miércoles, 11 de julio de 2018

UN FORMULARIO PARA INICIAR Y/O MANTENER RELACIONES SEXUALES La ministra ha anunciado (VII-2018) la redacción de una ley que exigirá que la mujer dé un ‘sí’ explicito al hombre para mantener relaciones, y en caso de que ella no afirme, lo que venga después se considerará agresión. Lo mejor es un impreso oficial obligatorio

Propone el gobierno que la relación sólo comience tras un sí de la mujer, así que lo mejor será rellenar un formulario.


Sin contar que de por sí esta propuesta es una ocurrencia y un tratar de legislar sobre algo tan privado como el flirteo, ligue o cortejo, el asunto presenta varios otros inconvenientes. El primero es que uno puede decir que sí hubo un sí y otra que no lo hubo, con lo cual no se podría aclarar el conflicto; habría que contar con testigos, pero entonces dado que es en la intimidad cuando suelen producirse este tipo de encuentros, resultaría engorroso interrumpir la cosa e ir a buscarlos.

Pero, sin duda, lo ideal para que todo se haga siguiendo las reglas sería redactar algo así como una declaración firmada por la mujer en la que quede claro que da su consentimiento. Es más, el propio gobierno debería presentar un cuestionario, un formulario estándar en el que se determinaran con total precisión todos los pormenores del… acercamiento. Por ejemplo, así podría ser el FAR 1, Formulario de Aceptación de Relaciones.

1.- ¿Consiente usted que el señor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono) inicie conversación con usted?
2.- ¿Consiente usted que el mencionado hombre le hable de temas amorosos e incluso haga chistes?
3.- ¿Consiente usted que además de los puntos 1 y 2 el hombre indicado establezca contacto físico leve (coger de la mano)?
4.- ¿Consiente usted que, además de los puntos anteriores, el señor Tal la bese en la mejilla?
5.- ¿Consiente usted que, además de los puntos anteriores, dicho hombre la bese en los labios, es decir, el morreo?
6.- ¿Consiente usted que, además de los puntos anteriores, el hombre Tal la acaricie? Especifique en qué partes de su cuerpo permite las caricias.
7.- ¿Consiente usted que el señor arriba indicado mantenga con usted relaciones sexuales completas? Indique hasta dónde está dispuesta a llegar y qué es lo que no permite.   

Pueden también incluirse cuestiones más concretas en el impreso oficial, como ¿prefiere ser tratada con suavidad, con palabras amorosas, con términos groseros, o exige silencio?  Ese sería el básico, el FAR 1, pero se habilitarán y se pondrán a disposición de los usuarios el FAR 2, indicado para encuentros múltiples, o el FAR 3, que tendría un cláusula final que exigiría matrimonio en casos de que se llegue al punto 7. Y ya puestos, ella puede reclamar daños y perjuicios al paisano en caso de que las relaciones no hayan cumplido sus expectativas.

A continuación de cada pregunta se colocan dos cuadraditos, uno para sí y el otro para no, uno de los cuales debe ser señalado por la señora. En caso de que sea necesario, como en los puntos 6 y 7, se dejará un espacio para que ella indique con precisión hasta dónde da su consentimiento. Evidentemente será obligatoria la cumplimentación del cuestionario antes de empezar a hablar del asunto. Y, por supuesto, cada impreso sirve para una sola vez, es decir, un formulario, un intento.

Una vez rellenado el formulario oficial (que obligatoriamente deberán llevar consigo todos los que tengan intención de entablar cualquier tipo de relación que conlleve contacto físico), habrá que ponerle fecha y firmarlo, y ya sólo quedará presentar el impreso al notario, que legalizará todo con su firma, signo, rúbrica y sello. Se habilitarán funcionarios que levanten este tipo de acta a todas las horas del día.  

Entonces, cumplimentados todos los requisitos legales, la pareja ya puede iniciar el proceso. ¡No puede ser más fácil! Además, de este modo se evitarán todo tipo de confusiones. Claro que para cuando se haya producido la reunión con el notario (o cualquier otro funcionario específicamente legitimado para dar fe), tras esperar lo suyo junto a otras parejas que vienen a legalizar su contacto, y después de pagar las correspondientes tasas, es posible que los impulsos hayan perdido intensidad y cueste un poco ponerse en situación...

Si Quevedo o Pérez Galdós vivieran, ¡qué partido sacarían a las evidencias de sandez en que tan a menudo caen los gobernantes!

CARLOS DEL RIEGO

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