Se llama Omar Borkan y para algunos es insoportablemente guapo |
Además de los protagonizados por los personajes
públicos, el personal de a pie no se ha quedado manco a la hora de concebir y
realizar todo tipo de disparates, enormidades, estupideces, destinos, esperpentos,
locuras, necedades… Y da igual la procedencia geográfica del elemento en
cuestión, así como su situación económica, edad, sexo, cultura, raza, ideología
o comida favorita; a la hora de llevar a cabo la más increíble estupidez
cualquier ser humano se pinta solo sin atender a cualquier otra consideración.
El año 2013 ha sido pródigo en mamarrachadas de todo
tipo. Un joven de la India creyó al pie de la letra los mensajes de los anuncios
de perfumes y similares, de modo que se aplicó unos cuantos productos de la
marca Axe convencido de que las mujeres se le iban a rifar, pues algo parecido
sugieren dichos reclamos publicitarios; así, convencido de las propiedades de
su capa de irresistibilidad, se presentó ante una pretendida vestido sólo con
cremas y potingues Axe, con resultados fácilmente esperables: gritos y escobazos;
el desengañado y crédulo joven demandó a dicha firma aduciendo que, a pesar de
untarse bien, las chicas se le resisten tanto como antes.
Acuciado por el banco, con la fecha del embargo y
desahucio a la vuelta de la esquina, un griego se negó a que su casa y su coche
pasasen a propiedad de la entidad financiera. Así, antes de que se presentaran
los agentes embargadores, el heleno prefirió hundir sus naves, o sea, ni corto
ni perezoso pegó fuego a la casa y lanzó su coche por un precipicio al grito de
“esos hijos de perra no se llevarán nada mío”. Cuando llegaron policía y
bomberos el hombre esperaba sentado, fumando tranquilamente y sabiéndose con el
deber cumplido. Es la política de la tierra quemada: antes destruido que en
manos del enemigo.
Hace apenas unos días, una pareja de chinos hacía
sus compras en un centro comercial, aunque en realidad quien compraba era ella y
él sólo transportaba. Y así una hora, dos, tres… El pobre hombre era algo así
como un muestrario ambulante y multicolor de bolsas y paquetes, de modo que poco a poco iba aumentado su mosqueo. Ella,
encantada, sólo tenía ojitos para escaparates, expositores y probadores, de
modo que permanecía ajena a la creciente desesperación que asaltaba a su
pareja. Cuatro horas y el chino suplica a la china que dé por terminada la
jornada de compras, pero ella pide un par de tiendas más. Cinco horas de centro
comercial después, la chica se enfada por los continuos ruegos del chico, le
grita esto y lo otro y le llama de todo. Incapaz de asumir tal castigo, la
percha humana suelta su carga y sin mediar palabra se arroja a la planta baja
(sección de oportunidades), palmando en el acto. No se sabe si ella recogió sus
bultos y siguió de compras.
Como es sabido, uno de los grandes inconvenientes de
la red es el anonimato, causa de abusos, chismorreos y delitos. Esta otra
también es en China. Una mujer buscó amante por Internet con ánimo de colocar
un par de pitones a su marido, y así se citó en el hotel X, habitación Y, con
su ocasional donjuán. Pero cuando ella abrió la puerta a su desconocido galán
se quedó de piedra, pues quien acudió a su adúltera llamada era nada menos que
su suegro. Y para complicar más las cosas, entra en escena el marido que,
receloso y escamado, seguía los pasos a su señora. El final debió ser
apoteósico, con el marido burlado enfadado con todos y atizando una a su señora
otra a su padre… hasta que llegó la policía.
En Nueva York, un profesor ha denunciado a la
directora de un colegio privado por haberle despedido por ser… heterosexual.
Ella, afirma el docente, es homo y no soporta a los heteros con familia
tradicional (mujer e hijos), y también señala el despedido que anteriormente
había puesto de patitas en la calle a otros tres trabajadores casados con
mujeres y con hijos biológicos, cosa que irrita a la señora gay. El puesto del
denunciante ha sido ocupado por una mujer…, sí, lesbiana.
Lógicamente ha habido muchos otros esperpentos con
los humanos como denominador común, como la del chico expulsado de Arabia Saudí
por ser demasiado guapo (sic), el polaco que se marchó de casa sin decir ni pio
y a su vuelta (dos años después) se encontró que sus padres estaban llevando
flores a su tumba (al parecer los descuidados papis identificaron erróneamente
un cadáver), ¿y el medicamente que se acaba de lanzar en Brasil que cambia el
olor de la ventosidad por exquisito perfume?, o el empleado de banca que se
quedó dormido sobre el 2 y transfirió equivocadamente 222 millones, 222 mil…Claro
que, seguramente, el mayor disparate de 2013 sea el de la NSA, la agencia
estadounidense de espionaje (la denunciada por Snowden), que pretende controlar
las comunicaciones (llamadas telefónicas, mensajes, correos electrónicos…) de
varios miles de millones de personas en todo el mundo. Sólo un tonto tocado por
la megalomanía podría pergeñar mamarrachada semejante.
CARLOS DEL RIEGO
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