Ensenada luciendo sus condecoraciones |
A pesar de que pueda dejar boquiabierto a
más de uno, se puede afirmar que, a lo largo de su Historia, España sí ha
contado con algún político responsable, eficaz, trabajador, honesto... Ahora
que la mayoría de los políticos se dedican a medrar, a labrarse una carrera, a
buscar su beneficio y el de su partido, a viajar por siempre en el carro de los
privilegios, hay que recordar a quien hizo todo lo contrario: buscar el bien
común, el bien del país y sus habitantes. Es el caso de Zenón de Somodevilla y
Bengoechea, el marqués de la
Ensenada (1702-1781), que trabajó para tres de los cuatro reyes
de España del siglo XVIII, ocupando los cargos más importantes y llevando a
cabo infinidad de reformas y mejoras que abarcaron desde la Hacienda hasta la Astronomía.
Anteponiendo siempre lo más práctico, Ensenada no quiso
derribar la casa vieja hasta tener construida la nueva, es decir, sus planes,
sus reformas, siempre fueron ideadas desde lo posible, no desde lo ambicioso y
a la vez inalcanzable. No necesitó destruir todo lo viejo para construir todo
lo nuevo.
Dicen las crónicas que era inagotable,
tremendamente vitalista, con una capacidad de trabajo extraordinaria (se
acostaba tarde y se levantaba muy temprano), dotado de una enorme
autoexigencia, muy metódico (sus horarios eran estrictos y los cumplía a
rajatabla), muy inteligente (siempre estaba analizando la situación para buscar
la mejor solución), muy patriota y deseoso de “contar con un ejército y una
marina decentes para que España no sea subordinada de la Francia en tierra y la Inglaterra en el mar”,
culto y siempre pensando en el bien común. Baste señalar que afirmaba que no
pensaba en sí mismo porque tenía muchas otras cosas en que pensar, y por el
mismo motivo jamás se casó ni tuvo hijos. Durante el reinado de Fernando VI,
dicen que éste apenas tenía tiempo de leer y revisar todos los proyectos que
presentaba el inagotable secretario (cargo equivalente a ministro). También
estaba entre sus planes “estar en paz con todos y en guerra con nadie”.
Tal vez su obra más conocida sea el
Catastro de Ensenada, que fue algo así como un registro de todas las
propiedades y propietarios del reino con el fin de recaudar impuestos de modo mucho
más justo; es un trabajo estadístico e histórico monumental que, con el tiempo,
se ha convertido en imprescindible documento de aquella España; en ese sentido también
cambió leyes para quitar privilegios a la nobleza. Desgraciadamente, la
oposición de ésta impidió que estas dos leyes reformadoras de Ensenada fueran
ejecutadas en su totalidad. Sí se llevaron a cabo infinidad de reformas por él
ideadas, que abarcaban terrenos tan dispares como obras y bosques, agricultura,
nuevos tipos de impuestos (mucho más justos, proporcionados, eficaces),
navegación fluvial y marítima, carreteras y urbanismo, hidrología (creó el
Canal de Castilla)..., asimismo puso en marcha fábricas en varios puntos de
España, se preocupó por fundar un archivo histórico, por la difusión de obras
literarias en lenguas clásicas, favoreció el comercio con América eliminando el
monopolio y vigilando el fraude (los beneficios se dispararon)... Creó la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando, ideó y puso en marcha el Giro Real, antecedente del Banco de
San Carlos, que fue un soplo de aire para la economía española... También llevo
a cabo un ingente trabajo en terrenos como la Justicia , defensa, costas... Instituyó la Academia de Medicina y el
Observatorio Astronómico.
Astutamente, realizó intercambios de
científicos y gentes ilustradas con otros reinos y naciones europeas, invitó a
estudiosos y especialistas, e incluso envió algo así como espías a otros países
para que observaran las novedades tecnológicas (en navegación, técnica,
ingeniería, armamento...) y le presentaran un informe. Y en el colmo de la
audacia, mandó a Inglaterra a un agente (experto en la materia) con la misión
de enterarse de todas las mejoras y adelantos que en el campo de la navegación
disfrutaban los barcos y astilleros ingleses para aplicarlos inmediatamente a
los navíos españoles.
El Catastro de Ensenada buscaba una fiscalidad más justa |
En el terreno militar también destacó
enormemente, hasta ser considerado peligroso por el gobierno inglés. Puso en
marcha arsenales y astilleros, de modo que en poco tiempo España consiguió una
flota muy potente, capaz de plantar cara a los ingleses.
Por si fuera poco, Ensenada logró que el
centro de poder de toda Europa se situase en Madrid, donde los embajadores de
todo el continente trabajaban a destajo. Asimismo, conocía todos los entresijos
que pudieran afectar a España tanto en el terreno militar como en el político o
el económico.
Por todo ello, por ese caudal de
proyectos, por esa cascada de realidades con que Ensenada mejoró notablemente
España, los ingleses hicieron todo lo posible para que fuera destituido, y así,
el embajador inglés Benjamin Keene (junto a nobles y políticos españoles) urdió
una intriga que llevó finalmente a su destitución (se le encontraron unos
planes para atacar colonias inglesas de los que no tenía conocimiento el rey,
pero que no eran más que eso, planes). De este modo, Keene escribió a sus
superiores en tono de alivio “España no construirá más barcos”, lo que le valió
una condecoración de su gobierno. Si la grandeza de una persona se mide por el
poder de sus enemigos, el marqués de la Ensenada fue muy, muy grande, pues su principal
enemigo era nada menos que Inglaterra.
Como puede verse (la enumeración de sus
méritos ha de ser esquemática, pues de lo contrario se necesitarían cientos de
páginas), sí ha habido buenos políticos, buenos gobernantes en España, lo que
quiere decir que lo importante es la persona, no el partido, la ideología, las
tendencias y preferencias, los credos o la forma de pensar. Si el gobernante es
honrado, eficaz, trabajador e inteligente y antepone el beneficio del país a
todo lo demás, el resultado será indiscutible. Pero por eso abundan tan poco en
nuestra historia personajes de esta talla. Y es que sería difícil encontrar mil
políticos españoles que, entre todos, pudieran presentar tantos méritos.
Pero a pesar de su valía y eficacia, el
riojano Zenón de Somodevilla también tiene su cara oscura, y no es otra que la
llamada Prisión General de Gitanos o Gran Redada (1749). Ideada por el Obispo
de Toledo y aprobada por Fernando VI, fue ejecutada por Ensenada. A través de una
ley se detuvo a unos 10.000 gitanos, de los que los mayores de siete años
fueron enviados a astilleros y arsenales para trabajo forzoso, mientras que los
menores y las mujeres fueron obligados a trabajos de todo tipo en cárceles y
fábricas. Ya desde el principio hubo mucha confusión, con recursos y juicios con
resultados contradictorios, con detenciones en un lugar y puestas en libertad
en otro... La ley se derogó 14 años más tarde y provocó infinidad de problemas
judiciales, de reubicación, de asimilación... A pesar de que este tipo de
persecución se había promulgado y ejecutado muchas otras veces, aun no se ha
aclarado de forma definitiva y concluyente el por qué de esta operación y por
qué tomó parte un ilustrado de la categoría de Ensenada. Hasta los hombres más
eminentes tienen cadáveres en el armario.
En un último acto de generosidad, en su
testamento, dejó casi todo a beneficencia y a instituciones públicas. ¿Alguien
sería capaz de mencionar a un político que haya hecho tanto por España en los
últimos quinientos años?
Carlosdelriego.
Te equivocas. El mejor político fue Floridablanca.
ResponderEliminarAunque el conde de Floridablanca tiene méritos indiscutibles, el caudal aportado por Ensenada no tiene parangón en la historia de España. A Moñino hay que reconocerle su patriotismo, su aportación a la independencia de USA, la recuperación de Menorca (aunque lo intentó no logró recupera Gibraltar) o su labor diplomática en diversos centros de poder, pero su acción estuvo más en el plano político que en el del trabajo eficaz contra los problemas más acuciantes. Admito tu discrepancia pero me reitero: ninguno como Ensenada. Saludos, muchas gracias.
EliminarCarlos del Riego.
Estoy deacuerdo, Floridablanca fue muy buen politico pero con un exceso de prudencia, evitando cabrear a GB y Francia, pero Ensenada realmente hizo que España, la cual ya era una potencia de segundo orden, fuera incluso temida de nuevo en Europa.
ResponderEliminarLástima que su ejemplo no cunda, que sea una excepción. Gracias. Saludos
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