De aquella 'performance' loca y multitudinaria surgió uno de los más internacionales himnos pacifistas. |
Hace medio siglo, en marzo de 1969, John
Lennon y Yoko Ono llevaron a cabo lo que se conoce como ‘La encamada por la
paz’, que consistió en pasarse ambos un par de semanas en la cama para
protestar contra la Guerra de Vietnam. Aparte de la imagen de la ‘performance’,
de aquello surgió una emblemática canción convertida en icono pacifista, el
‘Give peace a chance’. Parece buen momento para recordar cómos y porqués de
ésta y otras de las grandes composiciones de John
Como todo ‘beatlemaníiaco’ sabe, aunque
las canciones estuvieran acreditadas a Lennon-MacCartney, casi siempre eran
creación de uno o de otro, a pesar de notables ayudas recíprocas en este verso
o en aquella armonía. De este modo, el origen, el motivo, el cómo y el por qué
de cada título es individual. Se cumplen cincuenta años de aquella famosa
puesta en escena protagonizada por John y Yoko, un buen pretexto para revisar
de qué van unos pocos originales del beatle con gafitas, como el ‘Give peace a
chance’.
La intención de este ‘Dad
una oportunidad a la paz’ es evidente, es un manifiesto contra las guerras en
general y particularmente contra la de Vietnam. El tema lo escribió ya en
solitario (bueno, con la Plastic Ono Band), convirtiéndose desde el primer
momento en un himno pacifista. ‘Give peace a chance’ (1969) está pensado para
que lo cante el público, para que todos hagan el coro. Fue grabado en una
multitudinaria toma en vivo el 31 de marzo del 69 , con ellos dos en la cama y la
habitación atestada de gente (músicos, periodistas, personajes del momento,
curiosos, personal del hotel…); unos meses después, en una ‘manifa’ contra la
Guerra de Vietnam, medio millón de manifestantes cantaron a voz en grito la
canción, lo que debió satisfacer mucho al autor, quien confesó que “la
intención era esa, que se coreara en manifestaciones; este es mi trabajo”. Se
cuenta que Lennon usaba elementos de la música clásica para conseguir
transmitir drama, tragedia, alegría…, por eso se dice que ese tono del
público-coro reclamando atención está inspirado en óperas de Verdi. El
manuscrito original se lo dio Lennon a un chaval, que se había colado en el
hotel, diciéndole: “guárdalo, algún día valdrá algo”; hace unos diez años
se vendió ese papel en subasta por casi
un millón de dólares.
El caso es que John ya había escrito
contra la guerra en vida de los Beatles. Así la
explosiva ‘Revolution’ (1968), cuyo texto no tiene dobles sentidos, sino que dice
lo que dice, exclusivamente. Declaró Lennon que en aquel momento pensaba que
“ya era hora de que los Beatles escribieran sobre la guerra, ya estaba bien de
hablar de golosinas. Aquí dije exactamente lo que quería decir sobre la
guerra”. El mensaje es claro: si hay violencia no contéis conmigo.
La evocadora ‘Ticket to ride’ (1965)
trata de algo que nadie esperaba, la prostitución. Al parecer, cuando actuaban
en Hamburgo, se enteraron de que se podía ‘hacer la calle’ legalmente siempre
que la ‘señorita’ tuviera una autorización firmada por un médico que certificara
que estaba sana. Y ese documento, esa tarjeta médica es precisamente el ‘Billete
para viajar’, el ‘Ticket to ride’. Alguno de sus biógrafos aseguraba que cuando
John dijo eso debía bromear…, o tal vez no. El autor afirmó, además, que esta era
“el primer heavy metal de la historia”. ¡Ah!, y el solo de guitarra lo tocó
Paul.
‘Nowhere man’ (1965) sale de la
frustración que siente el compositor cuando no se le ocurre nada por más que se
estruja el cerebro, de modo que se siente como alguien que no encuentra su
sitio, ni dónde estar ni a dónde ir. John explicó: “Por más que pensé, no se me
ocurría nada. Aburrido y deprimido, me acosté, pero cuando me levanté tuve una
idea y la escribí de un tirón”. En 2003 el papel manuscrito con la letra se
vendió por medio millón de dólares.
‘Norwegian wood’ (1965) va, sobre todo,
de infidelidad. Él mismo lo desveló: “Realmente estaba escribiendo sobre
asuntos amorosos tratando que mi esposa no notara que escribía sobre eso, sobre
experiencias y juergas con chicas en pisos y cosas así. Fui muy cuidadoso, casi
paranoico, para que Cynthia no sospechara que había ‘algo’ fuera de casa;
realmente siempre había tenido asuntos de este tipo, aunque no recuerdo ninguno
específico que tuviera que ver con la canción”. Claro que hay quien asegura que
sí había una chica concreta, una vecina, cuando ideó la letra. El título,
‘Madera noruega’, se refiere a madera barata de la que se usa para hacer
muebles de poco valor.
‘Wiht a Little help form my friends’ (1967)
dice lo que parece, habla del valor de la amistad, “No tiene que ver con las
drogas, como algunos han dicho, sino que es un mensaje sincero, sin dobles
sentidos”. Al parecer, alguien interpretó eso de ‘con una ayudita de mis
amigos’ como si esa ayudita que traen los colegas fuera droguerío. El tema
surgió en casa de Paul, cuando ambos pulsaban las teclas del piano
alternativamente, ahora uno y luego el otro. Así surgió la joya.
También se dijo que la fabulosa
‘Happiness is a warm gun’ (1968) hablaba de drogas, concretamente de heroína,
pero tampoco. Según cuentan, John hojeaba una revista de armas de fuego y se le
ocurrió que una ‘pistola caliente’ indica que acaba de ser disparada; “pensé
que eso era una locura, así que me pareció buena idea para una canción”, dijo; y con esa idea le salió esta pieza deliciosa
de la que John estaba muy orgulloso: “Es una de mis mejores canciones”. También
señaló que “al final me parece que es una especie de historia del rock”, aunque
también hay alusiones sexuales.
El ‘Come together’ (1069) es
una canción de encargo. A finales de los sesenta John se había hecho amigo del apóstol
del LSD Timothy Leary, quien se presentaba a unas elecciones; éste le pidió al
beatle que le hiciera una canción cuyo mensaje principal fuera “Venid juntos,
sumaos a esta fiesta”. Sin embargo, nuevamente no se le ocurría nada por más
que cavilaba, hasta que tras mucho estrujarse el coco logró ‘Come together’ y
se la mostró al ‘acidófilo’ diciéndole: “Esto no valdría para tu campaña, a que
no”. Y no, afortunadamente no fue utilizada; así que añadió otros versos para completar
la letra; luego, en el estudio, hasta que Paul no hizo la línea de bajo no
empezó a tomar forma. Fue acusada de plagio por tomar el primer verso de una de
Chuck Berry.
John Lennon declaró respecto a la
composición: “Escribir canciones es como estar poseído, por eso, cuando te vas
a la cama la canción va contigo, se acuesta contigo”. ¡Cuántos se echarían
incondicionalmente en manos de esa posesión!
CARLOS DEL RIEGO