The Cure, o sea, Robert Smith, aún en los 70 señalaron a los tipos falsos preocupados sólo por las apariencias. |
Sí señor, a pesar de que siempre ha
existido la persona falsa y el rumor malintencionado, la impostura y la
falsificación, en la actualidad y con los medios existentes, lo que se conoce
como ‘fake’ cabalga desbocado; tanto
que sesudos estudios aseguran que las noticias falsas, las llamadas ‘fake
news’, tienen mayor y más rápido alcance y, asombrosamente, mayor crédito que
las informaciones auténticas y contrastadas. No cabe duda de que las leyendas
urbanas, las engañifas y tergiversaciones, así como los impostores que se hacen
pasar por lo que no son, cotizan al alza respaldados por la posibilidad de
multiplicar hasta el infinito la divulgación de la paparrucha. Además, tanto el
gerifalte de toda especie como el más común de los terrícolas, antes o después
falsifica. Obviamente, el rock & roll no ha dejado de ocuparse de estas
variantes de la mentira con canciones excelentes. Por ejemplo…
The Cure publicó a comienzos de su
carrera, en 1979, el excelente ‘Jumping someone else´s train’, una canción
trepidante con un original juego de guitarras y el tono suplicante, melancólico
de la voz. Habla de las apariencias, de fingir lo que no se es, ya sea para
darse el pote o simplemente para encajar, para pertenecer al grupo; el tema
trata de desenmascarar a quienes se apuntan rápidamente a las modas, a todas, a
esos que se incorporan inmediatamente a las tendencias y posturas del momento
como si así hubieran sido toda la vida, de modo que nunca sienten ni son lo que
aparentan, sólo van apuntándose a la última. Parece estar escrita pensando en
esas criaturas que presumen de haber sido los pioneros (de lo que sea) y de haber
estado presentes en los grandes acontecimientos. “Tomas el tren de otros en
marcha. No tardarás en aprender la nueva sonrisa (…) y si te das prisa podrás
decir que estuviste allí”, explican algunos de los versos de esta refrescante
pieza.
John Lennon escribió poco después de Los
Beatles, en 1971, ‘How do you sleep?’ (¿Cómo puedes dormir?), una canción que parece
hacerse eco de la leyenda urbana que sostenía que Paul McCartney había muerto:
“esos monstruos tenían razón cuando dijeron que habías muerto”. Es decir, todo
hace indicar que con ese verso John está denunciando una enorme falsedad, una
usurpación de personalidad…, claro que no hay que olvidar que en aquellos
momentos uno y otro estaban enzarzados en mil disputas. Además, en este tema John
se refiere de modo explícito e irónico al que fuera su compañero cuando explica
con tono despectivo: “lo único que hiciste fue ayer, y desde que te fuiste
solamente eres otro día”, en clara referencia a los títulos de Paul ‘Yesterday’
y ‘Another day’. Ritmo lento, casi solemne, y un ambiente más bien ritual envuelven
esta pieza bastante olvidada que trata sobre uno de los chismes más sonados en
torno al cuarteto.
El genial Hank Williams publicó nada
menos que en 1949 su ‘Mind your own business’ (Métete en tus asuntos). Este
antecedente del rockabilly es un alegato contra los cotilleos y rumores que
alguien insinúa y, como bola de nieve, crecen de boca en boca, sobre todo
cuando se trata de parejas y personajes famosos. “Si mi esposa y yo discutimos,
es cosa nuestra”, vienen a decir las primeras frases, y luego: “si me voy con
otra, ¿a ti que te importa?”, así que, “¿por qué no te metes en tus asuntos y
te olvidas de los míos?”. Incluso casi al final desafía: “yo también puedo
inventarme historias, ¿por qué no te preocupas sólo de tus cosas?” La canción
es otra evidencia de que Hank es, sin duda, uno de los más brillantes músicos
estadounidenses del pasado siglo.
Joan Jett arremetió contra las amistades
interesadas en su ‘Fake friends’ de 1983. El texto va contra esos que se dicen amigos
y te adulan cuando estás arriba, pero cuando la cosa cambia, cuando caes,
incluso se ríen. Con una poderosa guitarra presidiendo la partitura, la letra
de este ‘Falsos amigos’ resulta muy explícita: “cuando estabas abajo desaparecieron
(…) pero si vuelves a subir ellos volverán”; además, esta contundente canción
contiene una frase que no puede ser más cierta y que cualquiera puede
aplicarse: “no pierdes nada si pierdes falsos amigos”.
El sonido siempre multicolor de Sly
& The Family Stone dio forma, en 1968, a la vibrante ‘Plastic Jim’. En
ella, el imprevisible Sly Stone arremete contra los que se dicen hippies porque
está de moda pero ni sienten ni comprenden de qué va la cosa, aunque realmente
carga contra todo tipo de hipocresía. Arreglos explosivos, armonías vocales,
irresistibles ritmos funk envuelven pensamientos y observaciones como: “es
amable dos veces por semana, el resto del tiempo estará mintiendo”. El término
‘plástico’ se usa aquí como sinónimo de falso, ‘fake’.
Y hablando de falsos y falsedades, ¡cómo
olvidarse de los políticos, los auténticos profesionales de la impostura, la
manipulación y el postureo! Mucho rock se ha escrito acerca de esta especie
singular, y nunca con palabras bonitas… The Alarm les dedicaron toda suerte de calificativos en
su adictivo ‘The deceiver’ de 1984; así, tras un rabioso “me pones enfermo con
tu engreimiento”, se suceden los improperios y maldiciones: “eres el
manipulador, te llamas codicia y eres un tramposo, eres un embustero (…) ¿no
tienes vergüenza?”. Normal, hay que tener en cuenta que el político tiene la
falsedad y la hipocresía como principales herramientas.
No cabe duda, eso de la trola y su
propagación da mucho de sí.
CARLOS DEL RIEGO
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