Pasó de comunista a capitalista en el momento en que empezó a tener dinero |
Actualmente el fútbol es uno de los
espectáculos de mayor alcance en todo el planeta, lo que significa (entre otras
cosas) el movimiento de ingentes cantidades de dinero. Pero como los clubes de
fútbol necesitan más y más dinero para pagar a los mejores jugadores esas
cantidades descomunales, esos clubes se entregarán a quien se lo proporcione.
En España el fútbol vive en una burbuja
que, como todas, terminará por explotar con impredecibles consecuencias. Esa
burbuja ha sido creada por una empresa que se ha hecho con los derechos de
emisión del fútbol aprovechando las necesidades de los clubes. Pero al ser
quien paga (seguro que no poco), se ha creído con derecho a todo, incluso al de
pernada. Así, la firma Mediapro no sólo controla las emisiones de los
encuentros por televisión, sino que decide los horarios y los calendarios, o
sea, qué equipo juega qué día y a qué hora según los intereses particulares de
la empresa y su dueño, pasando por encima de los de los equipos y de los del
público. Pero es que, además, también ha decidido que hay que pagar por el
derecho a informar y a ser informado, es decir, impone una especie de impuesto
revolucionario (una cantidad arbitraria) a las emisoras de radio por
retransmitir los partidos, de modo que exige dinero a cambio de que los
locutores cuenten el partido a los espectadores, algo así como si el director
de una película viniera a exigir dinero a quien se la esté contando a otro; es
más, ni siquiera permite el acceso a las salas de prensa a quien no pague,
demostrando que él, el dueño de Mediapro, el señor Roures, lo es también del
fútbol, de las emisiones, de los campos, de las salas de prensa y de la
información, que será permitirá o no en función del dinero. En pocas palabras, Jaume
Roures es algo así como un dictador, el dictador del fútbol, pues él hace y
deshace a su antojo, anteponiendo sus personales intereses económicos a todos y
a todo.
Roures, dueño de Mediapro, es el dictador del fútbol |
El problema es que los clubes de fútbol
eligen a quienes dirigen la Liga
de Fútbol Profesional, y éstos han entregado la liga a aquella empresa. Quienes
están al mando de los equipos no hablan muy alto y se pliegan a todo, pues
quieren el dinero (después lo despilfarran para volver una y otra vez a la
situación de bancarrota), de modo que al final quienes resultan perjudicados
por horarios y calendarios, por la ausencia de los medios que no pagan, es el
público, y no sólo el aficionado, ya que las catastróficas economías de los
clubes terminan siendo saneadas a costa del dinero de todos, el de los
aficionados y el de quienes jamás ven fútbol.
¿No tiene Roures un aire al señor Burns de Los Simpsons? |
La gran ironía está en el hecho de que el
mencionado personaje se dice de izquierdas (también es productor de cine y magnate
de la comunicación, y en su día fue periodista), cuando todo lo que hace está
encaminado a obtener los máximos beneficios económicos; se dice de izquierdas
(incluso perteneció a la Liga Comunista
Revolucionaria), pero en los medios de su propiedad se incita al consumo
(publicidad, esencia del capitalismo); se dice de izquierdas, pero su oferta
está dirigida a quien pueda pagar más (por eso está en contra del fútbol en
emisión abierta). ¿Y qué hay más capitalista que buscar el rendimiento
económico por encima de todo?, ¿qué es más capitalista que tratar de convencer
al público de que gaste más, que compre más, que consuma más?, ¿quién es más
capitalista que el que sólo está interesado en la clientela más pudiente?. No,
Roures no es de izquierdas, ni trotskista, ni comunista, ni socialista, Roures es
un auténtico capitalista, lo que él hace está perfectamente engranado en la
maquinaria capitalista, es más, es pieza imprescindible para el funcionamiento
de ésta, pues sus prácticas son de capitalista salvaje..., lo que demuestra una
vez más que para ser considerado de izquierdas lo único que hace falta es
decirlo, proclamarse tal y apoyar a los partidos políticos que así se definen.
No importa que se viva y se trabaje utilizando todos los recursos del
capitalismo (por cierto, el menos malo de los sistemas), para ser un buen
izquierdoso basta con decirlo y apoyar a quienes así se dicen. Nada más.
En fin, como buen capitalista, en el tema
del fútbol Roures aprovecha las situaciones de ventaja para imponer sus
criterios, encaminados a la consecución del máximo beneficio económico por
encima de cualquier otra consideración. Legítimo, pero es capitalismo puro y
duro. O sea, Roures miente o se miente o las dos cosas. Y mientras tanto, a
manipular el fútbol a su antojo.
Carlosdelriego.
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