Vestigio del Paleolítico, el sentimiento tribal conduce al odio y la violencia hacia los otros, los que no son de la tribu. |
Así es y no es la primera vez que algo
así sucede en Inglaterra (también han ocurrido sucesos parecidos en la Usa
‘trumpista’). Pero lo que llama especialmente la atención en este caso es el
hecho de que personas de raza negra, la cual ha sido considerada inferior y
esclavizada durante siglos, hayan adoptado una postura tan cercana a los racistas
que esclavizaron a sus ancestros, pues esa xenofobia no deja de ser una
variante del racismo más retrógrado y apestoso. Asimismo, se puede afirmar que esas
mujeres no deben saber que sus padres o abuelos, cuando llegaron, no sabían
hablar inglés, y tampoco que hasta hace cuatro días (como quien dice) no nacían
individuos de su raza en las islas británicas. Igualmente sorprende que sean
“mujeres hembras de variedad femenina” (palabras de Los Simpsons) las que
sacudieran a otra y sólo a otra, es decir, ¿los chicos con los que hablaba la
agredida respondían en inglés?, ¿o es que ellas sólo se atrevieron con ella y a
ellos les ‘permitieron’ seguir charlando en español? En todo caso, es digno de
estudio el hecho de que quienes han sido víctimas de algo tan odioso como es el
racismo adopten posturas racistas y las pongan en práctica a la mínima oportunidad
que se les presenta. ¡Con qué rapidez han olvidado esas dos criaturas todo lo
que los africanos y sus descendientes han padecido!
Puede observarse además que, desde que
ganó el ‘brexit’, una parte importante de la sociedad inglesa se ha tribalizado,
es decir, se ha encerrado en su tribu, disparándose ese sentimiento tribal que,
en la práctica, equivale a xenofobia. Se trata de esa sensación de pertenencia
al clan que suele ir acompañada por otra de superioridad que, fácilmente,
deriva en desprecio por los extraños; de ahí a la agresión (primero verbal y
luego física) apenas hay un paso.
El caso es que en España también se ven
a diario conductas e ideas parecidas que, realmente, son vestigios del
Paleolítico: “la tribu, la tribu es lo que importa, y el que no sea de la
tribu, fuera!”; o sea, existen zonas donde hay tribalización excluyente y
endogámica. Y sin duda, al igual que en el mencionado suceso londinense,
también aquí se está utilizando el idioma como arma y como pretexto, de manera que
a nadie le extrañe si se llegan a producir en determinadas comunidades
autónomas agresiones semejantes; téngase en cuenta que las agresiones verbales,
las amenazas, desprecios, acosos, pintadas vejatorias e insultantes…, son cosa
cotidiana en ciertos sitios, con lo que ya están preparados para el siguiente
paso.
El problema es que los líderes del
sentimiento tribal y sus acólitos están continuamente repitiendo un discurso falso,
victimista, sectario y manipulador que tarde o temprano convencerá a los más
fanáticos de que están autorizados no sólo para menospreciar, insultar y
amenazar, sino para dar el siguiente paso, que es la agresión física, la paliza
y, en último extremo, el atentado.
Parece una contradicción, pero es
evidente que en el momento presente, en que el género humano está más
comunicado que nunca, hay individuos que desean encerrarse en su tribu y reconcentrarse
en su sentimiento tribal. Estas gentes no tendrían problema en adaptarse a
aquellos prehistóricos días en que la tribu lo era todo y matar a los otros
casi una obligación.
CARLOS DEL RIEGO
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