Jimi Hendrix entregó
una maqueta con temas nuevos a su bajista Mitch Mitchell para que le diera su
opinión, pero murió pocos meses después y Mictch olvidó la maqueta, que no se
encontró hasta la muerte de éste, en 2008
Publicar un disco es un trabajo largo y laborioso en el que intervienen muchísimos especialistas. Hay que componer, corregir y retocar, arreglar, probar y pulir, ensayar y mejorar, producir, grabar una y mil tomas, mezclar y remezclar, diseño de portada e interiores, revisión y visto bueno de la discográfica, fabricación, promoción, distribución… Y en cada uno de los infinitos pasos pueden producirse errores que retrasan e incluso arruinan el lanzamiento de la obra.
Todo el mundo comete
errores, a veces garrafales y con nefastas consecuencias. Y cuanto más alto sea
el cargo del culpable más duros serán los efectos de sus fallos. Cuando se
publica un disco son muchas las cosas que pueden salir mal. Y según las leyes
de Murphy si algo puede salir mal… En fin, la publicación de un disco ha de
pasar por tantas manos que hay muchas posibilidades de que alguna metan la
pata. Y si algunos de los grupos más importantes y con más respaldo de la
industria han padecidos meteduras de pata de alguno de los eslabones de tan
complicada cadena, ¡qué no habrá pasado con bandas sin tanta fama o debutantes!
Los Beach Boys
podrían contar cómo se pueden torcer las cosas incluso antes de empezar. A
mediados de los sesenta Brian Wilson se sentía eufórico, así que proyectó un
álbum distinto, progresivo, barroco y, en fin, tan complicado y ambicioso que
no existía aun tecnología para realizarlo. Tardó, pero finalmente Brian
(auténtico ratón de estudio) se convenció de que lo que no puede ser no puede
ser y además es imposible, así que abandonó; iba a titularse ‘Smile’; vio la
luz tres décadas después con Wilson en
solitario. Desengañados, quisieron resarcirse con un Lp en vivo, así que para
ello se fueron a Miami; la cosa también se torció desde el principio, pues el
bajista, Bruce Johnston, se negó a viajar, lo que significaba que Alan o Carl
tenían que tocar el bajo, instrumento con el que no se sentían cómodos; además,
el repertorio incluía temas que casi nunca tocaban en vivo y otras nuevos
apenas ensayados. Al escuchar las grabaciones comprobaron que una parte sonaba
horrible y otra necesitaba mucho trabajo de producción en el estudio. Al final,
después de sopesar la idea de grabar en estudio y añadir ruido de directo,
decidieron abandonar también este proyecto. El gafe duró poco.
Hacia 1970 el
sensacional guitarrista Jeff Beck se empeñó en grabar en el estudio de la
Motown en Detroit, Usa. En principio no hubo problema, hasta que Beck apareció
con su propio batería, el también enorme Cozy Powell, algo que no gustó en el
emblemático sello, sobre todo a los músicos que trabajaban allí. “Si vienes a
Motown es porque quieres sonido Motown, y esto sólo se consigue con músicos
Motown” terminaron diciéndole. La cosa empeoró cuando Powell quitó la batería
‘residente’ del estudio y colocó la suya, entonces el técnico no soportó más y
directamente se largó. Jeff Beck había conseguido grabar diez temas a falta de
las mezclas, o sea, inacabados, y así están a día de hoy, inconclusos e inéditos.
“¿En qué estaría pensado cuando llevé a Cozy y profanar la sagrada batería de
Motown?”, reflexionaba Beck años después.
Unos pocos meses
antes de morir, el inigualable Jimi Hendrix grabó unas canciones con guitarra
acústica, una maqueta con 16 temas de corte autobiográfico que iba a
publicarse, a modo de álbum conceptual, con el título de ‘Black gold’. Le pasó
la demo al batería de Jimi Hendrix. Experience, Mitch Mitchell, para que las
escuchara y le diera su parecer. Por desgracia, en septiembre de ese año Jimi
falleció y Mitchell ¡olvidó que tenía esas cintas que el guitarrista le había
entregado! Y así pasaron décadas. Al morir Mitchell en 2008 apareció la
maqueta, y la hermana y gerente de los derechos de Hendrix, Janie, se hizo con
ella prometiendo publicarla…, algún día. Pero sólo ha publicado un tema. ¿Cómo
puede uno olvidarse que tiene 16 temas inéditos de Jimi Hendrix? Error
monumental.
Un fallo que siempre
acecha a todo el que maneja aparatos es equivocarse y borrar accidentalmente
una grabación. Tal cosa pasó con uno de los temas del álbum ‘Gaucho’ (1980) del
dúo estadounidense Steely Dan. Al parecer, una primera grabación de todo el Lp
decepcionó a todo el mundo, era irregular, floja y no se parecía lo que Becker
y Fagen tenían en mente, así que se fueron a Nueva York para rehacer todo el
trabajo. Allí empezaron por un tema titulado ‘The second arrangement’ (El
segundo arreglo), y cuando estaba terminado, producido al gusto de los
artistas, pulido y listo para fábrica, un ingeniero se equivocó y borró por
accidente casi todo. Cuentan que intentaron empezar desde el principio, pero
rehacer por tercera vez les resultó insoportable y del tema jamás se supo.
Al poco de separarse los
Beatles, Paul MCarteny formó Wings. Después de su tremendo éxito con ‘Band on
the run’ (1973), su compañía les apremió para que tuvieran disco nuevo para
finales del año siguiente, pero no tenían canciones, así que propusieron un
doble Lp que contuviera grandes éxitos un disco y rarezas inéditas el otro.
Mientras trabajaban en el asunto (a mediados del 74), la compañía comprobó que
‘Band on the run’ seguía vendiéndose muy bien, así que decidieron que hacer ese
Lp sería sido un error y, por tanto, lo mejor era olvidarse de él, ya que ambas
producciones serían competidores. Paul, enfadado, no tuvo más remedio que
aceptar, aunque en sus discos posteriores aprovechó algo de aquel material
desechado.
Conocido es el caso
de Green Day. En 2003 tenía listo el que sería su séptimo álbum, que se
titularía ‘Cigarrettes & Valentines’. Pero algún atolondrado cometió el
gravísimo error de dejó el máster al alcance de ladrones, de modo que alguien
lo robó, aunque no está muy claro por qué o para qué. Lo curioso es que no se
pusieron a rehacer todo el trabajo, sino que idearon nuevos temas y
confeccionaron un álbum totalmente nuevo (con apenas algunos detalles e ideas
rescatadas de lo robado) que titularon ‘American Idiot’. De todos modos, aquellas
partituras siguen en el archivo, así que, tal vez, algún día…
¿Quién no ha metido
la pata muchas veces?
CARLOS DEL RIEGO
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