Aquel año se produjo algo tan demencial como la suspensión del concierto de Led Zep en Singapur porque tenían el pelo muy largo
Sí, ha transcurrido medio siglo, pero
muchos de los acontecimientos de aquel año están en la memoria colectiva. Y
para el rock & roll es uno de sus mejores años: están activos los artistas
más legendarios, se editan álbumes y canciones clásicas, la industria del disco
vive su mejor momento. El mundo vivió un año…, como muchos, con atentados,
experimentos atómicos, viajes a la luna, sucesos increíbles… Hace cincuenta
años de todo esto
Fue año olímpico, con Fernández Ochoa
ganando un oro en los Juegos de Invierno en Sapporo, Japón; los de verano
fueron en Múnich y son recordados, sobre todo, por el atentado contra el equipo
israelí. Con unos meses de diferencia, EE UU coloca en la luna las dos últimas
naves tripuladas, las Apolo 16 y 17. Es el año del accidente en los Andes del
equipo de rugby uruguayo, y la increíble aventura de los 16 rescatados con
vida. Comienza el escándalo Watergate que terminó con el presidente Nixon.
En el planeta del rock & roll se
viven buenos momentos, tanto desde el punto de vista artístico como del
comercial. Entre otros acontecimientos y anécdotas, se recuerda la vez que
Keith Richards subió al escenario para tocar con Chuck Berry, pero fue
expulsado de allí por tocar demasiado alto; Led Zeppelin no pudieron tocar en
Singapur, ya que los representantes del gobierno no les permitieron bajar del
avión porque ¡tenían el pelo largo! Durante todo el año, y en los posteriores,
John Lennon se ve obligado a acudir a varios juicios porque su visado ha
caducado y las autoridades pretenden echarlo de EEUU, ya que, según las agencias
de seguridad, ha cometido pecados tan perversos como manifestarse contra la
guerra de Vietnam, declararse de izquierdas o fumar marihuana.
El guitarrista Les Harvey, del grupo
escocés de blues Stone The Crows, se electrocuta en pleno concierto en Gales a
causa de un micro mal conectado y peor aislado; su novia, Maggie Bell, cantante
de la banda, al ver lo sucedido se desmaya y tiene que ser trasladada al
hospital inconsciente. Lo del pelo largo, aunque hoy parezca una nimiedad, en
otro tiempo era visto como un enorme delito; así, el batería de Edgar Winter,
Bobby Ramírez, es asesinado a palos a las puertas de un bar en Chicago porque
tenía el pelo muy largo. Las disputas entre músicos y managers ya eran cosa
corriente; Terry Knight es despedido como manager de Grand Funk, iniciándose
una serie de demandas, pleitos y juicios que tienen su auge poco antes de un
concierto benéfico del grupo en el Madison de Nueva York, donde el tal Knight
trató de ‘secuestrar’ el equipo de sonido del grupo poco antes de comenzar el
concierto, que se retrasó hasta que llegó una orden judicial que daba la razón
a la banda y autorizaba la celebración del concierto.
Se separaron gigantes del rock como los
Creedence, los arrolladores MC 5 o la Velvet Underground, y se fundaron bandas
como The Jam, que pocos años después sería una de las avanzadillas del
punk-nueva ola, Styx, Van Halen o The Tramps, entre otros.
En cuanto a la música en sí, muchos de
los elepés publicados hace cincuenta años están considerados como grandes
clásicos. Así, el fabuloso ‘Harvest’ de Neil Young, el atrevido y genial ‘Thick
as a brick’ de Jethro Tull, el arrollador ‘Machine Head de Deep Purple (que
incluye el ‘Smoke on the water’ y ‘Highway Star’), el inagotable ‘Exile on main
street’ de los Rolling Stones, el irresistible ‘Talking book’ de Stevie Wonder
(con la hechizante ‘Superstition’), el tremendo ‘Transformer’ de Lou Reed o el
asombroso y eterno ‘Ziggy Stardust’ de David Bowie. Por sólo citar unos pocos,
pues hubo mucho más.
Los grandes éxitos de aquel 1972 siguen
siéndolo medio siglo después: ‘Heart of gold’ de Neil Young, que no pierde
carga emotiva jamás; la inmortal ‘American Pie’ de Don McLean, que puede
escucharse a diario en cualquier emisora de radio; la superventas ‘Without you’
a cargo de Harry Nilson (el original era de los desdichados Badfinger); el
siempre evocador y bienvenido ‘Nights in white satin’ de los Moody Blues; el
irresistible ‘A horse whit no name’ de America; igual que el ‘Black dog’ de Led
Zep; y ‘Burning love’ de Elvis, ‘Changes’ de Bowie, ‘Crocodile rock’ de Elton
John, ‘Easy livin’ de Uriah Heep, y muchísimos otros títulos que no pierden
frescura a pesar de ser ya cincuentones.
En España el rock aún se veía como
‘música ratonera’ de ‘peludos sin vacunar’. Aún así había, y muy bueno. Los
geniales Lone Star, los ‘africanos’ Barrabás, el valiente Bruno Lomas, Los
Pekenikes y sus instrumentales, Micky, Módulos, Cecilia…, que rivalizaban con
Diablos, Fórmula V, Camilo Sesto, Julio Iglesias, Nino Bravo…
Desde entonces la tecnología ha avanzado
de modo insospechado, casi tanto como ha retrocedido el poder, la calidad y la
esencia del rock. Y es que 1972 fue uno de los años gloriosos de era dorada del
rock. Por todo.
CARLOS DEL RIEGO.
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