Muchas de las canciones de aquellos días 'beatlelianos' mantienen su encanto aunque ya sean cincuentonas. |
No se trata tanto de comparar como de contrastar, de
comprobar cómo las canciones que tuvieron repercusión hacia 1966 mantienen su
chispa a pesar del tiempo transcurrido, mientras que las de la era informática
parecen destinadas a un pronto olvido. El caso es que todas aquellas muestran
esos rasgos propios de los sesenta del XX, pero contienen tanto talento, tanto
atractivo, que jamás han dejado de sonar y jamás han dejado de gustar; en
definitiva, se han convertido en clásicos, en obras que no pierden su encanto
ni su capacidad de seducción por más años que pasen. Por tanto, algo deben
tener. Se puede hacer un paralelismo con lo que es número uno hoy (V-2016) y
tratar de adivinar si alguno de los superventas que circulan por los canales
físicos o virtuales seguirá ‘vivo’ dentro de cinco décadas, o sea, si alguno de
los hits de los años diez del XXI será considerado todo un clásico hacia 2066.
¿A alguien se le ocurre alguna pieza de los corrientes que pueda lograr tal
cosa?
Lógicamente, cada época es diferente y tiene sus
circunstancias específicas; por ejemplo, en los sesenta la reproducción de
música era aún algo bastante novedoso y en casa apenas tenía otra competencia
que la radio; por ello se le prestaba mucha atención a los nuevos ritmos. A día
de hoy las posibilidades son tantas que lo de escuchar canciones es sólo otra
opción más, con lo que queda muy en segundo plano. Asimismo, entonces había que
ir inventando sobre la marcha y tirar de ingenio e imaginación, mientras que en
la actualidad casi todo está planificado, estudiado, canalizado, quedando menos
espacio para la inspiración; tal vez a causa de ello, los títulos que logran
gran difusión son más vulgares, de modo que el número uno apenas tiene
recorrido. Por eso, las listas están plagadas de música de usar y tirar,
títulos de consumo tan fácil como fáciles de olvidar y sustituir, como si
fueran pañuelos de papel o chicles…, en fin, se diría que son canciones con
obsolescencia programada.
Cincuenta años atrás (por más que suene a nostalgia)
las que llegaban a la cima de las listas tenían tanta chicha que podían
perdurar (un poco como los automóviles, que estaban fabricados para resistir),
como así ha sido. Todas estas mantienen el lustre y una preciosa pátina que
atrapa generación tras generación. Eran los tiempos dorados de los Beatles, que
se sucedían a sí mismos en el número uno; así, aunque es innecesario volver a
enumerar todas aquellas melodías ya convertidas en emblemas de la cultura de la
segunda mitad del XX, se pueden señalar como representativas ‘Help, ‘Yesterday’
o ‘A hard day´s night’, exitazos en su momento que, ya cincuentonas, suenan a
diario y las tararean desde adolescentes a setentones; ¿puede señalarse alguna
del presente siglo con hechizo parecido?... Los máximos competidores de los de
Liverpool, los Stones (que iban un poco a rebufo), también dieron entonces lo
mejor de sí mismos, con una espléndida colección de discos entre los que hay
poderosos riffs que causan ‘Satisfaction’, o inspiradas creaciones como ‘Paint
it black’; ¿qué superventas de la última década tiene tanto carácter como para
compararse a esas?
Pero hay muchas más en torno a aquel lejano 66 que
no sólo no se ven viejas o antiguas, sino que todavía tienen más enjundia que
cualquier cosa que se produzca ahora. Así, resulta imposible no sumarse a voz
en grito al estribillo del ‘California dreamin´’ de The Mamas & the Papas, ya
se tengan 16 ó 61. Algo parecido sucede cuando empieza a sonar otro hit de
entonces: la preciosa melodía del ‘Sounds of silence’ de Simon & Garfunkel,
cuya capacidad evocadora capta totalmente la atención de quien la escucha. Otro
título que no pierde vigor aunque ya ha superado la cincuentena es el ‘The
loco-motion’, que ha sido enorme éxito en tres décadas sucesivas con tres
arreglos diferentes. Con más de medio siglo de vida pueden recordarse muchos
otros títulos que no sólo no pierden carisma, sino que parecen crecer con los
años: el ‘Reach out’ de Four Tops, las ‘Buenas vibraciones’ de los Beach Boys,
la poderosa actualización que los Animals hicieron de ‘La casa del sol
naciente’, el comercial pero eficaz ‘I´m a beliver’ de The Monkees (escrito por
Neil Diamond), el enamoradizo ‘When a man loves a woman’ de Percy Sledge…,hasta
el seminal ‘Wild thing’ de The Troggs se presenta oportuno en cualquier lugar y
momento.
Todos esos son títulos (y son sólo una muestra)
alcanzaron la cumbre de las listas hace ya más de cinco décadas, sin embargo,
son temas tan lúcidos, tan lógicos, tan bien concebidos y ejecutados que no
pierden un ápice de vigencia, de modo que se incrustan una y otra vez en el
gusto de cada momento por más tiempo que pase. De todas las que han sido éxito
en los últimos cuatro o cinco lustros, ¿cuántas están destinadas a perdurar?,
¿cuántas tendrán dentro de medio siglo el estatus de clásicos?
Decididamente, esta comparación es odiosa.
CARLOS DEL RIEGO