El inagotable Neil Young ha escrito varias veces sobre sus colegas del rock, y a su vez también se ha visto en canciones ajenas. |
A pesar de que en el reino del rock & roll los egos de los aristócratas suelen tener tamaños descomunales, no son pocas las veces en que unos demuestran su deuda con otros mencionándolos explícitamente en las letras, generalmente con admiración, aunque hay excepciones. El caso es que son abundantes los casos en que se produce este fenómeno que hace presentes a unos en las canciones de otros
No es lo habitual, pero en ocasiones las grandes figuras del rock &
roll tienen pequeños ataques de sinceridad y reflejan en sus versos los nombres
de algunos de sus colegas. Resulta interesante echar un vistazo a esas
canciones en las que una estrella habla de otra.
Un buen ejemplo es el ‘Borrowed tune’ que Neil Young publicó en 1975
dentro de su Lp ‘Tonight is the night’.El propio título indica de qué va la
cosa: ‘Melodía prestada’, y tal préstamo procede del ‘Lady Jane’ de los Rolling
Stones, cosa que Young confiesa abiertamente cuando dice “Estoy cantando esta
melodía prestada, la tomé de los Rolling Stones, solo en esta habitación vacía,
demasiado destruido para escribir por mí mismo”; y efectivamente, la melodía es
de los Stones, sin embargo, el reconocimiento de la copia nunca sentó mal a
Jagger y Richards, al contrario, les hizo mucha gracia y se sintieron halagados
por la ‘confesión’. La brutal sinceridad de Neil se debía a que estaba muy
abatido a causa de los estragos producidos por las drogas. Además, el
canadiense nunca tuvo empacho para reconocer la grandeza de otros, como en su
‘Hey hey, my my’ (1978), en la que hace referencia a The King (Elvis) y Johnny
Rotten, cuyos legados demuestran que “el rock & roll no puede morir”.
Los legendarios The Animals se dieron un empacho de estrellas del rock
cuando escribieron su ‘Monterey’ (1968), pieza en la que vienen a describir
cómo fueron las actuaciones en aquel histórico festival celebrado un año antes.
Eric Burdon quedó tan impresionado por lo que vio que escribió: “The Birds y
los (Jefferson) Airplane volaron (…) de Ravi Shankar la música me hizo llorar
(…) The Who explotaron (…) Grateful Dead sopló en la mente de todos (…) Jimi
Hendrix, créeme, puso el mundo en llamas”. Imposible no creer las apasionadas
descripciones que Burdon hizo del Monterey Pop Festival. También mostraron The
Animals su admiración hacia otro gigante en su ‘Story of Bo Didley’ (donde aparecen
Beatles y Stones), aunque el original es del propio Bo Didley.
Todo un clásico en esto de señalar con el dedo a otro es el ‘Sweet home
Alabama’ (1973), con el que los Lynyrd Skynyrd replicaban a Neil Young, el cual
había hablado de este estado en su ‘Alabama’. Los versos no pueden ser más directos:
"Bueno, escuché al señor Young cantar sobre ella. Bueno, escuché al viejo
Neil menospreciarla. Bueno, espero que Neil Young recuerde que un sureño no lo
necesita por aquí de ninguna manera”. Se lo tomaron por lo personal a pesar de
que los Lynyrd eran de Florida. Pero no hubo mal rollo.
Los neoyorquinos Ramones hicieron su particular homenaje a la música de
los 50 y 60, que tanto les influyó, en su ‘Do you remember rock & roll
radio?’ (1980). Así, recuerdan nombres de programas de radio y televisión,
locutores históricos (como Alan Freed o Ed Sullivan) e imprescindibles como
Jerry Lee Lewis, John Lennon y T. Rex, que vienen a representar la música de
las décadas doradas del rock & roll; incluso se intuye que el siglo concluye
en su séptima década: “Es el fin de los setenta, es el fin del siglo”. Tal vez
acertaran en que los años gloriosos del rock ya eran pasado.
Beatles y Rolling Stones, como es lógico, son mencionados infinidad de
veces por todo tipo de grupos. Así los londinenses The House of Love con el
explícito y elegante ‘The Beatles & The Stones’ (1990); The Clash habla de
“Elvis, Beatles or The Rolling Stones” en su tema ‘1977’; Paul Simon en su ‘The
late great Johnny Ace’; Mamas & The Papas en su ‘Mansions’; el californiano
Captain Beefheart publicó en 1968 un tema titulado ‘Beatle bones and smokin´
Stones’…
De sobra es conocido el emocionado tributo que Don McLean hace en su
inolvidable ‘American pie’ (1971) a Buddy, Ritchie y Bopper al hablar del día
que murió la música; pero también incluye palabras para Byrds, Beatles, Stones,
Dylan, Joplin… U2 se acordaron de la maravillosa Billie Hollyday en uno de sus
mejores temas, ‘Angel of Harlem’ (1988). David Bowie, siempre sutil, describió con
gran precisión pero sin mencionarlo a Marc Bolan (de T Rex) en esa exquisita,
elegante y emotiva ‘Lady Stardust’ (1972).
Los españoles que más admiración exhiben por las grandes figuras del rock
son Barón Rojo, muchos de cuyos textos se ciñen al rock & roll en varios de
sus aspectos. Todo el que conozca algo del heavy hispano sabrá del tema en el
que recuerdan explícitamente a los caídos del rock, ‘Concierto para ellos’
(1982), que dice abiertamente “Las campanas doblan por Bon Scott, por Janis,
Lennon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonham, Brian y Moon”.
Sí, todas esas leyendas están en muchas letras, pero nadie hace canciones
a los imprescindibles secundarios, como el recientemente fallecido batería Hal
Blaine (1929-2019), que puso ritmo a no menos de 30.000 canciones, entre ellas
un centenar y medio que llegaron al ‘top 10’ y cuarenta que alcanzaron el
número uno; él puso la base para que se lucieran desde Elvis a Simon &
Garfunkel, pasando por Frank Sinatra, The Byrds, Mamas & The Papas, Beach
Boys….
Son sólo una muestra, hay bastantes más. ¡Qué sería de unos sin los
otros!
CARLOS
DEL RIEGO
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