Loquillo nunca ha tenido muy claro qué es eso de la armonía o la musicalidad. |
En el particularísimo universo de la música
contemporánea los hay que lo hacen con gracia y estilo y los que no. No se
trata de que el que interpreta guste o no, ni de que practique un estilo con el
que se tiene química o produce urticaria. La cosa es que algunos solistas
sencillamente no poseen condiciones para el canto, y dentro del planeta del
pop-rock español existen algunos casos evidentes. Vaya por delante que lo
importante es gustar, conectar con alguien, transmitir emociones, pues estos
géneros musicales no atienden a los cánones de músicas ‘más cultas’; es decir,
el rock (punk, pop y similares) no exige ser un virtuoso con la guitarra, un
tenor con voz de seda o, en fin, un músico especialmente dotado por la
naturaleza, ya que estas músicas se mueven por parámetros en los que la técnica
no es tan importante como la capacidad para despertar emoción en quien escucha.
Lejos de su imagen frágil, Luz Casal canta de modo tosco, rudo y tajante. |
A pesar de ello, se puede decir que hay algunos que
afinan realmente mal, otros que no son capaces de entrar a tiempo y otros más
que no acaban de entender qué es eso de la melodía. Sin desmerecer en absoluto
su trabajo y sus éxitos (si están en esto desde hace tanto será por algo),
nadie pondrá en duda que Loquillo, Alaska y Luz Casal no son lo que se dice
cantantes excelentes.
Durante un concierto del catalán sus músicos se
arrancaron con una versión del ‘No more heroes’ de los Stranglers; tras un
corto pasaje instrumental, entró Loquillo, y debió hacerlo tan a destiempo y
tan fuera de tono que los guitarristas se sobresaltaron, casi dieron un brinco volviendo
la vista incrédulos al solista, para y luego cruzar sus miradas con cara de
sorpresa y desconcierto… Es una muestra de que no tiene muy claro qué es eso de
la armonía, la cadencia o el buen gusto. En fin, que el veterano y reconocido
rockero no posee lo que se dice grandes capacidades canoras.
Alaska entraría fácilmente en la lista de las peores cantantes del mundo. |
Igualmente la gallega Luz Casal, que canta con muy
poca finura, con escasa musicalidad, con modos toscos y tajantes, casi de forma
basta. Si lo suyo fuera el heavy o el punk quedaría apropiado, pero como quiera
que Luz hace baladas, boleros y otros géneros de ambiente sentimental y
afectado…
Lo de la mexicana Alaska es algo ciertamente
sorprendente, puesto que desde el minuto uno de su carrera la crítica y el
público, fans, antifans e incluso
compañeros de profesión (estos en ‘petit comité’) coincidían en que la señorita
cantaba de modo grosero y chabacano, con un estilo ordinario y rústico, sin
gusto y sin una pizca de aptitud estética; que sea incapaz de salir del mismo
registro y suene del todo monocorde y lineal, como una melopea monótona, es
algo ya secundario. Podría aventurarse que Olvido tiene ‘oído de madera’.
Hay otros casos, muchos más, que merecen ser
mencionados cuando se habla de cantantes de dudosa valía. Por ejemplo ahí está
Melendi, con ese tono de voz chulesco y desafiante, entre desganado y
despectivo, pretendidamente macarra a la vez que aflamencado e incluso
agitanado, y además copiado de Lichis-Cabra Mecánica; es el del asturiano un
modo de cantar palurdo y analfabeto orgulloso de tales condiciones. ¡Y qué
decir de los que canturrean con irritantes dejes y tonillos a modo de salmodia!,
como Dani Martín (el de El Canto del Loco), que parece huir de la vocalización,
atropellando palabras y dando la impresión de cantar casi sin abrir la boca y buscando
siempre el mínimo esfuerzo; e igualmente Amaya Montero (ex vocalista de La
Oreja de Van Gogh), cuya modulación y pronunciación, cuyas inflexiones de voz e
incomprensibles acentos sobre esta sílaba o aquella palabra llegan a resultar
hilarantes. Peor es lo de Enrique Iglesias, pues en sus directos hay más gallos
que en una granja avícola y más desafinaciones y salidas de tono que en una
pelea de perros. También hay que recordar casos como el de algunos grupos de
los del rock radical vasco o tan melosos como Modestia Aparte, casos en los que
la melodía vocal parecía reñida con el acompañamiento instrumental, como si una
y otro no tuviesen nada en común.
Como puede verse, el éxito en ciertos géneros
musicales no precisa del mínimo talento o valor artístico.
CARLOS DEL RIEGO
Olé tus huevos.
ResponderEliminarZapico
Hey, te has olvidado de "Un pingüino en mi ascensor", David Summers, Alberto Comesaña, y muchos que me dejo seguro (no descarto escribir otro post). Bueno, también incluiría al cantante de Ciudad Jardín con ese tono a lo David Byrne, pero eran tan irreverentes que se les perdona todo. A Comesaña le escuché en un directo de Semen-up y el hombre daba bastante pena, aunque luego mejoró con Amistades Peligrosas.
ResponderEliminarHombre, los tres ejemplos que has puesto, creo que además de reconocerles sus méritos son gente de talento. Y la voz de Luz Casal a mi me parece original, la verdad. Pero sí, lo de Melendi es penoso, y no digamos ya el pseudo-cantante-actor de El canto del moco. Y aquí sí que se puede decir que el talento brilla por su ausencia y que simplemente se han subido al carro de la comercialidad y de una cierta imagen (macarrilla-porrera-chunga-guay del Melendi y chicodebarrioguapeteamigodesusamigosconsusposecitas del Dani Martín). De la Amaia Montero no digo nada, porque aunque me parece una pedante encantadísima de conocerse, reconozco que me gustaron sus primeros dos discos con La Oreja.
Un abrazo
Amigo Juan Diego, sí, El pingüino era penoso, Summers tiene menos voz que un laringectomizado y el Comesaña siempre cantó cosas que no exigían demasiado. C. Jardín tenían algunas buenas canciones. El problema de Luz (una mujer que me parece de una pieza) es que tiene poco 'arte', que diría un flamenco. Lo de Melendi y el D. Martín se acerca a lo patético (los has descrito bien a ambos). La tronca de La Oreja tenía fama de ser una engreída de primera, tanto que, contaban entonces, había dejado en evidencia al resto del grupo varias veces.
EliminarY es que, con el tiempo, vas encontrando lo que tienen unos y otros. Un Abrazo
Te olvidaste de mí, yo canto como el culo. Tu imagino que cantas también fatal, pero sin embargo tienes mucho estilo escribiendo y muy buena memoria musical. Gracias. Juanito.
ResponderEliminarAmigo Juanito, no sé cómo cantas tú, pero aciertas en que yo lo hago fatal, no tengo oído, tengo oreja. Sólo canto cuando estoy solo y con la música muy alto...
EliminarMuchas Gracias.
Carlos
Alguien tenía que decirlo de una vez.
ResponderEliminar¡Saludos!
Muchas gracias.
EliminarCarlos
No creіa veг un post asi aգui pero he queԁado
ResponderEliminarrealmente aǥradecido en eѕta ocasion
Viа ; Vero