Genuinos 'pieles rojas', Redbone reflejan en sus canciones episodios de la historia de los indíos norteamericanos. |
La Historia se ha convertido en tema de
conversación, de debate y hasta de encendida discusión, es decir, ha cobrado enorme
importancia para gran parte de la población; y como continuamente se conmemoran
efemérides y se publican libros, estudios y películas de corte histórico, el
asunto cuenta siempre con quien esté dispuesto (tenga conocimiento suficiente o
no) a entrar a cualquier trapo histórico que se le ponga delante. La música
rock, por su parte, lleva mucho tiempo fijándose en hechos y personajes
históricos, convirtiendo unos y otros en canciones, a veces en grandes
canciones, algunas de las cuales son auténticos clásicos del género. El caso es
que se encuentran tantas y tan variadas que hay que hilar fino para elegir.
Estas son algunas.
Una de las mejores piezas rock con
estas intenciones es, ¡cómo no!, el ‘Cortez the killer’ del gran Neil Young.
Con un ritmo muy lento y guitarras muy poderosas, y tras una larga introducción
instrumental, el canadiense muestra sus pensamientos en torno a las figuras de
Hernán Cortés y Moctezuma y su opinión sobre aquello de la conquista.
Cualquiera que tenga interés sabrá que la canción acusa al español e idealiza
al azteca de un modo muy simplista y maniqueo (uno malo y otro bueno). El caso
es que la letra deja bien claro que Young no sabía mucho del asunto cuando la
escribió (1975), cosa que él mismo reconoció muchos años más tarde, cuando le
preguntaron si, en realidad, pensaba más en su reciente ruptura sentimental que
en lo sucedido hace cinco siglos, a lo que respondió que, si no fuera esa su
intención, qué hacía él escribiendo de cosas del pasado como si lo hubiera
presenciado; en todo caso, los últimos versos parecen ir en esa dirección. Y es
que, efectivamente, el texto está plagado de inexactitudes; así, presenta a los
aztecas como una sociedad pacífica que no conocía la guerra, cuando nadie duda
de que los mexicas tenían sojuzgados, esclavizados y sacrificados a todos los
pueblos de alrededor, y seguro que no era con poemas y cánticos; también
confunde aztecas con incas (incluso su ex mujer Pegí dijo, hablando de la
canción, que su esposo debía haber sido guerrero inca en otra vida); asimismo canta
que Moctezuma estaba “con sus hojas de coca y perlas”, pero la coca es de
Sudamérica y totalmente desconocida en Norte y Mesoamérica en aquella época,
igual que las perlas, pues no se tiene noticia de que los aztecas fueran
grandes buceadores…
Puede recordarse también que se dijo
que la pieza había sido censurada por la dictadura franquista, sin embargo fue
publicada en España muchos meses después de la muerte del dictador, de hecho,
lo único que hizo la censura fue cambiar el título, que en España fue ‘Cortez
Cortez’. También contaron que el verso final donde habla de ‘ella’ se refiere
al Templo Mayor azteca, pero este monumento se descubrió tres años después de
la publicación del Lp, ‘Zuma’. Sea como sea, se trata de un tema hipnótico, y muy
característico de Neil Young tanto por el sonido como por su carga emotiva.
El ‘We were all wounded at wounded
kenee’ (1972) también rememora un suceso protagonizado por indios, en este caso
del norte, y el ejército de Estados Unidos; además, es obra de Redbone, banda
integrada por auténticos pieles rojas. ‘Todos fuimos heridos en Rodilla Rota’
(así se tradujo en España) cuenta cómo en 1890 una tribu de lakotas fue
‘escoltada’ por el Séptimo de Caballería hasta el arroyo Wounded Knee y cómo
fueron masacrados de 200 a 300 guerreros, ‘squaw’ (mujeres) y papoose (niños).
Desde el principio semeja algo así como una danza india alrededor del fuego,
pero en un evidente tono de lamento y con afirmaciones tan repetidas como “nos
hicieron muchas promesas pero siempre rompieron su palabra” y tan sangrantes
como “nos acorralaron como al búfalo, nos condujeron como a un rebaño, y
finalmente, en la reserva a donde nos habían llevado, todos fuimos eliminados
por el Séptimo de Caballería”. El propio sello discográfico se negó a
publicarla porque, pensaron, muchos se sentirían heridos, aunque finalmente se
lanzó; de todos modos, aunque no oficialmente, la canción estuvo censurada en
muchas emisoras de radio en los Usa de 1973.
Personaje perteneciente al lado más
negro de la Historia es Jack El Destripador, cuyo nombre y recuerdo es sinónimo
de maldad absoluta; el hecho de que nunca fuera desenmascarado lo ha dotado de
un impenetrable halo de misterio. En 1963 el histriónico y divertido Screaming
Lord Sutch grabó en tono paródico una versión de ‘Jack The Ripper’ (la original
se estrenó un par de años antes sin meter ruido). No faltan pasos en (se
supone) la niebla londinense, el grito desesperado de la víctima, las
carcajadas macabras…, coros y respuesta, ritmo vivaracho y efectos diversos en
un ambiente de rock & roll primerizo. El texto habla de las calles de
Londres por la noche, donde ninguna chica está segura, del hombre con capa
negra que pregunta por Mary Kelly (una de sus víctimas), y de que la poli nunca
le echará el guante… Curiosamente, ésta también fue prohibida en la BBC y otras
emisoras británicas. Como puede verse, en todas partes saben de censuras y
prohibiciones.
El solista de Simple MInds, Jim Kerr,
se inspiró para escribir ‘All the things she said’ (1985) en una noticia sobre
unos prisioneros políticos polacos que habían sido liberados por la Unión
Soviética, en cuyas prisiones habían permanecido desde el fin de la II Guerra
Mundial; cuenta el artista que leyó varias entrevistas a esposas y novias de
los liberados, e incluso incorporó algunas de sus frases a este ‘Todas las
cosas que ella dijo’. El clásico y recurrente exitazo de Don McLean ‘American
pie’ (1971), como todo iniciado sabe, trata de un hecho clave en la pequeña
historia del rock & roll: el accidente de avión en el que perecieron los
desde entonces legendarios Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper; además, su
texto es un alud de referencias y guiños muy rockeros; su estribillo lleva
tarareándose durante décadas sin perder frescura. No puede olvidarse el ‘Enola Gay’ (1980) de
Orchestral Manoeuvres in the Dark, que alude al nombre del avión B-29 que
arrojó la primera bomba atómica sobre Hiroshima en 1945, nombre que también era
el de soltera de la madre del piloto; techno pop ligero con versos en los que
se alude a la madre y a su niñito, o sea, a ‘Little boy’, como se llamó a la
bomba.
Los Nikis, que en su tiempo fueron
llamados ‘Los Ramones de Algete’, también hicieron su aportación a la causa
histórica con aquella canción de 1985 titulada ‘El imperio contraataca’. Uno de
sus versos dice “1582, el sol no se ponía en nuestro imperio”, y aunque hubo
quien vio intenciones ultrapatrióticas, la realidad es que, como casi siempre,
Los Nikis estaban de cachondeo, ya que lo que proponía esa chanza era recuperar
el imperio tirando de la tortilla de patata o de un juego de cartas tan español
como el cinquillo, sin olvidarse del deporte: “España está aplastado a
Yugoslavia por 20 puntos”. Divertidos y
sin dobles sentidos.
¡Cómo no iba a meter baza el rock en
asunto tan interesante!
CARLOS DEL RIEGO
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