Meat Loaf, el cantante grueso con voz finísima.
Ha muerto Meat Loaf. El cantante grueso
de voz fina. Aunque por aquí se conocían sólo un par de elepés y algunas
canciones, en realidad fue lo que se dice un superventas. Pero además de su
trayectoria artística y sus éxitos, Meat Loaf, ‘Cacho Carne’, era un tipo con
mucha personalidad que no perdía ocasión de contar sus experiencias o expresar disparatadas
opiniones
Dicen las estadísticas que aun hoy, 45
años después de su lanzamiento, su álbum ‘Bat out of Hell’ (‘Murciélago fuera
del infierno’) vende alrededor de 200.000 copias anuales; e igualmente sus
temas emblemáticos, como ‘I´d do anything for love’, siguen escuchándose
clásicos. Actor de cine y teatro, este gran tejano no perdió el tiempo.
Contaba que el primero que le puso un
apodo relacionado con su tamaño fue su padre (policía, alcohólico, violento),
que cuando él tenía apenas nueve meses dijo que era ‘beefy’, que podría ser
‘carnoso’ o ‘robusto’. Más tarde, “cuando era niño todos me llamaban así,
Carne’. Su sobrepeso fue la causa por la que los abusones se metían con él
continuamente, algo que incomprensiblemente no es excepcional.
Sin embargo sus primeros años de colegio
no fueron sólo acoso. Contó que se lo
montó con dos chicas cuando tenía once años…, claro que, como los pescadores,
es fácil que exagerara: “Hice un trío en el coche de mi madre en quinto grado
(11 ó 12 años)…, sí, vale, sólo fue besuqueo con una y besuqueo con otra, pero
fue un trío, ¿no?”, relataba con orgullo.
Más tarde se encontró con Charles
Manson. En su libro de memorias ‘To Hell & back’ (1999), Meat Loaf recordó
aquel episodio. Hacia el 67 ó 68 recogió en su coche a un autoestopista que le
dijo que tenía que ver a Dennis Wilson, de Beach Boys, y que si lo llevaba se
lo presentaría. Lo llevó, pero allí no había nadie. Frustrado, ‘reveló’ que el
fin del mundo estaba muy próximo, pero a la vez predijo un gran éxito al
cantante. Éste olvidó el asunto y no le dio mayor importancia…, hasta que
volvió a verlo en la prensa y la televisión después de haber llevado a cabo sus
sanguinarios crímenes.
Cuando todos los jóvenes estadounidenses
sin gran poder económico estaban destinados a pasar por Vietnam, Meat Loaf
decidió engordar un poco más para librarse por exceso de peso. Parece que la
treta no le dio resultado, pues no fue rechazado a pesar de pesar unos 30 kilos
más de lo normal; lo que no cuenta es qué pasó cuando lo llamaron a filas y él
no se presentó..
El artista tejano creía firmemente en la
existencia de fantasmas. Y también tenía fama de exagerado y de contar fábulas
y fantasías. “Yo he visto fantasmas y he estado cerca de ellos”, dijo en una
entrevista en 2012. “los hay que son sólo energía que se diluye…, y los hay que
demuestran gran inteligencia. Una vez perseguí a uno…”. Cuando estaban grabando
su álbum de más éxito “vi a una chica vestida de blanco en mi habitación, bajé
y llamé a los otros, pero cuando llegaron había desaparecido”. Lógico, ¿no?
La periodista Cindy Adams, especialista
en chismes y famoseo, relató que en 2019 hizo un viaje larguísimo en avión para
entrevistarlo, pero “me dejó plantada hasta tres veces”. Pero luego añadía que
“después supe por qué, y es que Meat Loaf tiene graves problemas de movilidad,
pues había sufrido varias caídas y accidentes bastante graves”. Finalmente el
encuentro se produjo; la periodista entonces comprendió: “caminaba muy
despacio, apoyándose en un bastón y con un ayudante pendiente de él”. Y es que
son conocidos los no pocos incidentes y trompazos que se dio en su vida. El
doliente cantante le explicó: “Me caí en el escenario en un concierto en
Dallas, me rompí la clavícula y me lastimé otros huesos; estuve doce días en el
hospital con fortísimos dolores, me dieron medicación muy fuerte y perdí más de
30 kilos; la última operación duró más de siete horas”. El pobre artista era
propenso a las caídas y golpes, y se cuentan no menos de docena y media de
accidentes de escenario, otros varios de coche y alguno de avión, con
fracturas, contusiones y conmociones cerebrales. Al terminar la entrevista con
Adams le confesó: “En el último año y medio he tenido que rechazar seis giras,
ha sido terrible”.
Además, Meat Loaf negaba el cambio
climático. Y por eso proclamó en 2020 que a la activista Greta Thunberg “le han
lavado el cerebro, porque el calentamiento global no existe, no hay cambio
climático; ella no tiene la culpa de decir lo que dice porque la han obligado a
pensar así y a decir esas mentiras”.
También se rebeló contra las medidas
anti virus: “Las mascarillas no hacen nada, no impiden el contagio, son una
molestia, no puedes respirar, te pica la nariz… No soporto que me controlen y
me digan lo que tengo que hacer. Si me muero, me muero, pero no seré
controlado”.
Genio y figura.
CARLOS DEL RIEGO
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