El rock gusta de recrear escenarios apocalípticos |
Es fácil acordarse del ‘It´s the end of the world as we know it (and I
feel fine)’ de los estadounidenses REM. Aunque habla de grandes calamidades su tono
es más bien risueño y festivo, con ritmo muy vivo y estribillo pegajoso; presenta
un panorama en el que se suceden terremotos y huracanes, furias, sangres, el
rapto o el fantasma de Leonard Bernstein, pero no hay problema, puesto que “es
el fin del mundo como lo conocemos, y me siento bien”; o sea, ¿esto se acaba?,
pues vale.
Dos canciones de estilos muy separados pero
con un título casi idéntico las firman UB 40 y Tom Waits. Los ingleses UB 40
publicaron su ‘The Earth dies screaming’ en 1980; es reggae ligero que avisa
una y otra vez: ‘La Tierra muere gritando’, y para corroborarlo ofrece visiones
y signos inquietantes como “viento seco y caliente (…) carreteras como
cicatrices en la tierra (…) coches en silencio (…) suciedad y arena, cuerpos
colgando”. Por su parte, el estadounidense Tom Waits hizo ‘The Earth died
screaming’ en 1992; con su acostumbrada parsimonia y con un arreglo que suena a
entrechocar de piedras y palos, el cantante cuya voz resacosa parece bramar más
que cantar, anticipa escenas apocalípticas, como la del león de tres cabezas o
cráneos usados como vasos, y todo en una atmósfera estremecedora: “truenos y
luces, después las estrellas se apagaron, la luna cayó del cielo, y llovieron caballas
y truchas” (¿fritas?); al final, “la Tierra murió gritando mientras estaba soñando
contigo”. Un tanto exageradillos los dos.
Los incomparables Creedence Clearwater
Revival se pusieron ciertamente pesimistas en su inolvidable ‘Bad Moon rising’.
Más interesado por la realidad de su entorno que lo que el ambiente de sus
canciones sugería, John Fogerty abordó (los sigue haciendo) muchos temas
escabrosos y polémicos, como este del final de todo. La ‘Mala luna que está
saliendo’ tiene una letra tristona y resignada que anuncia un negro porvenir:
“sé que el final está próximo”, de manera que “espero que estés preparado para
morir”. El propio músico señaló que sí, que la pieza va del Apocalipsis que un
día llegará; y también reconoció que había tomado prestados algunos punteos de
los que hizo Scooty Moore para Elvis en ‘I´m right, you´re left…’. En todo
caso, ¿cómo una melodía tan atractiva, tan redonda, lanza un mensaje tan
deprimente?
Time Zone fue un proyecto musical liderado
por el orondo neoyorkino Africa Bambaata que contó con diferentes integrantes
según la ocasión; en su ‘World destruction’ (1984), un tema de ritmo
electro-machacón, contrató los servicios de John ‘Sex Pistols’ Lydon como voz
solista; en él dibuja un panorama preocupante en el que no faltan augures como “Nostradamus
prediciendo la llegada del Anticristo”, y luego habla del enfrentamiento entre
democracias occidentales y comunismo, entre la CIA y el KGB (algo que suena ya
un tanto pasado); al final sorprende la
certeza de la destrucción del mundo: “lo sé porque lo dice La Biblia”. Bueno,
si es así…
De todos modos no hay que alarmarse. Siempre
se ha hablado de cataclismos y desgracias con carácter apocalíptico, algo que,
como se ha visto, puede ser causado por un ataque informático que afecte a millones
de personas y ocasiones infinitos perjuicios. Pero de momento no hay para
tanto. Casi seguro que al final este asunto se quedará en poco, sin embargo, sí
que hay quien encuentra excesiva la dependencia de los ordenadores. Lo del
final cataclísmico sí ha llamado la atención, sobre todo en los escenarios del
heavy más académico, pero lo de los chips y los megas no parece inquietar
demasiado en la comunidad del rock & roll. Aún.
CARLOS DEL RIEGO
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