The Clash hicieron muy suyo el clásico 'Luché contra la ley' pero 'la ley ganó'. |
En momentos olímpicos (como los recién vividos en los Juegos
de Río 16) se impone la figura del vencedor. Sin embargo, en cualquier
competición deportiva hay muchos más perdedores que ganadores; y tal afirmación
sirve también para el ir y venir de cada persona por este mundo, pues por regla
general, la derrota es mucho más habitual que la victoria en todos los órdenes
de la vida. De hecho, aunque suene un tanto despectiva y alejada de los valores
olímpicos, la frase que dice que el primero gana, el segundo pierde y los demás
participan, resulta esencialmente cierta; igualmente es una obviedad que los
perdedores son muchísimos más que los ganadores, es decir, lo normal es perder
(eso sí, hay tipos con suerte que contradicen la regla).
Como no podía ser de otro modo, los que crean canciones de
pop, rock y afines se han fijado mucho más en el derrotado que en el
victorioso, pues aquel aglutina muchos más sentimientos y mucho más intensos que
el que saborea el triunfo, el cual apenas deja espacio para otras sensaciones.
Piezas rock que hablen de derrota y decepción las hay por cientos, ya sea
pérdida del amor, de bienes materiales, de la felicidad, del ser querido, de la
libertad…; además, se mira de formas muy diversas y desde múltiples puntos de
vista ese sentir intenso y amargo que acompaña la caída del perdedor.
Hablando de este asunto, una de las primeras que vienen a la
memoria es el ‘I´m a loser’, de The Beatles. Aun no siendo una de las más
célebres de su repertorio es una pieza magnífica que, asimismo, fue de las
primeras que escribieron (1964) que ya no trataba de amores y desamores
juveniles. Lennon escribió un texto que habla de una ruptura, pero sólo como
tapadera de un sentir afligido e incluso depresivo: “Aunque me río y actúo como
un payaso, bajo esta máscara tengo el ceño fruncido (…), soy un perdedor, no
soy lo que parezco ser”. La atmósfera tiene un alegre aire country pero, a la
vez, un cierto poso de desilusión que, por otro lado, en aquellos primeros
sesenta habían puesto de moda cantautores tipo Dylan. Es difícil ser más claro
y contundente que John.
La añorada Janis Joplin, ya en 1967, denunciaba el papel
secundario asignado a la mujer en su ‘Women is losers’. Ella cantaba en una
banda integrada por hombres y se movía en un mundillo (el del rock) en el que
ellos decidían todo, desde la producción hasta la promoción. ‘La mujer es
perdedora’ es un blues en toda regla, pero la voz ardiente y el tono
desenfrenado que siempre caracterizó a Janis lo convierten en algo único,
distinto, incomparable. El texto es bastante explícito: “La mujer es perdedora
(…), pase lo que pase los hombres siempre quedan encima (…) si te dicen que te
desean, luego dirán que sólo pasaban por tu puerta, si no te decepcionan, te
dejarán y nunca volverán”. Sí, parece una reivindicación de la mujer en el
terreno amoroso, pero seguro que ella lo escribió con otras intenciones. Sea
como sea, siempre gratifica escuchar a Janis.
El rubísimo cantante, guitarrista y compositor de Florida
Tom Petty escribió ‘Even the losers’ para su excelente elepé ‘Damn the
torpedoes’ (1979). La voz aguda y cargada de nostalgia de Petty explica, en
medio de un ambiente de poderoso rock, que ‘incluso los perdedores’ a veces
tienen suerte. La cosa va de tema sentimental, sí, pero muestra la visión de
quien sabe que esos maravillosos momentos terminarán: “me dio un beso de fuego
(…) y dijo que no le sería muy fácil olvidarse de mí (…) tendría que haber
sabido en ese momento que era demasiado bueno para durar (…) es un rollo tener
que vivir en el pasado”. Según este texto, Petty no parece tener muy clara la
famosa frase del poeta decimonónico británico Alfred Tennyson, que decía que es
mejor haber amado y perdido que no haber amado nunca.
‘I fought the law’ es un clásico del rock publicado en 1960
por The Crickets, meses después de la muerte de su líder Buddy Holly. Muchas
versiones se han hecho de esta combativa pieza que parece haber sido compuesta
pensando en el ideario de Joe Strummer y, claro, The Clash, que la grabaron aun
en 1979. ‘Luché contra la ley’ hechizó a Strummer desde la primera vez que la
escuchó, puesto que él siempre tenía ganas de encararse a las leyes. El tema va
de un pistolero que “necesitaba dinero porque no tenía nada (…) robándole a la
gente con una seis tiros, luché contra la ley y la ley ganó, perdí a mi mujer y
perdí mi diversión”. Trepidante e incluso crispadamente, The Clash transmite
con esta versión la idea de que no se puede hacer nada contra la ley y las
fuerzas establecidas, podrás luchar contra ellas, pero siempre saldrás vencido
y serás un seguro perdedor.
Triunfar es el sueño de todo grupo de rock, pero para su
desgracia existen un millón de causas que impiden ese triunfo a la mayoría de
ellos. El singular grupo leonés Cardiacos reflexionó sobre la figura del
roquero perdedor en su inteligente ‘Pepi Pop’ (1982). El texto expresa con
serena resignación el inevitable y fatal destino de los grupos que no se
pliegan a los estándares del mercado: la decepción. El tema expresa el
pensamiento del artista al que acusan de no ser lo bastante pop “y que a
Costello nunca podría llegar”, ni lo bastante rock porque “nunca dije larga
vida al rock & roll”, ni lo bastante jazz pues “verde estaba y aun tengo
que madurar”, ni lo bastante punk por ser mayor, “con pocas heridas (…) y que
nunca yo me había suicidao”. Así, la letra se torna filosófica, estoica: “a
punto estaba de ganar, prefiero abandonar (…) decidido estoy aquí en mi papel
de nuevo perdedor”. Es una canción que explica perfectamente la sensación del
músico convencido de que nunca va a vender millones de discos, o sea, nunca
ganará.
CARLOS DEL RIEGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario