Neil Diamond elogió en 'América' la gran aportación y riqueza que conllevan los emigrantes. |
Aunque se trata de un fenómeno que
viene sucediéndose desde que el hombre es tal, es en las últimas décadas cuando
la cosa se ha complicado (aun más) al aparecer factores hasta ahora
desconocidos. Los músicos de rock, que casi siempre están dispuestos a aportar
su granito de arena artístico a causas solidarias, han mostrado su compromiso
con los que buscan refugio. Así, no son pocos los que han hecho canciones que
concuerdan con aquel precepto de ‘dar cobijo al caminante’, concepto que hoy
día se entiende como acoger al refugiado. Como es lógico, el tema se ha tratado
bajo diferentes puntos de vista y se ha hecho melodía en los más diversos
géneros y estilos de este cajón de sastre que es el rock & roll.
Aunque no es esencialmente rock &
roll, puede incluirse el ‘Deportee’ del pionero cantautor estadounidense Woody Guthrie;
en origen el tema se quedó sólo en un texto, sin música, sin embargo, su
admirador Pete Seeger y un maestro de escuela llamado Martin Hoffman se
encargaron de componer la partitura años después. El caso es que Woody leyó en
la prensa sobre un accidente de avión que repatriaba (deportaba) campesinos mexicanos que habían entrado en USA
irregularmente; fue en 1948 y murieron todos, pero lo que le sorprendió e indignó
fue que ni siquiera se publicaran los nombres de esos inmigrantes que no habían
recibido refugio y que habían quedado “como hojas secas”. Siempre preocupado
por las injusticias y desigualdades, Woody Guthrie escribió algunas otras
canciones en las que denunciaba todo lo que habían de soportar los que dejaban
atrás casa y familia.
Mucho después, los siempre polémicos y
provocadores Ramstein denunciaban en su ‘Mein Land’ (2011), en forma de sátira,
la xenofobia que ellos veían en Europa. La potente banda alemana ha sido acusada
muchas veces de simpatizar con posturas ultras, y otras tantas han tenido que salir
a desmentir; de todos modos, siempre han proclamado que se sienten muy a gusto
en la provocación. Con ese aplastante sonido que parece construido en una
factoría de maquinaria pesada, los berlineses repetían, con sus voces cavernosas,
“mi país, mi país, estás aquí, en mi país, mi voluntad, mi playa, mi país”.
Nieto de inmigrantes, el neoyorquino
Neil Diamond escribió en 1980 todo un alegato a la aportación de quienes,
procedentes de todo el mundo, buscaron una nueva vida en América, contribuyendo
con su esfuerzo al crecimiento y enriquecimiento de USA (ciertamente podría
aplicarse, con matices, a todo el continente). Con esa asombrosa facilidad que
Diamond ha tenido siempre para construir melodías atractivas y fáciles de
asimilar por todo el mundo, la canción combina un texto y una partitura
positivos, elegantes, mostrando un brillante resultado siempre salpicado por
unas gotas del inagotable talento de este auténtico prodigio de inspiración y
lucidez artística. Algunos de los versos dicen: “Tienen un sueño que les
llevará allí, tienen un sueño que quieren compartir (…), desde todo el mundo
vienen a América” y, al final, proclama generoso “mi país es el tuyo”… Seguro
que esta canción le produce urticaria al ‘musoliniano’ Trump.
Tom Petty & The Heartbreakers publicaron el excelente ‘Refugee’ en
1979. En esta ocasión se toma la figura del refugiado como
analogía, como si alguien pudiera tener ese sentimiento de miedo e inseguridad
sin serlo. Viene a decir, más o menos, que aunque lo hayas pasado fatal, aunque
te hayan secuestrado, todo el mundo debe luchar por su libertad, así que no
tienes por qué vivir como un refugiado. Es un rock a medio tiempo (especialidad
de Mr. Petty), apasionado, intenso, siempre elegante y con arreglos exquisitos
en teclado y guitarras.
Tampoco, a pesar de su explícito título,
el inolvidable ‘Immigrant song’ (1970) de Led Zeppelin tenía mucho que ver con quienes
se ven obligados a huir de su casa y buscar cobijo en tierra ajena. Como es
sabido, el guitarrista Jimmy Page sentía verdadera fascinación por el
ocultismo, el esoterismo y ciertas mitologías; esta ‘Canción del inmigrante’,
con su ritmo granítico y su poderoso riff, se refiere a unos emigrantes poco
amistosos y nada temerosos, los vikingos, que no eran precisamente unos
refugiados a la búsqueda de una vida mejor y un lugar para trabajar y asentarse
pacíficamente.
Uno de los himnos a favor del
acogimiento de refugiados es, claro, el ‘Clandestino’ (1998) de Manu Chao. El
célebre tema del emblemático músico hispano-francés refleja el lamento del
refugiado que ha cruzado la frontera de modo irregular y se siente perseguido,
menospreciado, señalado, perdido, como un fantasma que corre sin saber a dónde;
se trata de una canción que sigue transmitiendo ese sentimiento de desamparo,
esa melancolía que, seguro, tienen los refugiados; entre sus sentidos y tristes
versos puede recordarse el que dice “mi vida la dejé entre Ceuta y Gibraltar”.
Como en tantas otras ocasiones con
trasfondo altruista, el rock ha mostrado también su compromiso con los que
huyen de la violencia y la pobreza.
CARLOS DEL RIEGO
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