U 2 ha escrito muchas canciones que hablan de espiritualidad, mística y trascendencia. |
Es
uno de los temas más revisados en todas las artes. La espiritualidad ha
inspirado e impulsado a los creadores de cualquier disciplina artística desde
las primeras manifestaciones. Y como es lógico, también ha sido fuente de la
que han bebido los autores de este apartado del arte musical que es el rock
& roll. De hecho son muy abundantes los títulos que de un modo u otro
adquieren tintes trascendentes, reflexiones que van más allá de lo material
Desde
que el Hombre adquirió el sentimiento de trascendencia, siempre ha tratado de
reflejarlo en sus manifestaciones culturales, como se puede comprobar echando
un vistazo a cualquier período de la Historia del Arte. En el terreno musical
hay infinidad de obras con esa característica, incluso géneros dedicados
exclusivamente a la espiritualidad (como el góspel). Y tampoco eso es raro en este
negocio del rock & roll, ya que la espiritualidad, la mística, lo que va
más allá de lo puramente físico ha movido a muchos a escribir letras que dan vueltas alrededor de este inmaterial
asunto. Una pequeña muestra.
Los
integrantes del grupo U2, como buenos irlandeses, siempre se han reconocido
fieles católicos (excepto tal vez Clayton) y así lo han expresado en muchos de
sus títulos. Por ejemplo ‘Gloria’ (1981), que en su estribillo dice ‘In Te
Domine’, latinajo que significa ‘En Ti Señor’. Bono la escribió sin saber muy
bien qué querían decir los latines, los cuales había aprendido de memoria durante
la misa y otros oficios, pero los metía en las letras (luego, una vez encajados
en la música, comprobaba su significado). Este ‘Gloria’ (que tiene que ver con
la del mismo título de otro irlandés, Van Morrison) es un tema muy espiritual
en el que Bono expresa su devoción e incluso parece suplicar al Ser superior. En
esta y en otras canciones hay voces y melodías inspiradas en el canto
gregoriano, así como letras que también ‘tiran’ de La Biblia, como en ‘Wake up,
Dead Man’. Es curioso que, al poner en marcha el grupo, llegaron a dudar si
iría contra sus creencias, pero por fortuna vieron que el r & r se amolda a
todo.
Pero
no toda espiritualidad tiene que ver con la religión, al menos con las
occidentales. Supertramp obtuvo en 1977 un gran éxito con su ‘Babaji’. Fue
escrita por Roger Hodgson (aunque esté acreditada también a Rick Davies) y su
letra explica el ‘camino espiritual’ de Hodgson, que comenzó durante la
grabación del álbum, ‘Even in the quietest moments’. Un ‘babaji’ es un santón
hindú (en este caso Mahavater Babaji). Al parecer, su inclinación por la
trascendencia hindú le venía de lejos: “Fui un adolescente durante toda la era
de los Beatles, así que recibí de ellos muchas influencias; con ellos vi el
camino, cambiaron mi vida, nuestra cultura, el mundo…”. Algunos versos
evidencian ese misticismo adquirido vía Beatles: “Toda mi vida sentí que
estabas escuchando / buscando modos de ayudarme. ¿Babaji, vendrás a mí?”. Al
resto del grupo no le hacía gracia cantar sobre este asunto.
‘My
sweet lord’ (1970) fue el primer tema que George Harrison lanzó en solitario.
En pleno éxtasis hinduista, apasionado por el karma y la meditación
trascendental, el ya ex-beatle parecía obligado a escribir sobre el misticismo
oriental; así, en el tema repite el mantra hindú ‘Hare Krishna’; Harrison
explicó su intención: “Hare Krishna es lo mismo que Aleluya”, y al repetirlo se
entra al mantra: “Los mantras son como una vibración mística encerrada en una
sílaba. Tienen poder hipnótico”. Lo que no tuvo tan buen karma fue la acusación
de plagio a la que se enfrentó George, pues el parecido con el ‘He´s so fine’
(1963) de The Chiffons es más que evidente. Sin embargo, él afirmó haberse
inspirado en el espiritual negro ‘Oh happy day’ de Edwin Hawking Singers.
En
su ‘Long distance roundaround’ (1971) el grupo de rock sinfónico Yes mostraba
dudas, confusión, desconcierto, en torno a la figura divina. La escribió el solista
Jon Anderson, que explicó en tono enigmático: "Va sobre cómo la religión parecía
confundirme totalmente; le daba vueltas y vueltas buscando el sonido de Dios en
la realidad. Va de cómo yo siempre estaba confundido porque nunca pude entender
la religión”; se refiere sobre todo a la hipocresía de algunos fieles. “Ese sentimiento
siempre se me ha presentado cada vez que me pongo a escribir”. Sea como sea, la
letra puede significar cualquier cosa.
El
guitarrista de The Who Pete Townshend fue seguidor del gurú indio Meher Baba
que, entre otras ocurrencias, pasó sus últimas décadas de vida en silencio, renunció
al habla y solo se comunicaba señalando las letras escritas en una tabla. El
caso es que ‘el magisterio’ de Baba se deja notar en algunas canciones de The
Who, como ‘Love, reign O'er me’ (1973) del magnífico ‘Quadrophenia’; el tema
revisa unas palabras de Meher Baba acerca de que la lluvia es una bendición de
Dios y el trueno es su voz. La canción, que tiene tono de súplica, presenta al
protagonista de la ópera, Jimmy, pensando en suicidarse o en regresar a su
desasosegante vida familiar, laboral y social. El solista Roger Daltrey siempre
dijo que es una canción “muy espiritual, iluminada, y yo la interpretaba como
un grito de frustración”.
Puro
góspel es el irresistible ‘Somebody to love’ (1976) de Queen. Las voces de
Freddie, Brian y Roger se repiten y superponen una y otra vez para sonar como
si se tratara de un coro cantando un espiritual negro. Freddie estaba muy
orgulloso de esta canción, cuya letra habla de alguien que llama a Dios y
pregunta por qué no puede encontrar el amor; al final recupera la esperanza.
Por su parte, Brian solía decir que el sonido estaba inspirado en las
atmósferas que reinaban en las canciones de Aretha Franklin. El resultado no
puede ser más convincente.
Alguien
tan emocional, apasionado y sensible como David Bowie también transitó por los
caminos de lo trascendente. Una muestra es la trepidante ‘Station to station’ (1976).
El título se refiere a las Estaciones de la Cruz, o sea, al Vía Crucis, los
catorce episodios (‘station to station’) de la Pasión de Cristo, pero el texto
también contiene referencias a la Cábala, al Gnosticismo y otroas místicas. Tal
empanada mental se explica si se tiene en cuenta que, en aquellos momentos,
Bowie vivía empapado en cocaína, o sea que seguro que era sincero cuando afirmaba
no recordar nada de cuándo ni cómo y por qué escribió aquella canción, de hecho
dijo que “sé que la grabamos en Los Ángeles porque lo leí”. ¿Qué ideas y
pensamientos ocuparían su cabeza cuando escribió la letra?
No
cabe duda de que la espiritualidad, las creencias trascendentales han producido
canciones sublimes, celestiales.
CARLOS
DEL RIEGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario