George Young brilló en todas las facetas del rock, cantante, teclista y guitarrista, compositor, productor..., pero siempre será recordado como 'el hermano de' |
Fats Domino fue uno de los arquitectos del rock & roll |
Apenas
hay semana en que el mundo del rock & roll no lamente la pérdida de alguno
de sus más ilustres personajes, casi siempre veteranos de los tiempos heroicos.
En esta ocasión se trata de dos nombres de gran relevancia y poder de
influencia, aunque no puede decirse que fueran grandes estrellas mediáticas: el
estadounidense Fats Domino, uno de los primeros diseñadores del rock &
roll, y el escocés George Young, un tipo nacido para esto y que brilló en todas
las vertientes del negocio.
Todo
el que esté interesado por este tipo de música no tendrá problemas para
identificar, al menos, tres o cuatro títulos del orondo cantante, pianista y
compositor de Nueva Orleans. Pero además de su mérito como adelantado y de sus
piezas históricas, Fats (Antoine) ejerció un poderoso influjo en algunos de los
que, andando el tiempo, se convirtieron en permanentes números uno, como The
Beatles. Tal cosa se deja notar sobre todo en los primeros momentos del
cuarteto (cuando tiraban más de versiones), pero cuando le rindieron el gran
homenaje fue cerca del final, y precisamente con la canción ‘Lady Madonna’.
Esta injustamente menospreciada canción viene a ser un reconocimiento al rock
& roll de dicha ciudad a través de Fats Domino; Paul McCartney siempre ha
admitido (y con orgullo) que dicho tema tiene no poco del ‘Blue mondey’ del
pianista (además también enumera los días de la semana), y que el sonido del
piano y, sobre todo, el timbre de su voz, tratan de emular los modos y
modulaciones de Domino: no hay más que escuchar el ‘Ain´t that a shame’ de Fats
y luego el mencionado de Beatles para encontrar el parecido. Logró éxitos que
sonarán siempre, pero tal vez su principal mérito sea lo que causó en
posteriores creadores. Ah!, y no hay que olvidar que un tal Van Morrison le
dedicó explícitamente el tema ‘Domino’, “a quien yo escuchaba en casa antes de
ir a clase”, confesó el irlandés.
El
compañero de viaje final del estadounidense es, a pesar de su excelente hoja de
servicios, menos famoso entre el gran público que el anterior, pero George
Young también tiene mucho bagaje que presentar. Lo curioso es que siempre será
recordado como ‘el hermano de’. Escocés de nacimiento y australiano de
adopción, mientras sus hermanos jugaban en el patio del colegio él ya había
fabricado un éxito mundial como fue el siempre fresco ‘Frydeay on my mind’ de
sus Easybeats; tal fue la importancia de esta brillante melodía que el propio
David Bowie la incluyó en su álbum de versiones ‘Pin ups’ (1973), en cuya
contraportada explicaba en primera persona y de su puño y letra: “Estas son mis
canciones favoritas del periodo 64-67 en Londres…”; que un tipo con la
capacidad creativa de Bowie elija y diga tal cosa sobre un tema que tú has
compuesto debe resultar muy muy halagador. También supo George Young apuntarse
a las nuevas corrientes como autor y productor (casi siempre con su colega
Harry Vanda), logrando otros éxitos mundiales e incluso tomado parte en la
aparición de aquello de la ‘new wave’ y del techno pop con los poco recordados
Flash & the Pan (recomendable el ‘Walking in the rain’ o el ‘ Media man’). Sin
dejar sus proyectos personales, y dado que sus adolescentes hermanitos Malcom y
Angus también soñaban con el rock, George les explicó de qué iba esto y cómo
funcionaba el negocio, les ayudó a poner en marcha el proyecto AC DC, luego les
produjo sus primeros discos y, en fin, los colocó en la buena dirección. El
resultado de este padrinazgo es de sobra conocido, y tal vez por ello el gran
compositor, cantante, guitarrista, pianista, productor y sabelotodo del rock,
siempre sea asociado a sus hermanos pequeños y recordado como ‘el hermano de’.
No
cabe duda de que Fats y George lograron abrir nuevas vías artísticas y
desencadenar la creatividad de otros músicos que, gracias a ellos, impulsaron
el rock & roll en muchas direcciones. Fueron decisivos y la música popular
sería hoy distinta sin ellos, pero pocas veces se colca a uno o a otro en el
giradiscos, cedé o cualquier utensilio que se use. Si acaso a través de sus
ilustres admiradores. Es así.
CARLOS
DEL RIEGO
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