El enfrentamiento violento se produce de forma periódica en esta zona
desde hace milenios
¿Quién tiene más
derecho a ocupar esa franja de tierra?, ¿Israelitas o palestinos? Esos derechos
históricos son, en definitiva, la razón que empuja a unos y otros, la base que
da argumentos para las repetidas guerras, batallas, atentados, masacres… que
vienen sucediéndose allí desde hace tanto tiempo. Aunque es en el siglo XX
cuando el enfrentamiento se torna casi global (con apoyos extranjeros a ambos
bandos), habría que mirar atrás, muy atrás, para tratar de entender a quién
asiste la legitimidad sobre el territorio en disputa
El encono y los odios
que se profesan partes importantes de ambos pueblos está siempre ahí, pero la
lucha violenta, los ataques y represalias se suceden de un modo cíclico,
periódico; pueden pasar años en aparente paz, pero siempre existe la
posibilidad de que se produzcan hechos sangrientos que, inevitablemente, dan
lugar a otros aún más sangrientos. La actual situación se origina hacia la
segunda mitad del siglo XIX, y se vuelve crónica durante casi todo el XX. Pero para
poder determinar quién llegó antes, quién tiene más derecho, quien tiene la
legitimidad de su parte, es oportuno retroceder varios milenios en la Historia.
Es sabido que un milenio
y medio antes de Cristo los hebreos se liberan de su cautiverio en Egipto y
llegan a la ‘tierra prometida’, a Palestina (aun se los puede rastrear más
atrás, casi hasta el Neolítico). Una vez allí tienen que enfrentarse a los
arameos, amonitas, moabitas…, y claro, a los filisteos. Más tarde gran parte
del pueblo judío fue deportado a Babilonia, hasta que en el año 535 a. de C. el
persa Ciro II se apodera de la ciudad y promulga un edicto que les permite
regresar a Palestina. Se da por aproximada la cifra de 50.000 los judíos que
regresaron. Y aunque eran una de las muchas minorías étnicas que habitaban la
zona, muchos o pocos, nunca dejó de haber judíos en la zona.
Luego, en el 40 a. de
C., Roma coloca a Herodes como rey de los judíos, lo que indica que se les
reconoce cierta entidad política. En el 66 después de Cristo estalla una guerra
judío-romana que resultó terrorífica, con el asedio y caída de Jerusalén, la
matanza sistemática de judíos y la esclavización de los pocos supervivientes;
el emperador Tito ordenó que Jerusalén fuera arrasada, con un saldo de judíos
muertos en esa guerra (que terminó hacia en el año 77) en torno al medio
millón. Hacia el 135 se produce la rebelión de Simón Bar Kokeba, pero las
legiones romanas no dieron oportunidad a los insurrectos, siendo ejecutados no
sólo los combatientes, sino casi todo hebreo que se puso al alcance de los
gladios y los pilum romanos, de manera que ese año desaparecen los judíos de
Palestina (incluso Adriano cambia el nombre de Jerusalén por el de Aelia
Capitolina). En resumen, hubo judíos en Palestina desde más de un milenio a. de
C. hasta ese año 135, aunque nunca estuvieron ellos solos, sino que compartieron
la tierra con otras etnias. Además, el pueblo judío nunca fue verdaderamente
libre, sino que fue dominado por los filisteos, medos, babilonios, persas,
griegos, romanos... Dicho de otro modo, los hebreos nunca fueron los dueños únicos
de Palestina, sino que compartieron el territorio con otros pueblos.
Para el siglo IV muy
pocos y desperdigados judíos permanecían en la región. Y en el siglo VII
aparece el Islam (los árabes adquieren entidad histórica cuando el Islam les
proporciona una conciencia única). Hacia el año 636 los mahometanos conquistan
el territorio, procediendo a la eliminación sistemática de todo el que no fuera
musulmán, de modo que en poco tiempo en Palestina sólo vivían árabes, islámicos,
y unas pocas comunidades cristianas desde la conversión al cristianismo del
emperador Constantino (s. IV). Los árabes dominan Palestina con mano de hierro
hasta la época de las Cruzadas. Los judíos volvieron cuando diversos países
europeos los expulsaron (incluyendo España) durante la Edad Media.
Lo curioso es que
Palestina apenas tuvo interés ni presencia significativa en la Historia (salvo
los siglos de las Cruzadas) desde que la conquistaron los árabes hasta el siglo
XX. Hacia 1880 en Palestina vivían unos 25.000 judíos y unos 600.000 árabes.
Para entonces ya existía el sentimiento
de establecer una nación judía en Palestina; el sionismo nace con las
proclamas y textos de intelectuales como Leo Pinsker (escribió en 1882 un
folleto titulado ‘Autoemancipación’) y Theodor Herzl, que organizó un
congreso en Basilea en 1897 cuya
conclusión fue “Asegurar al pueblo judío un hogar en Palestina garantizado por
el derecho internacional”.
Pero más o menos por
las mismas fechas, a principios del XX, surge el nacionalismo árabe, cuyos
principios coinciden básicamente con los de los judíos, pues en 1904 se funda la ‘Liga de la
Patria Árabe’ con similares objetivos. Sin
embargo, en aquellos años ambos pueblos convivieron, casi se ignoraron,
ya que tenían muchos y más graves problemas.
Llega la I Guerra Mundial
y la caída del Imperio Otomano, hasta entonces dueño de la región, quedando
Palestina bajo mandato británico. En 1917 la Declaración Balfour (inglesa)
apoya el establecimiento de un hogar judío en Palestina. Hacia 1920 vivían allí
menos de cien mil judíos, y en 1937 eran casi medio millón, una tendencia que
siguió tras la II Guerra Mundial. En 1946 los judíos vuelan el Hotel Rey David
(cien muertos entre árabes, judíos e ingleses), unos meses después los ingleses
se van y se disparan los atentados, venganzas y asesinatos por ambos bandos; en
1948 un grupo terrorista judío (Stern, Irgún o Lehi) asesina al mediador de la
ONU, Folke Bernadotte (un tipo de una integridad a toda prueba), y su asistente
el coronel Serot. Los árabes golpean con otros actos terroristas, que en unas
décadas se perpetran por todo el mundo. Ese mismo año 1948 se declara la guerra
abierta. Ya en los sesenta, la Guerra de los Seis Días. Desde entonces, ataques
y represalias, atentados y venganzas, intifadas, masacres, bombas…, alternados
con meses de calma tensa y frágil.
En realidad, los
judíos habitaron Palestina más de un milenio, los árabes vivieron allí durante
más de otro milenio. Y gran parte de los últimos trece siglos hebreos y
musulmanes vivieron en aquella tierra. Por tanto, ¿quién tiene los derechos
históricos de su parte? ¿Cuál de los dos tiene la razón?
CARLOS DEL RIEGO
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