domingo, 29 de agosto de 2021

EL (APARENTE) OBJETIVO DE QUIENES HAN DEMANDADO A DYLAN Y NIRVANA: $$$


El chico de la famosa portada, de la que ha alardeado toda su vida, pretende sacar cantidad de pasta por aquel trabajito

Dos demandas recién presentadas acosan a dos grandes nombres de la historia del rock: A Bob Dylan lo acusan de abusos a una menor hace 56 años; y a los integrantes vivos de Nirvana de pornografía infantil por la portada del ‘Nevermind’. Ambas demandas tienen en común que las presuntas víctimas se han tomado su tiempo para denunciar y que se conforman con dinero. Los actuales tiempos de pensamiento inquisitorial y condena social sin juicio ni pruebas facilitan este tipo de intentos.

En realidad ambos casos tienen otra cosa en común: la cantidad de incoherencias y contradicciones de los denunciantes que, sin duda, facilitarán mucho las cosas a las defensas (salvo que aparezcan pruebas). Pero teniendo en cuenta el poder de movilización y convocatoria que actualmente tienen ciertas organizaciones, es fácil que los demandantes saquen tajada.

Se han publicado las fechas de giras y conciertos (incluso los carteles) que demuestran que Bob Dylan no pudo estar en Nueva York en los días que con tanta precisión indica la demandante. Observando el agotador calendario del músico en el ya lejano 1965, se comprueba que es imposible que estuviera en el lugar de los hechos durante mes y medio entre marzo y abril; cierto que algunos días le quedaron libres, pero parece difícil que el artista (que tenía novia y amante) tomara un avión, volara miles de kilómetros, perpetrara los supuestos abusos, tomara otro avión de vuelta… sin que se enteraran ni sus compañeras ni los músicos, representantes, asistentes o el director y el equipo de filmación que lo seguía continuamente para hacer la peli ‘Don´t look back’. Siendo tan fácil acceder a la agenda de Dylan en las fechas señaladas, sorprende que ningún abogado o asesor de la demandante se tomara la molestia de revisar los carteles de las giras para asegurarse de la posibilidad física de los hechos; aquella gira inglesa tiene gran significado, pues en algunos conciertos Dylan fue silbado y abucheado por tocar con guitarra eléctrica. Es posible que, tantos años después, la presuntamente agredida confunda años y meses, pero también es posible que todo sea imaginación y un intento de aprovechar la actual corriente inquisitorial para llevarse algo de los millones que Dylan acaba de cobrar tras vender derechos de canciones.

El otro caso es el del chico de la portada del ‘Nevermind’ (1991) de Nirvana, que ha presentado denuncia por pornografía infantil. Así, acusa a quince personas (con quince anzuelos seguro que alguna pica) de haber perpetrado aquella foto: el fotógrafo, dos miembros de la banda, la viuda de Kurt Cobain…, incluso el antiguo batería, que había dejado el grupo antes de que saliera ese disco; sorprende que no denuncie a sus padres, pues ellos fueron quienes autorizaron y participaron en la toma de la imagen y su posterior publicación (al parecer cobraron 200 dólares por el trabajito del nene). El chaval (hoy con 30) se tatuó ‘Nevermind’ en el pecho, ha alardeado y presumido de aquella foto muchas veces, la ha repetido con motivo de los aniversarios, al parecer era un recurso infalible para ligar… En la demanda asegura que “fue obligado a realizar actos sexuales siendo menor de 18 años”. Podría entenderse que el chico quisiera parte de lo que se ganó y se gana con el álbum en cuestión alegando que su imagen contribuyó al éxito, pero tratar de ingresar acusando de pornografía infantil parece disparate.

Muchos músicos de rock y artistas en general suelen llevar vidas alocadas y excesivas, por lo que la ola de acusaciones de este tipo continuará. Woody Allen fue acusado de delitos muy graves, sin embargo, en el juicio fue contundentemente exculpado. Y contra Michael Jackson hubo dos juicios en los que fue absuelto gracias, entre otros datos, a los testimonios de dos de sus presuntas víctimas, que juraron que el cantante no los había tocado; una vez fue acusado días antes de comenzar una gira, de modo que si hubiera persistido la acusación Jackson no hubiera podido abandonar EEUU, con lo que la compañía aseguradora habría tenido que pagar una millonada, de modo que ésta prefirió ofrecer pasta a la acusación para que retirara la demanda, oferta que el demandante aceptó a los pocos segundos, sin regatear…

No es que no haya indeseables en la esfera artística (habrá igual que en otros ámbitos), pero acusaciones con fundamentos tan escasos no dañan sólo a los acusados, sino también la credibilidad de quienes sí sufrieron las agresiones.

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 25 de agosto de 2021

ANÉCDOTAS INTRASCENDENTES PERO ILUSTRATIVAS DE LOS PRIMEROS AÑOS DE LA NUEVA ESPAÑA

 


Hubo mujeres mexicas que abandonaron a sus aristocráticos maridos para unirse a soldados españoles


Los indios quedaron asombrados con la escalada y descenso por el cráter del volcán Popocatepetl (a la derecha) que hicieron los españoles

Las páginas de la Historia están casi totalmente ocupadas por grandes hechos, gestas y todo tipo de ocasiones únicas y trascendentes. Sin embargo, también tienen gran interés sucesos y episodios que, sin la menor repercusión histórica, proporcionan una visión más cercana, una perspectiva ilustrativa e interesante del momento. En la América recién encontrada hubo mucho de ello.

Uno de los capítulos más apasionantes de la aventura de la Humanidad es el que cuenta el encuentro entre dos mundos, el choque entre una sociedad europea que deja el Medievo para entrar en la Edad Moderna y las poblaciones americanas que, en la práctica, siguen en el Neolítico y, por tanto, sin escritura, sin rueda, sin metales… Allí, en la recién descubierta Nueva España, hubo ocasiones decisivas a la vez que anécdotas de poco alcance y mucho interés.

Un hecho de enorme mérito y escasamente conocido es la ascensión al volcán Popocatépetl en busca de azufre para fabricar pólvora. Cortés ya sabía que las armas de fuego no eran imprescindibles en batalla, pues había ganado sin ellas y perdido con ellas; a pesar de todo, en 1521 decidió aprovisionarse de pólvora, y para ello necesitaba azufre. Como si la empresa fuese fácil, el conquistador encargó al salmantino Francisco Montaño, quien aseguraba haberse asomado al cráter del Teide, y a otros bravísimos soldados que escalaran el Popocatépetl, que se descolgaran por la parte interna de su cráter y que recogieran todo el azufre que fuera posible (el zamorano Diego de Ordás había llegado a la cumbre en 1519). Cuando los lugareños se enteraron de los propósitos de los españoles los tomaron por locos: no sólo la ascensión era de extrema dificultad (unos 5.400 metros), sino que también había que contar con el frío, el hielo, la nieve… y claro, con que el volcán estaba activo, pues “echaba grades bultos de humo” (contaba Cortés en sus Cartas de Relación) y emitía gases irrespirables por sus paredes. Una vez en el borde, y tras contemplar el aterrador espectáculo de la lava burbujeante, ataron con cuerdas a Montaño y lo bajaron por el interior del cráter, llenó varios canastos de azufre y luego fue relevado por otro tipo tan valeroso como él, un tal Juan Larios. Al descender la montaña con las cestas de azufre arrebatado al volcán, los indios se arremolinaban y miraban con incredulidad a aquellos locos que no sólo habían llegado a la cumbre, sino que se habían atrevido a meterse en aquellas fauces de fuego. Y lo hicieron con los medios y ‘técnicas de escalada’ de aquellos tiempos. Montaño tardó semanas en sacudirse el miedo que pasó.

En torno a aquellas fechas se produjo otro hecho singular y en cierto modo desconcertante. Siendo Cuauhtémoc el emperador azteca (aunque ya vasallo del emperador Carlos I), pidió a Cortés que les fueran devueltas las esposas a unos cuantos de sus capitanes y notables, pues les habían sido arrebatadas por soldados españoles. Cortés accedió, dejó que las buscaran y que volvieran con sus maridos siempre que ellas así lo desearan. Cuenta Bernal Díaz del Castillo en su ‘Verdadera historia…’ que a pesar de que ellas se escondieron fueron todas encontradas; sin embargo, ya ante el vencedor de Tenochtitlán, sólo tres de ellas pidieron regresar con sus cónyuges mexicas, mientras que las demás eligieron libremente continuar con sus compañeros hispanos (no se señala el número concreto, pero por cómo se cuenta el suceso se deduce que debían ser muchas); además, varias dijeron que se habían ido voluntariamente. ¿Por qué unas mujeres de clase nobiliaria preferirían quedarse con aquellos barbudos cuya lengua no entendían?

Después de la toma de México-Tenochtitlán, la ciudad estaba destruida en gran parte, de modo que Hernán Cortés se propuso no reconstruirla, sino retirar los restos de lo antiguo y edificar una nueva metrópoli. Para lograr tal cosa hubo que traer herramientas adecuadas y enseñar a los indios su manejo. Empezaron por construir carretas y carretillos, es decir, ruedas; cuando los nativos vieron que un solo hombre era capaz de transportar piedras pesadísimas sobre una especie de caja que se apoyaba en el suelo mediante un artefacto que giraba sobre sí mismo, quedaron boquiabiertos, perplejos, pues jamás se habían imaginado una rueda y sus usos infinitos. Igualmente ocurrió cuando vieron cómo funcionaban poleas y polipastos (poleas compuestas) y cuando comprobaron la eficacia de elementos de metal como clavos, martillos o sierras. Explican los cronistas que los indios miraban todo aquello con los ojos como platos, como quien ve novedades maravillosas e insospechadas. Y también los españoles quedaron estupefactos ante la rapidez con que los mexicas y demás pueblos aprendían a usar las nuevas herramientas, y cómo en muy poco tiempo trabajaban como los más expertos y hábiles artesanos, herreros o carpinteros.

Anécdotas con mínima resonancia histórica pero muy ilustrativas para entender mejor lo que ocurría allí en aquellos históricos años.

(Actualización de texto de enero de 2017)

CARLOS DEL RIEGO

domingo, 22 de agosto de 2021

EL HARLEM CULTURAL FESTIVAL, EL ‘WOODSTOCK NEGRO’, POR FIN SE DA A CONOCER

 


El Harlem Cultural Festival de 1969 ya tiene, al fin, su película

El Festival de Woodstock hace décadas que está instalado en la leyenda, a diferencia de su ‘hermano’ negro, el Harlem Cultural Festival (celebrado casi a la vez), que a pesar de que contó con audiencias multitudinarias, es un perfecto desconocido. Hay quien afirma que el ‘Woodstock negro’ fue olvidado y arrinconado a propósito por eso, por ofrecer sólo artistas negros, sin embargo, la principal diferencia es que Woodstock contó con una película que lo difundió y engrandeció, mientras que el festival de Harlem no

Recientemente, tras aparecer un montón de horas de grabación del Harlem Cultural Festival, el cineasta estadounidense Ahmir Thompson (alias ‘Questlove’) se propuso sacar del olvido aquella impresionante manifestación de música , cultura y sentir negros, y lo consiguió, ya que su película ‘The summer of soul’ ya ha sido presentada, aclamada y premiada. Y lo más importante, ha subsanado el grave ‘error cultural’ que suponía la ignorancia en la que aquel evento permanecía desde 1969. Y ello a pesar de la excelente y larga lista de músicos que componían su cartel. El filme ‘The summer of soul’ ha dado a conocer mundialmente aquella tremenda manifestación…, lo mismo que ocurrió con Woodstock.

En realidad hay diferencias importantes entre uno y otro. Uno se celebró en tres días seguidos mientras el otro se distribuyó en seis no consecutivos, a razón de uno por semana; de este modo, al convertirse en una serie de conciertos, perdió la magia de la ocasión única. La asistencia en Woodstock se estimó en no menos de 400.000 personas, siendo un total de 300.000 la del Harlem, sumando las seis sesiones. Otra diferencia es que en uno hubo músicos negros y blancos, y en el otro sólo negros; el público fue de todos los colores en los dos, aunque en el de Harlem eran negros la gran mayoría. 

Pero la principal diferencia está en el cartel. Así, en el de Woodstock lucían los nombres de algunos de los máximos exponentes del rock mundial, además de soul, folk, psicodelia, blues… Jimi Hendrix, The Who, Jefferson Airplane, Joe Cocker, Ten Years After, Joan Baez, Crosby, Stils, Nash & Young, Santana, Canned Heat, Janis Joplin, Creedence Clearwater Revival, Sly & The Family Stone…, así hasta 32; como puede verse, varios negros: Hendrix, Sly Stone o Ritchie Havens, que abrió el festival, además de los chicanos de Santana o el indio Ravi Shankar. Fue un festival multirracial.

Por su parte, el Harlem ofreció exclusivamente artistas negros. Y también hubo auténticas primeras figuras de la música como Stevie Wonder, B B King, Nina Simone, Mahalia Jackson, The Fifth Dimension, David Ruffin (de Temptations), Gladys Night & Pips, Ray Barreto, Herbie Mann, Edwin Hawkins Singers, Hugh Masekela…, 27 en total. Evidentemente el Festival de Harlem propuso un cartel impresionante, sin embargo, el peso de los que conformaron el de Woodstock, objetivamente, parece notablemente superior.

En el año 2017 le ofrecieron a Ahmir Thompson más de 40 horas de grabación con las actuaciones que se sucedieron, a lo largo de seis domingos de julio y agosto de 1969, en el Mount Morris Park de Harlem, Manhattan, Nueva York. Pero mientras el Festival de Woodstock quedó inmortalizado en una película ganadora de un Oscar que lo convirtió en un auténtico símbolo a escala mundial, el Festival Cultural de Harlem (que también fue filmado en gran parte) solo se emitió por una emisora de televisión de Nueva york en forma de dos resúmenes de una hora que, además, nunca volvieron a retransmitirse.

Hubo un grupo que tocó en ambos festivales, Sly & The Family Stone. Y, por causas aun hoy desconocidas, Jimi Hendrix fue vetado en el negro.

Es hora de que también se sepa, se vea y se disfrute el festival de Harlem.

CARLOS DEL RIEGO

 

jueves, 19 de agosto de 2021

EL RETRASO HISTÓRICO DEL ISLAMISMO CAUSA EL ODIO QUE SIENTEN HACIA OCCIDENTE

 


Peor que en la Edad Media

¿Vuelven los talibán?, no, porque nunca se han ido, sino que han estado agazapados, esperando su momento. Casi sin disparar un tiro, los fanáticos islámicos causaron tanto miedo que incluso un ejército organizado y pertrechado huyó al primer turbante con kalashnikov que apareció. Lo primero que han hecho los mulás y sus descerebrados terroristas es perseguir y aniquilar todo aquello que les parezca occidental. ¿Y por qué odiarán tanto a occidente?

Echando un vistazo al devenir histórico de las culturas, casi resulta lógico el estado de subdesarrollo en que vive el pensamiento sarraceno. La cultura occidental está basada en la Democracia y los Derechos Humanos, en conceptos como el respeto al otro, la igualdad o la separación de poderes, y es así porque en el siglo XVIII surgieron en Europa (cuya  cultura y mentalidad tiene raíces judeocristiana y grecorromana) pensadores cuyo pensamiento ascendió hasta alcanzar la Ilustración, la cual es la base de los sucesivos avances filosóficos, culturales y humanos, el pilar imprescindible del progreso lógico de una sociedad cimentada en la razón.

Pero el mundo musulmán no hizo la Ilustración, y a diferencia de otros entornos culturales del planeta, no sólo no la aceptó y asimiló sino que la rechazó: el concepto que la Declaración de Derechos Humanos tiene en las sociedades que progresan no es admisible por la conciencia islamista. Por eso su mentalidad está estancada y por eso no puede tolerar la idea de que todas las personas tienen los mismos derechos; por consiguiente, en su ideario una mujer vale sólo la cuarta parte que un hombre (en un juicio se necesita el testimonio de cuatro mujeres para contrarrestar el de un varón), no soporta discrepancias religiosas e ideológicas y ejecuta, mutila, flagela, lapida, ahorca, decapita. De este modo, sin raíz en la razón y el respeto al otro, la persona se convierte fácilmente en monstruo, en animal irracional, en talibán.

Claro que, pensándolo detenidamente, cabe la pregunta ¿qué ha aportado al progreso, al avance y al beneficio de la Humanidad la cultura y la doctrina musulmanas en los últimos cinco siglos?, la respuesta no puede ser otra: aparte de algunos buenos escritores, nada, absolutamente nada. Algo que sorprende (dicho sea de paso) es que muchos occidentales criados en la vida democrática que permite criticarlo todo, arremeten contra occidente (que no es, dicho sea de paso, la perfección, pues las personas no lo son) a la vez que disculpan, justifican e incluso defienden la violencia de corte yihadista; incluso hay supuestos intelectuales que acusan a España por haber hecho la ‘Reconquista’… Habría que imaginarse dónde estaría la vieja Hispania si Fernando e Isabel no hubieran acabado con los últimos reinos musulmanes y expulsado la ley del Corán. Lo llamativo es que antes de aquel emblemático 1492, los caldeos (como los llamaban entonces) sí que habían ofrecido al resto del mundo grandes aportaciones en navegación, agricultura, arte, filosofía y cultura en general, pero a partir de ese momento, exceptuando el terreno de las letras, el vacío. Mientras, en los quinientos años en los que el campo musulmán no ha producido ni un solo fruto, la cultura de origen grecolatino y moral judeocristiana trajo la Ilustración, que dio lugar a esas bases democráticas que permiten la libertad y el progreso (con todas sus deficiencias); sin entrar en profundidades, son occidentales los avances en arte, en ciencia y tecnología, en medicina y farmacia, en medios de comunicación (del periódico a los móviles) y transporte, y el cine o el rock & roll, el deporte y los Juegos Olímpicos, y conceptos como solidaridad, ecología,  igualdad …, incluso alumbró ensayos filosóficos errados como el comunismo, todo ello fue posible en el entorno de libertad que proporciona occidente y que se originó en la vieja Europa. Y jamás se hubieran producido esos reflejos del progreso si en su momento la furia islamista no hubiera sido frenada y expulsada (Covadonga, Tours, Lepanto, Granada); conviene recordar que el único territorio conquistado por los mahometanos del que luego fueron expulsados es Hispania, la Península Ibérica, el resto de tierras donde entraron un día siguen siendo musulmanas. .

Si esas batallas (y otras) no los hubieran detenido, los fanáticos islámicos hubieran impuesto en Europa su visión liberticida, aberrante de la existencia, lo que hubiera imposibilitado la llegada de aquel movimiento filosófico ligado al enciclopedismo, la Ilustración, el cual abrió las puertas a todos los derechos y libertades imperantes en occidente (al menos en teoría). Si los sarracenos no hubieran sido derrotados en aquellos lugares, gran parte de Europa (si no toda) estaría atenazada por ese retraso intelectual, filosófico y material que es hoy el mundo musulmán, de Marruecos a Indonesia.  

¿Qué europeo, sobre todo europea, preferiría vivir en una Europa vigilada por la sharia como ley suprema?

CARLOS DEL RIEGO

 

domingo, 15 de agosto de 2021

LAS ‘PRUEBAS’ DE QUE ELVIS ESTÁ VIVO

 


El supuesto Elvis durante un homenaje a Elvis en Graceland


Escena de la peli Solo en casa, en la que algunos dicen que Elvis es el tipo de barba de jersey oscuro y chaqueta clara que mira a cámara

Elvis murió el 16 de agosto de 1977, hace 44 años. O eso dice la versión oficial, puesto que existen numerosas teorías, a cada cual más risible y disparatada, que sostienen que Elvis sigue vivo (tendría 85 años), o que al menos vivió después de su muerte oficial. Incluso hay comisiones, páginas web y asociaciones especializadas en esa creencia que presentan ‘pruebas’ irrefutables

Sin duda la figura de Elvis Presley tiene un atractivo irresistible. Además de ser un icono del rock & roll y del siglo XX, ha de poseer algo más, pues eso lo comparte con muchos; sin embargo, sólo él ha inspirado toda una categoría profesional: la de imitador (‘impersonator’) de Elvis, y sólo de él se han conjeturado las más irracionales, descabelladas y divertidas teorías para ‘demostrar’ que sigue vivo  

Realmente basta muy poco para convencer a quien quiere ser convencido. En 2005 su ex esposa Priscilla conversaba en la televisión con Oprah Winfrey. En un momento de la entrevista soltó: “Él también creció pobre, y eso es lo que me dijo el otro día”. Tal afirmación ha sido suficiente para que los teóricos de la falsa muerte de Elvis la tengan en puesto de honor en su lista de ‘pruebas’. Quien finge su muerte no permitiría que alguien conociera su secreto.

Otro ‘indicio’ que para muchos es evidencia está en la lápida del cantante en Graceland, en la que se lee ‘Elvis Aaron Presley’. El caso es que Elvis escribió varias veces su segundo nombre como Aron, por lo que los desconfiados pensaron que el rey no permitiría una lápida con ese nombre. Sin embargo, Elvis quería que se escribiera Aaron, puesto que así fue la voluntad de su amada madre, ya que ésta quería que el segundo nombre de sus dos hijos gemelos casi coincidiera: uno Elvis Aaron y el otro Jesse Garon, que nació muerto. Además, Presley siempre deseó que su nombre se escribiera como en la Biblia, con dos as. En fin, hay que ser muy ‘conspiranoico’ para entender esta nimiedad como prueba.

Capítulo aparte merecen las ‘apariciones’ de Elvis después de agosto de 1977. Una de las más divertidas señala que se le puede ver como extra en una escena de la película ‘Solo en casa (1990). En la imagen se ve a la madre del protagonista (Macauly Culkin) en el aeropuerto hablando con un empleado al otro lado del mostrador. Detrás hay un tipo con barba, con camisa oscura y chaqueta que, dicen algunos, es el mismísimo rey haciendo una de sus misteriosas ‘apariciones’. Incluso aseguran que los ojos y la boca son inequívocamente Presley. Hay que tener imaginación y ganas de creérselo.

Lo curioso es que los advenimientos ‘presleynianos’ no cesan. La página de Faceboock ‘Elvis Presley is alive’ mostró una foto en 2017 que mostraba al rey vivo; dicha fuente informaba que la foto había sido tomada en un homenaje a Elvis en Graceland y en ella se ve al supuesto Elvis con abundante barba blanca, chaqueta negra y gorra; detrás de él hay dos guardias de seguridad que serían sus escoltas… Por más que se mira al barbudo es imposible sacarle algún parecido.

Un año antes se difundió un video, también tomado en Graceland, en el que el jardinero (con pelo largo, blanco y recogido en coleta) se acerca a cámara y levanta dos dedos… Según el canal de You tuve ‘The Shadow’, Elvis envía a sus fans con ese gesto un mensaje, una prueba de vida: “Nos está dando una pista a todos sus leales, nos dice con el signo V que está vivo”. El vídeo se encuentra fácilmente y todo el mundo puede ver a este Elvis...

 Más elaboradas están las teorías que explican lo que ‘de verdad’ ocurrió aquel 16 de agosto. Hay una asociación autodenominada ‘Comisión Presley’ (imitando la ‘Comisión Warren’ que investigó el asesinato de Kennedy) que en 1994 explicó que el rey estaba siendo perseguido por la mafia y, para desaparecer, entró en el programa de protección de testigos. Además, esa comisión afirmaba que lo que se sacó de Graceland en un ataúd fue un muñeco de cera muy bien hecho, que es también lo que se enterró. Y que para que la cera no se derritiera se mantuvo frío el ataúd con un dispositivo con hielo seco y ventiladores escondidos… ¡Qué imaginación!

Uno de los más famosos creyentes y difusores de la creencia es un tal Mickey Moran, quien también está convencido de que decidió desaparecer porque su vida estaba amenazada. Este personaje explicaba que Elvis quería volver después de un tiempo, pero los poderes se lo prohibieron y que por eso de vez en cuando aparece de incógnito.

Otras teorías (Elvis-is alive.com) afirman que Presley deseaba huir del mundanal ruido y que el único modo de hacerlo era fingir su muerte. Para ‘probar’ esta versión explican que poco antes de que fuera encontrado su cuerpo inerte, un helicóptero de color negro sobrevoló Graceland, tomó tierra en la parte de atrás y se llevó a Elvis vivito y cantando a las Islas Bermudas. En cuanto al cuerpo que de todos modos se encontró en el baño, se utiliza la teoría del muñeco de cera.  

Muy famosas son las fotos de Elvis con el presidente Nixon en la Casa Blanca. Hay quien no tiene dudas de que Elvis se convirtió en aquel momento en agente de la DEA (agencia antidrogas); su cometido sería combatir el abuso de drogas, para lo cual el rey abandonó su personalidad, su carrera, sus posesiones, sus familiares y amigos…todo, para actuar como agente secreto. Claro que el primero que se metía en abundancia era él. 

Otra página web dedicada al asunto (en todo caso se demuestra el atractivo de Elvis, vivo o muerto) publicó en 2009 una sensacional ‘información’: Elvis y Michael Jackson viven juntos escondidos en un búnker construido bajo Graceland a todo lujo; tendría hasta siete pisos y allí vivirían algunos otros personajes célebres que están oficialmente muertos.

Disparatadas pero divertidas estas fabulaciones, aunque sí prueban que la figura del rey sigue resultando fascinante.

CARLOS DEL RIEGO

 

miércoles, 11 de agosto de 2021

TRAMPAS, INJUSTICIAS Y DISPARATES DE TOKIO 2020, LOS PEORES JUEGOS OLÍMPICOS

 


Como puede verse, la relevista de la calle 3 tomó el testigo fuera de la zona. con la complicidad de los jueces

Todos los deportistas que participaron en los Juegos de Tokio 2020 hablaron de satisfacción, de experiencia única, de lo especial que son unos juegos, sin embargo, todos tenían uno o varios peros. El vacío de público en las canchas, la ausencia de la interacción y trato con otros deportistas (algo exclusivo de las citas olímpicas), la frialdad en los pódiums… Pero es que hubo algo peor, algo inadmisible: las trampas e injusticias que se vieron en el estadio

No pasarán a la historia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 salvo por haber sido los más feos, los más dudosos e incluso los más tramposos, pues auténticas trampas se perpetraron en la pista de atletismo, y en otras, con la complicidad de los jueces. Hubo grandes carreras, saltos y lanzamientos, pero también decisiones incomprensibles que afearon y ponen en duda la propia competición atlética.

En el relevo 4X400 metros mixto se vio un hecho insólito: el primer relevista de un equipo, chico, entregó el testigo al segundo, chica, unos diez metros fuera del límite de la zona de entrega. Esta irregularidad es motivo de descalificación inmediata en cualquier competición; en principio fueron descalificados, pero luego incomprensiblemente recalificados; ¿la atleta no vio dónde se colocaban sus rivales o pensó que tenía derecho a colocarse donde quisiera? Se permitió que el relevista hombre corriera 410 metros, mientras que el relevista mujer sólo 390, lo que significa una evidente ventaja. Pues los jueces, árbitros y comisarios tragaron. Se impuso el buenismo populista sobre el cumplimiento de las reglas. Trampa, injusticia.

En una serie clasificatoria de los 3.000 metros obstáculos femenino, en un lance de carrera, una participante tropezó con otra y cayó, con lo que perdió toda opción de clasificarse; sin embargo, los jueces determinaron luego calificarla para la final…; pronto el atleta que tropiece con el obstáculo, caiga y llegue a medio minuto del último será repescado para la final. En otra serie, a un participante se le salió la zapatilla, por lo que no entró en los puestos que dan acceso a la final; pero ahí estaban los encargados de hacer cumplir las normas para, traicionando la legalidad, recalificar al descuidado atleta que perdió el calzado él solo, sin que ningún rival le tocase, es decir, la había atado mal, fue culpa suya. En próximas competiciones de máximo nivel será motivo de recalificación el hecho de que el atleta pierda la gorra durante la carrera. Un esperpento irritante.

En la final de salto de altura masculino, dos saltadores superaron la misma altura, 2,37 metros, utilizando idéntico número de intentos (el tercero saltó lo mismo pero necesitó más); entonces, un comisario se acerca y pregunta si quieren desempatar, y ellos dicen que no, que mejor ser oro compartido que arriesgarse a quedar segundo… Lo regulado es que se ponga una altura determinada y si ninguno la salta se baja y se sube hasta que uno falle. Compartir ese oro es como si las selecciones finalistas de fútbol (o cualquier otro), llegado el final del partido acuerden no seguir, ni prórroga ni penaltis, sino que ambas selecciones se cuelgan el oro. Un verdadero fraude, un amaño.

También en la cancha de tenis se vio una falta grave por parte del juez de silla. Se enfrentaban Djokovic y Carreño por el bronce; el serbio, en uno de sus ataques de cólera, lanzó la raqueta a las vacías gradas tras perder un punto, con lo que el juez le sancionó con una advertencia, un ‘warning’; luego, al acercarse a la red en un descanso, reventó la raqueta contra el soporte lateral, de modo que el árbitro le dio el segundo ‘warning’, que automáticamente acarrea la pérdida de un punto. Pero no fue así, al comenzar el juego inmediato, Carreño le recordó al juez de silla que dos advertencias, dos ‘warning’, se sancionan con la pérdida de un punto, por lo que el juego debería comenzar con ventaja del español. El señor de la silla elevada apenas hizo gesto, como si las reglas del juego fueran opinables. Aquello fue un robo. 

¡Y qué se puede decir de las zapatillas trucadas utilizadas por atletas en el estadio olímpico! Se ha permitido el uso de calzado con un dispositivo que ayuda a mejorar el rendimiento, y por eso, resultan sospechosos los no pocos récords del mundo batidos (a veces por el primero y el segundo) y la mejora masiva de marcas mundiales, continentales y personales. Nike ha fabricado un calzado con una placa de fibra de carbono combinada con una espuma muy reactiva, lo que devuelve casi el 85% de la energía en cada pisada, algo que, dicen, da sensación de propulsión. Y todos los que mejoraron registros usaban esas deportivas; otras marcas ponen una placa de carbono más fina, más simple, pero al final viene a ser lo mismo. La cosa está aprobada por la federación, que permite placas de 30 milímetros explicando que es una mejora de tecnología… Es como si un ciclista acumulara energía con cada pedalada, de manera que al llegar el puerto pudiera aprovechar esa energía con un dispositivo que permitiera recuperarla…Estaría bien que en las próximas competiciones, corredores y saltadores usaran zapatillas convencionales para comparar las marcas que se hacen con un calzado y con otro.

Y a todo esto, el COI pensando en convertir en olímpico hasta el juego del escondite.

CARLOS DEL RIEGO

 

domingo, 8 de agosto de 2021

EL TERRIBLE RACISMO QUE LOS MÚSICOS DE ROCK NEGROS SOPORTARON EN LOS 50

 


Como los demás músicos negros que dieron el primer impulso al rock & roll, Little Richard sufrió racismo desde sus inicios

El racismo nació en Estados Unidos a la vez que la nación. Y nunca ha dejado de respirarse segregación y violencia en el país de las barras y estrellas. Hoy al menos trasciende y se denuncia, pero cuando nacía el rock & roll, en los 50 del siglo XX, los artistas negros sufrieron todas las formas de segregación y racismo. Y a pesar de ello tuvieron coraje suficiente para resultar imprescindibles para poner esto en marcha

En la década de los 50 del siglo pasado EE UU era un país con la segregación racial institucionalizada. Blancos a un lado y negros a otro. En aquellos años en los que el rock daba su primeros balbuceos, los músicos negros sufrieron el racismo e incluso la violencia racista igual que el resto de no blancos.

La segregación y el más puro racismo estaban presentes a diario en casi todo Estados Unidos, especialmente en el sur. La esclavitud había sido abolida hacía casi un siglo, pero se habían promulgado las llamadas ‘Leyes Jim Crow’, que mantenían la legalidad del racismo. Se conocen diversos episodios en los que los músicos negros fueron humillados, despreciados, amenazados. Terry Johnson, de Flamingos, contó lo que pasó en un concierto que daban en Birmingham, Alabama, a finales de los 50: “Al llegar teníamos escolta policial que nos vigilaba para que no miráramos a las blancas. Uno de los policías nos dijo ‘no quiero ver a ninguno de ustedes, negros, mirando a las mujeres blancas. Si lo haces, tu trasero es mío’”. Johnson también describió otras acciones racistas, como cuando no tenían más remedio que, durante las giras, dormir en los coches, pues no había hotel que los hospedara, y algo parecido ocurría en casi todos los restaurantes, donde en una ocasión les sirvieron comida putrefacta.

Las discográficas abusaron, menospreciaron y maltrataron a aquellos artistas. Ejemplo típico es el del tema ‘In the sitill of the night’ (1956), que vendió más de diez millones de copias; sin embargo, su autor, Fred Parris (de Five Satins) cobró un total de 783 dólares; se ha calculado que, al menos, le correspondían unos cien mil. Pero era negro en EE UU en los años 50…

Otra forma de discriminación y explotación la ejercían los ejecutivos de las discográficas y las emisoras de radio, que llegaron a la conclusión de que toda canción vendería más con una cara blanca, así que cantidad de temas de autores negros se lanzaron versionadas por cantantes blancos, pagando muy poco por los derechos y, casi siempre, sin que los compositores vieran un céntimo. Pat Boone logró grandes éxitos con títulos como ‘Aint´ that a shame’ de Fats Domino o ‘Tutti frutti’ de Little Richard sin que estos recibieran más que unas migajas; Ricardito dijo que cuando escuchó la versión de Boone se puso hecho una fiera: “Quería atraparlo, quería ir a Nashville a buscarlo”.

Little Richard se enfrentó a muchas situaciones que hoy no serían toleradas. Apenas tenía 19 años cuando firmó su primer contrato. En ese momento él era responsable de su familia (su padre había sido asesinado tres años antes). Después de un año de rogar a uno de los pocos estudios que sopesaban contratar negros, consiguió un contrato y en 1955 lanzó ‘Tutti frutti’ con excelentes ventas; pero los beneficios se los llevó el dueño del estudio, Art Rupe, mientras el pobre Ricardito ganó 50 dólares por la grabación y medio centavo por copia vendida. Él dijo que “ya sabía entonces que hacía un mal negocio, pero si quería sacar discos y ganar algo de dinero no tenía otra posibilidad”.

El gran clásico ‘Hound dog’ que Elvis en 1956 convirtió en enorme éxito había sido estrenado años antes por artistas negros. ‘Big Mama’ Thornton y Johnny Otis (productor) la publicaron en 1952. Otis poseía la mitad de los derechos de publicación, pero cuando en la discográfica vieron lo que vendía Elvis pensaron que era más lucrativo no compartir beneficios con un negro. Éste, Johnny Otis, recordaba amargamente: “Les pudo la codicia. Incluso me demandaron por exigir lo que era mío. Y ganaron. Con ese dinero podría haber mandado a mis hijos a la universidad, como hicieron ellos”. Por su parte, ‘Big Mama’ ni siquiera pensó en contratar abogado.

Martha Reeves, de Martha & The Vandellas,  recordaba: “Estábamos muy felices al ir de gira por primera vez, cantábamos, salíamos de casa, éramos muy jóvenes y protagonizábamos un espectáculo…, y de repente nos encontramos con el odio, pues al llegar nuestro autobús fue apedreado…, pasamos mucho miedo”. Algo parecido le ocurrió a Dee Dee Sharp: “Nos apedrearon en el autobús en Jackson, Mississippi…, nunca más volveré allí. El grupo de blancos The Dovell, que iba de gira con nosotros, nos protegió de las piedras”. Y no sólo hubo sucesos semejantes en el sur; Leon Hughes, de The Coasters, recordó cómo al llegar para tocar en Lincoln, Utah, el promotor se acercó a ellos y les preguntó por The Coasters, a lo que respondieron que eran ellos, pero el tipo no se lo creía e insistía, cada vez con palabras más agresivas, en que The Coasters eran blancos; como les pareció que la ‘confusión’ podría desembocar en algo más, se largaron inmediatamente de la ciudad. 

Lo normal es que los blancos y negros fueran separados en los conciertos. A veces llegando a extremos demenciales. Jackie Wilson firmó para actuar dos veces el mismo día; cantó la primera sin darse cuenta de que todos eran negros, y canceló la segunda al comprobar que era sólo para blancos; él y sus músicos fueron expulsados de la ciudad a punta de pistola. Jesse Belvin era un cantante, pianista y compositor que empezaba a ser reconocido; en 1960, tras un concierto en Little Rock, Arkansas, con público integrado y con abundantes incidentes racistas, murió (con 27 años) junto a su esposa en un extraño accidente de coche; al parecer, hasta la policía estaba convencida de que el coche había sido manipulado; se pidió una investigación, pero… En ocasiones, en un concierto sólo para negros se colaban blancos o blancas, y cuando la policía se enteraba entraba a palos, detenía a los músicos y los llevaba a comisaría, donde podía ocurrir de todo.

El sello Chess and Checker (y otros) pagaba a artistas como Bo Diddley y Muddy Waters una tarifa fija por cada trabajo, independientemente de las ventas de discos, con lo que sólo las compañías lograban grandes beneficios; más aún, las discográficas exigían a los músicos los costes de producción, con lo que éstos se encontraban con que en lugar de cobrar, tenían que pagar. 

Pues a pesar de aquellas humillantes e intolerables situaciones, el talento de todos aquellos emergió imparable y resultó esencial para el primer r&r.

CARLOS DEL RIEGO

miércoles, 4 de agosto de 2021

LOS SALTADORES DE ALTURA PERSEGUIDOS POR NAZIS Y SOVIÉTICOS

 


Gretel Bergmann, saltando a tijera


Posible retrato de Nicolai Kovtun, cuyos récords desaparecieron de los registros, igual que sus fotos 

Los Juegos Olímpicos son, esencialmente, el atletismo. Podría haber juegos sin fútbol, sin deportes de agua o de equipo, pero jamás serían olímpicos sin atletismo. Los atletas son lo único imprescindible de los JJ OO, por ello resulta triste e injusto que los totalitarismos privaran el honor olímpico a quienes estaban destinados a brillar en la pista. Los nazis apartaron a la saltadora judía Gretel Bergmann y los soviéticos machacaron al saltador Nicolai Kovtun. Apenas son conocidos, pero no por falta de valor y mérito atléticos

A lo largo de los veinticuatro Juegos Olímpicos celebrados en el siglo XX (las guerras dejaron tres Olimpiadas sin juegos) el atletismo ha convertido en leyendas a algunos de los héroes del estadio. Otros, desgraciadamente, jamás aparecerán en las listas olímpicas a causa de dos de los regímenes dictatoriales más sangrientos del siglo, el soviético y el nazi.

Gretel Bergman era una saltadora de altura alemana judía nacida en 1914. Comenzados los años treinta Gretel batió el récord alemán con 1,60 metros. Pero al hacerse los nazis con el poder, se marchó a Inglaterra. Meses antes de los Juegos de Berlín 1936 el equipo alemán la convocó; según dicen los especialistas, la presión del COI y de EE UU consiguió que fuese seleccionada. Pero una vez en Alemania recibió un comunicado de su federación en el que le decían que quedaba excluida por sus ‘mediocres resultados’, aunque tenía la mejor marca del año. En su lugar se incluyó a un hombre disfrazado de mujer: Heinrich se hizo pasar por Dora y sólo consiguió un cuarto puesto; la vencedora saltó 1,60 metros, lo que significa que Gretel hubiera peleado por aquella medalla de oro y hubiera ocupado el lugar que le correspondía por mérito y esfuerzo. Unos meses después de los juegos emigró definitivamente a EE UU, donde continuó su carrera atlética con notables éxitos.

Gretel nunca perdonó  a Alemania, donde borraron sus marcas y su nombre como si nunca hubiera existido. Murió en Estados Unidos a los 103 años recordando perfectamente todo aquello y renegando de los nazis, de su país e incluso del idioma alemán. Su récord fue restituido en 2009. Otros atletas corrieron idéntica suerte, y sólo una esgrimista judía alemana, Helene Mayer, participó en Berlín 1936.

Peor lo pasó el saltador de altura soviético Nicolai Kovtun, que en 1937 se convirtió en el primer atleta de la Unión Soviética en saltar dos metros, concretamente 2,01, y lo hizo ante un estadio abarrotado y con la incipiente técnica del rodillo ventral. Ese mismo año, mientras estaba entrenando se presentaron en la pista unos tipos oscuros escoltados por uniformados y se lo llevaron, sin dar explicación, sin decir palabra. Alguien debió acusarlo de enemigo del pueblo, burgués, saboteador, antirrevolucionario, capitalista o cualquier cosa similar que, en los años treinta en la URSS, eran sinónimos de años en el Gulag o paredón. El saltador fue ‘juzgado’ sin abogado, sin derecho a declarar y sin apelación, así que fue condenado a pasar 10 años en los gulag de Norilsk y Vorkuta (al norte del Círculo Polar Ártico). Nadie informó de lo que había pasado, nadie dio explicaciones, sólo se sabe que su mujer fue llamada a Moscú para que repudiara a Nicolai, pero ella se negó… En 1947 Nicolai terminó su condena y fue liberado, pero sólo tres años después volvió la acusación sin pruebas, el juicio sin abogado y la condena sin poder defenderse, esta vez a cinco años en un campo de trabajo cerca de los Urales.

Los registros deportivos de Nicolai Kovtun (también tenía la mejor marca soviética en triple con 14,66 m.) desaparecieron, fueron borrados de los ránkings. Finalmente, en 1955, fue liberado definitivamente; otro saltador con el que Kovtun había competido lo describió entonces: “No se parecía nada al joven fuerte y alegre que yo conocía. Siempre callado, muy reservado, nunca hablaba y no tenía ningún interés por el salto de altura”. Murió por problemas cardiacos en 1981. En 1988 fueron restituidos los nombres y registros de los atletas que fueron proscritos por el comunismo stalinista y las grandes purgas; según R. Quercetani en su ‘Historia del atletismo mundial’, fueron 39 los atletas perseguidos por aquella locura que no terminó hasta la muerte del dictador.

En realidad hubo muchísimos casos de discriminación y represión, y no sólo en los países totalitarios. Podrán escribirse varios libros sobre las tragedias personales que soportaron no pocos atletas a causa de la política y la guerra.

CARLOS DEL RIEGO

domingo, 1 de agosto de 2021

CÓMO RECORDABA DUSTY HILL, EL FALLECIDO BAJISTA DE ZZ TOP, EPISODIOS CURIOSOS DE SU CARRERA

 


Pocos bajistas son tan reconocibles como Dusty Hill

Una de las barbas más famosas del universo del rock es la de Dusty Hill, el eterno bajista de ZZ Top, quien nunca más lucirá en escena sus frondosas pilosidades faciales. Peor, nunca volverá a encajarse en esa maquinaria tan sólida, engrasada y siempre a punto que integraba junto a sus colegas Gibbons y Beard. Hill siempre recordó sus primeros años en la banda con algunos episodios sorprendentes, divertidos

Dusty ha muerto joven, 72, a pesar de llevar más de medio siglo aportando densidad, profundidad y granito al trío texano, que alcanzó el triunfo multitudinario en los ochenta y lo mantuvo hasta el final gracias, en parte, al barniz de grupo legendario que le proporcionó el hecho de proceder de los sesenta.  Hacia el 67 Hill y Beard, que ya eran compadres (así, en español, como les gustaba llamarse) suplantaron a un grupo inglés de éxito sin que nadie sospechara; y diez años después Hill dejó de ser estrella del rock para transportar maletas en un aeropuerto, temporalmente.

Dusty Hill y Frank Beard representaron una farsa en los años 60 que hoy no sería posible. Resulta que cuando los británicos The Zombies triunfaron en EEUU con el tema ‘Time of the season’ (1967), este germen de ZZ Top formó un grupo llamado también The Zombies, con la particularidad de que se presentaban vestidos de zombis y ejecutaban el repertorio de The Zombies; y así, haciéndose pasar por los auténticos y disfrazados de muertos vivientes, dieron un montón de conciertos por varios estados con gran éxito. Lo más sorprendente no es la ‘jeta’ de Hill y Beard, sino que en el sello discográfico de los ingleses en Estados Unidos sabían de la gran acogida que estaban teniendo los zombis (los falsos), pero como no tenían ni idea de cómo eran los verdaderos, pensaron que eran estos, The Zombies, quienes estaban girando por EU. Aún más increíble: los zombis impostores seguían usurpando la personalidad de los ingleses un año después de que los auténticos The Zombies se hubieran separado (1968). Dusty Hill recordó muchos años más tarde: “Eran los años 60 y cosas así podían pasar; un grupo inglés podía ser famoso en EEUU y no enterarse, y también que sus fans estadounidenses no tuvieran idea de cómo eran sus integrantes”. Los 60, siempre los 60.

Unos ocho años después de su formación, ZZ Top había sentados bases para el rock duro, el rock sureño, el blues-rock, con cinco álbumes de enorme calibre. Y sus giras no terminaban nunca, por lo que es comprensible que Hill y sus amigos (en español, como siempre que hablaban de ellos) Gibbons y Beard estuvieran agotados e incluso saturados de tanto curro. En 1977 decidieron darse un respiro, que duraría más de dos años en los que cada uno hizo cualquier cosa menos música; El guitarrista y el batería optaron por largos viajes, mientras que Dusty Hill quiso sentirse una persona ‘normal’, no una estrella del rock, como declaró en 2019: “Puedo decir que he sido músico desde los trece años y desde entonces nunca he dejado de viajar, tocar, grabar. El caso es que tenía un amigo que trabajaba en el aeropuerto de Dallas ‘Fort Worth’, y me enteré de que había trabajo allí, así que me presenté y acepté una faena de lo más corriente. Entonces sólo quería sentirme una persona normal”. Y allí trabajó un tiempo como un empleado raso. También explicó que pretendía que ese empleo lo devolviera a la realidad: “No quería que la gente pensara que yo me creía ‘lleno de mí mismo’, aunque lo que de verdad deseaba era no sentirme así, ‘lleno de mí mismo’. Lo hice para poner los pies en el suelo”. 

En 1973, tras el éxito de ‘Tres hombres’ y sobre todo ‘La Grange’, tocaron como teloneros de los Rolling Stones. Dusty recordaba: “El público gritaba, nos miraba boquiabierto, enloquecía, nos pedía más. Entonces vimos a los Stones que nos miraban con cara seria, como recordánonos que ya teníamos que haber acabado y dejar paso al grupo principal”. El entusiasmo del personal es lógico, ¿quién se resistiría a ‘La Grangre’ en vivo?

Dusty Hill siempre fue un tipo muy discreto fuera del escenario: “He pasado malos momentos en mi vida, pero nunca hablo de ello en público, no son para que la gente los revise y los analice”. Y cuando le hablaban de la longevidad y estabilidad de ZZ Top, él respondía: "Parece un tópico, pero los tres siempre encontramos muy divertido y excitante tocar juntos, por eso seguimos”.

CARLOS DEL RIEGO