miércoles, 31 de marzo de 2021

ISAAC ASIMOV, EL FÉNIX DE LOS INGENIOS DEL SIGLO XX

 


Isaac Asimov, con sus características patillas

Isaac Asimov, uno de los más prolíficos e ingeniosos escritores del siglo pasado, murió en abril de 1992 a causa del sida, enfermedad que contrajo tras una transfusión de sangre. Sólo reconocido como uno de los grandes de la ciencia ficción, también es  uno de los menos valorados a pesar de haber dejado una interminable producción literaria que abarcó todos los géneros

A comienzos de los noventa del siglo pasado el sida era una enfermedad aun incurable y desconocida. Por eso, no sólo los llamados grupos de riesgo, sino toda la población estaba expuesta al contagio. Una de las formas más crueles de contraer el virus era la transfusión sanguínea. Así murió Asimov en abril de 1992, tras recibir sangre contaminada al practicársele un bypass.

La mayor parte de quienes reconocen su nombre lo asocian exclusivamente a los relatos de ciencia ficción, sin embargo, su producción literaria abarca casi todos los géneros y es tan enorme que no es una exageración comparar a este estadounidense, nacido en la desaparecida Unión Soviética, con el escritor del Siglo de Oro Español Félix Lope de Vega, a quien se llamó ‘Fénix de los ingenios’ por la ingente cantidad de obras que alumbró. Tenía Asimov una prodigiosa mentalidad creativa, una inagotable capacidad de trabajo, unas insaciables ansias de aumentar su ya inmenso conocimiento…, por eso un día le preguntaron: “¿Cómo se siente uno sabiéndolo todo?”, a lo que él respondió, “Yo sólo sé cómo se siente uno al tener esa reputación, y es inquieto”.

Asimov es autor de infinidad de libros de las temáticas más diversas. Sus inicios en la literatura, a finales de los años treinta, lo decantan por la ciencia ficción, dedicándose casi en exclusiva a este género durante unos veinte años. Pero después, durante los 25 siguientes apenas publicó cuatro obras de ficción, centrándose entonces los otros géneros que cultivó. Posteriormente retomó su vertiente de ciencia ficción alternándola con temas de todo tipo.

Así, como bioquímico, editó un sinfín de obras de divulgación científica que abarcan prácticamente todas las ramas de la ciencia (deteniéndose principalmente en la Astronomía) y que, sorprendentemente, resultan muy amenas (extraordinaria ‘X representa lo desconocido’).Lúcidas e ingeniosas son sus revisiones e interpretaciones de personajes históricos (la corta pero intensa biografía de Leonor de Aquitania resulta emocionante), o de obras como La Biblia (monumental publicación que incluye cantidad de informaciones adicionales); tocó asuntos  tan dispersos como los dinosaurios (los ‘Lagartos terribles’), o los orígenes del hombre, los inicios de la civilización y de la escritura, la formación de América o de los Estados Unidos, la historia de la Bioquímica, de la Literatura, de la Ciencia Ficción e incluso sobre la propia historia de la Ciencia. Publicó numerosos textos en los que, de modo ameno e instructivo, abordaba desde un punto de vista científico temas como la estrella de Belén, el cometa Halley o del origen de los números... Asimov era capaz de escribir con soltura y conocimiento de prácticamente todos los temas, pues su inteligencia desbordante siempre fue acompañada por una curiosidad sin límites. No faltaron en su interminable producción los relatos y novelas de misterio, los sesudos tratados filosóficos y de pensamiento, los humorísticos o las poesías, algunas de las cuales están basadas en juegos de palabras..., e incluso publicó obras como ‘Tesoros del humor de Asimov’, que es un libro con chistes y, a la vez, un profundo estudio en torno al humor y la risa.

Ateo y muy respetuoso con las religiones (“con las genuinas”, decía), atacó y escribió mucho contra las supersticiones, los adivinos, los curanderos, los médiums y demás patulea de falsarios y timadores. También se preocupó y escribió sólidos estudios sobre el calentamiento global o la desaparición de la capa de ozono, e incluso explicó porqué Internet iba a revolucionar el mundo, anticipando muchísimas de las posibilidades de esa herramienta, y lo hizo en 1988, cuando eso de Internet era sólo para unos cuantos.

Su influencia ha sido tremenda, y no sólo en lo literario. Las dos fábricas de robots y autómatas más importantes del mundo fueron fundadas por dos hombres que, en sus años de universidad, quedaron cautivados por las historias de ciencia ficción de Asimov. Además, la palabra robótica es de su invención y se utiliza hoy habitualmente. Sus obras de divulgación fueron  como una revelación para posteriores autores, que entendieron las proporciones idóneas de ciencia y de diversión que hay que poner en una obra para que cautive al lector.

Algo casi exclusivo de Asimov es ese diálogo que mantiene con el lector a través de esa especie de prólogos con que da entrada a muchísimos de sus relatos; ahí explica cómo, por qué, en qué se inspiró o cuánto le pagaron por escribir el texto que se está a punto de leer; por ejemplo, en una de esas descripciones previas al relato, dice algo así como “por esta obra cobré x dólares”, y a continuación añade entre paréntesis “sí, soy judío y, por tanto, tacaño, y por eso anoto todas las cuentas”. Cuando uno lee esto llega a imaginarse que el escritor está ahí mismo, charlado justo al lado. Además, reírse de sí mismo es prueba de inteligencia.

Aunque menos de la mitad de su producción es ciencia ficción, es por este género por lo que es más recordado, sobre todo por los cuentos de robots. Y dentro de esta temática se podría destacar otra de sus grandes aportaciones, las tres leyes de la robótica (de Isaac Asimov, se suele decir cuando se las menciona); se trata de tres sencillas reglas éticas moralmente irreprochables con las que este judío de enormes patillas hizo autenticas maravillas en una serie de relatos sencillamente prodigiosos. En su cuento ‘Runaround’ (de 1942), luego incluido en ‘Yo robot’ (llevada al cine de modo poco afortunado)  es donde las enuncia por primera vez: Primera regla, un robot no hará daño a un ser humano ni permitirá que éste sufra daño sin hacer nada (sustitúyase robot por ser humano y queda una regla que todo el mundo debería obedecer); Segunda regla: un robot debe obedecer a un ser humano salvo cuando esa obediencia entre en conflicto con la primera ley; Tercera regla: un robot debe conservar su vida excepto cuando entre en conflicto con las otras dos leyes. Asimov saca enorme partido a estas tres obligaciones robóticas y demuestra su capacidad para crear situaciones asombrosas y soluciones imprevisibles.

Casi tres décadas después de su muerte, sigue siendo buena idea echar mano de uno de sus libros, ya sea de ficción, de divulgación, de historia, de pensamiento... Sí, Asimov fue un auténtico monstruo de la literatura, un ‘Fénix de los ingenios’.    

CARLOS DEL RIEGO

 

domingo, 28 de marzo de 2021

CANCIONES QUE RINDEN TRIBUTO A MARTIN LUTHER KING


La vida y la muerte de Martin Luther King ha inspirado inolvidables y exitosas canciones

El 4 de abril de 1968 (hace 53 años) fue asesinado Martin Luther King, uno de los grandes héroes de los Derechos Humanos. Su expresión limpia, su gesto calmado, sus frases cargadas de razón y simbolismo, su revolucionaria apuesta por la no violencia…, todo fue tiroteado aquel fatídico día en Menphis. Los grandes autores del rock han rendido tributo a tan significativo personaje mediante canciones inolvidables

Pocas veces los versos del rock se atreven a meterse en el barrizal de la política, salvo para señalar y vilipendiar (con razón casi siempre) a los profesionales de la sopa boba. Y aunque los discursos de King (contra la discriminación, contra la guerra, contra la pobreza) tuvieran gran carga política, el tenía más de héroe que de político. Tal vez por eso algunos de los más importantes y exitosos músicos de rock le han dedicado fantásticas canciones, temas en los que se reconoce e inmortaliza el esfuerzo, la valentía y el pacifismo de Martin Luther King.

Una de las canciones escritas en su recuerdo que más éxito han alcanzado (nunca ha dejado de sonar) es el fácilmente tarareable ‘Pride, in the name of love’ de U2. El tema nació mientras probaban sonido antes de un concierto en Hawai en 1983; The Edge se puso a tocar acordes y dio con una sucesión que se le quedó; luego fue retomando la idea y dando una primera forma a la estructura mientras Bono comenzaba a escribir unos versos contra la política militarista de Ronald Reagan. Pero al cantante no terminaban de convencerle esas letras, así que decidió escribir sobre el pastor protestante (siendo él católico convencido) asesinado en el 68. El resultado fue este ‘Pride’, una oda sencilla y con aires poéticos que se convirtió en el primer éxito de U2 en Estados Unidos. En los dos primeros versos lo cuentan todo: “Un hombre vino en nombre del amor, un hombre vino y se fue”; también explica que “Por la mañana temprano, 4 de abril. Un disparo suena en los cielos de Menphis. Libre al fin. Se llevaron tu vida, no pudieron llevarse tu orgullo” (‘pride’); claro que el asesinato fue a eso de las seis de la tarde.

Desde siempre Paul Simon fue un autor inquieto y concienciado, por lo que también se sintió sacudido por un crimen tan vil. En su tema ‘So beautiful or so what’ (2011) describe aquel terrible momento: “Cuatro hombres en el balcón. Con vistas al aparcamiento. Señalando una figura en la distancia. Dr. King acaba de recibir un disparo. La larga melodía de las sirenas”. El texto, además, trata de la vida misma, la mortalidad, la fe: “la vida es lo que haces con ella, tan hermosa o tan…”. En el fondo, Simon trata de expresar la fuerza moral del Dr. King, e incluso su influencia como icono cultural.

Reconocida es la inquietud social de Stevie Wonder, casi tanto como su talento musical. Conoció a King cuando, aún adolescente, ya comenzaba a conocer el éxito e incluso el estrellato. Tras la muerte del predicador, Stevie Wonder se prestó a todo tipo de actos, reuniones y conciertos que tuvieran al líder de los derechos como protagonista, como finalidad; incluso puso en marcha una gira de conciertos en su recuerdo en 1980. Al año siguiente reunió a más de 100.000 personas en un concierto-congreso para honrar a King en Washington, justo en el mismo lugar donde pronunció aquel histórico discurso “Tengo un sueño”; el ‘momentazo’ fue cuando Wonder entonó su canción ‘Happy bithday’ (del fabuloso Lp ‘Hotter tan july’, 1980), una canción que reclamaba una festividad específica para el mártir de la no violencia: “No comprendo cómo un hombre que murió por el bien no tiene un día que lo reconozca (…) Él se levantó por los tiempos que vendrán. Nuestros corazones cantarán por la paz gracias a Martin Luther King”. Stevie Wonder explicaba: “Tuve la visión del cumpleaños de King como una fiesta nacional, lo vi, lo imaginé, lo creí, lo escribí…, y guardé en mi cabeza hasta que se hizo realidad”. El Dr. King tuvo un sueño, y Mr. Wonder una visión…

Si una canción se titula ‘Abraham, Martin y John’ sólo puede hablar de Lincoln, Luther King y Kennedy, y también del hermano de éste, Robert, todos muertos a tiros La publicó el estadounidense Dion en 1968, unos meses después del asesinato del líder negro. Tras la versión original (top 5 en EEUU en 1968), la retomaron muchos otros, como Smokey Robinson, Ray Charles, Whitney Houston o el grandísimo Marvin Gaye. La estrofa repite: “¿Alguien ha visto a mi amigo Abraham, me pueden decir a dónde se fue? (…) ¿Alguien ha visto a mi amigo John? (…) ¿Alguien ha visto a mi amigo Martin? (…) Acabo de mirar alrededor y se han ido (…) ¿Alguien ha visto a mi amigo Bobby?..., creí verlo caminando por la colina junto a Abraham, Martin y John”. En EE UU tienen larga tradición de tirotear a grandes personajes en grandes escenarios.

Uno de los grandes del rock que más sinceramente admiró a Martin Luther King fue Elvis. Cuando se enteró del asesinato lloró, y aun más desconsoladamente cuando vio el funeral por la televisión en aquellos días de abril de 1968. Aquel año fue el del regreso al primer plano del Rey. Con las muertes de King y Robert Kennedy en la mente de todos y los disturbios por todo el país en los informativos, Elvis se dispuso a protagonizar un programa de televisión en la NBC que sería el de su vuelta al éxito. Cuentan sus biógrafos que tanto los productores del especial como el propio coronel Parker insistían en que el show terminara con el ‘I will be at home for Christmas’, pero Presley quería algo más social, más comprometido, pues el horno estaba para estos bollos. Entonces, al compositor Walter Earl Brown se le ocurrió escribir un tema en el que se recordara el discurso de King ‘I had a dream’, y así surgió ‘If I can dream’, que entusiasmó a Elvis desde el primer momento, de manera que decidió, en contra de la opinión de todos (“esta no es el tipo de canción de Elvis”, declaró Parker), cantar esa canción como cierre del programa especial. ¿Resultado?, enorme repercusión, éxito instantáneo, regreso de Elvis a la cumbre.

La de James Taylor es una de las más sugerentes y dulces voces masculinas de la historia del pop y el rock. En su ‘Shed a little light’ (1991) reflejó gran parte de la ideología del Dr. King: amor, armonía racial, fuerza espiritual, esperanza, hermanamiento, paz. Él mismo contaba con pasión lo que sentía por Martin Luther King: “Es uno de los héroes verdaderos de nuestro tiempo, una persona excepcional que trabajó por las causas más importantes en el momento en que se necesitaba”. Y añadió que la admiración por King se la inculcaron sus padres:”Me hicieron tomar conciencia, se sentían convencidos de que había que luchar por los derechos civiles…, todo esto quedó dentro de mí y, años después, salió la canción”. En ella dice: “Recordemos a Martin Luther King. Reconozcamos los vínculos que nos unen. A todos, hombres y mujeres”.

Un talentoso compositor que lejos de Estados Unidos no ha logrado el reconocimiento que merece es el también actor Kriss Kristofferson (más de 40 elepés publicados). En su álbum de 1986 ‘Repossessed’ incluyó el emocionante y lastimoso ‘They killed him’ (‘Lo mataron’), en el que muestra admiración por Martin Luther King, por Ghandi, por los hermanos Kennedy, por Jesucristo, que dedicaron sus días a hacer mejor a la Humanidad, pero “They killed him!”. Curiosamente, el tema gustó tanto a Johnny Cash y a Bob Dylan que la grabaron y publicaron antes que el propio Kristoferson.

Los héroes siempre han tenido trovadores y poetas que cantaran su heroísmo.   

CARLOS DEL RIEGO

 

miércoles, 24 de marzo de 2021

LA DELIRANTE PELEA DEL ASTORGANO FRANCISCO REINOSO CON CINCO INDIAS EN FLORIDA EN 1540

 


El leonés Francisco Reinoso fue uno de los primeros europeos que vieron el Mississippi, pues iba con la hueste de Hernando de Soto, que se topó con este río en 1541

Seguramente todos los europeos que viajaron a América a lo largo del siglo XVI podrían contar infinitas e increíbles aventuras, lances y episodios extraordinarios que, con total seguridad, pintarían de asombro las caras de aquellos que luego las escucharan. Gran parte serían decisivas batallas o encuentros con los nativos, aunque también hubo situaciones de carácter tragicómico, como la que protagonizaron cinco indias de La Florida y el leonés Francisco Reinoso

De todas partes de España partieron hacia la recién descubierta América en busca de fama y fortuna. En 1539 Hernando de Soto encabezó una gran expedición que comenzó en La Florida y, tras penoso viaje, recorrió todos los estados del sur de Estados Unidos (donde topó con semínolas, apaches, cherokees, creeks…); de Soto murió en el Mississippi en 1542, y los restos de su expedición llegó al año siguiente  al Virreinato de Nueva España (México). En Florida se encontraron con indios muy hostiles, muy agresivos, que siempre estaba en guerra pueblo contra pueblo con el objetivo de eliminarse mutuamente; al poco tiempo de desembarcar comprendieron que no debían fiarse de los naturales, ni siquiera de los que se mostraban amistosos; engañaban y aconsejaban caminos que conducían a zonas pantanosas e intransitables, dirigían a los recién llegados hacia tribus rivales donde los recibirían violentamente, o directamente les preparaban trampas para exterminarlos (los aztecas tenían a las tribus del norte por salvajes primitivos). .

Con buenas palabras, el cacique Tascalusa invitó a los españoles a su pueblo, Mauvila. Una vez allí, de Soto y su tropa fueron atacados desde todas partes. La batalla duró casi diez horas, fue extremadamente sangrienta y la victoria fue para los españoles, pero a tal precio que puede calificarse de pírrica, con muchísimas bajas, pérdida de impedimenta y casi todos heridos.  

Después de la batalla los españoles buscaron comida y descanso por los alrededores; iban hambrientos, heridos, cojos y mancos, sangrando, descalzos, con la ropa hecha jirones, las armaduras abolladas o rotas y, en fin, un estado lamentable. Algunos llegaron a un pueblo cercano llamado Colima. Uno era el astorgano Francisco Reinoso (otras fuentes lo hacen natural de “Boadilla, Reyno de León”), que vio una construcción grande y, él solo, entró buscando comida; la parte superior le pareció que podía ser como un granero, así que subió con la esperanza de hallar algo con lo que calmar el hambre. Al llegar vio cinco mujeres indias, amedrentadas y arrebujadas en un rincón. El caballero leonés envainó su espada, les hizo ver con señas que no tenían nada que temer, que no les haría daño y que sólo buscaba algo que llevarse a la boca. Las mujeres, al  comprobar que venía solo y que, al menos por sus gestos, no parecía peligroso, arremetieron contra él todas a la vez. Según las crónicas, antes de que Reinoso pudiera darse cuenta de lo que pasaba, una le agarró por las piernas, otras dos por los brazos, otra le sujetó la cabeza y, la quinta, “viéndolo todo tomado, se agarró a un término medio”…

Tras el primer momento de sorpresa, el intrépido astorgano empezó a repartir con ambas manos, pero sin gritar para pedir ayuda a sus compañeros, puesto que le parecía “muy afrentoso” como hombre solicitar socorro para defenderse de mujeres, aunque fueran cinco. El caso es que, cuando apenas lograba quitarse de encima a las guerreras, el suelo cedió, una pierna lo atravesó y le quedó colgando, de manera que el pobre aventurero se quedó como sentado e inmovilizado. Las enrabietadas amerindias volvieron a la carga aprovechando la situación, y con patadas, palos, arañazos y mordiscos “lo tenían a mal partido para matarlo”; a pesar de situación tan apurada, el bueno de Reinoso seguía sin llamar a los suyos.

Por suerte para él entró en la casa uno de sus compañeros, que vio la desnuda pierna colgando. Sacó su espada y se dispuso a cortarla, pues pensó que sería una trampa. Del piso de arriba escuchó las voces y el jaleo de la lucha, así que llamó a otros dos y subieron rápidamente. Allí encontraron a Reinoso “y viendo cómo lo tenían las indias”, las cinco encima del desdichado, trataron de separarlas, pero ellas no dejaban de morder, arañar y golpear ni aunque vieran los aceros desenvainados de los españoles. No les quedó más remedio que empezar a dar tajos a unas y otras, que ni aun así soltaban el bocado de carne astorgana. Y a pesar de que matar mujeres estaba muy mal visto (la mentalidad seguía siendo medieval), hasta que no acabaron con las cinco no pudieron rescatar, medio muerto, al caballero don Francisco.

Aun con medio cuerpo mordido y arañado, don Francisco fue de los pocos que sobrevivió a aquella catastrófica expedición por el sur de lo que hoy es EE UU. Al parecer, se instaló en México, donde se casó y tuvo hijos. Lo último que se sabe de él es que, hacía 1585, aun vivía, en Astorga o Boadilla.

Aquellos arrojados exploradores que se enfrentaron a lo desconocido pasaron por todo, pero seguro que ninguno se las vio frente a cinco aguerridas, voraces y valientes indias, como hizo el leonés Francisco Reinoso. De él habla el Inca Garcilaso de la Vega en su ‘La Florida del Inca’.

Cualquier contaría algo así como la gran aventura de su vida.

CARLOS DEL RIEGO

 

domingo, 21 de marzo de 2021

PROTAGONISTAS DE LA PREHISTORIA DEL ROCK

 


La forma de tocar y el sonido que Rosetta Tharpe extraía a su guitarra fue determinante para los pioneros del rock_ la imagen, de los primeros 40, es puro rock & roll

Decir hoy día rock & roll es decir música, un estilo nacido el siglo pasado que supuso una auténtica revolución socio-cultural; sin embargo, esa combinación de monosílabos era conocida y usada en los siglos anteriores. Esta y otras circunstancias y peripecias confluyen en lo que puede definirse como la prehistoria del rock & roll

Todos los movimientos sociales suceden como consecuencia de hechos y pensamientos previos, es decir, surgen como una evolución, como una conclusión. Tal ha pasado con el rock & roll, que tiene importantes antecedentes y antepasados situados mucho antes de que se pusiera en marcha ese reloj alrededor del cual creció el rock (‘Rock around the clock’). 

Por ejemplo el propio nombre. La voz rock and roll ya era utilizada antes de que alguien la asociara al nuevo género musical. Al parecer, eso de ‘roll’ viene de antiguo y tenía un significado cien por cien sexual. El término ‘rock’ ya aparece en textos del siglo XVII y tiene que ver con molestar e incluso atizar a otro. E incluso se sabe que ‘rock & roll’ se decía para referirse al movimiento de los barcos en el mar. Ya en las primeras décadas del siglo XX, los jóvenes estadounidenses empezaron a fusionar su significado sexual con los vaivenes del baile. Luego, cuando los pioneros del blues (negros legendarios) empezaron a incorporar ritmos alegres, atrevidos, distintos, así como detalles y matices de géneros como el góspel o el folk, a alguien se le ocurrió llamar a eso rock & roll. Y así se llega a los años 50 del siglo XX, cuando el locutor Alan Freed nombró con esas palabras mágicas el estilo musical recién nacido. Era el año 1951.

Huddie William Ledbetter, conocido como Leadbelly (1888-1949), fue un guitarrista y compositor de enorme talento que escribió y grabó cientos de canciones, algunas de las cuales se han hecho sitio en los anales del rock, como ‘Midnight special, ‘Cotton fields’ o la irresistible ‘Black Betty’. Lo suyo era el blues y el folk, pero también se aventuró por el sendero que conducía al rock & roll. Cuentan que su apodo, ‘Lead Belly’, le cayó durante una de las dos condenas que cumplió en la trena. La primera fue por asesinar a un pariente; y luego intentó huir y fue castigado, así que decidió cambiar y comportarse como un preso modelo para salir antes. En estas estaba cuando le encargaron que cantara para el gobernador de Texas, al que le encantó la música de Leadbelly, por lo que las actuaciones fueron numerosas. Antes de una de ellas, el bluesman compuso una con una letra en la que pedía perdón, prometía ser bueno y solicitaba la libertad, y se la cantaba cada vez al político en cuestión… Casi un año después de interpretar insistentemente esa pieza para el gobernador, Leadbelly salió de la cárcel. Pero unos cinco años más tarde el cantante volvió a verse entre rejas, condenado por apuñalar a otro; entonces repitió la operación: escribió otra canción rogando por su liberación y la cantó cada vez que tenía público delante (que no serían pocas); otro poderoso polítco la escuchó y se la pidió en varias ocasiones, resultado que a los pocos meses Leadbelly fue nuevamente liberado… Claro que otros expertos en el tema afirman que, en realidad, en esta segunda ocasión, el gran cantante, compositor y guitarrista fue excarcelado prematuramente porque en aquel momento, en plena Gran Depresión, las prisiones se quedaron sin presupuesto y liberaron a muchos reclusos al no tener con qué darles de comer...

Si hubiera que representar el rock con un único instrumento sería, sin duda, la guitarra eléctrica. Uno de los pioneros de la guitarra eléctrica fue Sister Rosetta Tharpe (1915-1973), una cantante de góspel cuyo modo de tocar supuso un importantísimo avance en la génesis del rock & roll. Proporcionó un ritmo y un sonido al góspel que eran desconocidos y que, para muchos, supuso una revelación; de hecho, los grandes pioneros como Berry (quien afirmó ser uno imitador de Rosetta), Little Richard (que a los 14 años tocó con ella), Jerry Lee, Elvis… la reconocían con auténtica veneración. En los años 30 y 40 Rosseta ganaba seguidores y admiradores con cada concierto, sobre todo cuando empezó a incorporar recursos y sonidos del blues y del rythm a su innovadora técnica, de modo que el rock & roll empezaba a asomarse entre los trastes de su guitarra. No era exagerado que, a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, se la llamara ‘La Madrina del rock & roll’. Y no es exagerado, ya que Rosetta muchas veces distorsionaba el sonido de su Gibson, con lo que sus espirituales negros cobraban novísima dimensión. Cuando alguien le dijo que tocaba tan bien como un hombre, ella respondió: “Ningún hombre toca como yo, toco mejor que cualquier hombre”. En fin, ella resultó decisiva para la formación del rock y del blues-rock. Su aportación aún no ha sido suficientemente reconocida, de hecho, sin ella todo sería distinto y, seguro, menos rico, menos excitante.

Según el Salón de la Fama del Rock & Roll, la canción ‘Wabash Cannonball’, original de 1882, es la más antigua influencia de la música rock & roll. Desde entonces se ha grabado infinidad de veces, se ha versionado otro tanto y ha visto no pocas variaciones, conservando casi siempre muchos elementos originales; también ha inspirado muchos otros títulos. El autor fue J.A. Roff, quien la tituló ‘The great rock Island route’, pero la primera grabación que alcanzó la fama fue la de Carter Family en 1929. Desde entonces no se han resistido a grabarla desde Johnny Cash hasta Bing Crosby, Lonnie Donnegan, Leon Russell, Robert Fripp y muchos más; otros como Woody Guthrie o Chuck Berry hicieron sus propias adaptaciones. El tema tiene una evidente raíz folclórica y cuenta un viaje en tren por una de las rutas del llamado ‘Rock island rock’, que es una red de vías de ferrocarril que parte de Chicago en varias direcciones; su sonido, ambiente y ritmo son muy descriptivos y, por lo que se ve, se adapta fácilmente a cualquier tendencia. Es decir, aunque fuera concebida en el siglo XIX, ‘Wabash Cannonball’ es un claro ancestro del rock & roll que, sorprendentemente, se sigue grabando, radiando, escuchando…   

Además del mestizaje de estilos precedentes, el rock & roll posee, como puede verse, otros antepasados.

CARLOS DEL RIEGO

 

miércoles, 17 de marzo de 2021

LA PRUEBA IRREFUTABLE DE QUE PARA TODO POLÍTICO EL CIUDADANO ES PREOCUPACIÓN MENOR

 


Sin palabras


Los movimientos políticos que en las últimas fechas están teniendo lugar en España vienen a demostrar algo que muchos se obstinan en no ver: al político vitalicio lo único que le interesa, lo único que lo mueve es la política, mientras que el bien común o el de los ciudadanos les importa menos que el precio de un café.

Todos los políticos del mundo, sea cual sea su ideología, su partido o su país, son en el fondo y en la superficie exactamente iguales. Todos se mueven pensando en la conveniencia política, en la estrategia política, en las elecciones, cargos, encuestas, sondeos…, dejando en un muy segundo plano aquello por lo que se les paga: velar por el bien común, la salud pública, la seguridad, el empleo…Las pruebas son irrefutables y abrumadoras.

Estos días (III-21) las primeras páginas de los periódicos son todo maniobras políticas sin otro fin que la política, son evidentes, descaradas: el que era ministro de sanidad pasa de la noche a la mañana a ser candidato a presidente de una comunidad (y eso que, según sus partidarios, era imprescindible en su puesto); se producen conjuras para promover mociones de censura con el fin de sacar al que manda y ocupar su puesto; y como respuesta, algunos deciden convocar elecciones a modo de defensa preventiva; uno de los vicepresidentes, al ver que en ese puesto nunca tendría la última palabra, decide presentarse para jefe de una comunidad y así convertirse en mandamás, sólo de una parte del territorio nacional, pero mandamás; unos y otros declaran sin la menor vergüenza que quieren ganar las elecciones para echar del poder al que está, es decir, no desean alcanzar el gobierno y el poder (nacional, autonómico, provincial o municipal) para trabajar por el beneficio de la sociedad, nada de eso, lo dicen abiertamente: quieren expulsarlos “a ellos” y colocarse a sí mismos, este es su objetivo, su único fin, quedando el bien común en un tercer plano. Por no hablar de las fortunas públicas que se gastan para sí y su partido en operaciones de marketing y propaganda, asesores de imagen, expertos en blanqueo y manipulación, campañas en las redes. Todos hacen lo mismo.

Y todo ello en medio de una pandemia con decenas de miles de muertos, en una situación de emergencia extrema con el paro disparado,  la economía destruida y un futuro muy negro. Pues para los políticos eternos, para sus señorías diputados (que se repartieron el año pasado 800.000 euros en taxis y kilometraje) lo importante no varía: la toma del mando, el reparto de cargos y, en fin, la pura, asquerosa y destructiva política.

Aunque parezca exagerado, bien puede decirse que el único político bueno es el político de cuerpo presente, afirmación que no anima a liquidar a vividores de lo público, en absoluto, sino que viene a significar que sólo estando inerte el político no hace daño, no miente, no trinca, no despilfarra, no provoca enfrentamientos…, sólo si está de cuerpo presente el político no hace política. Y es que esta especie, con el paso de los años, se ha pervertido, se ha convertido en la más perniciosa del sistema solar, responsable de guerras y violencias, hambres, robos y saqueos a países enteros, gigantescas mentiras y, en fin, responsable de infinitas calamidades.

Es preciso, es absolutamente necesario terminar con la figura del político, y sustituirla por la del ciudadano metido temporalmente a labores políticas; esto sería mucho más democrático, puesto que en este caso serían muchos los contribuyentes que, durante una etapa de sus vidas (por ejemplo ocho años, más o menos un diez por ciento de la vida de una persona), entrarían en contacto con la realidad del trabajo público; de este modo, todo el que jurara un cargo sabría exactamente cuándo se extinguiría ese contrato, de modo que sería tonto que hiciera cálculos políticos, personales o del partido, de cara a su futuro político, puesto que éste no existiría.

Lógicamente, todos los políticos del mundo, los de cualquier ideología o partido, estarán radicalmente en contra de esta idea; ya fuera de extremos o centrados, ningún político renunciaría a viajar siempre cómodamente instalado en el carro, ninguno estaría dispuesto a echar pie a tierra y sumarse a los ciudadanos para empujar el carro. En fin, hay que ser muy ingenuo, tonto o inconsciente para confiar o creer a un político: el ciudadano no le interesa más que como votante (cuando se acercan las elecciones) o como paganini que escota para que él gaste. Nada más.

Cuando deberían poner sobre la mesa todo su esfuerzo, ganas e ilusión para sacar al país del atolladero en el que está, cuando tendrían que movilizar todos los recursos humanos y materiales disponibles exclusivamente para buscar el bien de todos, ellos están a lo suyo, nada más que a lo suyo. Es una prueba evidente e irrefutable de la bajeza moral de esta asociación de indeseables caraduras. Es una especie que hay que extinguir. Por el bien de la sociedad.

CARLOS DEL RIEGO

 

domingo, 14 de marzo de 2021

INQUINAS PERSONALES ENTRE ESTRELLAS DEL ROCK

 


Parece que los años han acabado con la enemistad entre Keith Richards y Elton John, aunque las sonrisas parecen algo forzadas

Como en cualquier otro negocio o actividad, en el del rock también se producen enemistades, rencores e inquinas entre colegas. Y las causas son idénticas a las de otros ámbitos. Las estrellas del rock sólo son personas y, como tales, sujetas a las típicas debilidades humanas, envidias y celos profesionales, tirrias personales, desprecios, ideologías…

Los protagonistas del mundillo del rock compiten entre sí de igual modo que los profesionales de otras industrias, pero los encontronazos y las disputas son  dialécticas, de modo que rara vez han llegado a las manos (como cuando Chuck Berry sacudió un puñetazo a Keith Richards en Nueva York en 1981). En realidad hay muchas estrellas del rock, no todas afortunadamente, que son unos charlatanes deslenguados que se dejan decir las mayores estupideces, y esa suele ser la causa principal de enemistad. Lógicamente la mayor parte de los roces se producen en el seno de cada grupo, de hecho, no hay grupo famoso que no haya dado famosas peleas a la prensa. Las antipatías entre los que no comparten camerino son menos frecuentes, pero las hay bien sonoras.

Morrissey, ex cantante de The Smiths, ha largado contra muchos otros músicos de rock. De hecho, en el ambiente se le tiene como un auténtico bocazas que siempre anda haciendo gala de su estulticia; así, se recuerda cuando pidió ‘apalear’ a los Beckham por ser horteras e incultos; cuando dejó evidencia de su pensamiento totalitario y soberbio al decir que “los veganos somos seres superiores” o cuando llamó a los chinos “subespecie”. El caso es que de sus desvaríos y engreimiento no se salvan sus colegas, como Robert Smith, líder de The Cure. En una entrevista, conociendo la ojeriza que les profesaba, un periodista le preguntó: “¿A quién matarías antes, a Mark E. Smith, de The Fall, o a Robert Smith, de The Cure?”, a lo que el descerebrado ex cantante respondió: “Básicamente los mataría a los dos”. Robert Smith (un tipo de lo más discreto cuando se quita el traje de estrella del rock) se limitó a señalar que “Nunca me gustó Morrisey”. Éste, rabioso por tamaño insulto y echando espumarajos por la boca, graznó: “Robert Smith es un payaso gordo y maquillado que llora sobre una guitarra”. Cuando alguien, como es el caso del ex Smiths (curiosa la coincidencia de nombres), rabia contra todo y contra todos es síntoma de que el origen de su malestar es él mismo.

Michael Jackson y Prince están considerados dos de los más grandes artistas estadounidenses de todos los tiempos. De hecho, desde un punto de vista artístico, muestran no pocas coincidencias. Fueron rivales y nunca amigos, aunque rara vez se hizo pública su enemistad. A finales de los años ochenta del siglo pasado se conoció una grabación en la que Jackson hablaba de lo que pensaba de Prince: “Detesto que me comparen con Prince. Yo me he hecho a mí mismo y desde pequeño no he dejado de trabajar. No es justo que me comparen con él, pues aunque él lo crea, yo no soy su adversario. Espero que deje de verme así, pues tarde o temprano se sentirá dolorido…, es el tipo de gente que podría suicidarse…, o algo así”. Posteriormente Jackson añadió que, además, Prince se había comportado de modo “grosero y desagradable con mi familia”.  Tal vez en el otro barrio hagan duetos.

De muy atrás viene la enemistad entre Keith Richards (¡qué tendrá este tío que está en todos los saraos!) y Elton John, puesto que se vienen criticando y despotricando el uno del otro, a través de la prensa, desde hace décadas. El endurecido guitarrista dijo bien alto que “no echaría de menos” al pianista cuando se retirase. En 1997 Richards reprochó con desprecio a John por reutilizar el tema ‘Candle in the wind’, que había escrito en 1973 a Marilyn Monroe, para convertirlo ahora en homenaje a la recién fallecida princesa Diana de Gales. Elton respondió iracundo “Sería terrible ser como Keith Richards, es un tipo patético. Es como un mono con artritis que trata de subir al escenario y parecer joven. Respeto a los Stones, pero habrían sido mucho mejores si lo hubieran echado hace años. Es un imbécil desde hace mucho”. Va a ser difícil verlos tocando juntos alguna vez.

Otros rockeros con menos años de carrera también han encontrado enemigos entre sus compañeros de profesión. Muy sonoro fue el cruce de palabras entre los de Nirvana y los de Guns N´ Roses. Todo empezó cuando, en 1992, Axl Rose invitó a Nirvana (de quien siempre se proclamó admirador) a hacer una gira juntos, sin embargo, Kurt Cobain despreció la proposición porque, dijo, “Axl Rose es un vendido”. Éste no tardó en devolver el golpe contra Cobain y su esposa, Courtney Love, llamándolos “jodidos drogadictos”, y añadiendo, como un golpe bajo, que el hijo de ambos había nacido con minusvalías a causa de su drogadicción. La cosa siguió cuando, en los premios de la MTV de aquel año, Courtney Love le pidió con ironía a Rose que fuera el padrino de su hija; El cantante de los Guns respondió echando fuego por la boca: “Cállate perra o te arrastro por el suelo”… La guerra terminó al morir Kurt Cobain, e incluso algunos ex Nirvana han cantado junto a Rose y su banda.

Claro que lo que trasciende y se conoce tiene que ser una mínima parte de lo que hay por ahí.       

CARLOS DEL RIEGO

 

miércoles, 10 de marzo de 2021

TRES GUERREROS HISPANOS DE LEYENDA

 


María de Estrada, segunda por la izquierda, según un lienzo del siglo XVI


Esta es la espada con que combatía Peter Francisco, de quien Washington dijo que era un ejército de un solo hombre

Cada país tiene sus leyendas y sus héroes. Y la Península Ibérica puede presentar, gracias a su larguísima Historia, una lista casi interminable de hispanos que están en ella por méritos propios. Algunos son tan recordados como los mitológicos Gargoris y Habidis o los históricos Viriato o El Cid. Otros tienen menos fama aunque sus hazañas también los sitúan en el plano de la leyenda, como el Sansón de Extremadura, María de Estada o Pedro Francisco    

En todas partes se presume de los nombres que, a lo largo de los siglos, han ido conformando la historia de ese territorio llevando a cabo acciones de extrema dificultad, cercanas al mito. En la Península Ibérica, en la antigua Iberia, pueden rastrearse algunos personajes cuya fuerza, valentía, entereza y firmeza de ánimo en cualquier campo de batalla les han garantizado su presencia en los libros para siempre. Los hubo que mostraron su bravura e integridad en despachos y pasillos (por ejemplo Melchor Rodríguez, ‘El ángel rojo’, o Sanz Briz, ‘El ángel de Budapest’), y también hombres y mujeres que, en situaciones límite, en primera línea de fuego, contuvieron su miedo y cumplieron mucho más allá de su deber. Habrá quien piense que no hay nada loable en una acción de guerra, pero hay que verse en una de esas para saber de qué se habla; hay muchos ejemplos de personas que, sin tener la obligación, arriesgaron su vida para salvar las de otros, y esto es algo tan meritorio como difícil de comprender sin haber vivido algo parecido. Y como dijo Ortega, uno es uno y su circunstancia.

El caso es que la Historia de Hispania ofrece un amplio elenco de héroes de enorme tamaño y reconocida reputación, como Blas de Lezo o Agustina de Aragón, pero también otros menos conocidos como los héroes de Cascorro o la Monja Alférez, como Antoni Barceló o la Dama de Arintero. Pero además de ellos, pueden recordarse los nombres de dos colosos y una bravísima heroína: el portugués Pedro Francisco Machado, Diego García de Paredes, conocido como el Sansón de Extremadura, y la sevillana (o cántabra) María de Estrada.

Pedro Francisco, nacido en las islas Azores a mediados del XVIII, está considerado uno de los grandes héroes de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, donde se le conoce como Peter Francisco, El Gigante de Virginia, El Hércules de la Revolución. Recogido cuando tenía cinco años y llevado a América, llegado el momento de la revolución combatió al lado del mismísimo George Washington, quien no dudó en dejar escrito que “Sin Peter habríamos perdido dos batallas importantes, quizá la guerra y, con ella, nuestra liberad. Él era realmente un ejército de un solo hombre”. Debía ser temible: 1,98 de estatura, más de 120 kilos y blandiendo una espada específicamente hecha para él de 6 pies (1,82 metros)…; tomó parte en algunas de las más sonoras batallas de aquella guerra, como en la de Camden, cuando para impedir que una pieza de artillería cayera en manos de los ingleses se la echó a la espalda, y eso que pesaba mil libras (unos 450 kilos). Valiente y decidido, recibió el título de ‘hombre más fuerte de América’. No es de extrañar que algunos eruditos e historiadores no duden en señalarlo como ‘el mejor soldado de la historia de Estados Unidos’, a pesar de que era portugués, ibérico. 

Diego García de Paredes, conocido como el Sansón de Extremadura, fue un soldado nacido a mediados del siglo XV que, según cuentan innumerables cronistas, historiadores y escritores, poseía una fuerza descomunal; al igual que el anterior, debía estar cerca de los dos metros con una constitución muy atlética, era ágil, incansable y extraordinariamente diestro con las armas. Pero además, a sus aptitudes físicas para el combate, añadía García de Paredes un carácter iracundo y rabioso cuando empezaba la lucha; tenía que ser digno de verse: el gigantón repartiendo espadazos (manejaba una enorme espada de dos manos), tajos, estocadas, puñetazos y golpes de todo tipo a diestro y siniestro, inagotable, insultando, amenazando, amedrentando…, no es de extrañar que supiera de él media Europa y en todas partes se temía su presencia, ya fuera en batalla o en el campo del honor. Participó en docenas de enfrentamientos bélicos, escaramuzas, asedios, peleas… y también se batió en muchos combates singulares. Jamás dio un paso atrás, jamás rehuyó la lucha aunque estuviera él contra muchos, al revés, la visión de un enemigo numeroso le estimulaba a arremeter. La relación de las principales hazañas del extremeño es interminable, algunas de ellas dignas de un verdadero superhéroe. Baste señalar que nada menos que Cervantes en El Quijote se hace lenguas sobre este Hércules. Evidentemente, un personaje de este jaez tiene su parte de leyenda, pero siendo tantos los que elogian sus cualidades físicas y sus hazañas… Cuando, una vez muerto, lo iban a lavar y amortajar, todos los presentes quedaron asombrados: ¡no había dos centímetros de su piel sin cicatriz! De Trujillo era.

María de Estrada fue una de la mujeres que acompañaron a Hernán Cortés en su pasmoso viaje; desgraciadamente, los cronistas de la época apenas dejaron constancia de las intrépidas españolas que acompañaron a sus maridos a la incierta aventura (“íbamos siempre temiendo que nos desbaratasen”, subraya Bernal Díaz del Castillo en su imprescindible obra). Una de ellas era María de Estrada. Cuenta el político e historiador mexicano Juan Miralles en su ‘Hernán Cortés, el inventor de México’, que todos los que allí estuvieron recordaban a María en una de las calzadas de salida de Tenochtitlán durante la huida de los españoles (La noche triste, junio 1520), armada de espada y rodela propinando estocadas como el más valiente de los soldados, de modo que en aquel episodio salvó a muchos españoles; además, en la batalla de Otumba (unos días después) también combatió, tal vez a caballo y lanza en ristre. La peripecia vital de María de Estrada es de película; al parecer quedó huérfana siendo niña y fue entregada a una familia de gitanos, quienes le adiestraron en el ‘arte de la esgrima’; fue condenada a muerte por estar implicada en más de una reyerta con víctimas, pero se salvó al aceptar embarcarse para América; llegó a Cuba, donde su expedición fue masacrada (en Matanzas) y apenas ella se salvó. Luego de la mencionada derrota española (La noche triste), incluso le afeó a Cortés que quisiera dejarla en retaguardia: “No está bien que mujeres españolas dejen a sus maridos yendo a la guerra. Donde ellos murieren moriremos nosotras”. ¡Qué arrestos tenía! María es la evidencia de que el valor, el coraje, la bravura, nada tienen que ver con el sexo de la persona.

¿No se merecen ensayos, novelas, películas? 

CARLOS DEL RIEGO

 

domingo, 7 de marzo de 2021

BILLY TIPTON, EL PIANISTA DE JAZZ QUE EN REALIDAD ERA DOROTHY LUCILLE

 

Billy Tipton Trio, con Billy al piano

Muchas son las mujeres que a lo largo de la historia se han vestido y actuado como hombres para conseguir su propósito (la Monja Alférez, la Dama de Arintero, las piratas Mary Read y Anne Bonny…). La pianista y saxofonista de jazz Dorothy Lucille Tipton decidió hacerse pasar por hombre cuando tenía unos veinte años, al comprobar que sólo siendo Billy podría dedicarse a la música, su verdadera pasión. Y no se descubrió su verdadero sexo hasta su muerte, cuando contaba 74 años

A comienzos de 1989, Billy Tipton, un veterano músico de jazz que se había pateado gran parte del circuito de pequeñas salas de EEUU, cayó fulminado en su autocaravana en Spokane, Washington. Su hijo William llamó rápidamente a una ambulancia para que atendieran a su padre; cuando los sanitarios le abrieron el pijama para intentar la reanimación se llevaron una enorme sorpresa, pues vieron que tenía pecho de mujer…, cosa que se confirmó al bajarle el pantalón. Los médicos le preguntaron a William si su padre se había sometido a un cambio de sexo, a lo que el joven respondió con una negativa y el asombro pintado en su cara.

Quienes lo conocían no daban crédito a la evidencia, Billy era en realidad Dorothy. Había tenido cinco esposas y adoptado tres hijos, además de  compartir carretera, camerino y escenario con docenas de hombres durante décadas. Tal vez fuera fácil engañar al público, pero tuvo que resultarle mucho más difícil que su entorno más cercano ni siquiera sospechara. Debió ser muy convincente, pues cuando las que fueron sus esposas, sus hijos y sus compañeros se enteraron de que Billy era Dorothy y siempre había sido mujer se quedaron con la boca abierta y sin habla.

Billy-Dorothy nació en Oklahoma en 1914 en una familia acomodada. Creció en Kansas City, donde estudió piano, órgano y saxo, demostrando gran talento y capacidad artística. Su pasión era la música, el jazz, por lo que intentó integrarse en alguna de las bandas que se formaban en el colegio, pero siempre se le negaba por ser Dorothy. Luego buscó trabajo en grupos y orquestas de jazz profesionales, pero la respuesta era siempre la misma: sólo hombres (había una excepción, la pianista de jazz y clásica Hazel Scott), pues existía una norma no escrita que primaba a los hombres, ya que se supone que ellos trabajaban y ellas quedaban en casa. Eran los años 30 del siglo XX.

Entonces, a mediados de esa década, Dorothy decidió probar suerte como Billy. Se vendó el pecho y se puso relleno (cuando alguna vez la venda quedaba al descubierto decía que se había roto las costillas en un accidente). Dado su talento no le fue difícil entrar en el grupo Banner Cavaliers, y lo más importante, obtuvo su tarjeta del sindicato y la Seguridad Social. En adelante sería siempre Billy Tipton, un gran músico. Y no le faltó trabajo, pues en los 30 y 40 del siglo XX, con el potente respaldo de la radio, el jazz sonaba en los escenarios de las ciudades y pueblos más recónditos de Estados Unidos.

Desde el primer momento observó y aprendió a imitar perfectamente los movimientos de hombre, ya fuera en escena o en el trato cotidiano con su familia y sus compañeros. Sólo así pudo mantener su secreto. Según las biografías que se han escrito, Tipton no pensaba que había nacido en un cuerpo equivocado ni era lesbiana; si a efectos legales y sociales se convirtió en hombre fue sólo con el propósito de dedicarse a la música.

Y Billy Tipton, músico de jazz, también flirteaba con chicas. Cuando tenía veinte años empezó a salir con una chica que había logrado éxitos en los concursos de baile (tan de moda entonces), Non Earl Harrell, 14 años mayor que Tipton y una estrella de la modalidad de baile maratón. Luego, con el paso de los años fue cambiando de pareja; June, cantante, una jovencísima camarera llamada Bety Cox, una prostituta llamada Marianne Catanach, y luego Kitty Kelly, una stripper conocida como ‘la Venus irlandesa’, con la que adoptó a sus tres hijos (John, Stuart y William). A finales de los sesenta se separó y se fue a vivir con sus hijos a una autocaravana.

Para no tener relaciones conyugales plenas con sus parejas decía que había sufrido un accidente que le había afectado al pecho y a los genitales, o que una enfermedad le impedía mantener relaciones sexuales; iba al baño solo cuando no había nadie e incluso logró un certificado médico para no enrolarse en el ejército, documento con el que justificaba su imposibilidad sexual. Sólo Cox afirmó haber mantenido una relación sexual completa (cómo lo haría es una incógnita, aunque se pueden suponer algunas posibilidades), e incluso declaró que jamás sospechó que Tipton fuese mujer.

A pesar de esa merma, sus mujeres decían que era amable y cariñoso, y que era capaz de “entrar en intimidad” sin que ellas sospecharan. Kelly lo recordaba como “una persona maravillosa, decente y honesta; era divertido y un gran ser humano, nos gustaba el mismo tipo de música, nos gustamos el uno al otro”. Y también desveló que “ahora sé que quería decírmelo, pero nunca se atrevió”. Según sus hijos, Tipton era un padre ideal al que le encantaba ir de campamento con ellos. William, quien vivía con él en el momento de su muerte, declaró: “Fue el único padre que conocí. Estuvo siempre junto a nosotros. Nunca trasnochó ni se emborrachó ni nos pegó. Teníamos una relación cercana, y como buenos amigos Íbamos al cine, salíamos a cenar o nos sentábamos a charlar. Nunca se me ocurrió pensar que era una mujer”. Incluso Kitty Kelly le reprochaba no ser más duro con sus hijos cuando iban llegando a la adolescencia y se volvían más rebeldes.

Tampoco sus compañeros de trabajo sospecharon…, excepto uno. En 1938, cuando empezó a tocar profesionalmente, compartió escenario con un bajista llamado Wayne Benson, que contó que “parecía un niño, no dije nada, pero siempre me pareció que tenía maneras de mujer, y llegué a convencerme de que era una mujer. Por eso, cuando murió y todo se desveló me sorprendió que nadie más se hubiera dado cuenta”. Sin embargo, otro de los que tocaron junto a Tipton se quedaron perplejos al conocer que Billy había nacido Dorothy; Kenny Richards, cantante y bajista, dijo que “no tenía ni idea de que Billy fuera mujer, no lo supe hasta que murió”.

A comienzos de los cincuenta formó su propio grupo, Billy Tipton Trio, con el que grabó dos álbumes en 1957; sonaban un poco como la banda de Benny Goodman e interpretaban muchos de los éxitos del momento. Los discos tuvieron buena acogida, de modo que les llamaron para tocar en un hotel  de modo estable, pero él rechazó la oferta ante el riesgo de que se descubriera su secreto. También trabajó como promotor y agente de otros músicos.

Desgraciadamente, al ocultar su sexo dejó de acudir al médico, de manera que al fallecer se supo que padecía artritis, enfisema y una úlcera gastro-duodenal que fue la causa de su muerte; ninguna de sus dolencias había sido tratada.

Sólo dos primas suyas estaban en el secreto desde el principio, pero nunca se fueron de la lengua. Por desgracia, Billy no contó nada ni dejó nada escrito.

CARLOS DEL RIEGO

 

miércoles, 3 de marzo de 2021

COMO LAS DROGAS, LA SUPERIORIDAD MORAL DEBE PRODUCIR SENSACIÓN DE BIENESTAR

 


Marieke ha renunciado a traducir a Amanda por no no ser negra ella

Por mucho asombro que hayan producido el buenismo o la corrección política extrema, siempre hay alguien capacitado para llevar la idiocia un paso más allá. Entre los últimos aspirantes a la obtención del récord mundial de la estupidez y la superioridad moral están un profesor de EE UU que reniega de los clásicos greco-romanos y una escritora holandesa que se niega a traducir a una poetisa negra por no ser negra ella misma

Sentirse moralmente superior debe producir un efecto parecido al de las drogas pues, al igual que éstas generan una supuesta sensación de bienestar, quien ve por todas partes racismo, supremacismo blanco heteropatrialcal o apropiación cultural se sentirá igual que el drogota que acaba de ‘ponerse’. Sí, señalar al prójimo para verse mejor a uno mismo debe ‘colocar’ lo suyo.

Una escritora holandesa llamada Marieke Lucas Rijneveld ha renunciado a traducir el poema que Amanda Grosman escribió y leyó durante la toma de posesión de Joe Biden. La razón es que ella, Marieke, y su editorial, recibieron insultos y amenazas a través de las redes sociales, además de artículos de prensa en que se hablaba de escándalo, porque, al no ser negra como Amanda, no tenía derecho a traducir sus textos. Marieke se convenció de que, efectivamente, no estaba legitimada para hacer ese trabajo y cedió, y  renunció. Lo más desconcertantes es que, si se piensa en profundidad, el verdadero acto de racismo es fijarse en el color de la piel del traductor para encargarle o no el trabajo. Los campeones de la impostura buenista que escribieron esos mensajes deben haber sentido un auténtico ‘subidón’ (como el de una buena ‘mercancía’) al sentirse respaldados por la asunción de culpa que, sin duda, habrá asaltado a Marieke. Esta joven escritora neerlandesa se declara de género ‘no binario’, es decir, no se siente ni mujer ni hombre, e incluso tiene intención de hacer desaparecer los pronombres personales de sus obras (luego irán los machistas sustantivos, y los racistas adjetivos...). Y eso que Amanda no se ha dicho nada sobre al color de la piel de quienes traduzcan sus escritos, o sea, los tiranos morales deciden y se ofenden por ella.

Un profesor de la Universidad de Princeton, EEUU, ha firmado un artículo en el que acusa a la cultura clásica de ser la cultura del hombre blanco, quien la ha utilizado para ejercer racismo, colonialismo, esclavitud, machismo, totalitarismo. Se llama Dan-el Padilla y acusa a Grecia y Roma de ser el origen del supremacismo blanco a lo largo de toda la Historia hasta llegar a hoy. Por un lado, el rostro pálido (¿se podrá utilizar este término o será apropiación cultural?) es el que ‘inventó’ la Filosofía y el Derecho, los Derechos Humanos y la Democracia; es decir, todo eso, que hoy conforma la base de todo, no surgió en culturas precolombinas americanas, ni asiáticas, ni africanas, ni oceánicas, sino en el entorno del perverso y supremacista hombre blanco heteropatriarcal, y si no hubieran existido Grecia y Roma, si los avances en pensamiento, derechos y libertades hubieran dependido de las culturas africanas, asiáticas… todo estaría muchísimo más retrasado.

Por otro lado, Dan-el Padilla se ha sentido superior a los autores clásicos, tanto que seguramente estará plenamente convencido de que en caso de haber estado él allí lo hubiera hecho todo mucho más democrático, antimachista e igualitario; sin embargo no es más que un mediocre tratando de subirse a los hombros de los auténticos genios (tal cosa había que ser para pensar todo lo que ellos pensaron sin tener ninguna referencia previa). Alguien debería recordarle a este buen señor que cuando se mira al pasado siempre se ve una imagen distorsionada, puesto que jamás podrá sentirse hoy lo que sentía la gente que vivió hace quinientos, mil o dos mil años, la persona del siglo XXI nunca podrá integrarse en aquellos contextos ni comprender cómo se afrontaban aquellas circunstancias. Hay que ser ignorante o ególatra para atreverse a juzgar, condenar o tratar de corregir el pasado. El profesor ha debido experimentar un éxtasis, un clímax, al comprobar el ruido que ha metido, ha debido sentirse como el drogota que acaba de ‘meterse’.

Ya se han censurado películas, así que pronto empezarán a corregirse libros (como han hecho con Agatha Christie) o incluso a quemarlos (como en la película ‘Farenheit 451’), acusándolos de machistas y racistas; e igualmente se censurarán pinturas con imágenes heteropatriarcales.

Cada vez se confirma más inequívocamente que la corrección política, el puritanismo cultural, mental e ideológico conducen a la estrechez intelectual y espiritual, así como a la total esterilidad creativa.

CARLOS DEL RIEGO