domingo, 13 de mayo de 2018

LOS MEJORES CANTANTES DE ROCK Como en estas fechas se celebra ese festival de la horterada y el esperpento en el que hay menos música que en una carrera de motos, bueno será recordar a los grandes solistas de la historia del rock, cantantes que sí cantan bien y con una gracia especial

En cualquier selección de los mejores solistas de la historia del rock jamás podrá faltar Freddie Mercury.


Los profanos en esto del rock & roll están convencidos de que quienes le ponen la voz no hacen más que berrear en medio de un ‘ruido infernal’. Pero la realidad es distinta, pues desde que la cosa se puso en marcha, hace sesentaytantos años, no han sido pocos los vocalistas que han mostrado cualidades canoras sobradas. Así, además de no desentonar, de entrar a su tiempo y de poseer buena voz, muchos de ellos han exhibido dotes para el canto, ya sea con una voz brillante en registros diversos y siempre armónica, o con tono y sonido inconfundible; asimismo, la gran mayoría de los que han se han puesto al frente de un grupo de rock han sido capaces de transmitir emociones, sentimientos, ideas, sensaciones, que es lo que al final ‘engancha’ a los incondicionales de este género. Difícil es escoger unos cuantos nombres, sobre todo porque cada uno tiene (lógicamente) sus gustos y preferencias, y también porque la gran variedad existente complica la comparación. En todo caso, no será difícil ponerse de acuerdo en que estos que a continuación se mencionan cantan o cantaban muy bien, especialmente bien, y todo interesado los reconocería al instante.

Si se empieza por el principio hay que citar a Elvis, cuya voz y modulación se reconocen al instante cante en el género que cante; su voz es profunda, cálida, muy cercana siempre, acariciadora en las lentas y enérgica en el rock & roll; posee un estilo muy propio y muchas veces imitado (aunque como dijo alguien, “sólo si se le mete un calcetín en la boca se puede cantar mejor que Elvis”). Y lo más difícil, transmite, comunica, contagia desde la primera nota. Han pasado muchos años de su muerte, pero la leyenda del rey no hace más que crecer. En fin, pocos usaron mejor que él sus cuerdas vocales y dieron vida a títulos de géneros tan diversos.

Excepcionales muestras de aptitud musical dio el gran Roy Orbison. El sonido de su voz es cristalino y brillante, muy armonioso y capaz de tonos altísimos sin un atisbo de ruptura o gallo; ya desde sus comienzos sorprendió por su buen gusto, su mimo a la hora de entonar y su gran capacidad para contagiar emoción; y también deslumbraba haciendo baladas o trepidante rock & roll.

Si una voz es reconocida incluso por los profanos es la del genial Freddie Mercury. Como es sabido, era un prodigio para la música en general y especialmente para el canto, cosa que él trabajó duramente para poder ofrecer todo lo que tenía dentro, que era mucho. Su inflexión vocal es muy brillante, alta, casi infinita, mientras que su estilo llega a ser volcánico, explosivo, aunque también puede volverse fino, tierno. Además, Freddie (y sus cómplices) demostraron que el rock & roll puede admitir maneras operísticas sin perder esencia.  

Generalmente los cantantes de heavy clásico son técnicamente muy buenos y poseedores de voz potente y más bien aguda. Una de las mejores muestras es Ian Gillan, el inconfundible solista de Deep Purple, quien ha dejado innumerables muestras de su poderío vocal, haciendo muchas veces (en directo) auténticos alardes; su tono es alto, casi arrogante, lo que le permite (al menos en sus años de juventud y madurez) agudos casi imposibles y sostenidos agotadores. 

Lo bueno es que podrían seguir enumerándose voces de todo tipo que han tenido espacio destacado en el planeta del rock & roll. Por ejemplo, si lo que se busca son tonalidades y texturas exquisitas, ceñidas a los cánones más académicos y absolutamente encantadores, hay que recordar al malogrado Jeff Buckly (hijo de Tim), con su entonación perfecta, su sensibilidad e intensidad, su don especial para llevar la emoción al oyente; ¡y qué decir del también muerto prematuramente Otis Redding!, todo ‘alma’, todo intención, ahora suave y cadencioso, ahora crudo y desgarrado; imprescindible es la voz delicada y sedosa de Art Garfunkel, igual que la acariciadora serenidad que transmite el tono nasal de James Taylor, o el acento hondo y penetrante de Jackie Wilson… Y así podría cualquier aficionado seguir señalando a grandes artistas que cantan especialmente bien y con enorme y poderosa personalidad vocal: Jim Morrison, Graham Nash, Meat Loaf, Jim Kerr (Simple Minds), Roger Daltrey…

Pero es que, además de los que lo hacen con rigor y sin salirse de los parámetros más puristas, también hay en este planeta del rock otros cantantes con un estilo un tanto… ‘distinto’; son vocalistas que llamaron (llaman) la atención  por su carácter mucho más que por la belleza de su voz o su perfecta entonación. Así, Little Richard y sus modos gritones y exuberantes, Joe Cocker con su inconfundible voz rugosa y abrupta, o Rod Stewart explotando su canto mate y rasposo como lija del siete, al revés que Neil Young, o el hiperenergético James Brown… Cualquiera podría añadir otros nombres, pues no son escasos los que pueden cantar como los ángeles endemoniadas piezas rock.

¿Y las chicas? Lógicamente necesitan su propio capítulo...

CARLOS DEL RIEGO

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