No podía faltar el imitado 'paso del pato' en el homenaje a Chuck Berry
A quienes vieron la película ‘Regreso
al futuro’ cuando se estrenó en España, a finales de 1985, les parecerá casi
imposible que hayan pasado ya cuarenta años. Todas las escenas resultan tan
familiares y parecen tan presentes… Los amantes del rock & roll jamás
olvidarán la interpretación que Marty McFly hizo del ‘Johnny B. Goode’ de Chuck
Berry y las locuras que ejecutó en el escenario, e incluso puede que identifiquen
algunas de aquellas locuras
Aquella escena, aquellas palabras
(“Supongo que no están preparados para esto, pero les encantará a sus hijos”),
aquella demoledora interpretación… no sorprendió al público de 1985, de hecho,
director, productor y guionista sabían que contarían con la complicidad de cualquier
espectador en cualquier parte del mundo. Han pasado nada menos que cuarenta
años y, seguro, no habrá ningún interesado en el negocio del rock & roll
que no recuerde la escena palabra por palabra, gesto por gesto, locuras,
saltos, solos…
El rock está presente desde el
principio de la peli; Marty se presenta con su grupo a un concurso del colegio.
En éste empiezan a tocar el comienzo del tema ‘The power of love’, de Huey
Lewis & The News, pero el presidente del jurado apenas les permite tocar
unos segundos, los interrumpe y les dice que es suficiente, que son demasiado
ruidosos. Lo mejor de la escena es que ese tipo de gafotas que, megáfono en
mano, les dice que quedan eliminados es… ¡el propio Huey Lewis! (Al parecer,
algo así le pasó a Huey Lewis cuando, de joven, se presentó a un concurso).
Es sólo una de las múltiples
referencias, alusiones e insinuaciones que la inolvidable película dedica al
rock & roll. La banda sonora está llena de canciones: El ‘Time bomb town’
de Lindsey Buckingham (Fleetwood Mac) que suena en la radio de Marty antes de
que lo llame Doc. ‘Heaven is one step away’ de Eric Clapton que se escucha
cuando se topa con el vagabundo ebrio que dice ‘otro conductor borracho’. El
‘Mister Sandman’ de The Four Aces que se oye cuando Marty llega a su ciudad,
Hill Valley, en 1955. La ‘Balada de Davy Crockett’ de Fess Parker, cuando entra
por primera vez en el Café de Lou. ‘Wallflower’,
de Etta James, se escucha en el jukebox del Café de Lou mientras se ve a unos
chicos bailando… Además del ‘Earth angel’ que toca ‘Marvin Berry & the
Starlighters’ durante el ‘Baile del encantamiento bajo el mar’ que es, en
realidad, un tema de The Penguins de 1954…
Pero el cenit del rock & roll es
el ‘Johnny B. Goode’ que se marca Marty añadiendo unas cuantas referencias a
grandes guitarristas que, seguro, muchos identificaron en su momento o en alguna
de las infinitas reposiciones que han puesto por televisión. El más honrado es,
claro, Chuck Berry, a quien su primo Marvin, por teléfono, le hace escuchar
“ese nuevo sonido que has estado buscando”; y no puede olvidarse su imitadísimo
‘paso del pato’. A nadie se le escapa que eso de tocar la guitarra detrás de la
cabeza es exclusivo de Jimi Hendrix. Como tampoco que lo de arrodillarse
mientras se hace el solo fue típico del más joven Jimmy Page. Lo de saltar
desde un altavoz, tocar moviendo la mano derecha como un molino y tirar equipo
fueron características del más salvaje Pete Townshend. El solo paseando los
dedos sobre el mástil sin que la púa entre en acción recuerda mucho a Van
Halen. Y lo de extasiarse con un agudo estratosférico poniendo cara de majareta
con los ojos cerrados es…, ¡de tantos guitarristas heavy!
Irónicamente, esa icónica escena que tanto
se recuerda es absolutamente intrascendente para la trama de la película, es
decir, si fuera suprimida, el argumento no se vería afectado ni mínimamente.
Cuatro décadas han pasado desde que
todo el mundo ‘vio’ por sí mismo cómo ‘nació’ el rock & roll. ¡Quién
pudiera volver a 1985 y revivir aquel maravilloso estreno, aquel momento
inolvidable!
CARLOS DEL RIEGO


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