domingo, 4 de septiembre de 2022

¿QUE CANTABAS Y QUÉ BAILABAS TÚ EN EL 82?

 

Todos los que lo vivieron seguro que bailaron con esta melodía que salió hace cuatro décadas

Sólo hace cuarenta años, pero todo ha cambiado de modo radical, tanto en tecnología como en pensamiento. En 1982 la música tenía gran protagonismo entre la juventud, pues aquellos eran momentos de gran agitación, entusiasmo,  creatividad, talento… Cada semana se tenía noticia de un nuevo grupo, un nuevo ritmo, un nuevo sonido, y el personal estaba siempre abierto a escuchar y disfrutar. Además, quienes ya estaban allí entonces con edad para disfrutarlo eran tan jóvenes

Hay quien afirma que 1982 fue el último año en que la música rock dominó las listas de éxitos, aunque estas afirmaciones categóricas suelen tener muchas excepciones. En todo caso es innegable que la música rock, pop y los muchos derivados que iban apareciendo tenían gran presencia e influencia entre mozos y mozas (y algún que otro talludito), los cuales estaban o procuraban estar a la última y cantaban y bailaban aquellos magníficos discos. Seguro que todos los que lo vivieron los recuerdan y los asocian con tiempos jóvenes y felices.

El 82 fue el año del Mundial de Fútbol de España, que resultó calamitoso para el equipo anfitrión; los Rolling Stones honraron la cita con un concierto histórico; los golpistas del 23 f son juzgados y condenados. España entra en la Otan a pesar del ‘Otan, de entrada, no’ de cierto partido en la oposición que al llegar al poder pide el sí a la Otan. Seguía la Guerra de las Malvinas, Israel y Palestina continuaban su eterna pugna, el dictador guatemalteco Ríos Montt perpetraba la matanza de todos los habitantes de la aldea de Los Josefinos, tan terrible como los actos de los terroristas de Sendero Luminoso y la banda mafiosa Eta. 

Y entre todo eso, la música rock exigía su espacio. Uno de los grandes éxitos de aquel año es el de la película ‘Rocky’, el tema ‘The eye of the tiger’ de Suvivor, una canción que desde entonces se asocia no sólo al boxeo, sino a la intención de superar todo obstáculo. También fue el año del ‘I love rock & roll’ de Joan Jett & The Blackhearts (en realidad era una versión de un oscuro grupo inglés llamado The Arrows); con sus característicos ritmo y toque de guitarra, esta pieza vuelve una y otra vez, se recupera cada cierto tiempo; por algo será. Los australianos Men at Work sorprenden con un estilo muy particular y venden por todo el mundo su ‘Down under’. Otro título que continúa escuchándose cuatro décadas después es ‘Africa’ de Toto. Un tanto más olvidado es el combinado folk-hippy ‘Come on Eileen’ de los Dexys Midnight Runners. 

Todo eso se escuchaba en la radio, en el pub o en casa (casi todo el mundo tenía para escuchar discos o casetes). Y se bailaba mucho, sobre todo en las discos y similares. La ‘basca’ bailaba y cantaba desaforadamente, despreocupadamente, apasionadamente con unas melodías irresistibles. Se danzaba y tarareaba desde el primer compás del ‘Tainted love’ de Soft Cell (recuperada varias veces por la publicidad), con el simple y comercial ‘Do you really want to hurt me’ de Culture Club, con el tecno elegante y decadente de la Human League y su ‘Don´t you want me’, o con los deslumbrantes ‘Billy Jean’, ‘Thriller’ o ‘Beat it’ de un pletórico Michael Jackson. Y los que exigían algo más duro, más rock, se descoyuntaban con el ‘Town called Malice’ de The Jam y su revival mod, o con el excitante ‘Rock the Casbah’ de los Clash. Y también fue enorme éxito ‘The model’ de los alemanes Kraftwerk, que habían publicado cuatro años antes. 

España vivía su propia nueva ola, la movida. En todo el país se degustaban con avidez canciones y ritmos de lo más dispar, todo valía, o casi. Así, no había quien no moviera la pierna y el pie, la tibia y el peroné con el ‘Bailando’ de Alaska y Los Pegamoides, pero también se agradecía un ‘Bienvenidos’ de Miguel Ríos. Y se podía bailar al ritmo pausado de ‘La estatua en el jardín botánico’ de Radio Futura o con el rocoso ‘Va a estallar el obús’ de Obús. También se celebraba, como merecía, la locura de ‘Hay un hombre en mi nevera’ de Glutamato Yeyé, la desfachatez de ‘Me pica un huevo’ o ‘Ayatollah’ de Siniestro Total o el desparpajo chulapo de Los Nikis (‘Los Ramones de Algete’) con ‘Ernesto’. Incluso aquel 1982 Aviador Dro se atrevió a ir contra corriente, tanto en la intención del texto como con su sonido tecno, con el provocativo ‘Nuclear sí’. Hubo más, muchas más, claro, pero seguro que los que rondaban la veintena recordarán todas estas. 

Son canciones y melodías que, invariablemente, retrotraen a aquel año. Y además estaban las (mejores) pelis de Alomdóvar, las locuras de Javier Gurruchaba y la Orquesta Mondragón, ‘La bola de cristal, la ropa disparatada con aquellas hombrera… Todo se ve con nostalgia porque, ¿Quién no añora sus años de juventud y de aquellas interminables y musicales noches?  

CARLOS DEL RIEGO

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