domingo, 23 de febrero de 2020

LAS SIETE ESPOSAS DE JERRY LEE LEWIS, QUE SACARÁ NUEVO DISCO A LOS 85

Jerry Lee Lewis con su tercera esposa, Myra, que tenía 13 años y era su prima


El pionero del rock & roll Jerry Lee Lewis cumple este año 85 primaveras, y para demostrar que aun tiene fuerza, ‘The Killer’ anuncia el lanzamiento de un nuevo disco, dedicado a la música góspel. Puede que sea el último capítulo de su trayectoria artística, casi siempre centrada en el rock & roll y, por tanto, bastante conocida. Quien no sea un experto, sin embargo, sabrá mucho menos de su vida privada y de las terribles tragedias que ha padecido
Jerry Lee Lewis estará para siempre en los anales del rock & roll. Y como gran parte de los que han triunfado en este negocio, ha sido perseguido por los excesos; fue de los primeros en vérselas con Hacienda: le embargaron coches, motos, joyas, instrumentos, armas de fuego, un tractor, una moto de agua, un toro mecánico…, se declaró en bancarrota a mediados de los ochenta debiendo dos millones al fisco; también las drogas lo han lastrado: barbitúricos, anfetaminas, cocaína, maría, alcohol…, todo en abundancia; su relación con las mujeres, sus matrimonios, sus hijos, sus divorcios y sus viudedades también entran en el exceso. 
De momento son siete las ‘afortunadas’ que se casaron con el pionero del r&r. Él mismo declaró que “tenía 14 años cuando me casé por primera vez, aunque mi esposa era demasiado mayor para mí, pues tenía 17”; al parecer, Jerry pasaba más noches tocando y cantando que con ella, Dorothy Barton (hija de un predicador), por lo que ese matrimonio duró poco.
Antes de los veinte se casó con Jane Mitchum, y no por voluntad propia: “Jane me dijo que iba a tener un hijo mío, y sus hermanos me explicaron que me casaba o…”. No extrañará que olvidase decirles a los chicos que ya estaba casado… Con Mitchum tuvo en 1953 su primer hijo, Jerry Lee Lewis Jr., que también fue músico y llegó a tocar la batería en la banda de su padre; pero el pobre Jerry II tenía problemas mentales, entraba periódicamente en instituciones siquiátricas y en centros de rehabilitación de drogadictos. Cuando tenía 19 años sufrió un accidente al volante de su coche, volcó, se rompió el cuello y murió en el acto. Esta pérdida echó a Jerry senior en manos del alcohol y las drogas: “La primera botella de tequila era sólo para estar normal”.
Su tercer matrimonio originó el escándalo, ya que no sólo fue con su prima Myra Gale Brown, sino que ella sólo tenía 13 años; muchos empresarios, emisoras de radio y discográficas le dieron la espalda, por lo que Jerry se pasaba la vida en la carretera, de tugurio en tugurio, y casi nunca estaba con su esposa (que se quedaba siempre en casa cuidado de sus hijos Steve Allen y Phoebe, de la madre, del hermano); a pesar de todo, con Myra estuvo casado trece años. Jerry tenía entonces 22 y había pasado de cobrar 5.000 dólares por noche a tocar por 350, de estrella emergente e imparable a músico degradado que actúa por lo que le den. Su hija Phoebe se convertiría en algo así como representante o administradora de Jerry y, debido a ello, la relación acabaría mal. Su hijo Steve Allen (llamado así por el presentador de Tv que se atrevió a sacarlo en la tele) nació en 1959 y, desgraciadamente, murió tres años después al ahogarse en la piscina de casa.
Su esposa número cuatro fue Jaren Gunn Pate, que estaba de tres meses el día de la boda; se separaron y reconciliaron varias veces; a finales de los ochenta Jaren dijo que Lewis le daba un “trato cruel e inhumano, es adúltero, se emborracha continuamente y casi siempre está drogado”. Harta, lo citó para discutir el reparto del patrimonio, pero él le contestó: “eso no debería importarte, pues no vas a durar mucho”… El caso es que en 1982 ella se ahogó en la piscina de un amigo. La hija de ambos, Lori Lancaster, fue arrestada en 2011 (tendría 21 años) y acusada de la muerte de su hijo de cinco meses (nieto de Lewis), que fue encontrado muerto por asfixia a manos de la propia Lori que, parece, estaba bajo los efectos de la droga. Eso sí, Lewis siempre ha proclamado que Lori no es hija suya.
Menos de un año después de la muerte de la número cuatro, Jaren, el artista se casó con la número cinco, una ex camarera de unos 25 años (él unos 50) llamada Shawn Stephens. La mañana del 24 de agosto de 1983, menos de tres meses después de la boda, Stephens no despertó. El cadáver tenía múltiples moratones, había sangre por toda la habitación y en el cuerpo, y también bajo las uñas de la difunta. Pero la autopsia dictaminó muerte por sobredosis de metadona. Lewis llamó a la hermana para comunicarle la noticia: “Tu hermana ha muerto, era una chica mala”; esta misma hermana reveló que unas semanas antes del suceso el pianista le preguntó: “¿Me tienes miedo?, deberías tenerlo, ¿por qué crees que me llaman The Killer?”
La sexta esposa de Jerry Lee fue Kerrie McCarver, con quien se mantuvo unos veinte años y con quien tuvo un hijo; se separaron en 2004. Y en 2012, cuando el artista ya contaba 76 añazos, contrajo nupcias por séptima vez (¿la última?) con Judith Brown, la cual había estado casada con Rusty Brown, hermano de la tercera esposa, Myra Gale Brown, la que tenía 13 años. ¡Qué cosas!
Esta secuencia de sucesos parece un guión de telenovela, de disparatado y exagerado culebrón televisivo. Pero Jerry Lee Lewis tiene más asuntillos escabrosos que contar…
Cuando en 1976 celebraba su 41 cumpleaños, Jerry sacó una pistola para presumir ante sus invitados, una Magnun 357 que él creía descargada…, pero como es sabido, las armas las carga el diablo (o sea, crees que no lo está pero sí lo está), de modo que le metió dos onzas de plomo en el pecho a su bajista, Norman ‘Butch’ Owens, quien por suerte no murió.
Meses después, enfadado, colocado hasta las cejas, Lewis se llegó hasta ‘Graceland’, donde gritó que quería ver a Elvis; un guarda de seguridad declaró que “estaba como loco, fuera de sí”. Llamaron a la poli y se presentó un agente que se acercó al Lincoln Continental de Lewis, donde vio inmediatamente una 38 en el asiento; el cantante gritaba que no saldría del coche hasta ver a Elvis. El policía consiguió hacerse con la pistola (cargada, sin seguro y para la que no tenía licencia) y logró sacarlo del coche. Borracho como una cuba, tambaleándose e incapaz de articular palabra, fue arrestado. Luego afirmó que Elvis le había llamado y por eso fue allí, y que no tenía permiso para la pistola porque un policía acababa de regalársela (seguro que cuando declaró esto también estaba bebido). 
Hacia el año 2000 su hija Phoebe (cuya madre era Myra, la de 13 años) se fue a vivir con Jerry (que tendría 65 años) en calidad de agente, y también para hacerse cargo de su cuidado. No está muy claro cómo, pero el caso es que el músico firmó un contrato por el que ella recibiría la mitad de los ingresos de su padre, el cual, por si fuera poco, le otorgó un poder notarial que la hacía gestora única de todos sus bienes. Lógicamente la cosa acabó mal: Jerry denunció a su hija Phoebe por apropiación indebida, ya que ésta no se conformó con la mitad de los ingresos, sino que ingresó en sus propias cuentas cada dólar que llegaba a nombre de Jerry Lee. Tras su séptimo matrimonio, en 2012, la despidió, revocó el poder y la denunció por robo (y a su yerno por difamación en redes sociales). Casi todos los cargos fueron desestimados.
Se casó con una prima de 13 años y con otras seis mujeres, de las cuales dos murieron en extrañas circunstancias; dos hijos y un nieto muertos; disparó a un compañero; fue arrestado varias veces; borracho, violento y drogadicto; denunció a su hija por robo… La vida familiar de Jerry Lee Lewis y sus siete esposas fue de todo menos familiar.
CARLOS DEL RIEGO

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