The Coasters en 1959 |
De hecho, algunas de las canciones publicadas aun en
los años cincuenta del siglo pasado bajo la recién estrenada etiqueta del r&rl, se rehacen una y otra vez con diferentes envoltorios y arreglos, y siempre
funcionan. Y es así porque ya entonces esbozaron algunos de los recursos y
arreglos que, con el tiempo, se han convertido en señas de identidad del
estilo.
Tres muestras (que podrían ser treinta): la
trepidante y vitalista ‘Sea cruise’ de Frankie Ford, la divertida ‘Charlie
Brown’ de The Coasters, y la evocadora ‘Runnaway’ de Del Shannon. Aunque los
más expertos las ubiquen inmediatamente, es fácil que los títulos y los
artistas no sean reconocidos por el gran público, a pesar de lo cual, todo el
que las escuche las reconocerá a los pocos compases.
Frankie Ford nació en 1939 en (aseguran los
historiadores de esto) un barco que navegaba por el Mississippi. Apenas tenía
20 años cuando acertó a tomar el tema ‘Sea cruise’ de Huey ‘Piano’ Smith para
subirse a ese nuevo barco del rock & roll. Lo curioso es que la compañía
discográfica ya tenía la canción grabada por el autor, pero a alguien se le
ocurrió quitar la voz de Smith y sustituirla por la de Ford manteniendo todo el
acompañamiento musical (no sería descabellado que ese alguien pensara que como
Smith era negro y Ford blanco…). El caso es que la cosa funcionó y Frankie
vendió más de un millón de discos en 1959. La canción incluye recursos
retóricos tan típicos del rock como la arrolladora sección de ritmo, la
secuencia del bajo, el diálogo voz-saxo, las inflexiones y destemples vocales… Sorprende
que algo tan atrevido y rompedor gustara tanto en una sociedad tan
conservadora. El texto habla del nuevo ritmo que mueve sus zapatos, y de que no
se puede parar de cantar blues.
The Coasters es un grupo que presenta un repertorio
asombroso, repleto de enormes temas convertidos en clásicos atemporales; eso
sí, sus títulos emblemáticos llevan el sello de una de las confluencias de
compositores más lúcidas y creativas que jamás han existido en este negocio:
Leiber y Stoller, cuyos éxitos han provocado la envidia de varias generaciones
de autores; ellos son los creadores del juvenil y vitalista ‘Charlie Brown’,
que el cuarteto de cantantes de rythm & blues y rock & roll The
Coasters (casi todos ya muertos) llevó a la gloria a comienzos del 59. El tema se
centra en algo tan propio del rock, tan tradicional y recurrente como es el
ambiente de clase con estudiantes que reniegan del profe… No falta ni la voz
que responde con tono grave ni el arreglo de saxo, entonces tan de moda.
Al inicio de los sesenta el rock & roll seguía
en su primera etapa. Por eso, no le fue difícil adoptar nuevas formas, como
demuestra el gran éxito que Del Shannon
escribió (junto al pianista Max Crook) en 1961, ‘Runnaway’, que se
convirtió en un bombazo prácticamente desde su primera radiodifusión. La
melodía es un tanto más comedida, más pop que rock, con un ambiente tan
adolescente como la anterior y con tono enamoradizo; de hecho la letra habla de
eso, de la chica que se escapa y el cantante se pregunta por qué. A destacar la
novedad que suponía meter un solo de teclado en medio de la interpretación;
además, el instrumento que suena es una invención del propio Crook, una especie
de piano eléctrico, un antecedente del sintetizador. Es, en todo caso, una de
esas partituras que cautivan, de esas que se instalan para siempre en la
memoria y que invariablemente son reconocidas; y reconfortantes.
No se trata de comparar, pero sí que se puede uno preguntar
cuántas de las canciones que han alcanzado la cima del éxito en los últimos
veinte años perdurarán y seguirán sonando pasados otros cuarenta… Aquellas tres
siguen vivas, pues destilan optimismo juvenil a pesar de que van camino de
convertirse en sexagenarias.
CARLOS DEL RIEGO
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