David Bowie y su guitarrista Mick Ronson, cien por cien glam.j |
“Te has quedado en el 73 con Bowie y T Rex”, decía una
canción escrita por Carlos G. Berlanga y Nacho Canut para Alaska y Dinarama en
1983. Entonces habían pasado sólo diez años del momento dorado del glam-rock,
hoy son ya cuatro décadas desde que la moda en el rock imponía plataformas,
botas altas, sombreros y peinados disparatados, estampados de leopardo,
lentejuelas, purpurinas y capas y capas de maquillaje, coros atipladas y
falsetes, guitarras muy potentes y ritmos cadenciosos y machacones, melodías
simples y directas y textos voluptuosos, sensuales, despreocupados,
hedonistas…; y para completar, ambientes exagerados, puestas en escena cargadas
de teatralidad y dramatismo y, por supuesto, exceso, en escena y fuera de ella.
Tales fueron las directrices básicas de aquel subgénero del rock aparecido al
comienzo de la prolífica década de los setenta del siglo pasado, que sigue
teniendo presencia significativa en numerosas bandas de todo el mundo (puede
afirmarse que el punk no hubiera existido sin el glam, que el hard rock tomó
muchos de sus elementos o que rock gótico es su heredero natural).
Después de la década hippy con su aura de trascendencia y
sus proclamas de amor libre, la inquieta juventud del momento da un giro total y
pone de moda la intrascendencia y la alegría de la vida disipada (en la Historia
del Arte se produce algo parecido cuando el despreocupado rococó aparece tras
el solemne barroco), del mismo modo que suple aquel amor directo y cotidiano
por la relación sofisticada y retorcida, pícara y cortesana. En fin que se
cambió la meditación trascendental por la ‘dolce vita’. Esta intención se
plasmó en la música con el glam rock, y a pesar de que también se decía gay
power, no hay que olvidar que glam viene a significar glamour, encanto,
seducción, fascinación, lo que quiere decir que la apariencia de reinona que
adoptaron no pocas estrellas del género fue mucho más pose que auténtico sentimiento
homo (que también lo hubo).
Los nombres más sonoros de aquellos años de vino y rosas
son, claro, David Bowie y Marc Bolan. El primero aportando varios discos
verdaderamente imprescindibles, sobre todo el inigualable ‘The rise & fall
o f Ziggy Stardust & the Spiders from Mars’, un trabajo magistral en el que
Bowie alcanza sus máximos de talento con piezas como ‘Lady Stardust’ (dedicada
al mencionado Bolan), ‘Five years’ o la propia ‘Ziggy’. El segundo, líder de T.
Rex, es en realidad quien tiene la idea y quien antes la plasma, pues su primer
gran éxito, ‘Ride a white swan’, aparece a finales de 1970; después, el pequeño
genio crea álbumes y canciones emblemáticos, llenas de gracia, elegancia,
personalidad y encanto, a veces con matices más oscuros e inquietantes, otros
con tonos más románticos; son creaciones como la poderosa ‘Metal guru’, la
evocadora ‘Get it on’, y ‘Hot love’, ‘Telegram Sam’, ‘Children of the
revolution’, ‘20th Century boy’… Marc Bolan murió cuando su novia, Gloria
Jones, estrelló el coche en el que ambos viajaban contra un árbol en septiembre
de 1977, ella sufrió graves heridas, él murió en el acto con 29 años.
Otros grupos representativos de aquella época loca y
multicolor fueron Slade, que alcanzaron muchísimos éxitos con una propuesta más
basta y ruidosa, con las chillonas voces de Noddy Holder (y su peinado), su
aspecto esperpéntico, las faltas de ortografía de sus títulos y textos, la caña
de sus guitarras y sus contundentes e irresistibles estribillos; así, ‘Coz I
love you’, ‘Mama we`re all crasee now’, ‘Cum on feel the noize’… The Sweet aportó temas como ‘Coco ’, ‘Ballroom
blitz’ o ‘Fox on the run’. Suzi Quatro era de Estados Unidos, pero fue
en aquella Inglaterra donde formó grupo y logró el éxito gracias a piezas como
‘Can the can’ o ’48 crash’; como era chica, adoptó un aspecto andrógino,
encajando perfectamente en la esencia glam. Los más elegantes Smokie, que
siempre tendrán en el parnaso del rock la deliciosa ‘Living next door to
Alice’. Los disparatados Kiss nacieron en aquella época, y desde entonces han
seguido manteniendo gran parte de los modos del Glam. Lógicamente la lista es
más amplia, pero sólo los mencionados aportaron canciones que perduran (hay
otro personaje, un indeseable con iniciales G. G. que no merece ni ser
nombrado).
También hubo muchos grupos y solistas que en aquel momento
se subieron al carro, como The Queen, Mott The Hopple, Lou Reed, Elton John,
Roxy Music o los autodestructivos The New York Dolls, y Alice Cooper, Iggy Pop,
Rod Stewart e incluso The Rolling Stones adoptó poses glam cuando correspondía.
Capítulo propio merecen los productores. Tal vez los más
exitosos sean Nikky Chinn y Mike Chapman, auténticos fabricantes de números uno
tanto como compositores como productores, y así bien puede decirse que fueron
los reyes del glam más simple y comercial y quienes estaban detrás de los
éxitos de Slade, Suzie Quatro, Smokie, The Sweet… Estos dos tipos siguieron
manufacturando discos de ventas millonarias posteriormente, ya que grupos como
Bloondie o The Knack y solistas como Pat Benatar o la mismísima Tina Turner se
beneficiaron de los conocimientos de Chinn y Chapman, ya fuera a dúo o por
separado. Ellos siempre decían que para que tuvieran éxito, las canciones
habían de ser simples, directas y fáciles de hacer, pero añadían que conseguir
tal cosa era enormemente difícil.
Tony Visconti, productor de los mejores discos de Bowie (y
que también se ha encargado de dar forma al que éste publica en 2013), es un
tipo capaz de trasladar a la realidad sonora las elucubraciones de artistas y
grupos tan complejos y variopintos como el susodicho o como Mar Bolan, The
Moody Blues, Paul McCartney, Iggy Pop, Thin Lizzy, The Stranglers y muchísimos
otros en una larga carrera que ya dura cuatro décadas y media y ha tocado casi
todos los géneros, ritmos y estilos.
El glam rock, en fin, dejó su espíritu divertido y sus ganas
de disfrutar de los placeres de la vida, sus poses mundanas y artificiales, sus
estribillos simples y sus sentimientos retorcidos, así como una estética y unas
formas que se ven hoy en numerosos grupos de todo el mundo.
Y una excelente e ilustrativa colección de canciones.
CARLOS DEL RIEGO
Totalmente de acuerdo contigo. Además y viendo esa foto uno de los tonos preferidos de mi móvil es Starman de Bowie. Sencillamente maravilloso tanto a nivel musical como visual, no hay más que ver el vídeo.
ResponderEliminarTienes toda la razón por cierto uno de los tonos de llamada es el maravilloso Starman de Bowie. Sencillamente una maravilla tanto musical como visual viendo el vídeo.
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