Rick Parffit, que acaba de colgar definitivamente la guitarra, también hizo cantos navideños con sus inseparables Status Quo |
Si hay un momento en que transitar por
lugares comunes no sólo no está mal visto sino que es hasta aconsejable, sin
duda es el momento de la Navidad. Por eso no es extraño que el terreno del rock
y el pop haya sido tan prolífico en discos y canciones referidas específicamente
a tan internacionales fiestas; de hecho son muy abundantes los que han dedicado
álbumes enteros al asunto, en algunas ocasiones con imaginación y mérito. Pero
lo más común es que bandas y solistas sólo hayan pasado por allí una, dos, tal
vez tres veces, aunque, eso sí, lo normal es que ninguno, antes o después, se
libre de dar ese tópico y entrañable paseo. Lo bueno es que, además de las
numerosas revisiones que se han hecho de las canciones de navidad tradicionales
(los villancicos), hay quien se ha puesto al asunto en serio y escrito sobre
estos días.
Rick Parffit, guitarrista de los
incansables Status Quo, acaba de irse (Nochebuena 2016). Otro héroe de los
tiempos gloriosos del rock & roll que cuelga definitivamente la Fender.
¡Cuántas horas de boogie-rock sencillo y bailón regaló el bueno de Rick junto a
sus camaradas!, ¡cuántas canciones, cuánta felicidad proporcionó a tantos! Pues
el caso es que los Quo también se marcaron su rock navideño; así es, el mismo
Rick Parffit escribió ‘It´s Christmas time’ con el inconfundible ritmo, con
esas guitarras tan identificativas, con ese carácter… Sí, es puro Status Quo,
pero suena a Navidad desde la primera nota; además, en su letra se celebran las
señaladas fiestas: “Me gusta el espíritu festivo (…) quédate y eleva una copa
de vino”. A partir de ahora, todo amante del rock recordará en Nochebuena al
rubito de Status Quo, y bueno será hacerlo con su ‘Tiempo de Navidad’.
Ni que decir tiene que The Beatles
cantaron por ese palo tanto en conjunto como en solitario. Todo buen
‘beatlemaníaco’ sabe que cada Navidad solían grabar y regalar una canción de
este tipo a sus fans, demostrando que su talento desbordaba. Una de ellas (la
de 1967) fue ‘Christmas time is here again’, que repetía una y otra vez este
título con la inclusión de algún que otro verso, pero lo mejor es el final, en
el que cada uno de ellos se presenta y felicita las fiestas. Paul hizo, junto a
sus Wings, ‘Wonderful Christmas time’, un tema muy techno pero con un
estribillo muy Macca que repite “Simplemente teniendo unas maravillosas
Navidades’. John dejó todo un clásico, ‘Happy Xmas (war is over)’, cuyo
explícito título identifica la Navidad feliz con el fin de la guerra; es una
canción de este tiempo, sí, pero es una melodía tan brillante (¡qué coros!),
una composición con tanta fuerza que puede cantarse cualquier día del año sin
ser mirado con extrañeza.
Entre los más rendidos fans del
cuarteto de Liverpool estaban Ramones, quienes apuntaron su nombre y su
potencia sónica a la lista de felicitaciones con ‘Merry Christmas (I don´t
wanna fight tonight’), o sea, ‘Feliz Navidad (no quiero pelear esta noche)’, en
la que destaca el verso en el que, más o menos, dice “porque la Navidad no es
momento para andar fastidiando a los demás”; sí, es cien por cien ‘ramoniano’,
pero no deja de tener un enternecedor tono navideño. Jethro Tull aportó un
evidente ‘Christmas song’, en el que no faltaban los cascabeles, el ambiente
invernal y aquel encanto que tenía todo lo que Ian Anderson hacía en sus
primeros años; excelente partitura, habla del Niño y los bueyes, pero critica con
ironía cuando dice “el espíritu navideño no es eso que te estás bebiendo”. The
Queen tampoco se resistió al encanto que para millones tienen los festejos en
torno al fin de año, así que contribuyeron al repertorio específico con ‘Thank
God, it´s Christmas’, un canto de amistad con el que un cálido y cercano Freddy
se felicita, “gracias a Dios es Navidad”, y felicita a todos, “amigo, todo el
mundo compartirá esta noche tan especial (…) aunque sólo sea esta noche”.
Hace apenas unos días (XII-16) dejaba
este mundo el gran Greg Lake, el cual se inspiró en una partitura de Prokovief
para componer un excelente ‘I believe in Father Christmas’. Su letra tenía
intención crítica (contra el excesivo consumismo que ha invadido la Navidad y
sobre la pérdida de la inocencia) pero se tomó como un típico canto de
celebración, con lo que consiguió un inesperado éxito; sea lo que fuere, es una
pequeña obra de arte (el vídeo con Ian Anderson es… glorioso) que conforta en
todo momento. También es preciso recordar el excelente trabajo que se marcó el
presidiario Phil Spector cuando era poco menos que el Rey Midas del pop, en los
sesenta; todo eran clásicos villancicos, pero la pléyade de artistas que los
cantaron y el ‘muro de sonido’ característico de dicho productor hacen del
álbum (de 1963) algo especial. Inesperada puede resultar la aparición del actor
Christopher Lee, especialista en cine ‘draculiano’ y de terror en general,
quien era un apasionado del metal más impío y que también se atrevió a dar
distorsión a clásicos navideños; hay que escuchar lo que hizo con ‘Silent
night’, es fantasmagórico.
No se puede olvidar el recopilatorio
que el entonces pujante y prestigioso sello independiente español DRO publicó
en 1982 con el título de ‘Navidades radiactivas’. Trece grupos españoles de
aquel chispeante momento publicaron otros tantos temas con este tema como
fondo; son nombres aún fáciles de recordar, como Aviador Dro que aparecía con
un fabril ‘El nacimiento de la industria’, como Siniestro Total con un
punk-chiste titulado ‘Afunfún a fanfán’, y Seguridad Social, Alphaville,
Derribos Arias, Glutamato Yeyé… Todo ello, heterogéneo y pintoresco, compone
una ilustración bastante precisa de su tiempo.
Y Bowie, Springsteen, Dylan, Elvis,
Beach Boys… también dedicaron muchas energías a la Navidad. Algo tendrá.
CARLOS DEL RIEGO
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