¿Por qué uno es hincha de un equipo de fútbol mientras su
hermano, amigo, esposa, padre o madre lo es del equipo rival? Pues porque se
trata de una decisión siempre irracional, ya que no hay motivo que explique
dichos favoritismos que, generalmente, se adquieren en la infancia y no se
abandonan jamás. En este sentido, en cierta ocasión el legendario ex futbolista
Alfredo Di Stéfano explicaba que una persona puede cambiar de nacionalidad, de
esposa o marido, de partido o ideología política, de religión…, pero de equipo
de fútbol no, eso no se ha producido jamás. Y es por esa irrompible devoción que
se producen los enfrentamientos, las antipatías de los adictos al Real Madrid
para con todo lo que tenga que ver con el FC Barcelona, y viceversa. No hay más
explicación, no hay más razones ni causas. Del mismo modo que no se puede
convencer a un creyente para que abandone la religión y se pase con armas y
bagajes al bando de la ciencia (y viceversa) pues ésta puede demostrar y
aquella no, no se puede tratar de que el incondicional de un equipo se pase a
otro con razones como que éste gana más títulos, tiene historia más brillante o
juega más bonito. Una vez fijada la preferencia no hay vuelta atrás y no hay
razonamientos que valgan.
Sin embargo, en realidad, FCB y RM se necesitan el uno al
otro más que ninguna otra cosa, pues todo aquel (equipo o individuo) que se
dispone a la lucha necesita un rival, un contrario, alguien con quien disputar,
y no es lo mismo que el enemigo esté siempre (o casi) a la altura y capaz de
combatir con armas y potencia similar, que luchar casi con la certeza del
triunfo. En una palabra, todo el que salta a la palestra necesita, por encima
de todo, a su propio némesis, un contrincante que siempre esté dispuesto para
el combate, deseoso de que empiece la contienda. Así el Barça tiene al Madrid y
éste a aquel, y si faltara uno, el otro estaría incompleto, quedaría como un
torero que en vez de toro se enfrenta a oveja. Y es que, realmente no tienen
otro rival; sí, pueden perder casi en cualquier cancha española, y en Europa
son varios los que están a la altura competitiva de ambos, pero serán
competidores ocasionales; de hecho, ningún hincha del equipo catalán como
ninguno del castellano, prefiere derrotar, humillar a nadie antes que al eterno
enemigo. Y por eso se puede afirmar que lo más necesario para el Barça es el
Madrid y al revés. ¿Algún aficionado al fútbol se imagina una liga española sin
uno de los dos?, ¿una competición dominada por el mismo en nueve de cada diez
ediciones? No, ambos son imprescindibles, y de esa guerra permanente se
benefician todos los que están alrededor.
Pero esa incondicionalidad, ese amor eterno e irracional por
encima de todo, se encarga de emborronar la realidad, de distorsionar el hecho,
de ver una mota de polvo en el ojo ajeno y no ser consciente de los raíles en
el propio. Por ejemplo, si Mourinho fuera el entrenador del Barça (cosa que
estuvo a punto de suceder) y hubiera repetido en Barcelona toda su trayectoria
madrileña, los fans del Real Madrid se quedarían sin adjetivos para calificar
los actos del portugués; e igualmente, si aquel vergonzoso momento en que un
merluzo lanzó una cabeza de cerdo en la cancha del Barça se hubiera producido
en la del Madrid, los culés hubieran puesto el grito en el cielo.
En fin, esos amores viscerales e irracionales aumentan y
disminuyen la importancia del hecho en función de quién lo realiza y quién lo
valora, de modo que una buena forma de acercarse a la realidad es ponerse en el
lugar del otro y preguntarse lo que uno pensaría si fuera el otro ante la misma
cuestión. Pero claro, no sería fan del Madrid quien fuera capaz de ponerse en
la piel de uno del Barça. Y viceversa.
CARLOS DEL RIEGO
Siempre he sido muy cule, y de la misma manera o mas, antimadridista, pero de un tiempo a esta parte, todo lo que envuelve al futbol moderno, me produce astio, desidia, y una cierta rabia, que solo puedo combatir, animando por encima de todo al equipo que sin duda mas me emociona.....
ResponderEliminarCULTURAL Y DEPORTIVA LEONESA.
Felicidades por el articulo.
Manolo Volkscooter