En junio de 1962 se presentaba en vivo un nuevo grupo de
melenudos (característica que llamaba más la atención a la sociedad que su
‘música ratonera’, como era calificada mayoritariamente), The Rolling Stones, que
pronto iba a ser visto como el antagonista del cuarteto de Liverpool, pues a
diferencia de éstos, el nuevo quinteto aportaba textos más calientes, sonido
más sucio y postura mucho más arrogante. Hoy, la banda de los aparentemente
indestructibles Jagger y Richards conmemora esas cinco décadas de música y
escándalo, de canciones imperecederas, de altos y bajos, idas y venidas, de peleas
y reconciliaciones, como cualquier relación o persona que alcanza tan redonda
cifra. Y para celebrarla, los sempiternos lanzan una gran recopilación con tres
discos, 48 enormes canciones y un par de estrenos, todo con el sorprendente
título de ‘GRRR!’
Para empezar, esas cuatro docenas de títulos han sido
seleccionados y publicados en infinidad de ocasiones por los más diversos
motivos y formatos (en estudio, en directo, en acústico, a dúo, con invitados…), por lo que hay que preguntarse si
compendiarlas otra vez era lo que tal aniversario merecía.
Cada uno de los discos viene a reflejar una época de la
banda, de modo que el primero contiene maravillas de los primeros años como
‘Have you seen you mother baby’ o ‘Ruby Tuesday’, junto a otras quince piezas
absolutamente imprescindibles; el segundo cd, lo mismo, delicias de madurez como
‘Happy’ (Richards a la voz solista) o ‘She´s a rainbow’ al lado de emblemáticas
melodías y riffs de guitarra, estribillos históricos y títulos que han excedido
las fronteras de la música rock; la tercera ‘cara’ de este álbum monumental
muestra las otras facetas de la banda con temas tan grandes como los anteriores
pero con ánimos y ritmos mucho más calientes y cadenciosos, como en ‘Miss you’
o ‘Harlem shuffle’, además de las dos novedades.
La primera de éstas, ‘Doom & gloom’ (‘Destino y
penumbra’) responde a lo que se espera de los Stones, sonido sucio, rythm &
blues de barra y la habitual voz exaltada y chulesca en tono desafiante del
viejo Jagger; hay algún matiz especial en el tratamiento de una de las
guitarras, pero el tío Keith es ya muy viejo para cambiar. La segunda se titula
‘One more shot’ (‘Un tiro más’), que tampoco se sale del guión más rollingstoniano, tal vez más que la
otra, pero le falta gancho, fuerza. Son dos composiciones que hubieran pasado
desapercibidas en cualquier disco, de hecho, de no ser nuevas, desde luego que
estas dos canciones no estarían en una reunión de clásicos del rock y el rythm
como la presente. Por cierto, puestos a sacar punta a todo, a muchos de los que
siguen al grupo casi desde el comienzo les pueden faltar monumentos del género
como ‘Bitch’, ‘Dead flowers’…
TAMBIÉN EN TAMTAM PRESS |
CARLOS DEl RIEGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario