En la prensa de todo el mundo se ha dado la noticia de la colaboración de Paul McCartney y Ringo Starr en el próximo disco de los Rolling Stones; incluso se ha explicado que Paul ya habría grabado algunas líneas de bajo con ese fin. La cosa parece un notición, sin embargo, la realidad es que Beatles y Rolling Stones colaboraron varias veces, demostrando que nunca se llevaron mal, al contrario, siempre se sintieron mucho más amigos que enemigos
Es cierto que siempre se habló del enfrentamiento entre los miembros del cuarteto y los del quinteto, pero la realidad es que la supuesta inquina mutua se creaba en los despachos de las editoras y en las máquinas de escribir de los medios de comunicación. Ahora vuelve a demostrarse que unos y otros nunca estuvieron verdaderamente enfrentados, puesto que los Beatles supervivientes van a colaborar en el próximo disco de los Stones supervivientes. La prueba de su buena relación entre los integrantes de las dos icónicas bandas está en las veces que trabajaron juntos, compartiendo canciones y grabaciones.
Londres, 1963, el productor de los Stones, Andrew Loog Oldham, se encuentra con John y Paul casualmente. Oldham les dice que los Stones necesitaban una canción nueva, pegadiza y con posibilidades comerciales y que, si no tenían nada mejor que hacer, fueran con él a los estudios donde estaban Jagger y compañía. Al llegar, tras los saludos de rigor, les dijeron que tenían una canción a medio hacer, que la terminarían allí mismo y se la mostrarían. Así, mientras Jagger y Richards miraban, Lennon y McCartney completaron la canción ‘I wanna be your man’, letra y música. Jagger recuerda: “Nos la tocaron y a la primera nos dimos cuenta de que sonaba bien y era comercial, justo lo que andábamos buscando. Nos parecieron algo así como magos por la forma tan genial que tenían de inventarse melodías. Eran geniales”. Ese fue el segundo disco de los Stones (1 de noviembre del 63) y alcanzó el número 12 en las listas; un par de semanas después la publicaron los propios Beatles con Ringo como solista. Años después Lennon recordaba en tono despectivo: “Las dos únicas versiones que se hicieron de esa canción fueron la cantada por Ringo y la de los Stones. Eso demuestra la poca importancia que le dimos…, no íbamos a regalar nada bueno de verdad”.
El primero de junio de 1966 Beatles tenían casi terminada la comercial y simpática ‘Yellow Submarine’, por lo que se pasaron el día pensando y añadiendo efectos de sonido. Y allí, junto a los Beatles estaba Brian Jones, tal vez más amigo de Paul y John que de sus compañeros de grupo. Aportó coros y un efecto de vasos chocando y tintineando.
No fue la única vez que el cuarteto invitó a Brian Jones a participar en sus sesiones. En junio del 67 le ofrecieron meter una pista en el ‘You know my name’ (que no apareció hasta 1970 como cara b de ‘Let it be’), pensando todos que metería algo de guitarras, “pero abrió su estuche de guitarra y allí sólo había un saxo alto”, contó Paul, que también recordaba que “tocó, pero Brian no era muy buen saxofonista, sin embargo, nosotros queríamos un saxo tenso, crispado, y eso es lo que hizo…, era muy bueno cuando no tenía que ser un virtuoso”. Fue su último encuentro con Brian Jones, pues éste empezó a mostrar una actitud errática y desconcertante; Lennon dijo que “era uno de esos tipos que no quieres que te telefonee para decirte que viene a tu casa”.
En julio de aquel año Beatles lanzaron el emblemático ‘All you need is love’; Mick Jagger se unió a los coros hacia el final de la canción, y su voz se distingue bastante bien.
Por su parte, los Stones estaban, en julio de 1967, trabajando en el ‘Their Satanic Majesties request’. Jagger y Richards escribieron el ‘We love you’ como homenaje a los fans que los defendieron y se mantuvieron a su lado cuando habían sido detenidos por asuntos de drogas. Es evidente que el ‘We love you’ es un reconocimiento y un guiño al ‘All you need is love’; y Paul y John participaron aportando coros (sin acreditar). Los Stones, lo reconocieran o no, iban siguiendo los caminos que abrían los Beatles.
La única vez que un beatle y un Stone tocaron juntos en un escenario fue en diciembre de 1968, dentro del espectáculo ‘Rolling Stones Rock and Roll Circus’. Fue parte de un ‘show’ para televisión en el que John y Keith tocaron ‘Yer blues’ acompañados por Eric Clapton, Yoko Ono y Mitch Mitchell (batería de Jimi Hendrix Experience); este grupo ocasional se presentó con el nombre de Dirty Mac.
El propio Mick Jagger explicaba hace unos años que “sí hubo rivalidad en aquellos años (60) e incluso en alguna ocasión un poquitín de fricción, pero la realidad es que siempre terminábamos como amigos”. Trabajaron juntos y hoy, décadas después, vuelven a demostrar que lo de la enemistad fue un bulo, un invento de los medios y editoriales.
CARLOS DEL RIEGO