miércoles, 23 de junio de 2021

LO QUE BOLÍVAR PENSABA DE LOS INDIOS Y EL EXTERMINIO DE LOS PASTUSOS QUE ÉL ORDENÓ

 


El recuerdo de la masacre de la Navidad negra permanece en tierras de Pasto

Vuelven a producirse ataques contra estatuas y otros símbolos de la presencia española en América, los más recientes en Colombia y México (curiosamente no reniegan de las universidades, hospitales o catedrales construidas en tiempos de virreinato). Y casi siempre esa furia indigenista tiene a Simón Bolívar como héroe, como deidad cuyo dogma no se cuestiona. Sin embargo, ‘El libertador’ detestaba profundamente a los indios, como demuestran sus cartas y episodios como el llamado la ‘Navidad negra’.   

Seguramente el personaje histórico más conocido y con mejor posición en el imaginario colectivo de Sudamérica es Simón Bolívar, cuyo nombre se toma frecuentemente como máxima referencia ideológica indigenista y antiespañola. Pero el propio Bolívar en sus cartas deja bien claro qué concepto tenía de los indios, y la Historia muestra los modos del ‘Libertador’, como sucedió el 24 de diciembre de 1822.

Cuando ya había terminado la guerra contra España, Bolívar mantuvo correspondencia frecuente con sus amigos ingleses. En una de esas cartas dice textualmente: “De todos los países, es tal vez Sudamérica (sic) el menos a propósito para los gobiernos republicanos, porque su población la forman indios y negros, más ignorantes que la raza vil de los españoles, de la que acabamos de emanciparnos». En otras califica a los indios de “… ladrones, ignorantes y embusteros, faltos de principios morales que pudieran guiarlos. Necesitaban que otros gobernaran y decidieran por ellos”. Es contradictorio y servil que los descendientes de aquellos “ladrones, ignorantes y embusteros” veneren a quien tanto los despreciaba.

Pero Bolívar no se quedó en las palabras. Los habitantes de Pasto (hoy región de Colombia) se mantenían fieles a España incluso cuando ya había terminado la guerra. Así, los guerrilleros pastusos causaron durante todo 1822 varias derrotas y daños a las tropas criollas. Entonces, Bolívar declaró una “guerra a muerte” a la ciudad de Pasto. En ese contexto emerge  uno de los héroes de la región, el líder hispanista indio Agustín Agualongo, aun hoy recordado con admiración y respetado por negros, indígenas y mestizos de aquella zona.

Según el especialista Felipe Arias: “En aquel conflicto hubo comunidades indígenas tanto realistas como independentistas, al igual que pasaba con los americanos, los criollos, los negros y los mestizos. En Pasto se sostiene una oposición a la independencia porque implicaba la desaparición de una monarquía que protegía sus propiedades colectivas frente a los abusos históricos cometidos por los terratenientes criollos que simpatizaban con la república". O sea, muchos indios vieron que, al contrario que las nuevas constituciones, las leyes españolas los protegían contra los poderosos locales.

En una carta a Francisco de Paula Santander, Bolívar se lo dijo bien claro: “Porque ha de saber usted que los pastusos (…) son los demonios más demonios que han salido de los infiernos. Los pastusos deben ser aniquilados y sus mujeres e hijos transportados a otra parte, dando aquel país a una colonia militar. De otro modo Colombia se acordará de los pastusos cuando haya el menor alboroto, aun cuando sea de aquí a cien años, porque jamás se olvidarán de nuestros estragos, aunque demasiados merecidos”. Era y es la ideología bolivariana: exterminio del desafecto.  

Así, el 24 de diciembre de 1822, las tropas del general Antonio José de Sucre, cumpliendo al pie de la letra las órdenes del libertador, perpetraron el exterminio de la población de Pasto en un episodio conocido como la ‘Navidad negra’. Al poco de empezar la batalla, los pastusos se rindieron en masa, pero los soldados bolivarianos no tuvieron compasión, pues la orden era “guerra a muerte”. Según un programa emitido en Colombia en 1970 bajo el título de ‘Colombia ayer, Colombia hoy’, “Se vengaron implacablemente. Unos rendidos, otros heridos, todos fueron muertos. Familias enteras desaparecieron. Penetraron a caballo a la iglesia de San Francisco y ultimaron a todos los asilados, incluyendo mujeres y niños". Casi medio millar cayó en las primeras arremetidas. Luego, más de mil pastusos fueron reclutados obligatoriamente y destinados a Perú y Ecuador. En palabras de Bolívar: “Los hombres que no se presenten para ser expulsados serán fusilados, y los que se presenten serán expulsados”.

Los excesos, violencias y reclutamientos forzosos continuaron en la zona durante años. La intención era despoblar totalmente la ciudad y la región y que el vergonzoso episodio de la ‘Navidad negra’ fuera olvidado; sin embargo, ese recuerdo colectivo no sólo no se olvida sino que se refuerza con el tiempo.

Aun así, gran parte de la población de Sudamérica, incluyendo los indígenas, seguirá teniendo a Simón Bolívar como el gran libertador de los indios.

CARLOS DEL RIEGO

 

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