Aquella noche memorable de febrero de 1970 dio lugar a uno de los mejores 'directos' de la historia del rock |
Una de las
‘obligaciones’ de todo grupo de rock es la publicación de (al menos) un disco
en directo. De hecho, sería difícil encontrar bandas o solistas de relieve que
no hayan pasado por el álbum ‘live’. Y entre los cientos y cientos de
extraordinarios elepés registrados ante el público destaca el ‘Live at Leeds’
que The Who grabó en esta ciudad inglesa en febrero de 1970. Cincuenta años
después mantiene intacto su poder
En realidad,
cualquier iniciado en esto del rock & roll estará de acuerdo en que los
mejores álbumes en vivo se grabaron en la década de los setenta; cierto que
antes y después se publicaron directos fantásticos, pero nada comparable a los
de aquellos años, sobre todo si de lo que se trata de rock, estrictamente rock.
Lo curioso es que el ‘Live at Leeds’ se grabó en 1970, o sea, en el último año
de los sesenta (el último número de una década es el diez).
El ingeniero de
sonido aquella noche (14-II-1970) era Bob Pridden, que trabajó junto a Townshend
y compañía hasta 2016, habiéndose encargado del sonido de la banda en más de
mil conciertos; en fin, si alguien conocía cómo habían de sonar era él. El
veterano técnico revelaba recientemente en una entrevista a una revista
especializada algunos detalles y anécdotas de aquella grabación: “The Who
estaba en su mejor momento entre finales de los sesenta y primeros setenta,
trabajaban todo el tiempo y se compenetraban y entendían”.
Hay que situarse en
aquel momento. En los sesenta casi nunca se grababan los conciertos (la
tecnología no permitía un mínimo de calidad), por eso no queda rastro sonoro de
todos los que dieron The Who hasta aquel momento (¡cómo serían los del 66 ó
67!). Según cuenta Pridden, “dos años antes de Leeds se me ocurrió que podíamos
grabar conciertos con un par de micros conectados al magnetofón”. Además, el
tremendo éxito de ‘Tommy’ (1969) empezó a despertar en la banda el deseo de
grabar aquellos espectáculos. Así que, para entonces, ya habían grabado unos
cuantos ‘shows’, pero escucharlos y darles una forma que pudiera editarse
resultaba un trabajo agotador y con resultados decepcionantes, tanto que Townshend
mandó quemar las cintas para que no cayeran en manos de ‘piratas’. El
guitarrista, sus compañeros y técnicos recuerdan aquella decisión como un
enorme disparate. Pridden evoca el momento: “Quemé todas las cintas en un
basurero en la parte trasera de una cabaña que tenía. Los puse en la papelera, eché
una cerilla y eso fue todo. Me sentí raro, pero ya estábamos planeando grabar
otro ‘show’ y no pensé demasiado…, hasta muchos años después, en que
comprendimos la enorme e irreparable estupidez que habíamos cometido”.
Así, para los
conciertos de Leeds y Hull (14 y 15 de febrero), Pridden preparó “un equipo de
ocho pistas con el que grabar los dos conciertos para luego mezclar en el
estudio lo mejor de cada uno”. Como es sabido, la grabación del día 15 fue
nefasta, así que todo el disco es aquella velada en Leeds. El concierto fue en
una de las aulas de la universidad, y el escenario se colocó en el lugar del
profesor. “Estaba absolutamente abarrotado, quitaron los asientos para que
cupiera más gente, pero había por todas partes, colgaban de las paredes,
subidos en cualquier sitio. Hoy día no se hubiera permitido tanto público en
aquel recinto”, recuerda Pridden.
El propio Pete
Townsend escribió en sus memorias: “Toqué con muchísimo cuidado y atendiendo
especialmente a los momentos en que tocaba y saltaba a la vez para no equivocarme.
Al día siguiente tocamos lo mismo en Hull, que tenía muy buena acústica”. Pero
cuando escucharon lo grabado en Hull se llevaron las manos a la cabeza;
recuerda Pridden: “gran parte del sonido del bajo de John Entwistle no había
quedado registrado, así que Pete me dijo que lo olvidara y me centrara
exclusivamente en Leeds”. Pero aquí también hubo problemas, ya que: “parte de
las voces de acompañamiento quedaron muy mal, casi no se oían, de modo que al
día siguiente fueron Roger y Pete al estudio y, de una sola toma, grabaron los
coros para añadirlos en la mezcla final”.
La portada de ‘The
Who: Live at Leeds’ semeja un envoltorio de papel descolorido, tratando de
imitar el aspecto de los discos piratas de la época. La primera edición salió
en mayo de 1970 y contenía sólo seis de las 33 canciones que habían tocado, y
curiosamente ninguna de las seis eran del anterior disco, el exitoso ‘Tommy’;
en posteriores ediciones (ya en CD) se amplió el número de temas, incluyendo
unas cuantas de dicha ópera rock (en
2001 apareció un Cd con el concierto completo). También ‘arreglaron’ el
concierto de Hull en el que, durante las primeras seis u ocho canciones, el
bajo no se oye, y lo hicieron del modo más sencillo: “simplemente extrajimos el
bajo del concierto de Leeds y, como el repertorio era idéntico, lo colocamos en
el de Hull; la cosa nos llevó dos días con sus noches, fue agotador”, explicó
Pridden sobre el ‘Live at Hull’, que salió en 2010.
Después de aquellos
conciertos, “las giras de The Who fueron más cortas, en avión, con demasiadas
drogas por el medio y muchos descuidos y despistes en escena, sobre todo por
parte de Keith, pero a pesar de esto, sus conciertos eran muy superiores a los
de los demás grupos de éxito del momento”, afirmaba el ingeniero Bob Pridden.
Desde entonces, “han
dado muchos conciertos fabulosos, pero no como aquellos, y no creo que vuelvan
a hacerlo, puesto que no creo que tal cosa suceda en el infierno…”, bromeaba el
veterano ingeniero. Echando la vista atrás, Pridden explica: “Íbamos tan
deprisa que no éramos conscientes de lo que estábamos haciendo, de lo que
estábamos consiguiendo, de lo que estábamos dejando como legado. Estábamos
haciendo historia sin darnos cuenta. Éramos como trovadores errantes que no
hacían más que divertirse”.
CARLOS DEL RIEGO
Geniales los artículos ,Carlos. Por cierto, releyendo algunos posts antiguos, me ha venido una pregunta,¿Existe algún modo de acceder a los audios de "Ensalada"?.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo (Robertín).
No creo que se conserven. Lo que si meto en este blog son los programas que por el verano hago en aonda cero, La era del vinilo. Salud amigo
ResponderEliminarGracias Robertín. No creo que se conserven aquellas grabaciones, es más, la mayoría no se grabaron. Lo más parecido es el apartado Radio-La era del vinilo, de este blog. Un abrazaco, viejo amigo
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