Usando el mismo argumento con el que retiran la estatua de Colón, también deberían retirarse las pirámides aztecas, símbolos de crudelísimos sacrificios. |
Se ha cumplido la sentencia y la estatua de Cristóbal Colón que se mostraba en Los Ángeles, Usa, ha sido retirada por “su contribución al genocidio”. En otras palabras, el almirante ha sido juzgado, condenado y sentenciado (sin juicio y sin defensa, claro), pero aplicándole leyes de hoy, exigiéndole valores de hoy, con códigos éticos y morales de hoy. Y eso además del hecho de que el verdadero genocidio (planificado y sistemático) se perpetró al norte del Río Bravo (Río Grande en Estados Unidos) y fue consumado por los antepasados de los que hoy se rasgan las vestiduras ante el protagonista de la gran aventura que mostró al mundo cómo es en realidad..
Si se trata de conservar o destruir los
monumentos, representaciones u objetos históricos en función de la conducta y
trayecto vital de las personas a ellos asociados, y sin tener en cuenta cada
contexto histórico, habrá que ir preparando la herramienta, pues será mucho,
muchísimo lo que haya que echar abajo. Y es que nadie es perfecto, nadie está
libre de culpas, manchas y errores, De este modo habría que empezar por derruir
las pirámides de Egipto, ya que son un evidente símbolo de absolutismo tiránico,
despiadado y sanguinario. Asimismo los restos de las construcciones de las
diversas culturas de Mesopotamia, siempre brutales y en las que los poderosos
sometían violentamente al pueblo. Luego habría que demoler el Coliseo, un edificio
específicamente construido para albergar
violencia, crueldad, sangre y muerte. Las pirámides mayas y aztecas tampoco
pueden dejarse en pie, pues en sus altares fueron sacrificados miles y miles de
personas (hombres, mujeres y niños) con una crueldad aterradora. Y palacios y
jardines (como Versalles), estatuas, castillos, murallas y otras construcciones
antiguas, medievales, renacentistas…, todo lo cual puede verse como símbolo de
la opresión y la desigualdad. Así podría continuarse durante horas, recordando
piezas históricas que, vistas bajo el prisma del pensar actual, no superarían
un examen moral. Por tanto, ¡abajo con todo!
En la misma línea de razonamiento deberían
prohibirse textos y narraciones históricas como la Ilíada (machista, belicista),
la Guerra de las Galias y la Guerra Civil de Julio César (genocida), las obras
de Shakespeare (machistas, misóginas, racistas) o Madame Bovary (heteropatriarcal)… y la cosa podría
alargarse hasta el infinito, sobre todo si se empiezan a revisar con los mismos
parámetros películas, teatro, música… Siempre se encontrará algo incompatible
con la corrección política que guía tantas seseras de hoy.
Parece oportuno recordar, por otra
parte, que el pensamiento de las personas de hace quinientos años estaba
muchísimo más cerca del pensamiento de la Roma Antigua que del de la
actualidad; es lo mismo que la tecnología, la del año 1.500 no sorprendería demasiado
a Arquímedes, mientras que cualquier artilugio de hoy sería inexplicable para
alguien nacido dicho año. Para hacerse una idea de cuál era la mentalidad de
Colón y los que cruzaron el Atlántico poco después que él, baste recordar que
estaban convencidos de que en los nuevos territorios iban a encontrar los
restos del Paraíso Terrenal, la Fuente de la eterna juventud, la ciudad de El
Dorado, las tribus perdidas de Israel o la tribu de las Amazonas
En fin, quienes juzgan sumariamente el
pasado según las leyes y mentalidades actuales estarán seguros de que, de haber
vivido hace quinientos, mil o dos mil años, vestirían vaqueros, escucharían
rock & roll, verían series en la tele y su escala de valores y su pensamiento
serían idénticos a los que tienen hoy..
¡Cómo se podrá ser tan simple e
ignorante!!
CARLOS DEL RIEGO
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