Little Richard no exageró cuando dijo, Soy el creador, soy el arquitecto del rock & roll
La insolencia y el desplante son muy
propios de la estrella del rock; de hecho, es muy raro el gran personaje que se
muestra tímido, retraído, silencioso. Así, dejándose llevar por la vanidad,
muchas veces demuestran estar convencidos de su propia y exclusiva genialidad, y
casi siempre de un modo más bien infantil. De todos modos no se les tiene en
cuenta esa tan humana debilidad
El caso es que incluso hay veces que
esas muestras de soberbia tienen un punto de encanto y otras un fondo de ironía,
en ocasiones los músicos hablan totalmente en serio mientras que en otras
resultan delirantes. En fin, que la modestia no es abundante en el hábitat del
rock & roll y sí la fanfarronada y el descaro, como demuestran estas
declaraciones.
Puede empezar Little Richard, que en
realidad no dijo más que la pura verdad: “Soy el innovador. Soy el creador. Soy
el emancipador. ¡Soy el arquitecto del rock'n'roll!”. Nadie puede contradecir a
Ricardito.
De la misma quinta es Jerry Lee Lewis,
que estaba convencido del don que tenían sus deditos: "Otras personas
practican y practican. Yo no, porque estos dedos míos tienen cerebro. No les
dices lo que tienen que hacer, sólo lo hacen. Dios les dio talento". Amén.
David Bowie hizo una especie de juego de
palabras: “Soy una estrella instantánea, solo agrega agua y revuelve”, como si
fuera algo así como café soluble instantáneo.
Algunos se creían mucho más de lo que
eran, como Michael Hutchence, cantante de INXS: “La gente lleva vidas realmente
planas. Necesitan algún tipo de pico. Me gusta ser ese pico". Igualmente
los hermanos Gallagher, de Oasis; Noel dijo: “Cada canción que escribo la
comparo con The Beatles. La cosa es que ellos solo llegaron allí antes que yo.
Si hubiera nacido al mismo tiempo que John Lennon, habría estado allí”. No sólo
había que estar allí, sino tener aquel talento y aquella compenetración. Claro
que su hermanito Liam no sujetó la soberbia cuando declaró: "Ser yo es el
mejor concierto del mundo".
Claro que el mencionado John Lennon no
fue bocazas cuando proclamó: “Mientras era un Beatle estaba convencido de que éramos
el mejor jodido grupo del mundo, y creernos eso fue lo que nos convirtió en lo
que fuimos”.
El ‘Rey Lagarto’, el recordado Jim
Morrison tiró por el camino de la sicodelia y la alucinación: "Me veo a mí
mismo como un cometa enorme y ardiente, como una estrella fugaz. Todos se
detienen, señalan hacia arriba y dicen jadeando: '¡Oh, mira eso!' Entonces me
voy (como una estrella fugaz), y nunca volverán a ver algo así. Y no podrán
olvidarme nunca". Cierto, Jim es inolvidable.
Dado al exceso de todo tipo, Gene ‘Kiss’
Simmons (nacido en Israel) se reivindicó: "Estoy muy orgulloso de mí. ¿Por
qué? Porque vengo de la nada. No podía hablar ni una palabra de su idioma cuando
llegué a Estados Unidos; una de las primeras frases que escuché fue ‘¿Eres
estúpido? ¿No puedes hablar inglés?’ Muchos años después, esas personas terminaron
trabajando para mí".
También el veterano guitarrista Carlos
Santana se auto-aduló : “Si toco las notas correctas puedo ponerte los pelos de
punta, o hacerte llorar, o ponerte cachondo, o hacerte bailar. Y no tengo que
tocar muchas notas, porque tengo mi propia belleza". ¡Ay Chihuahua!
Grandes clásicos como Robert Plant no
necesitan abuela: “No es sólo que pensemos que somos el mejor grupo del mundo,
es que en nuestras mentes somos mucho mejores que quien sea el número
dos". Y que el tres, el cuatro…
Seguramente Iggy Pop era irónico cuando
decía: “Me miro en el espejo y pienso, 'Vaya, soy muy guapo'. De todos modos creo
que soy el mejor”. Hombre, guapo, lo que se dice guapo…
Pete Townsend no hace mucho miró al
resto del rock & roll por encima del hombro: "A veces creo firmemente que
The Who es la única banda de rock en la faz de este planeta que sabe de qué se
trata eso del rock and roll". Seguro que saben de qué va esto, lo han
demostrado, pero otros también.
Ejemplo de bocazas es Morrissey, que
nunca deja de insultar a los demás, sobre todo si se atreven a discrepar de sus
proclamas y que, sin duda, se tiene en mucho más valor que el real. "Yo no
actúo. Las focas actúan", dijo para llamar la atención, pues con la música
hace mucho que no la consigue.
En fin, parece como si ser estrella del
rock exigiera buenas dosis de arrogancia y autobombo.
CARLOS DEL RIEGO