo malo (como le increpó Motolinia, otro fraile que sí convivió con los indios, aprendió su idioma y sus costumbres y trasmitió todo en sus libros) y jamás escribió sobre todo lo que los españoles llevaron y dieron a América. Los historiadores contemporáneos califican el libro de de las Casas de “groseramente exagerado y falso”. Pero para los fines de británicos y sus herederos el libro fue una herramienta perfecta (asombra cómo los estadounidenses, desde el ciudadano anónimo hasta el catedrático pasando por el político, acusan a España olvidando cómo ellos han dejado la población indígena en el 0.6%) .

 

En segundo lugar el Imperio Británico y los EEUU usaron su poder bélico y económico para apoyar con todo lo necesario a los movimientos independentistas. Por eso los ejércitos liderados por los ‘libertadores’ Bolívar, San Martín, Miranda, Santander, Páez…, contaron con mercenarios ingleses, generales, oficiales y tropa pagados por Inglaterra, al igual que armamento y munición, suministros y pertrechos; todo costeado por el Imperio Británico con el fin de que cada territorio (desde México a la Patagonia) se convirtiera en una república fácil de manejar. Curiosamente en los ejércitos realistas eran mucho más numerosos los indios que los españoles (europeos o americanos).

 

Y en tercer lugar está la maniobra de ingleses y estadounidenses, apoyados por franceses, para suprimir cualquier alusión o mérito de España en América (todos ellos, junto a holandeses, forman el ejército de envidiosos que no soportan la idea de que un país mediterráneo, católico y del sur fuera el gran descubridor no sólo de América, sino de mares y océanos, territorios desconocidos e incluso de la forma del planeta). Y el modo de quitar todo mérito a España fue, ante todo, retirar el término Hispanoamérica y sustituirlo por el bastardo e indeseable ‘latinoamérica’. Y es que si aquel territorio es ‘latino’ mucho más lo serán España, Francia, Italia, Portugal…, de manera que estos deberían ser conocidos como países ‘latinoeuropeos’. Lo peor es que el horrible y servil palabro ‘latinoamericano’ se usa continuamente y está admitido en todas partes y en todos los contextos: se dice música latina para referirse a salsa, cumbia, samba, ranchera, son…; se dice bandas ‘latinoamericanas’ para hablar de los grupos violentos mafioso-terroristas que operan en España o en EEUU, literatura ‘latinoamericana’, población ‘latina’, comida ‘latina’…   

 

Desgraciadamente, a día de hoy, el éxito de las maniobras y manipulaciones de la Historia y la realidad llevados a cabo por británicos y sus descendientes (con la colaboración de muchos españoles acomplejados y papanatas) han logrado un enorme éxito. Han alcanzado su objetivo, basándose en mentiras, manipulaciones, maniobras políticas y en el pago de mercenarios, cierto, pero han logrado su objetivo. Al menos hasta ahora, puesto que tarde o temprano la verdad suele salir a la luz, y un día todo se pondrá en su lugar. Puede que pasen décadas o siglos, pero sin duda un día se conocerá, se admitirá y se estudiará la verdad.

 

CARLOS DEL RIEGO

lunes, 1 de julio de 2024

EN 1969 LOS INIMITABLES CREEDENCE PUBLICARON TRES ELEPÉS, TRES, CON TEMAS ETERNOS

 


 Creedence Clearwater Revival son inimiitables, inolvidables, eternos

Fueron los Creedence algo especial en la historia del rock & roll, diferente a todo lo anterior y posterior, tanto que nadie se ha atrevido nunca a imitarlos; ha habido muchos que han adaptado y grabado sus canciones, pero jamás ningún grupo se ha parecido (intencionada o involuntariamente) a los Creedence. Y entre sus abundantes méritos está el haber publicado tres álbumes totalmente originales en sólo un año. Algo inaudito

 

Básicamente los Creedence son rock & roll, pero en sus arreglos aparecen muy diversos matices e instrumentos de todo tipo, de modo que las inspiradísimas melodías de John Fogerty pueden tener barnices de rock pantanoso (‘swamp rock’), delicias country más o menos montañés, ambientes pop de una elegancia sencilla y sin imposturas, detalles psicodélicos, blues cargado de pasión, rock & roll imparable… La banda sólo duró cinco años, tiempo suficiente para asombrar, vender y dejar títulos fáciles de tararear pasen los años que pasen.

 

Pero es que hace 55 años, en el icónico 1969, llevaron a cabo una hazaña singular: los Creedence Clearwater Revival publicaron nada menos que tres elepés totalmente originales, es decir, nada de recopilaciones o discos en directo. En enero de ese año salió ‘Bayou country’ (‘País pantanoso’), el segundo de su carrera y el primero cien por cien Creedence; entre sus títulos está el emblemático ‘Born on the bayou’, la eternamente versionada ‘Proud Mary’ o su arrolladora versión del clásico r&r‘ Good Golly miss Molly’.

 

En agosto salió ‘Green river’, que se abría con el tema homónimo, una fantástica pieza que combina el rock sicodélico con el country-rock y que habla de la infancia de John. El Lp contiene otros imprescindibles de los Creedence como la arrebatadora ‘Conmotion’, la cadenciosa ‘Lodi’, poseedora de una de esas melodías tan tan contagiosas, y de esos solos de guitarra limpios, luminosos, irresistibles, o la evocadora, melancólica ‘Bad moon rising’.

 

Y en noviembre de 1969 publicaron otro álbum cargado de encanto, ‘Willy & the por boys’. El tema de apertura, ‘Down on the corner’, es una delicia country-blues sólo al alcance del ingenio más agudo; otros títulos esenciales de este Lp son el reivindicativo ‘Fortunate son’, que expresa lo malo de no ser un ‘hijo afortunado’ a la hora de ir a la guerra; también tiraron de la tradición al hacer su propia versión del clásico carcelario ‘Midnight special’.

 

¡Tres álbumes en menos de doce meses! Y prácticamente todo lo pensaba John Fogerty, hasta el punto de que a mediados de los setenta circulaba por ahí la especie de que una vez terminada la grabación, el cantante, compositor y guitarrista americano cogía un humilde casete  y se bajaba al coche para escuchar la canción como la escucharían los jóvenes en las radios de sus autos; y si con esta audición no quedaba convencido volvía para retocarla... Tal vez sea solo leyenda, pero encajaría.

 

Idolatrado en todo el mundo, las canciones de los Creedence han salido en cientos (sí, cientos) de películas, series de televisión, spots publicitarios, obras literarias, videojuegos, en los discos e incluso en las letras de las canciones de otros artistas a lo largo de los años. Sus canciones funcionan en cualquier momento, en cualquier parte, en cualquier cultura.

 

Cada uno de estos tres elepés es una verdadera antología. Y eso que, al menos a primera vista, cada canción parece de una sencillez al alcance de cualquiera…, pero sólo lo parece, puesto que lo más difícil es hacer sencillo lo complicado. Estas canciones de los Creedence son, en fin, atemporales, bien pudieron haberse escrito y grabado ayer. Aunque ya hace 55 años.

 

CARLOS DEL RIEGO

viernes, 21 de junio de 2024

LA CONTRADICTORIA POSICIÓN DE ALGUNOS HOMOSEXUALES PROPALESTINOS HACIA SUS COLEGAS JUDÍOS

 


Si no ceden las dos partes no hay solución

 

Hace unos días publicaba la prensa una entrevista con unos homosexuales israelíes que contaban, con gran tristeza, que unos amigos suyos de otros países les decían que nunca más volverían a participar en la manifestación del orgullo gay en Jerusalén, y que además los llamaban asesinos…

 

Es desconcertante y preocupante cómo la ideología termina por esclavizar a la persona, hasta el punto de que ésta llega a pensar, hacer y decir sólo lo que la ideología le dicta sin tener en cuenta ni detenerse en razones, argumentos o lógica. Así, sorprende que haya homosexuales que estén defendiendo una cultura totalmente contraria a su elección vital. Es algo tan contradictorio como el hecho de ver a participantes en manifestaciones del orgullo gay luciendo camisetas con la efigie de Che Guevara, quien manifestó siempre que pudo (y lo dejó por escrito) su odio absoluto a todo homosexual, y fusiló a todo el que tuvo a su alcance. Es como si en una manifa del Partido Comunista se viera manifestantes con camisetas con la jeta de Hitler.

 

Cualquiera de estos que llaman asesinos a los gais judíos sabe que, en cualquier país o territorio de religión y tradición musulmana, al poco de ser detectado y señalado como homosexual, sería condenado y colgado de una grúa sin contemplaciones. Por no detenerse en el trato que las mujeres sufren en los países y territorios musulmanes, en algunos de los cuales se apalea hasta la muerte a las jóvenes que no llevan bien puesto el velo. Además, muchos de los israelís están en contra de la actitud de su gobierno (muchos más de los que la prensa muestra); y también es un hecho que hay cientos de miles de palestinos que viven en Israel, tienen nacionalidad israelí y mantienen sin problemas su religión musulmana.

 

Los que acusan a todos los israelíes lo hacen por lo que hace su ejército contra los civiles inocentes de Gaza. En primer lugar hay que tener en cuenta que las cifras de muertos en este territorio las da el grupo terrorista Hamás, cifras que divulga incluso la ONU como ‘oficiales’, como ciertas…, sin embargo no parece muy inteligente creerse a ciegas lo que diga una banda terrorista (además, si se miran las cifras que proporciona Hamás, casi siempre están entre los 250-300 muertos diarios, haya combates, tiros, bombardeos o no). Es decir, usan muy bien la propaganda. En este sentido, uno de sus líderes, Yahya Sinwar, declaró recientemente que eran “sacrificios necesarios, pues con ellos ganamos el apoyo de gran parte de la población occidental”; es decir, el tipo parecía encantado con las bombas israelíes y las víctimas gazatíes, las cuales se convierten en propaganda valiosísima. 

 

También es necesario recordar que las últimas elecciones ‘limpias’ que hubo en Gaza las ganó Hamás con el 75% de los votos, lo que indica que la gran mayoría de la población apoya sus métodos y está dispuesta a colaborar. Y que el grupo terrorista utiliza a sus propios como escudos humanos para luego exhibir las fotos (incluyendo una de un niño muerto que ha aparecido como víctima en bombardeos sucesivos).

 

Los conflictos suelen ser mucho más complejos de lo que se piensa. Es innegable la brutalidad de Israel en sus respuestas-represalias, pero los terroristas de Hamás también hacen todo lo posible por buscar esas represalias y se esconden entre una población que mayoritariamente los apoya (obligada o por convicción). Es necesario un acuerdo, o sea, cesión por ambas partes. Algo verdaderamente difícil actualmente.  

 

CARLOS DEL RIEGO

sábado, 15 de junio de 2024

LOS JUEGOS OLÍMPICOS, CADA VEZ MÁS VULGARES Y MENOS OLÍMPICOS

 


Los JJOO caminan con paso firme a la vulgaridad, la ordinariez, la chabacanería.

 

París acoge este 2024 los Juegos de la XXXIII Olimpiada de la Era Moderna. Los incondicionales del deporte en general y de las citas olímpicas en particular estarán esperando ansiosos… o no tanto, puesto que se han añadid al calendario olímpico disciplinas que no pueden ser consideradas deportes o son meros sucedáneos. Por no hablar de las ‘trampas’ consentidas…

 

En total, los terceros JJOO que acoge la capital francesa contarán con 34 disciplinas, de las cuales no todas son deportes. Tradicional es la discusión de si la natación sincronizada o la gimnasia rítmica deben ser consideradas deportes; baste repetir que en esas disciplinas lo que cuenta es la belleza, la sincronización, la coreografía, la elegancia..., conceptos que nada tienen que ver con el verdadero deporte, en el que no importa si lo has hecho bonito o feo, elegante o desgarbado mientras el balón entre o llegues a meta antes que tus rivales. En el ámbito olímpico, en todos los deportes de su calendario, debe imperar el lema ‘más rápido, más alto, más fuerte’ (el evocador ‘citius, altius, fortius’ que tiene que ver con el verdadero deporte), pero no ‘más bello, más elegante, más artístico’. En resumen, lo que cuenta en el auténtico deporte es lo que dicen el crono, el metro y el marcador sin que interese a éste el cómo de artístico se ha conseguido el resultado; esto no computa.

 

Luego están los ejercicios que no deben estar en el juegos porque no son deportes sino actividades urbanas, como el break-dance (que en todo caso es un baile), la cama elástica, los saltos de trampolín o el skate-boarding; puede añadirse la escalada, que nada tiene que ver con la auténtica escalada. Y también puede cuestionarse la presencia en el calendario olímpico de deportes-sucedáneo-imitación-miniaturización, como el baloncesto 3X3, el ciclismo BMX ‘freestyle’ y el BMX ‘racing’ (además del ciclismo en pista, en carretera y en montaña), el rugby 7o el voley playa… Se pretende una ‘urbanización’ de los juegos o, lo que es lo mismo, una vulgarización. Ya nadie se sorprende de que el ganador en monopatín reciba lo mismo que el campeón de los 100 m lisos o el maratón. Pronto serán olímpicos el soga-tira (que ya fue olímpico a principios del siglo XX), las carreras de sacos, los concursos literarios, el wrestling (lucha libre americana, que es pura coreografía), la lucha de brazos, el parkour, la capoeira, el rodeo, el hula-hop, la petanca, los bolos, el culturismo o el baloncesto en burro, y no tardarán en incorporar el fútbol sala, el fútbol playa, el futvoley, el fútbol australiano… ¿Y por qué ese empeño de los jefes del COI?, la respuesta es evidente: por dinero, algo fácil de deducir teniendo en cuenta que el COI es uno de los organismos más corruptos del mundo, como se ha demostrado tantas veces.

 

Y también pueden cuestionarse reglas y decisiones de los jueces de atletismo que son injustas e irracionales. Por ejemplo el hecho de permitir las ‘zapatillas mágicas’ que calzan todos los atletas y que mejoran notablemente las marcas; por eso, desde que se autorizaron no hay competición en la que las tablas de resultados no muestren abundantes ‘mejor marca personal’, ‘mejor marca del año’, récord nacional, récord de los campeonatos… Es evidente que la placa de carbono (y otras estructuras) de las zapatillas regalan décimas, e incluso segundos en las pruebas de fondo. Igualmente son criticables decisiones absurdas de los jueces, como cuando hay atletas que se caen en el curso de la carrera pero son igualmente calificados para la siguiente ronda (en los Europeos de este año en una prueba de fondo cayeron varios, uno se levantó, corrió y se clasificó, mientras los demás caídos, que terminaron la prueba al trote borriquero, fueron arbitrariamente calificados); y al contrario, en una final de velocidad uno de los sprinters fue expulsado por haberse movido ligeramente o haber despegado un pie del taco de salida cinco centésimas de segundo antes de tiempo.    

 

En fin, por cosas como estas, como la vulgarización e inclusión de falsos deportes, las decisiones de los jueces y las del propio COI están llevando a los Juegos Olímpicos a un espectáculo cada vez menos deportivo, menos olímpico y mucho más vulgar, cotidiano, ordinario… Y siempre está la amenaza real de que conviertan en olímpicos los videojuegos.

 

Está claro: los JJOO van perdiendo así su prestigio, su aura de leyenda.

 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 5 de junio de 2024

EL MUNDO Y SUS CONFLICTOS SEGÚN EL PRISMA DEL ROCK

 


James Brown ya dijo hace casi sesenta años que este es un mundo de hombres, aunque la canción la escribió una de sus novias

 

Continuamente llueve información sobre el ciudadano, noticias de todo tipo y de todo el mundo, crónicas, sucesos, informes que llevan a pensar que el mundo es una auténtica locura con infinitos conflictos. El rock siempre ha observado y reflexionado sobre todo ello con muy brillantes canciones

 

Se ha dicho, escrito y cantado que el planeta es como un avispero, un gigantesco embrollo con múltiples y variopintas locuras aquí y allí, confusión y descubrimiento, calamidades, violencia…, e incluso también buenas noticias. A pesar de todo, en general, cualquier tiempo pasado no fue necesariamente peor ni mejor. Y si el receptor de noticias se deja influir por los titulares catastrofistas y escandalosos caerá en el pesimismo; sobre todo teniendo en cuenta que sólo es noticia la mala noticia. Los que escriben rock, siempre sensibilizados por todo lo que los rodea, por lo que ven y lo que oyen, han escrito algunas de sus mejores obras después de haber interiorizado y procesado las desdichas y malos tragos que afligen a los terrícolas. Puede deducirse que el rock & roll hace buena la frase del autor romano Terencio: “Soy humano y nada humano me es ajeno”.   

 

El tema de The Temptaions ‘Ball of confusion’ (1970) es como un compendio de titulares que conforman una realidad preocupante. Es una canción protesta (rara en Motown) que presenta una visión muy pesimista del mundo, sobre todo desde la perspectiva de la comunidad negra estadounidense. El título, ‘Bola de confusión, eso es el mundo hoy’, describe una situación caótica tanto a escala local como global. Los versos (cantados a modo de conversación) señalan claramente a los políticos: “vota por mí y te pondré en libertad”; hablan abiertamente del problema de las drogas: “jóvenes dando vueltas con la cabeza en el cielo”; denuncian el racismo: “gente adentro y afuera, ¿por qué?, por el color de su piel”; expresan desconfianza e incluso temor: “miedo en el aire, tensión en todas partes”; mencionan los problemas más cercanos: “los niños crecen demasiado pronto (…) el desempleo aumenta rápidamente (…) impuestos, inspectores, cobradores”; también dice resignada: “nadie sabe a dónde va esto”, y sin embargo “la banda sigue tocando”. Una frase señala el momento preciso del que está hablando, “el nuevo disco de los Beatles es un gas”, pero es curioso que todo lo mencionado se ajusta al presente… 

 

Siempre con frialdad robótica, los alemanes Kraftwerk describen un mundo distante y carente de alma en su ‘Computer world’, un mundo presidido por la tecnología y dirigido por las entidades más poderosas. En medio de una atmósfera aséptica, minimalista, el cuarteto de androides no construye frases, sino que se limita a lanzar palabras sueltas, conceptos que afectan a todo el mundo: “negocios, números, dinero, gente (…) crimen, viajes, comunicación, entretenimiento”, y también señala centros de poder: “Interpol, Banco de Alemania, FBI, Scotland Yard”, repitiendo una y otra vez “mundo de computadoras”. Probablemente los inventores de la música techno ya se barruntaban en 1980 el mundo hipertecnologizado que se venía, pues además del tema que le da título, el álbum contiene otros de similar intención, como ‘Ordenador personal’, que equivaldría a ‘portátil’, o ‘Amor de computadora’, que en palabras de hoy sería ‘amor virtual’. Sea como sea, los alemanes tenían claro que el planeta iba a convertirse en un yonqui de la electrónica, lo digital… Y eso que aun no sabían de la inteligencia artificial.    

 

‘Wild world’ (1970), ‘Mundo salvaje’, también parece describir la realidad del planeta, una realidad bronca e incierta. Es una pieza de referencia de los años setenta y una melodía tan inspirada como pegadiza. Cat Stevens (que nació Steven Georgiou y hoy es Yusuf Islam) la hizo pensando en la eterna búsqueda de la paz y la felicidad en que el hombre está embarcado, pero a través del individuo; el texto habla del abandono del hogar, de la tristeza de dejar lo conocido y agradable (la relación amorosa) y enfrentarse a lo que hay en el mundo: “recuerda que hay mucha maldad ahí fuera”, y que “es un mundo salvaje y no se puede sobrevivir con una sonrisa”. En todo caso, el autor aclaró: “es una canción sobre mí”. 

 

El poderoso clásico de James Brown ‘Its a man´s man´s world’ (1966) está desarrollado como si se tratara de un sermón. El texto fue escrito en su mayor parte por su novia Betty Newsome, la cual se inspiró en la Biblia y en su experiencia con sus ex, incluyendo el propio Brown; mucho después dijo que, en realidad, ella lo escribió todo, pero Brown se olvidaba siempre de pagarl derechos. El texto explica que el hombre ha aportado casi todos los avances materiales, pero sin la mujer no es nada, de hecho, afirma, sin ellas el hombre estará perdido y amargado. Publicada hace casi 60 años, seguramente Betty no pretendía que fuera sólo una queja. Y difícilmente pensaría en machismo alguien tan machista como James Brown. Eso sí, el significado del título lo suscribirían hoy millones de personas. 

 

De los años de la Guerra Fría procede la apocalíptica y, a la vez, divertida ‘Two tribes’  (1984) de Frankie Goes To Holliwood. El trasfondo de tan trepidante canción es el temor a una guerra atómica, algo que en aquellos momentos no parecía tan imposible, pues había ‘dos tribus’ (EE UU y URSS) dispuestas a aniquilarse y llevarse al mundo por delante. Y es que el asunto de la guerra es una constante en toda la historia del planeta. Vídeo imprescindible.

 

John Lennon sueña en su emblemática e imperecedera ‘Imagine’ (1971) con un mundo sin poderes, sin posesiones, sin religiones, sin guerras, sin hambres, un mundo presidido por la hermandad…, un mundo unido (utópico, vamos); pero aunque “es fácil si lo intentas”, también “puedes decir que soy un soñador”. El caso es que esa humanidad ideal está lejos, aunque todo el mundo coincidirá con el beatle en que esa utopía no deja de ser un objetivo deseable.

 

Títulos excelentes que dejan bien a las claras que el entorno del rock &roll siempre ha estado conectado a la realidad del planeta.

 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 29 de mayo de 2024

ÉXITOS Y FRACASOS AL HUIR DE LA RDA POR EL MURO DE BERLÍN

Ernst Mundt fue abatido por un francotirador a solo unos pasos de la libertad. Ilustracióones del  cómic 'Berlin geteilte Stadt' (Berlín, ciudad dividida) de S. Buddenberg y T. Henseler
 

La familia Holzapfel usó una polea casera para huir de la RDA

Ha quedado para la historia el concepto de ‘muro de la vergüenza’, el muro de Berlín (Die Berliner Mauer), que dividió Alemania y su capital durante 28 años, 2 meses y 26 días. En noviembre se cumplen 35 años de su caída, pero mientras estuvo en pie fueron muchos los que sintieron el impulso de atravesarlo, de huir del ‘paraíso’ comunista que los mantenía encerrados. Algunos los consiguieron, mientras que no pocos dejaron la vida en el intento

 

La construcción del muro fue muy rápida, todo se hizo en la noche del 12 al 13 de agosto de 1961. Cuando se estaba construyendo, multitud de berlineses del este se agolparon a ver las obras, pero se encontraron con gran cantidad de soldados armados  que lo custodiaban. Ante las protestas de los ciudadanos, los oficiales que mandaban la tropa les dijeron que estaban allí para protegerlos de la ‘perfidia capitalista’; sin embargo, desde la multitud se escuchó una voz de mujer: “Entonces ¿por qué estáis apuntando hacia este lado?”… Las cifras oficiales señalan que desde su ‘inauguración’, el 13 de agosto del 61, hasta su derribo, el  9 de noviembre del 89, más de 100.000 ciudadanos de la extinta RDA intentaron huir a través de la vergonzosa pared. Lo lograron poco más de 5.000, pero alrededor de 600 murieron en el intento (hay autores que elevan la cifra a 700, pues hay decenas de los que no se supo más), unos 140 en Berlín. Las fugas más numerosas se produjeron mediante túneles, que proporcionaron la libertad a más de 500 alemanes.

 

El primero que perdió la vida al intentar salvar el muro huyendo del paraíso comunista fue Günter Litfin,de 24 años, muerto a tiros cuando intentaba volver a Berlín Occidental, donde tenía trabajo y casa, ya que sólo habían pasado once días desde la construcción de la muralla: era el 24 de agosto de 1961.

 

Poco más de un año después de la construcción, el 17 de agosto de 1962, lo intentó Peter Fechter, que junto a su amigo Helmut Kulbeik decidieron arriesgarse y dejar atrás la República Democrática Alemana. El plan era muy simple: esconderse en un alto cerca del muro para observar el movimiento de los guardias y, en el momento oportuno, saltar desde una ventana hasta el que se conocía como ‘corredor de la muerte’, la franja de tierra entre el muro principal y un muro paralelo que se había empezado a construir por aquellos días. Pero la cosa no salió bien, al menos para Fechter, pues la Deutsche Grenzpolizei (policía de frontera alemana) disparó enrabietada; Kulbeik logró pasar al otro lado, pero Fechter fue alcanzado en el vientre a la vista de cientos de testigos. Cayó en el lado este del corredor de la muerte, a la vista de los berlineses occidentales (entre los que había periodistas); el desdichado fugitivo  gritaba de dolor, pero nadie se atrevía a socorrerle, pues los guardias de uno y otro lado temían que los ‘enemigos’ abrieran fuego a quien pisara el mencionado corredor. Una hora más tarde murió desangrado. Tenía 18 años. Aquella noche fue recogido su cadáver por los del este. Y por tan ‘valerosa’ acción los guardias que lo abatieron fueron condecorados.

 

El 4 de septiembre de 1962 lo intentó un carpintero de 41 años llamado Ernst Mundt, cuya madre vivía en el otro lado y con la que se carteaba a diario. Ese día Mundt se decidió, cogió su bicicleta y pedaleó hasta el cementerio de la Bergstrasse, que tenía una parte a cada lado del muro. Se aupó sobre su bici y caminó sobre el borde de la tapia del cementerio. Cuando estaba a menos de 50 metros del oeste un guardia lo vio y disparó un tiro de aviso. La gente que estaba en el cementerio le gritaba que no hiciera tonterías, que volviera o lo matarían, pero Ernst estaba decidido y no iba a dar marcha atrás. El policía no se atrevía a disparar pero, de repente, cuando apenas estaba a dos o tres pasos de poder saltar al oeste, desde un edificio cercano un francotirador no tuvo tantos escrúpulos y tiró: le dio en la cabeza y Mundt cayó en el lado este, donde fue recogido y murió horas después. Sólo su gorra logró pasar.  

 

La huida más célebre y elaborada la protagonizó la familia Holzapfel. Corría el verano de 1965 cuando un ingeniero de Leipzig, Heinz Holzapfel, harto de la dictadura, ideó un plan para escapar con su esposa Jutta y su hijo Günther. Lo planearon todo al detalle. La noche del 28 al 29 de julio se colaron en el edificio de los Ministerios de la RDA, que estaba a apenas unos metros del muro. Se encerraron en un lavabo, colocaron en la puerta un letrero de ‘fuera de servicio’ y esperaron. A llegar la noche y cuando en el gigantesco edificio (que era de la época nazi) sólo quedaban los vigilantes, salieron de su escondite y con gran sigilo (incluso se quitaron los zapatos y se pusieron unos calcetines previamente preparados) caminaron hasta la azotea. Allí, Heinz ató un extremo de un cable de acero al asta de la bandera y el otro a un martillo pintado con pintura fosforescente; lanzó el artefacto que, sin mayor problema, cayó al otro lado, donde esperaban los familiares de los Holzapfel. Éstos fijaron el cable a la trasera de una camioneta y lo estiraron. Entonces Heinz colocó una polea sobre el cable a modo de teleférico y sujetó a su hijo a la misma mediante unos arneses (todo hecho en casa); Günther se deslizó por el cable perfectamente, y poco antes de ‘tomar tierra’ sus tíos y abuelos lo sujetaron para amortiguar la velocidad. Luego fue el turno para Jutta, que viajó sin problemas sujetada por su funicular casero. Y por último, tras algunas dificultades técnicas, Heinz tocó suelo occidental. Lo curioso es que los ‘Sowjetische beobachtungsposten’ (vigilantes soviéticos), vieron el vuelo de Heinz, pero pensaron que era uno de los suyos, un espía que cruzaba al otro lado para cumplir alguna misión secreta, así que no hicieron nada (¿qué pasaría con ellos cuando sus superiores descubrieran la fuga?). Una fuga de película con final feliz.

 

Chris Gueffroy, de 21 años, fue tiroteado hasta la muerte en febrero de 1989, nueve meses antes de la caída del muro. Fue el último muerto a tiros, pero hubo otro después, Winfried Freudenberg, de 32 años, que lo intentó en marzo de aquel año subido en un globo que él mismo había fabricado; terminó en  la Alemania libre, pero estrellado contra el suelo. Con él se cerró la negra lista.

 

Ya hace 35 años que cayó el muro de la mayor cárcel de la Historia.

 

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 22 de mayo de 2024

1971, CONCIERTO DE PINK FLOYD EN LONDRES CON PULPO Y PECES MUERTOS

 


 Pink Floyd buscaba espectáculo y sorpresa con el pulpo hinchable, pero la cosa se desmadró

En 1971 el público del rock estaba fascinado con los éxitos y repercusión de los grandes festivales: Monterey Pop, Woddstock y, en Inglaterra, el de la Isla de Whigt. Por eso, había emprendedores ilusionados con llevar al mismo Londres uno de esas grandes reuniones de público y grupos de rock. Pink Floyd fue uno de los elegidos para el cartel, pero Waters y compañía quería dar algo más que música, así que se les ocurrió instalar un gigantesco pulpo hinchable 

 

El organizador consiguió que le permitieran llevar el macro concierto al Crystal Palace Bowl de Londres, que hasta ese momento estaba reservado a la música clásica. El escenario de este recinto bordea un estanque, un lago pequeño, con el público al otro lado del agua. Allí se llevó el festival, The Garden Party, que incluía actuaciones de los estadounidenses Mountain, los poco conocidos hoy Sutherland Brothers & Quiver, The Faces y Pink Floyd.  

 

El caso es que Pink Floyd deseaba ofrecer algo más que un concierto al uso, por lo que idearon colocar en el agua un enorme pulpo hinchable con tentáculos de 25 metros (el cual había sido usado en una exposición de un museo de Ámsterdam unos años antes). La idea era que el pulpo empezara a inflarse en cierto momento del concierto de Pink Floyd, como si saliera poco a poco del agua para sorpresa y pasmo de la audiencia; el artefacto se hincharía lentamente, de modo que tras la enorme cabeza irían emergiendo los interminables tentáculos.

 

El día era caluroso, pero con un lago al lado el público no tardó en echarse al agua con el bicho a medio salir. Lógicamente, el personal empezó a jugar, retozar y simular un ataque con los tentáculos, los cuales sufrieron notables daños. Los encargados de la bestia de goma intentaron insuflar más y más aire, pero el aire comprimido y el azufre produjeron bajo el agua algo parecido a llamas, con el consiguiente pánico. En todo caso el cefalópodo hinchable estaba tan deteriorado, tan flácido que ya no hubo forma de ‘resucitarlo’.

   

En la laguna había peces que, con el pulpo y su aire comprimido, las bengalas que se lanzaron, los petas y colillas y la muchedumbre, empezaron a aparecer en la superficie boca arriba (se dice que el potentísimo sistema cuadrafónico también contribuyó a la ‘masacre’). Así, de repente, el estanque estaba lleno de gente medio enloquecida, una estructura de plástico gigantesca flotando y miles de peces flotando entre todo. Para completar el cuadro, empezó a llover torrencialmente; unos salieron del lago y buscaron refugio, pero la mayoría pensó que ya estaba suficientemente mojada como para salir del agua, y allí siguieron mientras más y más peces muertos iban apareciendo en la superficie.

 

El batería Nick Mason recordaba que “la cosa no se hubiera descontrolado tanto si unos cientos de fanáticos demasiado desinhibidos y con la mente totalmente ‘alterada’ no se hubieran desnudado y lanzado al agua entre un  griterío ensordecedor. Me acordé de la novela de Julio Verne ‘Veinte mil leguas deviaje submarino’. No faltaba ni el pulpo. Lo peor es que algunos de los enloquecidos fans se pusieron a jugar con las tuberías de aire, las dañaron e incluso algunos quedaron atrapados, enredados”. Y concluye Mason su recuerdo con una divertida reflexión: “Estuvieron a punto de ahogarse y, lo que es peor, de estropear la actuación”.

 

Todo se saldó con una facturita que el ayuntamiento de Londres (lo que se llamaba Greater London Council) envió a Pink Floyd por los daños producidos en el lago y, claro, por lo que costaría reemplazar los peces muertos.

 

La experiencia del hinchable no debió parecerles tan mal a Waters, Gilmour, Mason y Wright, aunque cambiaron el pulpo en el agua por el cerdo volando. ¡Lo que no pase en un concierto de rock!

 

CARLOS DEL RIEGO

martes, 14 de mayo de 2024

CUANDO ESTADOS UNIDOS ROBÓ MÁS DE LA MITAD DEL TERRITORIO DE MÉXICO

 


Sólo unos días después de que EE UU arrebatara California a México se desató la fiebre del oro en ese territorio.

 

Era mayo de 1848 cuando se ratificó el llamado Tratado Guadalupe Hidalgo que, realmente, fue “una oferta que no se pudo rechazar”. EE UU había comprado a España las Floridas y a Francia la Luisiana, por lo que quiso hacer lo mismo con extensos territorios de México, pero el país que hasta hace poco era la Nueva España se negó, así que los yanquis atacaron…

 

En la primera mitad del siglo XIX Estados Unidos estaba en plena expansión. Aun con mucho menos territorio que hoy, tenían inmensos recursos y sus gobernantes deseaban extender el país a costa de lo que fuera. México hacía poco se había independizado de España y vivía una anarquía total con múltiples enfrentamientos entre las distintas facciones que luchaban por hacerse con el poder. Así, el ‘matón’ del norte, al ver rechazada su oferta de dólares por territorio y sabiéndose infinitamente superior, comenzó la guerra para tomar por la fuerza lo que quería.

 

A principios de 1848 la superioridad bélica de EE UU era tan evidente que los dirigentes de México (los que más a mano estaban, pues el país estaba prácticamente sin gobierno) no tuvieron más remedio que aceptar las condiciones de paz que redactaron los americanos del norte. De este modo, los abusones de Washington cogieron los territorios que quisieron, como quien va al súper y agarra lo que le apetece. Se adjudicaron California, Texas, Nevada, Utah, Nuevo México, Arizona y gran parte de Oklahoma, Kansas, Wyoming y Colorado. En total más de 3,3 millones de kilómetros cuadrados. Por todo ello Estados Unidos pagó 15 millones de dólares. Y México tuvo que aceptar “la oferta”, que se firmó en la localidad de Guadalupe Hidalgo. De lo contrario, la guerra.

 

Además del precio, el yanqui hizo otras ‘concesiones’, como que los mexicanos que ya vivieran en los nuevos estados de la Unión mantuvieran sus posesiones y sus derechos…, claro que los WASP (white, anglo-saxon, protestant), creyéndose siempre superiores, se sintieron legitimados para modificar los artículos que les parecieran y cuando les pareciera. Así que lo escrito en el tratado que respetaba a los mexicanos fue rápidamente suprimido, sin más.

 

Apenas unos días después de aquella fatídica fecha para México (mayo de hace 176 años), se encontró oro en California en fabulosas cantidades, desatándose la ‘fiebre del oro’; y unos 50 años después Texas se vio sembrado de pozos petrolíferos que aun siguen manando…, es decir, los inmensos recursos de los territorios que EEUU birló a su vecino del sur fueron determinantes para la construcción del estado más poderoso del mundo.

 

¿Cómo serían hoy México y Estados Unidos de no haberse firmado aquel tratado? Y sobre todo, ¿cómo es posible que México vaya de la manita de Estados Unidos, que le arrebató la mitad de su tierra, en su odio y reclamación a España? ¿Cómo han conseguido que los mexicanos se traguen tal mentira?      

 

CARLOS DEL RIEGO

martes, 7 de mayo de 2024

CINCO GRANDES MÚSICOS DE ROCK HAN MUERTO EN LOS ÚLTIMOS DÍAS

 


Duane Eddy, el primer héroe de la guitarra con su Gretsch

 

Mike Pinder, teclista de The Moody Blues

Aciagas han sido las últimas semanas para el rock & roll: han dejado este mundo cinco grandes músicos que ayudaron a la construcción y evolución de este negocio. Los achaques de la edad, la factura que tarde o temprano pasan los excesos, o las infinitas dolencias que padece todo ser vivo acaban con cualquier estrella del rock…, y con todo hijo de vecino

 

En menos de un mes han caído hasta cinco músicos que han tenido su peso y significado en el devenir de la historia del rock & roll, lo cual es una inusual concentración de muertes de gentes del gremio. Murieron el gran guitarrista y pionero Duane Eddy; Mike Pinder, fundador de los imprescindibles Moody Blues; Dickie Betts, el emblemático guitarrista de Allman Brothers Band; Richard Tandy, elegante teclista de la Electric Light Orchestra; y el casi desconocido pero casi ubicuo guitarrista y productor Robin George.    

 

Duane Eddy siempre será recordado por el distintivo sonido de su guitarra. Pionero del rock'n'roll y, sobre todo, del instrumental, consiguió grandes éxitos en los años cincuenta con temas como ‘Rebel Rouser’ o ‘Peter Gunn’. Eddy murió el pasado 30 de abril a los 86 años a causa de un cáncer. Su peculiaridad, su aporte a esto del rock fue el sonido ‘twang’ que proporcionó a su guitarra, un sonido que influyó mucho en muchos guitarristas; de hecho se le considera el primer gran héroe de la guitarra. Duane Eddy (neoyorquino nacido en el 38) aprendió a tocar siendo muy chico, pero nunca se conformó con lo que había, sino que siendo adolescente quiso ir un poco más allá e ideó una técnica para hacer los pasajes solistas de la guitarra con las cuerdas graves y añadiéndole un sonido vibrante (llamado ‘twang’). “Me cansé de escuchar solos de guitarra exclusivamente en tonos altos. Siempre era lo mismo, así que yo quise hacer algo distinto. Sabía que las cuerdas graves se graban con más fuerza, con más potencia que las agudas, así que eso es lo que hice: tocar más grave”, dijo Eddy, quien desveló que “muchos guitarristas me han confesado que empezaron a tocar gracias a mí o que mi influencia fue determinante para ellos”. Y es cierto, pues tal han confesado desde Jimmy Page a Mark Knopfler, desde Brian May a George Harrison o Bruce Springsteen…, sin el impulso innovador de Eddy ninguno de esos (y muchos otros) hubieran sido lo han sido.

 

Mike Pinder siempre será asociado a los inclasificables The Moody Blues, pues él estuvo ahí desde el primer minuto. A él se deben los evocadores paisajes creados por sus teclados y muchas de las composiciones emblemáticas. Pasó Pinder a mejor vida el 24 de abril a los 82 años. Fundó la banda en 1964, pero no fue hasta tres años después (con la entrada de Hayward y Lodge) que el grupo consiguió su consolidación, su sonido característico y sus grandes éxitos; si en sus comienzos tenían más de rythm & blues, en poco pasaron a un estilo más sicodélico, más progresivo y, sobre todo, mucho más personal. Y todo, desde el rythm más académico hasta la más fina orquestación, tuvo a Mike Pinder como uno de los principales artífices de los Moody Blues. Nunca hubiera habido ‘noches de blanco satén’ sin él.

 

Cuando se escucha el original teclado que da entrada a la canción ‘Last train to London’ de la Electric Light Orchestra es imposible no fijar la atención en el órgano de Richard Tandy, quien falleció el 1 de mayo a los 76 años. Tandy estuvo en la ELO de principio a fin, incluyendo los regresos. Jeff Lynne (único compositor y líder indiscutible) siempre contó con él, de modo que ya está en el primer Lp (1971) aunque entonces tocara el bajo y no esté acreditado; luego se convirtió en teclista de ELO hasta que Lynne lo disolvió en 1986; y estuvo presente en los regresos de 2001 y 2015. Richard Tandy utilizaba sus teclados como parte del espectacular sonido del grupo, proporcionando tonos exuberantes, excitantes, muy innovadores, todo lo cual dio un gran impulso y un carácter inconfundible al grupo; de hecho, los especialistas subrayan que consiguió combinar con gran elegancia el estilo Beatles con el rock progresivo. Las listas de éxitos recompensaron su talento y su aportación. Jeff  Lynne no concebía la ELO sin Richard Tandy.     

 

¿Quién no se siente transportado cuando escucha la preciosa melodía que dibuja la guitarra de Dickey Betts en el tema ‘Jessica’ de Allman Brothers Band? Fundador e imprescindible de los Allman, Betts murió el pasado 18 de abril a los 80 años tras larga batalla contra el cáncer (y otras dolencias graves). Es gracias a él (y al hace tiempo fallecido Duane Allman) que el grupo nacido en Florida en 1969 está en los altares del rock: esa dualidad de guitarras eléctricas es absolutamente única, exclusiva…, se dice que eso es la esencia más pura de lo que se conoce como ‘rock sureño’. Además, a su talento se deben composiciones tan inolvidables como la mencionada ‘Jessica’, la irresistible ‘Rambling man’ (esas guitarras de la entrada…) o la maravillosa ‘In memory of Elizabeth Reed’ entre otras muchas. Dickey Betts es excelencia artística en todo su significado.  

 

El guitarrista y productor Robin George nunca formó parte de un grupo de postín, pero al igual que otros, su aportación y talento dio lustre a muchos grandes de la historia del rock. George es de esos enormes músicos que casi siempre permanecieron en un discreto pero imprescindible segundo plano, cediendo protagonismo a otros. Su Lp ‘Dangerous Music’ (1980) recogió un éxito limitado, pero su agudeza e inteligencia artística fue vista por muchos otros que quisieron contar con él, como Robert Plant, Glenn Hughes o Phil Lynott, formó parte de la Byron Band de David Byron (Uriah Heep) y tocó en Asia, Magnum, Climax Blues Band… Una enfermedad degenerativa le privó de tocar la guitarra: “quedó devastado cuando ya no pudo tocar sus queridas guitarras, pero siguió componiendo y haciendo vídeos”, comunicaron sus allegados. Robin George dejó este mundo el 26 de abril (en Málaga).

 

Parte de los últimos días: cinco bajas significativas.

 

CARLOS DEL RIEGO

 

miércoles, 1 de mayo de 2024

LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE HACE CIEN AÑOS, PARÍS 1924

 


Paavo Nurmi venciendo en Paris 1924


La primera villa olímpica, París 1924

 

Lidell y Abrahams, sobre los que iba la peli Carros de fuego

En 2024 se celebran los Juegos de la XXXIII Olimpiada que, por tercera vez, se celebran en París. La primera fue en 1900 y resultó una catástrofe desde todos los puntos de vista. Y la segunda fue justo hace un siglo. Aquellos Juegos de 1924 se disputaron en París por cabezonería del barón de Coubertin, que anunció que serían los últimos en los que él sería presidente del Coi

 

La segunda cita con los Juegos de la era moderna de París 1900 resultó un insulto al olimpismo recién nacido y una vergüenza para la capital francesa. Quedaron los juegos enmarcados dentro de una exposición universal gracias al menosprecio de los políticos franceses (¡cómo no!); no se edificó ninguna instalación, se alquiló algo parecido a una pista de atletismo que era un patatal; había un árbol junto a la zona de lanzamientos, por lo que se produjeron  escenas delirantes, como ver a los martillistas trepando al árbol para recuperar el martillo, o los discóbolos buscando sus discos horas después en el bosque donde se había desbrozado un pasillo para los lanzadores; la natación se disputó en el río Sena, pero nadie tuvo la idea de detener el tráfico de barcos, con lo que los nadadores sorteaban embarcaciones que iban y venían; el waterpolo también fue en el Sena, y cuando se enfrentaron ingleses y franceses cada uno quería jugar con sus reglas, y el árbitro que era alemán con las suyas… Se convirtieron en olímpicos el sogatira, las carreras de sacos, el vuelo de cometas, las carreras de burros. El maratón (que estuvo a punto de salir del calendario olímpico) se disputó por un terreno improvisado, tanto que ni los atletas sabían por dónde ir, los jueces estaban o no estaban, de modo que un atleta americano que iba en cabeza fue arrollado por una bici que pasaba por allí, otro corredor recibió indicaciones erróneas de los espectadores y se perdió…; ganó el francés Theato, que conocía perfectamente el terreno y aprovechó para tomar atajos, aunque ni siquiera él sabía que estaba en una carrera olímpica, por lo que al acabar se marchó directamente a casa…

 

Por todo ello Coubertain quería que los Juegos volviesen a París en 1924 y así poder lavar la imagen dada en 1900, algo a lo que no contribuyeron los políticos (como siempre), pues el enfrentamiento entre el alcalde de París y el presidente de la República estuvo a punto de dar al traste con los juegos. En París hace un siglo se construyó la primera villa olímpica: unos barracones de madera en medio del barro. Las ‘competiciones’ artísticas se consideraron plenamente olímpicas: literatura, arquitectura, pintura, escultura y música. 

 

Los franceses hicieron honor a su tradicional chauvinismo y pitaron sonoramente todos los himnos, excepto el suyo, claro. Se construyó la primera piscina olímpica, pues hasta entonces la natación se disputaba en el río, en el puerto, en el foso de un castillo o cualquier estanque.

 

Allí brilló Johnny Weissmuller, que luego se convirtió en el más popular Tarzán cinematográfico protagonizando doce películas; nacido en el Imperio Austrohúngaro, mintió y dijo que nació en Pensilvania, EEUU, y así participó en los juegos; ganó tres oros en 100, 400 y 4x200 (en su total olímpico ganó cinco oros y un bronce); y fue el primer hombre que bajó del minuto en los 100 libres.

La estrella de los juegos fue el fondista Paavo Nurmi, el ‘finlandés volador’, uno de los mejores atletas de la historia. Ya tenía tres oros y una plata de los juegos anteriores; pero el 10 de julio de 1924 protagonizó una hazaña asombrosa: ganó los 1.500 metros y, tres cuartos de hora después, tomó la salida en los 5.000 metros, venciendo a su compatriota Ville Ritola por dos décimas; también venció en 3000 metros por equipos, campo a través y en campo a través por equipos. En los siguientes juegos ganó otro oro y dos platas. Nueve oros y tres platas son su asombroso bagaje olímpico. Luego, antes de los Juegos de Los Ángeles 1932, lo acusaron de profesionalismo y no pudo participar.

 

Allí tuvo lugar la historia de Eric Lidell y Harold Abrahams que cuenta, con algunas licencias literarias, la película de 1981 ‘Carros de fuego’. Y en salto de longitud venció el estadounidense William Hubbard, el primer negro que ganó una medalla de oro. Los medios de comunicación entendieron el potencial de los Juegos Olímpicos: asistieron más de 700 periodistas de todo el mundo y muchas pruebas se retransmitieron por primera vez en directo… por la radio.

 

Las tenistas Lilí Álvarez y Rosa Torrás fueron las primeras españolas en participar en unos JJ OO, y aunque no lograron buenos resultados, Lilí se convirtió en mito del tenis con sus éxitos en Wimbledon y Roland Garros.

 

Cien años después de todo aquello, París vuelve a ser sede olímpica.

 

CARLOS DEL RIEGO