Una de las canciones que mejor representan el espíritu del verano de amor es 'All you need is love' de The Beatles |
San
Francisco y el entonces irresistible atractivo del movimiento hippie, el ‘haz
el amor y no la guerra’, la idea del festival rock, los alucinógenos y el amor
libre, la sicodelia y el misticismo hindú, la vida bohemia y sin reglas, la
fobia a la autoridad, y claro, la música; aquello de los hippies del 67 dio
mucho de sí, tanto que esta palabra está aceptada en todos los idiomas con un
significado concreto. Sí, hace medio siglo arrancaba oficialmente esa nueva
sensación de la que hablaba Scott McKenzie en la emblemática ‘San Francisco’,
un tema escrito por John Phillips, de The Mamas & The Papas, de una sentada
y como reclamo para atraer público al iniciático Monterry Pop Festival, del
cual era organizador; pocas corrientes juveniles y/o culturales han causado
tanto revuelo e influencia como aquella. Como es sabido, una de las formas en
que se materializó aquello fue la música, con grupos y solistas de gran
carácter y canciones inolvidables; y como no podía ser de otro modo, el tema del
amor sin límites, una de las premisas hippies, no deja de aparecer en los
títulos más significados. Aquí van algunas de las grandes canciones de amor del
verano del amor.
Los
Beatles estaban en la cima de su creatividad en 1967, y para la causa del amor
sin condiciones ni restricciones aportaron piezas ya convertidas en clásicos.
Pero si hubiera que quedarse con una de aquel verano que expresara eso del amor
y del sentimiento hippie, tal vez haya que mirar a la deliciosa ‘All you need
is love’. Su estribillo es, más o menos, un patrimonio mundial, y su texto
viene a decir que para conseguir todo lo que desees, todo lo que busques, todo
lo que quieras…, todo lo que necesitas es amor. Como cualquier aficionado sabe,
la presentación del tema se retransmitió a todo el mundo, con el cuarteto
acompañado de una auténtica multitude de amigos y músicos de rock,
transmitiendo así una idea de integración, de hermanadad, como si se tratara de
una comuna hippie, a lo que contribuyen otros detalles, como el inicio con el himno
francés o unas notas del ‘On the mood’ de Grlenn Miller. No cabe duda, cuando
se habla de canciones de amor del señalado estío del 67, no hay otra más
evocadora.
Y
si la del cuarteto de Liverpool es la representación del amor más espiritual,
el ‘Let´s spend the night together’ de los Rolling Stones sería la del amor más
físico y material. Muy metidos en su papel de chicos malos con ganas de
escandalizar, Jagger y compañía son explícitos: “pasemos la noche juntos (…),
voy a satisfacer todas tus necesidades y sé que tú vas a satisfacer las mías”;
consiguieron un gran éxito en las listas y más de una censura, puesto que a la
sociedad de la época le costaba encajar alusiones tan evidentes, tan
‘inmorales’. Con gran presencia de las voces, el tema mantiene un ritmo
vivaracho y una melodía que invita a sumarse, con ese ‘daba daba’ y la
insistente repetición del título; es de las pocas de los Stones en que el piano
tiene más protagonismo que la guitarra.
También
aquel año mágico escuchó por vez primera la maravillosa ‘Ain´t no mountain high
enough’. Escrita por Ashford & Simpson (esa pareja de lúcidos compositores),
la presentó el enorme Marvin Gaye (acompañado por su malograda compañera Tammi
Terrel) en la primavera de hace medio siglo. El amor del que habla esta canción
es ingenuo, romántico, alegre, altruista: asegura que no habrá valle, ni
montaña, ni río que “me impida llegar a tí”, ni viento, ni lluvia, ni frío, “si
me necesitas, llámame”…, sí, un amor desinteresado. Todo ello flota sobre un
vibrante arreglo en clave soul y rythm & blues a dos voces y un estribillo encantador
que no pierde su atractivo por más años que pasen. Dicho sea de paso, Marvin y Tammi
tenían mucha química en escena; como es sabido, ella se desmayó en sus brazos
durante una actuación, muriendo de un tumor cerebral poco después con apenas 25
años; cuentan sus allegados que Marvin jamás superó este trauma.
‘Dame
un poco de amor’ gritaban Spencer Davis Group. El ‘Gimme some loving’ es una de
las canciones de aquel año que más versiones y recreaciones han visto.
Compuesta por un jovencísimo Steve Windwood, cuentan que la hicieron a toda
prisa; tiene un evidente aire soul gracias al órgano (la entrada no es
totalmente original…) y un tono despreocupado y optimista que la convierte en
apta para cualquier contexto y estilo. La letra también deja poco a la
imaginación: “mi temperature está subiendo (…), tienes que darme un poco de
amor (…), me encanta lo que hiciste (…),
me siento tan bien (…), lo hemos conseguido, eso sucedió (…) dame un poco de
amor, todos los días”. Es, en fin, amor carnal…, y eso que el autor aun no era
mayor de edad.
Realmente
podrían citarse no menos de un centenar de canciones imperecederas que
debutaron en el verano de 1967 (como las menos recordadas ‘Silence is golden’
de The Tremeloes o ‘Little bit o´soul’ de The Music Explosion, por citar un
par), muchas de las cuales trataban el asunto del amor, un elemento
imprescindible en el universo hippie, la ‘nueva vibración’ que tanto sorprendió
al mundo en aquel momento.
CARLOS
DEL RIEGO
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