Idénticos, uniformes, ignorantes, sin posibilidad de salirse de la línea establecida, así viven los norcoreanos bajo la dinastía Kim. |
Es difícil entender cómo a día de hoy pueden producirse
noticias como la que señala que varios integrantes del ballet nacional de Cuba
se han escapado de su país aprovechando una gira; actuaban en México y, en el
momento previsto, cruzaron la frontera con USA y pidieron asilo político; son
siete y son muy jóvenes, todos menores de 25 años. Parece nota del pasado, de
cuando términos como guerra fría o telón de acero estaban a diario en boca de
todos; sin embargo demuestra que aun hay lugares donde los ciudadanos están
encerrados en su país y, por tanto, si quieren salir han de escapar; de todos
modos la política castrista a este respecto ha cambiado en los últimos tiempos,
aunque vaya usted a saber cómo están las cosas en realidad, en la práctica.
Naciones-prisión apenas quedan en el mundo, nada que ver con
los tiempos de la Unión Soviética (el libro ‘Archipiélago Gulag’ de Aleksandr
Solzhenitsyn lo explica a la perfección), pero ahí están Cuba o Corea del Norte
como vestigios de aquellos tiempos. La isla que gobiernan Fidel y su hermano
Raúl desde primeros de 1959 se mantiene desafiante pese al embargo con que
Estados Unidos la viene castigando casi desde entonces (muchos dicen bloqueo,
como si la VI Flota la rodeara impidiendo entrada y salida; el embargo,
teóricamente, prohíbe el comercio entre ambos países pero permite que Cuba
compre o venda en otros estados, aunque en la práctica los intercambios con USA
son más habituales de lo que se cree). Los Castro llevan en el trono 54 años
sin que nunca hayan preguntado al pueblo según las reglas de la democracia; tal
vez Fidel Castro Ruz desee llegar a los casi 72 años de reinado de Luis XIV en
Francia, o a los 66 de Ramsés II en el antiguo Egipto. En todo caso parece que
la intención del dictador es traspasar el cetro a su hermano como quien dona
una propiedad.
Lo de Corea del Norte es de aurora boreal. Los Kim llevan en
el poder desde que se ‘inventó’ Corea del Norte. Ocupada toda la península por
Japón hasta 1945, los soviéticos se ‘quedaron’ con el norte y los aliados con
el sur; luego la Guerra de Corea y la separación definitiva: comunismo al norte
del paralelo 38, capitalismo al sur. Kim Il Sung se hizo con el poder en 1948 y
lo ostentó hasta su muerte en 1994; el trono pasó entonces a su hijo Kim Jon
Il, que mantuvo la corona hasta que murió en 2011, momento en que su hijo Kim
Jong Un asume el trono del país. Lo que estos dictadores sanguinarios han hecho
con la nación y sus habitantes es algo que sólo se sabrá en su totalidad cuando
sea derrocada la estirpe y suplida por la democracia (al igual que un día se
sabrá lo ocurrido en la Unión Soviética estalinista o en la China de Mao). En
total, la dinastía Kim es la propietaria del país desde hace 65 años, y desde
entonces se transmite la propiedad de padres a hijos. Sea como sea, este trozo
de extremo oriente parece estar ocupado por una secta, con una clase dominante
coronada por el líder y un pueblo que vive en la ignorancia y el aislamiento,
al margen del mundo y constreñido por la más brutal dictadura, pasando hambre y
privaciones y con un ejército hipertrofiado y desafiante.
Por otro lado, no deja de asombrar que muchos que se
significan como republicanos furibundos y combativos en las sociedades occidentales
se muestren abiertamente partidarios de ambos regímenes, pasando por encima de
un pequeño detalle: en realidad los Kim y los Castro viven y actúan como
auténticos reyes, y como tales traspasan la propiedad del país a sus
descendientes…
Afortunadamente apenas quedan ya dictaduras, ya sean de
corte capitalista o comunista, de modo que poco a poco se va imponiendo la
democracia, imperfecta y manipulable, corrupta e injusta, pero la peor
democracia es mejor que la mejor dictadura. Al menos te puedes marchar cuando
quieras sin que te persigan por ello. En fin, son los últimos vestigios de las
dictaduras comunistas, los restos de la puesta en práctica de las ideas de
Marx, que con cada experiencia se evidencian más disparatadas, puesto que la esencia
del comunismo es hacer de las personas seres sin deseos ni inquietudes,
individuos carentes de iniciativa y personalidad, sin capacidad de decisión ni
opinión, integrantes anónimos y apáticos al servicio de una comunidad-hormiguero
con sus obreros, soldados y reina.
CARLOS DEL RIEGO
Ηi, I do think thiѕ іs an excellent blog.
ResponderEliminarI ѕtumbledupon іt ;) I mаy retuгn once
agaіn sincе I book mагked іt.
Money and freеԁom is thе greateѕt ωay to сhаnge, mау you be
rich and cοntinue tο guide other peοple.
Feel free tο surf to my page; http://www.thoos.com