¿Debe exigirse a los indios el cumplimiento de los Derechos Humanos o permitir que vivan al margen de cualquier derecho? |
Con el apoyo de los diversos gobiernos, ya sean cómplices
activos o mirando hacia otro lado, los indios de la cuenca amazónica están
viendo cómo sus poblaciones son expulsadas, acorraladas y, finalmente,
diezmadas. Empresas de todo tipo (petroleras, madereras, mineras…) ven a los
indígenas como si no fueran más que otros animales de la selva, y los matan con
tanto pesar y remordimiento como quien caza. Así las cosas, los directivos de
aquellas exigiendo resultados a toda costa, los operarios actuando sobre el
terreno con toda la crueldad del mundo, los políticos que aceptan expolios y
asesinatos a cambio de financiación y soborno…, son algunos de los culpables de
una situación de acorralamiento que sufren organizaciones tribales en
Sudamérica y África.
El problema principal es que los empresarios cuentan con experimentados
gabinetes jurídicos especializados que, usando infinitas tretas legales y
aprovechando puntos oscuros y recovecos de la ley, van presentando proyectos a
los gobiernos, los cuales aceptarán esas propuestas bajo ese inmenso,
arbitrario y difuso paraguas llamado ‘beneficio para la sociedad’, que en realidad
quiere decir beneficio para la empresa, para el político y para su partido. Y
por el contrario, los indios están incorporados a la naturaleza, de modo que
jamás podrían competir en los tribunales contra aquellos equipos de abogados,
con lo que su defensa queda en manos de la buena voluntad de los gobiernos (¿?)
y en las asociaciones de voluntarios, que harán lo que puedan, lo cual será
poco si enfrente tienen enormes grupos empresariales y el poder de un gobierno.
Los territorios que ocupan desde hace muchos siglos los
nativos han de ser legalmente suyos, pero claro, no tienen escrituras de
propiedad ni ningún documento que acredite ante el juez que ellos son los
legítimos propietarios, con lo que están jurídicamente desamparados. ¿Sería
aconsejable ofrecer a los aborígenes educación académica?, ¿la aceptarían?,
¿tienen derecho los niños de las tribus a ser escolarizados?, si las respuestas
fueran afirmativas su cultura estaría condenada, y de ser negativas estaría
condenada su cultura y ellos mismos. Asimismo, se sabe que se producen
violentísimos enfrentamientos entre diferentes tribus (con asesinatos,
secuestros…), por lo que cabe la cuestión ¿hay que exigirles el cumplimiento de
los Derechos Humanos? No están incorporados a la cultura del siglo XXI, es decir,
nada saben de democracia, leyes, igualdad, derechos…, por lo que actúan al
margen de lo que se exige en las sociedades avanzadas, sin embargo, la
Declaración de los Derechos Humanos especifica clarísimamente que todos los
hombres tienen idénticos derechos, y por tanto las mismas obligaciones, así que
¿los naturales de tribus primitivas y los que viven de, por y en la naturaleza
están exentos de derechos como la educación? Y una más, si un grupo de
occidentales en aquellas latitudes ven a varios indios matando a otros,
¿deberían intervenir y tratar de detener la pelea y defender al débil?, o por
el contrario ¿han de evitar inmiscuirse y dejar que la matanza siga su curso
como si de leones y cebras se tratara? ¿y si esa escena se produce en una
ciudad europea?
En principio se tiende a pensar que lo ideal es dejarlos
vivir según sus modos y costumbres aunque muchas de sus conductas fueran
castigadas si se realizaran en una ciudad, se prefiere creer que es mejor no
alterar su vida y permitir que continúen en el Paleolítico; pero un día llegarán
los empresarios y sus abogados tras haber ‘convencido’ al poder político y
aquellos estarán indefensos, sin más ayuda que la de voluntarios y oenegés. Y
la realidad es esta, múltiples tribus, etnias e indios de diversas partes de
Sudamérica son agredidos a diario por los mercenarios al servicio de grandes
multinacionales sin que apenas haya quien levante la voz por ellos.
Si la tendencia se mantiene, en pocos años los nativos que
vivan en lugares interesantes para la industria (la que sea) serán exterminados
o, como mínimo, expulsados, con lo que su cultura se perderá y ellos serán
fagocitados por la sociedad. Pero si adquieren formación suficiente para
defenderse, en pocos años habrán sido absorbidos por las naciones y las
ciudades, con lo que su cultura se perderá. Sea como sea, el futuro de aquellas
sociedades primitivas tiene los días contados.
CARLOS DEL RIEGO
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