Según muchos, la muerte de Elvis es una auténtica confabulación intergaláctica. La imagen es una simulación. |
A
pesar de que cualquiera tiene a su alcance toda la información de manera casi
instantánea, hay veces que la evidencia no es suficiente para convencer a
quienes creen solamente lo que quieren creer; o sea, no hay peor ciego que el
que no quiere ver. Pueden mencionarse abundantes creencias que circulan por ahí
solamente porque hay criaturas deseosas de desconfiar de la lógica y dar
crédito a la astracanada más delirante; por ejemplo, hay quien se obstina en
defender que no hubo viaje a la luna aun cuando se desmonten sus ‘certezas’, y
hay quien está convencido de que las vacunas producen autismo a pesar de que si
fuera así más de la mitad de la población mundial sería autista, y lo máximo,
hay quien defiende que la Tierra es plana aunque vea un partido de tenis en
Australia con el sol en todo lo alto mientras aquí es noche cerrada. Sí, las
fábulas y los cuentos, cuanto más enloquecidos parezcan, más van a convencer a
ese sector de la población que se dice a sí misma “a mí no me engañan”.
Evidentemente, el terreno del rock es fértil para el crecimiento de imaginarias
confabulaciones y delirantes historietas.
Muy
divertida por lo esperpéntica es una que asegura que Stevie Wonder ve, o sea,
no es ciego y ha estado simulando, como montaje publicitario, durante toda su
vida. El origen del supuesto complot (pues muchos tendrían que contribuir a la
farsa) está en un intrascendente incidente durante un concierto que dio con
Paul McCartney en 2010. Al pasar por delante de él, Paul golpea un pie de micro
que se tambalea y va a caer, pero antes lo recoge al vuelo Stevie…, eso es
suficiente para que la fábula tenga quien la de por cierta. La cosa es fácil,
Paul choca con el micro que Stevie tiene delante, oye el golpe (tendría
pinganillo), extiende el brazo y el pie cae sobre éste. Es desconcertante
pensar que alguien esté convencido de que miles de personas se han confabulado
para mantener engañado al resto del mundo por los siglos. Quien vea una foto de
Wonder (que perdió la vista siendo bebé) sin gafas se reirá del asunto, como se
ríe él cuando se lo comentan.
Demencial
es la que asegura que en la portada del ‘Breakfast in America’ de Supertramp
(publicado en 1979) se anuncia el atentado terrorista contra las Torres Gemelas
del 11-9-01. En esa portada se ven los edificios de Nueva York (simulados) con
una sonriente y rolliza camarera que sujeta en alto un vaso de zumo imitando a
la Estatua de la Libertad, y coincidiendo el vasito justo delante de las
Torres; luego, para que la cosa ‘funcione’, hay que mirar la imagen en el
espejo, y entonces la p puede parecer un 9 y la u el 11; y si a ello se suma
que están justo sobre las Gemelas y que los ataques se perpetraron a la hora
del desayuno (breakfast), los que ven fantasmas por todas partes no necesita
más para convencerse de que los que idearon esa imagen sabían lo que iba a
ocurrir 22 años después.
Hasta
el ingenuo ‘Hotel California’ de los Eagles tiene su ‘leyenda negra, pues
ciertos ‘enteraos’ descubrieron en su letra referencias al satanismo, a la
muerte, a la bestia, al infierno; además en la foto interior del Lp, en el
triple arco de arriba a la izquierda, se ve una borrosa figura que se dijo era
algo así como el fantasma del inventor de la iglesia de Satanás (¡toma ya!); y
finalmente se rumoreó que las fotos están tomadas en terrenos sagrados. Más que
suficiente para señalar la intención satánica. El caso es que las letras ni se
acercan, la figura misteriosa es una modelo y las fotos son en hoteles.
‘Misterio’ resuelto, pero nunca se podrá convencer a los que creen que todo es
un aquelarre.
Todo
rockero muerto que se precie tiene que poder exhibir alguna sospecha
conspiranoica. Así, existe la creencia de que a Jimi Hendrix lo mató su
manager, Michael Jeffrey, pues éste le había hecho firmar un seguro de vida con
él como beneficiario, así que le dio los barbitúricos; claro que también se ha
escrito que fue la mafia la que acabó con el artista. La muerte de Bob Marley,
siendo tonta, no tiene pegas; le hicieron daño en un pie jugando al fútbol y
cuando fue al hospital le detectaron un cáncer, él no quiso operarse por
cuestiones religiosa y, cuando se decidió, era tarde; sin embargo, se ha
especulado que fue la CIA, a la que molestaban sus mensajes pacifistas, y que
un agente le dio unas botas que contenían un alambre con veneno y que cuando se
las probó estaba sentenciado (desternillante). No podía faltar el asesinato de
John Lennon entre la lista de fabulaciones; un tipo dijo que la CIA y el FBI
querían acabar con él porque se manifestaba contra la guerra, y que para hacer
el trabajo contrataron a Stephen King (sí, el escritor), ya que el tipo estaba
convencido de que el de la foto en la que se ve a Lennon firmándole su último
autógrafo es el famoso novelista.
Claro
que si se trata de rumores y maquinaciones en torno a la muerte de una
estrella, Elvis está por encima de todos. Los adeptos a las tesis del complot y
la conspiración han encontrado cantidad de ‘pruebas’ de que Elvis no murió,
sino que quiso apartarse de la fama (y cuidar de su salud) fingiendo su muerte para
vivir lejos del mundanal ruido: una, la autopsia señaló como causa de muerte
una arritmia, pero (dicen) eso no se puede ver en un cadáver; dos, la autopsia
está legalizada con un sello muy antiguo y que ya no se usaba en aquel momento;
tres, hay quien asegura haber visto algo parecido a sudor en el rostro de Elvis
cuando estaba en su ataúd, lo que querría decir que era una figura de cera o
algo así; cuatro, nadie ha cobrado su seguro de vida; cinco, en su lápida de su
casa-museo, Graceland, su nombre está ml escrito (pone Arón y debería poner Aarón);
seis, alguien reservó billete de avión a Argentina con el nombre que usaba
Elvis para viajar de incógnito. Como puede comprobarse, son ‘evidencias
irrefutables’. También está la variante ‘federal’ que asegura que el rey
pertenecía al FBI y que, como sabía demasiado, se le metió en un programa de
protección de testigos y desapareció. Y luego están los que aseguran, juran y
perjuran haber visto a Elvis vivito y caminando…, avistamientos tan cotidianos
como los de los ovnis. Lo que no es mentira es que el FBI tiene información
sobre el cantante, aunque esto se ha aprovechado para afirmar que en ese
dossier hay cartas firmadas por Elvis con fecha posterior a agosto de 1977.
Será
cierto que cuanto mayor sea la mentira es más fácil engañar?
CARLOS
DEL RIEGO
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