Reconstrucción del australopiteco (a partir de huesos fósiles), que tenía más cerebro y era mucho más parecido a nosotros que el chimpancé de hoy, y aun así, era incapaz de fabricar. |
Tan diferente como que el supuesto prodigio es más falso que
un político en campaña. Publicada en el diario español El Mundo (23-8-12),
incluye un vídeo en el que sólo se ve a los bonobos manipulando una serie de
objetos; un par de veces se les ve golpeando piedra contra piedra, y el resto
haciendo movimientos totalmente ineficaces que sugieren que de ninguna forma
pudieron acceder a la comida que contienen los troncos; de hecho, sólo se les ve
llegar a la comida tras golpear el tronco con un pedrusco intacto y tras cavar
en el suelo con otro. El vídeo tiene infinitos cortes que impiden contemplar
todo el proceso, lo que lo vuelve sospechoso. Sea como sea, contrariamente a lo
que dice el texto de la noticia (que parece escrito por un inexperto en el
tema), ningún chimpancé de ese vídeo fabrica nada, sino que se limita a
utilizar lo que está a su alcance, de hecho, sólo dos veces se les ve (sin que
la grabación haga hincapié en ninguno de esos cruciales momentos) haciendo algo
remotamente parecido a lo que hicieron nuestros antepasados hace más de dos
millones de años, pero sólo parecido, pues está claro que se les ha enseñado a
golpear las piedras. De hecho, queda patente que esos movimientos de los simios
han sido largamente entrenados, son gestos aprendidos durante muchos años al
lado de hombres y, sin duda, condicionados por la esperanza de una recompensa…,
como el caballo que recibe su terrón de azúcar tras realizar el brinco
aprendido, como los elefantes del circo y otros animales amaestrados. En fin,
no hay nada mínimamente novedoso en el susodicho vídeo, y mucho menos algo
parecido a lo que es fabricar una herramienta usando otra herramienta.
No hay que olvidar que hay muchos animales que usan lo que
tienen alrededor para conseguir comida. Los quebrantahuesos toman piedras que
lanzan contra el hueso para romperlo y comer el tuétano. Hay cuervos en Tokio
que cogen nueces y las sueltan en la calzada para que los coches rompan las
duras cáscaras; y no bajan a por su botín hasta que el semáforo les permite
tomar tierra y comer; todo ello no muestra otra cosa más que el oportunismo de
los cuervos, que cuando se trata de comer aprovechan cualquier situación. El
pinzón de las Galápagos desbroza ramitas con las que extraer gusanos del
interior de los troncos de los árboles. Los chimpancés en la naturaleza rompen
la cáscara de la nuez con una piedra (seguro que es un gesto que vieron hacer
muchas veces a los hombres) y las crías lo ven y tratan de imitar a los
adultos; no hay que olvidar que los simios son excelentes imitadores de
maniobras humanas por la similar disposición anatómica de las extremidades. Por
otra parte, parece mucho más meritoria la construcción del nido (algunos muy
complicados) que realizan muchas aves, así como los termiteros y hormigueros,
las trampas (no telarañas) que construyen algunas especies de arañas o los
panales tan perfectos de las abejas. En el reino animal abundan los ejemplos.
Pero ninguna de esas habilidades supone ni inteligencia ni fabricación, sino
sólo instinto y, en algún caso, movimientos aprendidos por imitación.
Dicen los prehistoriadotes que un australopiteco, que fue el
antecesor inmediato del primer espécimen del género homo, el Homo Habilis,
tenía que ser mucho más inteligente (si sirve el término) que un chimpancé de
hoy. Sin embargo, en las excavaciones del este y el sur de África, ningún fósil
de australopiteco (en sus diversas subespecies) tiene asociada ninguna
herramienta, ningún utensilio de piedra; pero en estratos de menor antigüedad
(o sea, situados encima de donde se han hallado los fósiles de australopiteco)
aparecen siempre rudimentarias herramientas de piedra, algunas con apenas dos o
tres golpes para conseguir un filo. Si el australopiteco, que ya caminaba
siempre erguido y su anatomía era mucho más parecida a la nuestra que la de los
simios actuales, y si tenía más cerebro que el chimpancé pero era incapaz de
fabricar…, resulta difícil de tragar la noticia en cuestión y otras que,
periódicamente, lanzan investigadores de dudoso mérito.
CARLOS DEL RIEGO
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