miércoles, 30 de agosto de 2017

ESCENAS DE TEATRO DEL ABSURDO EN CATALUÑA. Resulta difícil entender cómo tantos catalanes han accedido a subirse a un escenario tan surrealista como el que se ve hoy en esa región. Un ejemplo perfecto del absurdo que no teme el ridículo lo dieron en la TV3 cuando dijeron que en México se habla mexicano.

Como en El flautista de Hamelín, muchos catalanes siguen, como hipnotizados, a unos líderes que los conducen a un sitio imaginario, inexistente.
Lo que está protagonizando el gobierno autonómico de Cataluña con respaldo de una parte significativa de la población, más allá de la ruptura de la legalidad democrática, semeja una puesta en escena surrealista, puro teatro del absurdo. No sólo se inventan y retuercen la Historia a su conveniencia, sino que hay quienes se han autoconvencido de que las cosas son y serán como ellos desean, no como son en realidad. Es por eso que el independentismo defiende con vehemencia que Leonardo da Vinci, Cervantes o Colón (entre otros) eran catalanes, que todas las esferas políticas mundiales están pendientes de ellos y acogerán su invento con entusiasmo, o que la democracia consiste en pasar por encima de las leyes que estorban e imponer una idea por riñones. A ojos de la realidad esto choca con la razón, pero a ojos del que vive su propio imaginario todo eso coincide con la absoluta verdad, y no hay argumentos ni evidencias que le hagan siquiera dudar.

Durante la manifestación de repulsa a los atentados de Barcelona y Cambrils, en donde algunos mostraron ese fanatismo que antepone la idea política a todo lo demás, los comentaristas de la televisión catalana, la TV 3, dejaron en evidencia sus bochornosos prejuicios y una buscada y consciente ignorancia; así, se atrevieron a decir: “A mi espalda unas personas mexicanas que han hecho sus lemas en mexicano, México está con vosotros”. Soltar tal disparate muestra (otra vez) que los segregacionistas no tienen miedo al ridículo; en primer lugar, en México no se usa el vosotros, sino el ustedes, por lo que el lema ni siquiera estaba escrito en la variante mexicana; y por otro lado, en este país norteamericano se habla español…, salvo que también exista el uruguayo, el costarricense o el ecuatoriano; están dispuestos a cualquier cosa, incluso a la mayor necedad, antes que mentar las palabras prohibidas. Es una prueba muy ilustrativa de lo que sucede en Cataluña: todo es lícito si ayuda a la separación, sea verdad o mentira, legal o ilegal, moral o inmoral; por eso, queda claro que se pretende imponer una idea prejuiciosa y generalizadora de todo lo que suene a español. De paso puede afirmarse que en la televisión catalana (así como en todo organismo controlado por el gobierno autonómico) sólo entran los que manifiesten una adhesión incondicional a la idea separatista, en lo que es un caso claro de discriminación en función de creencias políticas.

Y en ese mismo planeta imaginario viven los políticos segregacionistas. Así, en el utópico e imposible caso de que esa región española se desgajara, nunca sería una auténtica democracia, pues la idea que tienen los que conducen este disparate (los políticos desleales) es controlar todos los poderos, el legislativo, el ejecutivo, el judicial y el mediático; más aun, afirman que promulgarán una ley por la que entrarán automáticamente a formar parte de la Unión Europea, así como otras para continuar, unirse o separarse de otros organismos y pactos internacionales…, sin tener para nada en cuenta la opinión y legislación de esos organismos. Pensando exclusivamente en los catalanes independentistas, dan ganas de animarlos a que se lancen a ese abismo para que así comprueben por sí mismos que las cosas no son como les prometen; sin embargo, hay que tener en cuenta y apoyar a la mayoría de catalanes, que no quieren esa situación porque son conscientes de que se trata de una auténtica locura de consecuencias imprevisibles aunque, seguro, calamitosas.

Como no podía ser de otro modo, muchos de los embarcados en este titanic se sienten unidos a grupos antisistema, justifican el terrorismo yihadista, se identifican con bandas proetarras, dan muestras evidentes de xenofobia y, en fin, ven con simpatía a otras facciones de ultraizquierda.

Teniendo todo esto en cuenta, ¿es posible imaginar un estado de derecho en estas condiciones y con estos individuos en el poder?     

CARLOS DEL RIEGO


domingo, 27 de agosto de 2017

ELLAS, COMPOSITORAS DE GRANDES ÉXITOS El talento, indispensable para componer buena música, no está asociado al sexo de quien lo tiene, no viene ‘de serie’ en el varón ni en la mujer. Así, también ellas han escrito enormes éxitos desde que comenzara este tinglado del rock.

Carole King es, sin duda, una de las más lúcidas e inspiradas compositoras de este negocio.

El mérito artístico hay que reconocérselo a quien lo tiene sin importar si es chico o chica. Cierto que, hasta hace poco, ellos se han dedicado mucho más a las labores creativas, algo achacable al devenir de la Historia y al modo de pensar de tiempos pasados (sin culpables: cualquiera de los presentes hubiera pensado como se pensaba hace cien, quinientos, mil años). Afortunadamente, las cosas tienden al lógico y natural equilibrio. De este modo, el rock & roll, como estilo de recentísima aparición, cuenta ya con una larga lista de creadoras que han aportado melodías imprescindibles, de esas que perduran y siempre resulta gratificante su escucha.

Carole King es una de las más lúcidas mentes musicales de la historia de este negocio. Dotada de gran ingenio y capacidad para la creación artística, King es autora de una de las más emocionantes odas a la amistad, el irresistible You´ve got a friend’ (1971); enmarcado en una melodía cautivadora dirigida por su piano, el texto muestra el valor de la lealtad al amigo, y viene a decir que cuando estés en problemas y todo te vaya mal, llámame y en un momento estaré a tu lado, sea verano, otoño…, sólo piensa en mí y llámame, porque puedes contar conmigo, tu amigo. Mucho más escribió, sola o con su primer marido Gerry Gofin (el trepidante ‘Locomotion’), y también para otros. Ella posee, en fin, eso que se llama genio.

Pocos nombres resultan tan evocadores a los oídos del amante del rock como el de Janis Joplin. El blues blanco es Janis, el desgarro, la pasión, la rebeldía es Janis. Siempre participó en tareas compositivas en los pocos discos que tuvo tiempo de grabar, siendo asimismo una excelente adaptadora de clásicos del blues (así dio salida a su devoción por las leyendas del género). Pero si hubiera que quedarse con sólo una de sus composiciones, ésta ha de ser el explosivo ‘Move over’, un tema que transmite tensión, un tema que vibra y contagia. Y además, esa voz, ese frenesí, esos arranques…

Dos mujeres, Christine McVie y Stevie Nicks, fueron las artífices de algunos de los mayores aciertos de Fleetwood Mac, una banda tendente a la transformación y que siempre estuvo tocada por la diosa Fortuna. Lo curioso es que aun estando casadas o emparejadas con otros miembros del grupo, siempre tuvieron una personalidad granítica, tanto como para escribir en solitario letra y música de éxitos tan enormes como el ‘Don´t stop’, de Christine (Perfect de soltera), o el ‘Dreams’ que firmó Stevie. Ambas canciones (de 1977) fueron números uno clamorosos, e incluso hoy día mantienen más talento en dos compases que la mayoría de lo que hoy se coloca en lo alto de la lista de éxitos.  

Otra chica con rocosa personalidad que encontró su camino en la enmarañada selva de la invención de canciones es Patti Smith. Más brusca y cortante, se la tiene como una de las que antes abrieron la puerta del punk y echaron un vistazo… Es coautora (con Springsteen) del imprescindible ‘Beacause the night’ (“porque la noche pertenece a los amantes, porque la noche nos pertenece”), pero su producción como responsable de texto y partitura es muy abundante, pudiéndose destacar la racial y visceral ‘Rock & roll nigger’, un corte que rebosa espíritu rockero y que infecta de furia desde el primer momento.

Ya metidos en la transición del rock mastodóntico (término que no tiene por qué ser peyorativo) a los nuevos modos de la segunda mitad de los setenta del siglo pasado, hay que destacar a otras tres chicas con enorme personalidad y capacidad creativa. Una es Crissie Hynde, la guitarrista, cantante, compositora y líder de Pretenders; su trepidante ‘Precious’ es modelo de punk-new wave, con una voz sincopada y reparto de guitarrazos, todo un himno muy elocuente de aquel ambiente. Deborah Harry, solista de Blondie, también que es coautora de canciones excelentes, como el ‘Picture this’ o el ‘Heart of glass’, ambos de su siempre fresco ‘Parallel Lines’ (1978); Debbi fue (después de haber posado como ‘conejita playboy’) pieza esencial del estallido de la nueva ola estadounidense y, claro, rostro inconfundible. La vocalista de Siouxie & The Banshes, Siouxie Sioux, también es imagen pionera de lo que antaño se decía ‘after punk’ (en español, rock siniestro) y hoy se conoce como rock gótico; entre los títulos más recordados que la acreditan como autora puede señalarse el ‘Spellbound’ (1981), contundente y hechizante.   

Claro que hay más, bastantes más chicas que no quisieron depender de nadie para hacer rock & roll, como la inagotable y divertida Suzi Quatro, que firmó piezas de éxito mundial en los ardientes años del glam rock, siendo de las primeras que se colocó el bajo entre ella y el micro y se metió en labores de producción; como la cantautora Carly Simon que en 1973 hizo un blanco perfecto con su dulzona pero exquisita ‘You´re so vain’, entre otros temas para el recuerdo; como la siempre poética Johnny Mitchel, que permanecerá en el imaginario del rock por ser la autora del emblemático ‘Woodstock’; como la heroína del heavy Lita Ford; como la combativa y contradictoria Michelle Shocked; como la suave y contundente Tracy Chapman; como la nigeriana de voz sedosa Sade; como la menuda pero muy echada ‘p´adelante’ Cindy Lauper; como la abanderada de la canción-protesta Joan Báez; como la prolífica (más de tres mil canciones ha escrito) Dolly Parton; como PJ Harvey, Kate Bush, Peggy Lee, Amy Winehouse, Nina Simone…

Unas han montado más que otras en el tren del rock & roll, pero de algún modo todas han sentido el vértigo que eso provoca y han sabido transmitirlo en forma de canciones para el recuerdo.

CARLOS DEL RIEGO


miércoles, 23 de agosto de 2017

LA DESUNIÓN FRENTE AL TERRORISMO ES IGUAL A DEBILIDAD. Algo que ha quedado patente después de los atentados de Cataluña es la desunión que, a todos los niveles, existe en España: en la política, en la judicatura, en los cuerpos policiales, en la sociedad…, y esas divisiones conducen inevitablemente a la debilidad.

La desunión en la política, la judicatura, la policía y la población facilita la acción terrorista, como se ha demostrado en Cataluña.

Un refrán español dice ‘divide y vencerás’, o sea, vencer al enemigo es mucho más fácil si las luchas internas lo debilitan. Aunque no la han buscado, la realidad es que los terroristas siempre pueden contar con ese factor a su favor, puesto que la desunión es cosa tradicional en España y se da en todos los ámbitos de la sociedad. No se trata de diferencia de opiniones o de procedimientos, sino de auténtica aversión a quien se considera el enemigo…, incluso ante la amenaza de un verdadero y mortal enemigo. Lógicamente, esa discordia incondicional que divide a la sociedad la vuelve vulnerable ante el ataque de la más brutal y ciega violencia. Puede afirmarse que esta desavenencia irreconciliable es más visible entre la clase política, puesto que los políticos son los que más y más alto hablan y, por tanto, los que más tonterías dicen; pero también hay desunión en otros estamentos fundamentales en la lucha contra el terror, como son el de la judicatura, el de la policía y, claro, entre los ciudadanos de a pie.   

La desunión en la esfera política es verdaderamente sangrante, tanto que se puede afirmar que los de este lado no irían con los de aquel ni a recoger billetes. Así, existen (presuntos) servidores públicos que llegan a justificar los atentados e incluso acusan a los demás de ser culpables indirectos. Además, se niegan a firmar pactos antiterroristas alegando razones delirantes que ofenden al sentido común; sin embargo, lo cierto es que esa negativa responde a su resentimiento sectario y fanatizante, a la aversión que por el discrepante tiene todo el que se cree moralmente superior. Por último, los intereses políticos e ideológicos llevan a muchas personas a anteponer su dogma a todo, a cualquier consideración, situación o persona; así, no sorprende que se tiren los muertos a la cara unos a otros.

Muy preocupante es la desunión que se observa en las estancias judiciales. Este desacuerdo se comprueba cuando, con el terrorismo como telón de fondo, un juez falla en un sentido y el siguiente en el contrario: Se ha sabido que un juez determinó la expulsión de un marroquí que salía de la cárcel, tras cuatro años, por considerarlo peligroso, pero otro creyó que extraditar a ese delincuente era poco menos que ‘islamofobia’, y ante el temor de que le acusaran de eso lo dejó tan campante por ahí (con ayuda de un abogado que hoy es concejal en Barcelona). Ese marroquí fue el imam que, poco después, adoctrinó a los asesinos de Las Ramblas y Cambrils. Asimismo, la división entre los jueces se ve a diario, pues existen asociaciones de magistrados de uno y otro signo político, de modo que, en casos determinados, se dejan influir por su ideología, con lo que sus sentencias dependen de si el acusado es del Madrid o del Barça de la política. Esta desafección, en casos de terrorismo, puede derivar en terribles consecuencias.  

También es muy preocupante la desunión policial, que provoca enfrentamientos entre los diversos cuerpos armados. Tal se ha visto en los sucesos de Cataluña; seguro que siguiendo órdenes, los guardias locales pretendieron hacer ellos solos un trabajo que sólo da resultado cuando todas las policías colaboran; por ello se produjeron fallos lamentables, empezando por la prevención y siguiendo por las identificaciones. Incomprensiblemente, y empujado por los comisarios políticos independentistas, ha dado la impresión de que uno de los cuerpos policiales no quería que los otros echaran una mano, y ello a pesar de la sobrada y comprobada experiencia que tienen los excluidos en estos terribles asuntos. Cualquiera puede entender que el intercambio de información es indispensable tanto para prevenir como para impedir o perseguir.

Y claro, la desunión en esos estamentos repercute en las posturas que adopta el resto de la población. Así, en amplios sectores de la sociedad abunda la creencia de que Europa y los europeos están en el origen del terrorismo (así como de casi todos los males de este mundo), y por consiguiente, según esa disparatada idea, todo europeo vivo es responsable de los asesinatos islamistas, incluyendo los cometidos en Irak, Siria, Libia, Egipto, Nigeria o Indonesia. Ese sentimiento de culpa por pertenecer a la sociedad que alumbró la Ilustración y los Derechos Humanos, la democracia y los avances en ciencia, pensamiento, tecnología, artes, deportes… (masacres y barbaridades las cometieron todos los pueblos en todos los lugares del mundo), ese sentimiento, pues, es algo así como un pecado original que se asignan los que se acusan de haber nacido en esta sociedad. Ah, y también existen individuos y asociaciones que equiparan el terrorismo islamista del siglo XXI con el ‘terrorismo de las cruzadas’ e incluso con la reconquista…, lo cual es otra causa de desunión, pues muchos otros piensan que es tonto culpar de los sucesos de hoy a personas que desaparecieron hace tantos siglos y cuya mentalidad se parece tanto a la de hoy como su tecnología.

Aunque distinta a las anteriores, puede decirse que existe una situación de guerra, una guerra en la que el enemigo vence si consigue mantener la circunstancia actual y golpear de vez en cuando. Por eso, mientras la división agarrote a occidente, ellos seguirán ganando, o sea, matando. Como en Cataluña.

CARLOS DEL RIEGO


lunes, 21 de agosto de 2017

LA ERA DEL VINILO. GRANDES CANCIONES ACERCA DE LA CÁRCEL


LA ERA DEL VINILO. Un pequeño espacio de radio musical con los clásicos en singles y elepés. 

Hoy, CANCIONES ACERCA DE LA CÁRCEL: ZZ TOP, THIN LIZZY, BOB DYLAN, CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL, COMMARDER CODY & HIS LOST PLANET AIRMEN. 

CONTRA EL MIEDO Y EL DESÁNIMO, ¡ROCK & ROLL! Por definición, el terrorista pretende aterrorizar, alterar las costumbres de la gente, influir y modificar su vida. Por eso es imprescindible superar el miedo y continuar adelante, y para ello puede usarse el rock & roll, un arma poderosa.

Los barceloneses Lone Star dieron el mejor consejo contra el miedo, 'Canta conmigo rock & roll si es que triste y abatido estás' (grupo-lonestar.com).
Las bestias de dos patas desean, ante todo, que las sociedades tengan que convivir con el terror, aspiran a que el ciudadano viva con miedo y pendiente de dónde y cuándo será la próxima. Por eso es imprescindible no bajar la cabeza, no amedrentarse (el valiente no es el que no tiene miedo, sino el que consigue sujetarlo y superarlo), sino mirar hacia adelante sin dejarse amilanar por aquellos prehomínidos. No es fácil, pero sí que se dispone de armamento con el que combatir el desánimo, por ejemplo el rock & roll, que cuenta con potente y abundante arsenal especializado. Así, abundan las  canciones que animan a dominar el temor al acto terrorista, a seguir con el cotidiano vivir sin que los fanáticos descerebrados alteren el ritmo de cada uno. En fin, contra el terror que pretenden insuflar esas bestias bípedas siempre se pueden utilizar demoledoras descargas de rock & roll.

Una de esas piezas que animan a ‘tirar p´alante’ es el ‘Dream on’ (1973) de los bostonianos Aerosmith. El mensaje es evidente: no dejes de soñar, de ilusionarte, y contiene versos como “nadie sabe de dónde viene ni a dónde va (…) vive y aprende de los tontos y de los sabios (…), cuando todo se vuelva contra ti canta conmigo, canta todo el año, canta para reír y para llorar, canta conmigo por el hoy (…), sueña, sueña”. La melodía es atractiva y el arreglo elegante, y el tono apasionado, visceral, de Steven Tyler resulta creíble y convincente; él mismo dijo que es de las pocas canciones en que su voz se grabó tal cual es, sin retocar. El tema ofrece buenas sugerencias para espantar el miedo: ¡canta!

El eterno ‘Carry on’ (‘Sigue’, 1970) de Crosby, Stills, Nash & Young es en el fondo una canción de amor, pero la intención es la misma. Emblemático tema del genial cuarteto, además del esperado juego vocal (casi imposible en directo) contiene dos partes con profundas diferencias en ritmo e intensidad (Stephen Stills unió dos canciones que tenía sin terminar), ambas absolutamente cautivadoras. Su idea es evidente: “Alégrate, no tenemos más remedio que seguir (…) para cantar blues hay que vivir las canciones, y seguir”. Tras escucharla es fácil seguir.

‘Roll with it’ fue un gran éxito de Steve Windwood (ex Spencer Davis Group, Traffic o Blind Faith) en solitario. Publicada en 1988, respira una atmósfera soul muy potente, acentuada por el tono negroide del veterano músico inglés, aunque por momentos parece algo agarrada a su tiempo. La letra viene a decir que cuando la vida te da un mamporro tras otro, lo único que puedes hacer es cargar con lo tuyo y seguir, y tal vez así tu vida termine por hacerte feliz. Al final asegura que, entonces, cantarás y bailarás.

Con su acostumbrado estilo sereno y con uno de sus atractivos medios tiempos, el estadounidense Tom Petty señalaba la postura más recomendable a la hora de afrontar los malos momentos a través de su deliciosa ‘I won´t back down’ (1989); acompañado por ilustres como Ringo Starr, George Harrison o Jeff ‘ELO’ Lynne, el cantante, compositor y guitarrista de Florida declara inamovible su posición: puedes ponerme a las puertas del infierno, pero no voy a retroceder, no voy a rendirme, me mantendré en mi sitio. Esta es la idea.

Dado el cuarenta aniversario de la muerte de Elvis, es momento de recordarlo. Su ‘You´ll never walk alone’ (1967) es pura emoción melódica. Con su voz clara y profunda, el rey hace uso de sus cualidades armónicas para infundir palabras de ánimo a través de esta pieza góspel procedente de un musical; así, aconseja no caer en el abatimiento cuando las cosas se presentan feas, y subraya “no tengas miedo a la oscuridad, mantén la cabeza alta, al final la tormenta pasará”, y añade que aunque tus sueños sean golpeados, tienes que seguir caminando con esperanza y así nunca caminarás solo (sí, hay equipos de fútbol que la han adoptado como himno). Si lo ordena el rey, es casi obligatorio continuar sin temor.

¡Cómo no recordar a los legendarios Lone Star!, el fantástico grupo barcelonés que abrió tantos caminos y que tanto aportó en los inicios del rock en español. La voz de Pedro Gené siempre fue auténtica pasión por el rock, y muchas veces hizo explícito ese entusiasmo, como en su impagable ‘Canta conmigo rock and roll’ (1973), un título que recomendaba dejarse llevar por esa música “si es que triste y abatido estás”. No podía estar más claro, como en muchos otros de sus temas, pues no hay que olvidar que a pesar de que su calle tenía ‘un oscuro bar con húmedas paredes, alguna vez cambiará su suerte’, y así, hay que seguir ‘adelante, hay que seguir cantando hasta que salga el sol’.

Son sólo algunas muestras de la munición con la que el rock & roll puede combatir algo tan destructivo como el miedo y el desánimo, que es precisamente donde las bestias quieren tener a toda la sociedad.

CARLOS DEL RIEGO


miércoles, 16 de agosto de 2017

LAS SANTAS INQUISICIONES DEL SIGLO XXI. La Inquisición, que nació para perseguir herejes y brujas en el contexto medieval, desapareció hace siglos. Sin embargo, la idea ha sido retomada por ciertos colectivos que señalan y hostigan a los nuevos herejes, que son los que les llevan la contraria.

Algunas inquisiciones del siglo XXI coinciden en métodos y deseos con la inquisición medieval.

El término inquisición se asocia automáticamente a intolerancia, a imposición por la fuerza, a represión y castigo sangriento. Nacida en el siglo XII en Francia, de un modo u otro se extendió por la mayor parte de la Europa medieval, siendo muchas veces un instrumento de gobiernos y poderosos. En todo caso, tonto sería valorar hechos, ideas y personas de épocas tan lejanas bajo el prisma de la mentalidad actual. Sin embargo, sí que aparecen hoy grupos ideológicamente totalitarios y sectarios que se autolegitiman para señalar a los modernos herejes, los cuales son todos aquellos que tienen la osadía de no compartir las mismas ideas, inquietudes y objetivos que dictan cada uno de esos tribunales de las santas inquisiciones del siglo XXI. Seguro que hay más, pero estos serían los principales tribunales que vigilan el cumplimiento de los diversos dogmas. 

Típica de España es la santa inquisición segregacionista catalanista que, entre sus últimas ocurrencias (VIII-17), trata de menospreciar a Antonio Machado y proponer retirarle la calle que tiene en Sabadell (Barcelona) por ser ‘españolista’; y aun hay esperpento mayor, pues el informe que aconsejaba quitar la calle al poeta exigía lo mismo con las dedicadas a Quevedo, Góngora, Lope de Vega, Goya o Larra por ser “un modelo seudocultural franquista”…, pronto serán así señalados el rey godo Chindasvinto, Séneca y Viriato. ¡Cómo hay que tener las entendederas para decir semejantes sandeces sin avergonzarse!… Pero lo que deja sin palabras es que existan criaturas convencidas de que es pura democracia el hecho de arrinconar, insultar o acongojar al que lleva la contraria al oficialismo. Esta inquisición separatista, que también existe en otros territorios, trata de imponer una historia y un lenguaje que se ajuste a su creencia, y además está convencida de que hace lo correcto. 

Mucho más universal es la santa inquisición feminista, que está constantemente a la caza de cualquier gesto, imagen o palabra susceptible de ser interpretada como machismo. La última es prohibir cantantes y canciones con letras consideradas machistas, tal vez interpretando que esas canciones pueden producir agresiones sexistas o normalizar comportamientos odiosos; la realidad es que sólo son canciones malísimas. Sea como sea, es extremadamente difícil decir tres frases seguidas sin que exista alguien que encuentre algo que pueda ser entendido como machismo o (término nuevo) ‘micromachismo’. La feminista es gemela de la santa inquisición autodenominada LGTB, que ve fobias por todas partes; lo sorprendente es que los que más alto denuncian  aquí, callan como muertos a la hora de condenar la brutalidad de los países donde se producen más y más sangrantes casos de machismo y homosexfobia…   

La santa inquisición anticatólica tiene larga tradición en España; es la que se siente ofendida por la visión de un crucifijo, por la existencia de iglesias o por las procesiones. Los que componen esta especie de sanedrín se sonríen o aplauden agresiones contra religiosos e iglesias, dando a entender que comprenden esos ataques (“la única iglesia que ilumina es la que arde”, según un dicho de este entorno). Asimismo, esta modalidad inquisitorial también culpa de casi todos los males del planeta al cristianismo basándose en que se han cometido grandes matanzas en su nombre…, como si no se hubieran llevado a cabo mayores barbaridades en nombre de la libertad, la democracia o la justicia. Es necesario recordar que quien mata u ordena matar es la persona, con nombre y apellidos.

Bastante nueva  es la santa inquisición animalista, que ve maltrato animal a cada paso. Por ejemplo, están en contra del uso de animales para experimentación, pero cuando llevan su mascota al veterinario no caen en la cuenta de que éste ha aprendido practicando con animales, o que los avances en procedimientos, en farmacia o en cirugía se han logrado tras ensayar en animales tratamientos, medicamentos o técnicas. También entienden intolerable el uso de irracionales para diversas actividades, pero ellos son capaces de tener al perro metido en un pisito 22 ó 23 horas al día. Igualmente resulta contradictorio el hecho de que, muchas veces, pretendan demostrar su animalismo extremo gritando su odio a las personas. ¿Y cuando dicen que los animales son personas no humanas, dando a la palabra el significado que se le antoja?

También es de reciente creación la santa inquisición vegana, la cual suele presentarse asociada a la anterior. Más que conocido es el caso del dueño del restaurante vegano que expulsó de su local a una madre porque daba biberón con leche de vaca al bebé. Este fanatismo se manifiesta, ante todo, en círculos cercanos, aunque no pierden sus militantes la ocasión de llevar a cabo acciones callejeras con las que tratan de acusar de pervertidos a quienes tienen otros gustos, otras prioridades, otras inquietudes.

La santa inquisición izquierdista es universal y fácil de detectar. Quien se dice de izquierdas siempre mira por encima del hombro al conservador y al que no lo desprecie; lo curioso es que para integrarse en algún colectivo izquierdoso basta con decirlo, basta con despotricar contra ‘los reaccionarios’, es decir, no hay que hacer nada, no hay que llevar una vida diferente a ‘ellos’, sólo hay que declararse.

El caso es que, como los buenos inquisidores, quienes militan en alguno de estos santos oficios están siempre ojo avizor para detectar cualquier atisbo de indicio que les dé ocasión de denunciar…, tal y como hacía el inquisidor medieval, que buscaba presentarse como implacable martillo de herejes o endemoniados. Otro rasgo común de los adscritos a las diversas variantes de las inquisiciones del siglo XXI es que, invariablemente, están siempre deseosos de hacer notar la creencia a la que pertenecen, y a la primera ocasión que se presenta (y aun sin venir a cuento) presumen con voz campanuda un “es que soy vegano yo”, o animalista y antitaurino, o feminista, o comunista…, pues así sienten un prurito, un añadido de superioridad intelectual, moral o humana sobre quien no profese su dogma.

CARLOS DEL RIEGO


lunes, 14 de agosto de 2017

MÚSICOS DE ROCK QUE SUFREN VERDADERA DEMENCIA El rock & roll es, entre otras cosas, una locura, de modo que no extrañará que en ese entorno se vean muchas chifladuras. Muy diferente, y mucho más triste, es el caso del músico de rock que padece enfermedad mental grave. Desgraciadamente, abundan.

Brian Wilson, de Beach Boys, consiguió volver a la normalidad tras ser diagnosticado y someterse a tratamiento.

Las noticias por las que la cantante Sinead O´Connor aparece últimamente en los medios no son artísticas, sino que tienen que ver con sus problemas mentales: se negó a tocar en el Centro de Arte de Nueva Jersey si antes sonaba el himno USA, rechazó premios airadamente, rompió la foto del Papa en la tele ante una audiencia creyente y se hizo ordenar sacerdotisa, ha cancelado conciertos a causa de crisis mentales, ha intentado el suicidio varias veces y, en los últimos días, vuelve a hablar de ello…; el diagnóstico desvela que padece un desorden bipolar. Es un caso más que conocido en la feria del espectáculo en general y de la música en particular. Pero las psicopatías, como no podía ser de otro modo, asaltan tanto a los artistas como al resto de los mortales…, tal vez más.

No hay que confundir las chaladuras, ventoleras o extravagancias que antes o después cometen casi todos los que se dedican a este negocio, con los auténticos problemas mentales, esos que acortan la vida y la hacen profundamente infeliz. Por ejemplo, el chicano Carlos Santana ha tenido episodios…, desconcertantes, pero realmente lo suyo son poco más que majaradas de iluminado; dijo que su álbum ‘Supernatural’ (1999) había sido una misión santa que le había ordenado un ángel llamado Metatrón, que es el que permite a la gente besar, abrazar, comer perritos o mover los dedos; fue un entusiasta de los alucinógenos, pero también alucinó con la mística hindú. ¿Locura o psicotrópicos? Lo de Syd Vicious también tiene más que ver con tonterías que con verdaderas evidencias de locura: cuentan que antes de liarse con Nancy Spungen era un tipo de lo más normal, pero luego hacía y decía cosas sin sentido, aunque seguramente fuera la heroína la que mandaba en él, como cuando atizó con su guitarra a un espectador en Texas en 1978; ¿mató a Nancy y luego se echó a dormir o estaba tan ido que alguien la mató y él ni se enteró? También es más que sabida la manía del imprescindible compositor y productor Phil Spector; aficionado a las armas y tendente a la ira más ciega, produjo a Ramones a punta de pistola y cumple condena por asesinato; muchas de sus ‘novias’ declararon que cuando querían irse y él no, simplemente sacaba la pipa; pero esto parece más el caso de un rabioso incapaz de sujetarse.

Muy conocida entre los que saben de rock clásico es la desgracia de Syd Barret, el fundador de Pink Floyd. Personaje atormentado, se encerró en casa durante unos 30 años; dice la leyenda que el origen de su desequilibrio mental fue el exceso de LSD, que le producía vacíos en el cerebro que le impedían recordar qué es lo que estaba tocando, como ocurrió una vez en un programa de televisión; en otra ocasión, durante un concierto, repitió el mismo acorde una y otra vez durante minutos y  minutos. Murió con apenas 60 años, mientras sus compañeros siguen sacando discos.

Otros nombres relevantes vivieron con la razón totalmente confundida. Adam Ant, pintoresco representante de la época neorromántica, siempre estuvo aquejado de trastorno bipolar y depresión que le condujo a intentos de suicidio; una vez, en un bar, se mofaron de su sombrero, así que destrozó el local, luego volvió y tiró un alternador de un coche por la ventana y amenazó a los parroquianos con una pistola de fogueo…, pasó una temporada en un psiquiátrico y achacó sus desórdenes a las potentes drogas que entonces le administraron. El genial líder de los Beach Boys, Brian Wilson, comenzó a mostrar desequilibrios casi a la vez que empezó a consumir cocaína, anfetaminas y LSD a finales de los sesenta; escuchaba voces, exigía que los músicos llevaran casco de bombero, construía cosas de arena dentro de su casa…, luego empezó a no aparecer por el estudio de grabación hasta que se encerró y se pasó tres años sin levantarse de la cama, sin lavarse y asegurando que Phil Spector quería pegarle dos tiros (esto último tal vez no fuera una locura…); se tiraba todo el día comiendo, metiéndose drogas y durmiendo, con lo que consiguió un cuerpo de tonel; hasta que fue diagnosticado como esquizofrénico e inició el tratamiento conveniente que le permitió volver a su actividad profesional.

Entre los casos de demencia certificada está el de Peter Green, fundador de Fleetwood Mac. Deslumbrado por el LSD, intentó que el resto del grupo entregara sus ganancias a la caridad, aseguran que dejó de tocar la guitarra en 1970 porque había dejado de cortarse las uñas; fue ingresado varios años en el hospital siquiátrico como esquizofrénico paranoide, donde lo sometieron a sesiones de electroshock y un tratamiento con fármacos tan potentes que dormía unas 20 horas al día; en otro momento se retiró él solo a una casa para vivir como un monje durante años, y en otra ocasión amenazó con un arma a su representante cuando éste le entregaba un cheque, y le gritaba que no le trajera más. Trágica es la historia de Jim Gordon, batería y coautor del inmortal ‘Layla’ de Eric Clapton; también diagnosticado como esquizofrénico paranoide, durante una grabación le dijo al guitarrista “párate, estás moviendo mis manos”, decía escuchar voces que le prohibían comer más de un bocado en cada comida, apaleó a su esposa a causa de unos espíritus y finalmente, en 1983, empujado por esas voces, apuñaló y golpeó con un martillo a su madre hasta la muerte; su enfermedad mental lo mantiene recluido (en 2004, durante una evaluación, afirmó que su madre seguía viva y lo esperaba), los médicos aseguran que está seriamente incapacitado mentalmente y que, de no tomarse la medicación, sería un peligro para los demás y para sí mismo. Rocky Ericson, de los 13th Floor Elevator, en 1969 se declaró majara para no ir a la cárcel cuando lo pillaron con unos porros, pero lo metieron en un psiquiátrico para locos peligrosos y lo trataron con electroshocks (¡qué manía!) y abundantes cantidades de medicamentos que, seguro, terminaron de rematar la faena; a comienzos de los ochenta juró estar poseído por un marciano, y veinte años después tenía la casa llena de televisores y radios siempre encendidos, pues así conseguía tapar las voces que le hablaban…

Y la lista sigue, pues hay que añadir a algunos suicidas que llegaron a ese triste final a causa de la más terrible demencia (y de los que ya se ha dado cuenta en este blog): el cantautor Phil Ochs padecía alucinaciones y se echó a vivir en la calle sin aparente motivo (más allá de su fuerte alcoholismo); acogido por su familia, se ahorcó a la primera oportunidad. Ian Curtis, de Joy Division, sufría epilepsia, que se manifestaba incluso en el escenario; siquiátricos y fármacos le provocaron anorexia nerviosa, dicen; se ahorcó. El increíble Screamin Lord Sutch  también tenía un largo historial de maníaco depresivo; también se ahorcó.

Suele asegurarse que el genio está muy cerca de la demencia; desgraciadamente no son pocos los músicos de rock (y seguramente de los otros géneros) en los que el trastorno se superpone al talento y a la vida misma.

CARLOS DEL RIEGO


jueves, 10 de agosto de 2017

LA ERA DEL VINILO. GRANDES INSTRUMENTALES, ROCK SIN PALABRAS.

LA ERA DEL VINILO. Un pequeño espacio de radio musical con los clásicos en singles y elepés. 

Hoy, GRANDES INSTRUMENTALES, ROCK SIN PALABRAS. Pigbag, The Safaris, Mike Oldfield, Johnny & The Hurricanes, Santana.

miércoles, 9 de agosto de 2017

MARADONA, PERFECTO EJEMPLO DE DETERIORO MORAL Y MENTAL. El que fuera genial jugador de fútbol Diego Armando Maradona vuelve a dejar evidencia de su decadencia moral y mental al declararse incondicional del régimen de Maduro. Fue un triunfador, un número uno, hoy es un figurón desnortado.

Maradona y Maduro, almas gemelas, conductas similares, con el retrato de Bolívar detrás.

El hoy orondo personaje fue en otro tiempo un mago del fútbol, rápido, con visión y cambio de ritmo, con una capacidad de desborde nunca vista y, en fin, con casi todas las cualidades que tendría el futbolista perfecto. Sin embargo, su mala cabeza le llevó por el mal camino en un proceso de degradación que lo ha convertido en lo que es hoy, un tipo evidentemente desequilibrado y, seguro, con el cerebro afectado por una vida de excesos. El caso es que quien fuera un 10 en el campo no hace más que mostrar su decadencia mental cada vez que dice o hace algo. La última ocurrencia maradoniana no es una jugada como aquella del Mundial de México 86, sino su ofrecimiento como “soldado” al presidente venezolano, Nicolás Maduro, pues dice sentirse “chavista hasta la muerte” y dispuesto a pelear contra “el imperialismo y los que quieren apoderarse de nuestras banderas”.

En primer lugar, un soldado con su constitución e intelecto sería poco eficaz; y por otra parte, su lenguaje resulta rancio, de otro tiempo, tópico y absolutamente vacío. Pero nadie puede sorprenderse de las posturas del argentino, sobre todo si se echa un vistazo a su biografía a y a alguna de sus amistades. Amigo del dictador Fidel Castro y adorador de Hugo Chávez, lo es también de sus sucesores, y ello a pesar de los pozos sépticos en que ambos metieron a sus respectivos pueblos. Y puede añadirse que él no vive como un cubano o un venezolano, con todo tipo de carencias y privados de no pocos derechos, sino como un magnate, de palacio en palacio.

Sea como sea, parece fuera de lugar que alguien con la biografía de este señor sea modelo de conducta y, por tanto, alguien cuyos consejos haya que tener en cuenta. No será preciso recordar el gravísimo problema de drogodependencia que lo derribó del pedestal en el que estaba para trasladarlo a clínicas de rehabilitación y hospitales de medio mundo. Incapaz de sujetar sus otros instintos, debía ser capaz de zamparse un caballo, pues consiguió meter 120 kilos en su 1,65 m. de estatura. Colérico e iracundo, parece que tenía la mano muy larga, como demuestran las grabaciones en las que sacude a su mujer y las denuncias por malos tratos, o aquella vez en la que disparó a los periodistas. Tampoco puede olvidarse su episodio de dopaje y posterior sanción, ni su negativa a reconocer a sus hijos extramatrimoniales a pesar de las resoluciones judiciales (alguno de esos hijos es su vivo retrato), a sus condenas por evasión de impuestos… En resumen, puede afirmarse que el otrora fenómeno del fútbol es un hombre de voluntad débil que se deja llevar por sus instintos primarios, que es pegón, abusón e inclinado a la violencia, tramposo y mentiroso… Por ello puede concluirse que, a lo largo de su vida lejos del césped, Maradona ha dado muestras evidentes y continuadas de ser una persona de moralidad y conducta más que reprochables.

Por otro lado, siempre se ha presentado como amigo de comunistas como Castro, siendo él un capitalista puro, un privilegiado que ha disfrutado de una vida de abundancia en la que no se ha privado de ningún capricho; y también hace buenas migas de revolucionarios bolivarianos como Hugo Chávez y Maduro, a pesar de que su proceder encaja perfectamente en los modos más conservadores; dicho sea de paso, los países dirigidos por esos sátrapas no son lo que se dice modelos de bienestar.

Asombra, vistos y repasados sus ‘meritos’ extradeportivos,  que tenga tantos incondicionales, tantos auténticos fanáticos que disculparán y perdonarán cualquier enormidad que haga o diga; al revés, tomarán partido voluntaria y entusiásticamente por todo aquello que sea defendido por su rechoncho ídolo. 

De todos modos tampoco puede exigirse demasiado a una persona con las entendederas tan agujereadas que si no está para ingresar en un frenopático le falta muy poco. Él, el gran Maradona, uno de los mejores futbolistas de la historia, para muchos el mejor, es hoy una especie de histrión decadente que no hace sino demostrar su deterior mental y sus carencias morales. Lo malo es que hay quien lo tiene por un dios, o sea, omnipotente.         

CARLOS DEL RIEGO


domingo, 6 de agosto de 2017

MOTOS Y ROCK & ROLL, AMIGOS INSEPARABLES. Sirva como modesto homenaje al grandísimo campeón motociclista Ángel Nieto este pequeño recorrido por la carretera del rock & roll a lomos de una moto; es, sin duda, el tipo de música que mejor va con lo que se siente y con lo que la moto significa.

Lemmy Kilmister, líder de Motorhead, responde perfectamente a la descripción de un motero.

Un accidente que habitualmente se salda con unas cuantas magulladuras acabó con la vida de un gigante de la motocicleta, un campeón con todas las letras como era Ángel Nieto. Él experimentó miles de veces esa sensación especial, esa descarga de adrenalina, esa emoción que sólo proporciona el caballo de hierro que ruge furioso guiado por las riendas del piloto. Ese sentir coincide con el de muchos profesionales del rock, que al no poder exigir el máximo a la máquina sin perder el control, cosa que hacía Nieto magistralmente, tienen que ‘limitarse’ a imaginar la situación y traducirla al idioma de la música. Así han surgido piezas excelentes que tienen al motero y su circunstancia como protagonista.

Seguro que, al mencionar rock y motos, todos los que tienen un mínimo interés por el asunto han pensando invariablemente en el ‘Born to be wild’ (1968) de Steppenwolf; tópico pero imprescindible. Considerada el himno de los que piensan que la moto es algo más que un medio de transporte, el tema se convirtió en bandera de esa filosofía desde el primer momento, cuando acompañaba a los que cruzaban Usa a lomos de sendas Harleys en la película ‘Easy Rider’. Sus primeros versos, que llegan tras una entrada guitarrera que casi huele a gasolina, dejan bien claro de qué va la cosa: “Arranca el motor y tírate de cabeza a la autopista para buscar aventura y todo lo que se cruce en tu camino. Amo el humo y los relámpagos, el trueno del heavy metal, echando una carrera al viento con una sensación de control”. No puede ser más evidente el sentimiento que pretende transmitir; además, habla del ‘trueno del heavy metal’, siendo la primera vez que una canción menciona el término. El autor, Mars Bonfire, explicó que se le ocurrió cuando vio un anuncio de una moto que decía ‘Born to ride’ (nacido para montar), el cual daba sensación de libertad, la misma que él experimentaba en aquel momento, pues acababa de comprarse su primer coche y estaba eufórico. En aquella peli los ‘cerdos’ (las Harley Davidson en argot) y el rock eran actores principales.      

El gran Neil Young no dejó de hacer algunos guiños al mundo de las dos ruedas, y así escribió canciones como ‘Motorcycle mama’ en su excelente Lp ‘Comes a time’ (1978); cuentan que Young compró 200.000 copias de este álbum porque no le gustaba el sonido, que luego él mismo remezcló la grabación y que incluso bromeó con el asunto cuando dijo que había empleado todos esos elepés para “poner tejado nuevo al granero”. También trató el asunto motero en ‘Unknow legend’, donde el jinete es ella, pues “Ella monta su Harley en alguna carretera del desierto, su pelo al viento (…), nunca echó raíces (…), montando sobre acero y cromo”, pero eso era antes, cuando ella era una ‘Leyenda desconocida’, pero ahora “ella está vistiendo a dos niños (…), con la mirada perdida”; es la nostalgia de la moto, pues la rutina cotidiana ya no permite echarse al desierto sobre el ‘cerdo de Milwaukee’.

El inefable Lemmy, de Motorhead, que siempre tuvo aspecto de jinete de Harley, cantó al caballo de hierro en ‘Iron horse’ (1977); hablaba de la moto como “el semental (…) orgulloso de sus colores y sus cromados brillantes”, y así, “en el caballo de hierro vuela, muere con gusto (…) el caballo de hierro es su vida”. Puro espíritu motero con, además, esa potente guitarra que, siempre en primer plano, no deja de recordar el bramido del motor, sosegado pero poderoso. En algún concierto dedicaron esta canción a los Ángeles del Infierno, que incluso fueron sus guardaespaldas.

Arlo Guthrie (el hijo de Woody) cantó ‘Motorcycle song’ en 1967, una letra sencilla pero con el típico fondo protesta de aquellos años: “Yo no quiero un pepinillo”, ‘Pickle’ (pepinillo en inglés) es soltar una bomba en jerga militar Usa; “Yo no quiero ni cosquillas, ni morir”, en la guerra de Vietnam, “sólo quiero montar en mi moto”; parece un texto simplón, pero en el fondo está hablando de la sensación de libertad absoluta que se experimenta rodando sobre dos ruedas y escuchando el motor, pues ahí no cuenta la autoridad, y mientras guías la máquina no hay que cumplir lo que el poder exige. No falta el sonido de la Harley.

Un aspecto diferente e incluso divertido lo tocan los Creedence Clearwater Revival en su trepidante ‘Sweet hitch-hiker’ (1971). Explica el porrazo que te puedes dar si, a toda velocidad sobre la moto, te distraes mirando a una guapa autoestopista: “Me di la vuelta para verla, me llamó la atención, pero ya estaba cayendo y rodando”. Los neoyorquinos Blue Oyster Cult se fijaron en la edad dorada del cuero en su enigmático  y retorcido ‘Golden age of leader’ (1977), en el que describe el clímax del mundo motero: “Cuerpos y motos más allá del decoro. Olor a aceite y gasolina en el aire”.

Hay más, muchas más piezas rock que destilan pasión por la moto (‘Bat out of Hell’ de Meatloaf, ‘Ride the wind’ de Poison, ‘Motorcycle man’ de Saxon), la misma pasión que siempre acompañó a Nieto. A partir de ahora, los moteros tendrán un Ángel que les acompañe.

CARLOS DEL RIEGO


jueves, 3 de agosto de 2017

LA ERA DEL VINILO. EL VERANO BAJO EL PRISMA JUVENIL

LA ERA DEL VINILO. Un pequeño espacio de radio musical con los clásicos en singles y elepés. 
Hoy, El verano bajo el prisma juvenil: Alice Cooper, The Who, Tom Tom Club, Beach Boys

miércoles, 2 de agosto de 2017

CÓMO EJERCER VIOLENCIA Y CULPAR A OTRO Animados por ideologías fanáticas que nublan el entendimiento, algunos simpatizantes o militantes de partidos anticapitalistas y de izquierda extrema han llevado a cabo actos violentos, pero culpan a otros de generar esa violencia. Algo así ocurre en Venezuela.

Como están en contra de tanto turismo, acosan y asustan a los visitantes, de momento sólo con bengalas y pinchando ruedas..

El partido de ultraizquierda anticapitalista y catalanista CUP ha aplaudido los actos de violencia callejera que han protagonizado algunos de sus simpatizantes o militantes en Barcelona; es más, acusa a los gobiernos de “generar violencia con sus políticas neoliberlaes” y, por tanto, de ser los verdaderos culpables de los pinchazos de ruedas (y otros actos), además de, seguro, el susto que se habrán llevado los turistas. Siguiendo el disparatado y amoral criterio, puede decirse que cualquier ley, norma o prohibición puede ser tachada de generar violencia; por ejemplo, si un individuo entra en el súper con el perro y se le explica que eso está prohibido, podrá alegar que es esa regla la que genera violencia y, por tanto, puede responder con una acción violenta, como tirar unas cuantas estanterías.

Ese modo de enfrentar la realidad ha convertido la violencia real y evidente en un acto achacable no a los ejecutores, sino a quienes éstos echan la culpa de haber generado esa violencia con sus normas y sus leyes. Es algo muy parecido a las opiniones que sobre la represión en Venezuela se vierten desde partidos sitos en el extremo izquierdo. Así, se acusa a la oposición al régimen de Maduro de ser la causante de los muertos provocados por la policía del estado y de todas las violencias producidas en las calles…; y ello a pesar de que los principales líderes opositores están encarcelados, de que los estamentos judiciales y políticos son poco menos que marionetas en manos del presidente o de que siguen cerrados o acosados los medios de comunicación críticos. Mientras aquí, en España, hay quien da la vuelta a la situación y acusa a los manifestantes muertos a tiros, y a los maniatados partidos rivales, de la violencia ejercida por la fuerza pública; o sea, su argumento es que echarse a la calle para protestar por el desabastecimiento y la represión es la causa culpable de que los uniformados tiren a ráfaga, los cuales quedan eximidos de culpa al igual que quienes ordenan disparar. Claro que la mayor enormidad la ha soltado un tipo que ha equiparado un preso indefenso y vigilado permanentemente (Leopolodo López) con un general que tenía todo un ejército a su disposición (Pinochet). ¿Se creerán de verdad estos disparates o se limitan a repetir las consignas y líneas ideológicas del partido?

Sorprende comprobar cómo hay personas que voltean y adaptan el significado de las palabras a su conveniencia ideológica. Así, se dijo que la carrera París-Dakar era idéntica en violencia a los atentados islamistas, y que los atentados yihadistas en Europa son culpa de los europeos y los terroristas unas pobres víctimas; se sigue sosteniendo que las exigencias de justicia de víctimas del terrorismo son generadoras de violencia, y que el concejal de veintitantos años ejecutado por la banda terrorista era un fascista por pensar como pensaba mientras que quien le reventó la cabeza era un ejemplar luchador por la libertad; existen ciudadanos que afirman que los criminales son producto de esta alienante sociedad y que, por tanto, esta sociedad es la culpable de los actos de los criminales, los cuales son sus víctimas; y también hay individuos que gritan que la riqueza es violencia, que el capitalismo es violencia, que la autoridad es violencia…, de modo que matar ricos o banqueros o políticos está legitimado como respuesta a la existencia de éstos, que son los verdaderos violentos Ha habido (hay) lugares y momentos en los que lo que `generaba violencia’ era el rock & roll, en otros era la prensa, o el cine, o los vídeo-juegos, o las procesiones…

Evidentemente, utilizando estos procesos mentales, cualquiera puede sentirse autorizado para ejercer cualquier tipo de violencia, pues siempre podrá encontrar alguien a quien señalar como el auténtico generador de esa violencia y, por tanto, como culpable absoluto de la misma. Sin embargo, las personas se definen por sus actos más que por sus palabras.

Ni que decir tiene que otra opinión tendrían los pincharruedas y asustaturistas, así como los represores venezolanos, en caso de ser pagados con su misma moneda… Está clara la perversión moral y mental que provocan las ideologías fanatizantes.

CARLOS DEL RIEGO