domingo, 8 de abril de 2018

LO FALSO, LO ‘FAKE, A TRAVÉS DEL CRISTAL DEL ROCK & ROLL Más que nunca, hoy hay omnipresencia de falsos y falsedades; así, abundan y se propagan como la peste las noticias falsas, las ‘fake news’, se falsifican documentos, currículos y títulos, y lo de adoptar identidades falsas en la red es algo corriente.

The Cure, o sea, Robert Smith, aún en los 70 señalaron a los tipos falsos preocupados sólo por las apariencias.


Sí señor, a pesar de que siempre ha existido la persona falsa y el rumor malintencionado, la impostura y la falsificación, en la actualidad y con los medios existentes, lo que se conoce como ‘fake’ cabalga desbocado; tanto que sesudos estudios aseguran que las noticias falsas, las llamadas ‘fake news’, tienen mayor y más rápido alcance y, asombrosamente, mayor crédito que las informaciones auténticas y contrastadas. No cabe duda de que las leyendas urbanas, las engañifas y tergiversaciones, así como los impostores que se hacen pasar por lo que no son, cotizan al alza respaldados por la posibilidad de multiplicar hasta el infinito la divulgación de la paparrucha. Además, tanto el gerifalte de toda especie como el más común de los terrícolas, antes o después falsifica. Obviamente, el rock & roll no ha dejado de ocuparse de estas variantes de la mentira con canciones excelentes. Por ejemplo… 

The Cure publicó a comienzos de su carrera, en 1979, el excelente ‘Jumping someone else´s train’, una canción trepidante con un original juego de guitarras y el tono suplicante, melancólico de la voz. Habla de las apariencias, de fingir lo que no se es, ya sea para darse el pote o simplemente para encajar, para pertenecer al grupo; el tema trata de desenmascarar a quienes se apuntan rápidamente a las modas, a todas, a esos que se incorporan inmediatamente a las tendencias y posturas del momento como si así hubieran sido toda la vida, de modo que nunca sienten ni son lo que aparentan, sólo van apuntándose a la última. Parece estar escrita pensando en esas criaturas que presumen de haber sido los pioneros (de lo que sea) y de haber estado presentes en los grandes acontecimientos. “Tomas el tren de otros en marcha. No tardarás en aprender la nueva sonrisa (…) y si te das prisa podrás decir que estuviste allí”, explican algunos de los versos de esta refrescante pieza.

John Lennon escribió poco después de Los Beatles, en 1971, ‘How do you sleep?’ (¿Cómo puedes dormir?), una canción que parece hacerse eco de la leyenda urbana que sostenía que Paul McCartney había muerto: “esos monstruos tenían razón cuando dijeron que habías muerto”. Es decir, todo hace indicar que con ese verso John está denunciando una enorme falsedad, una usurpación de personalidad…, claro que no hay que olvidar que en aquellos momentos uno y otro estaban enzarzados en mil disputas. Además, en este tema John se refiere de modo explícito e irónico al que fuera su compañero cuando explica con tono despectivo: “lo único que hiciste fue ayer, y desde que te fuiste solamente eres otro día”, en clara referencia a los títulos de Paul ‘Yesterday’ y ‘Another day’. Ritmo lento, casi solemne, y un ambiente más bien ritual envuelven esta pieza bastante olvidada que trata sobre uno de los chismes más sonados en torno al cuarteto.  

El genial Hank Williams publicó nada menos que en 1949 su ‘Mind your own business’ (Métete en tus asuntos). Este antecedente del rockabilly es un alegato contra los cotilleos y rumores que alguien insinúa y, como bola de nieve, crecen de boca en boca, sobre todo cuando se trata de parejas y personajes famosos. “Si mi esposa y yo discutimos, es cosa nuestra”, vienen a decir las primeras frases, y luego: “si me voy con otra, ¿a ti que te importa?”, así que, “¿por qué no te metes en tus asuntos y te olvidas de los míos?”. Incluso casi al final desafía: “yo también puedo inventarme historias, ¿por qué no te preocupas sólo de tus cosas?” La canción es otra evidencia de que Hank es, sin duda, uno de los más brillantes músicos estadounidenses del pasado siglo.  

Joan Jett arremetió contra las amistades interesadas en su ‘Fake friends’ de 1983. El texto va contra esos que se dicen amigos y te adulan cuando estás arriba, pero cuando la cosa cambia, cuando caes, incluso se ríen. Con una poderosa guitarra presidiendo la partitura, la letra de este ‘Falsos amigos’ resulta muy explícita: “cuando estabas abajo desaparecieron (…) pero si vuelves a subir ellos volverán”; además, esta contundente canción contiene una frase que no puede ser más cierta y que cualquiera puede aplicarse: “no pierdes nada si pierdes falsos amigos”.

El sonido siempre multicolor de Sly & The Family Stone dio forma, en 1968, a la vibrante ‘Plastic Jim’. En ella, el imprevisible Sly Stone arremete contra los que se dicen hippies porque está de moda pero ni sienten ni comprenden de qué va la cosa, aunque realmente carga contra todo tipo de hipocresía. Arreglos explosivos, armonías vocales, irresistibles ritmos funk envuelven pensamientos y observaciones como: “es amable dos veces por semana, el resto del tiempo estará mintiendo”. El término ‘plástico’ se usa aquí como sinónimo de falso, ‘fake’.

Y hablando de falsos y falsedades, ¡cómo olvidarse de los políticos, los auténticos profesionales de la impostura, la manipulación y el postureo! Mucho rock se ha escrito acerca de esta especie singular, y nunca con palabras bonitas… The Alarm  les dedicaron toda suerte de calificativos en su adictivo ‘The deceiver’ de 1984; así, tras un rabioso “me pones enfermo con tu engreimiento”, se suceden los improperios y maldiciones: “eres el manipulador, te llamas codicia y eres un tramposo, eres un embustero (…) ¿no tienes vergüenza?”. Normal, hay que tener en cuenta que el político tiene la falsedad y la hipocresía como principales herramientas.

No cabe duda, eso de la trola y su propagación da mucho de sí.

CARLOS DEL RIEGO

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