Aunque se carezca de creencia religiosa, no se puede negar, borrar o retorcer la tradición y la cultura (Pintura de Alberto Durero, 1504) |
Ned Flanders, el de los Simpsons, cuando tiene que
desinfectar una herida pide a sus hijos: “Niños, traedme el alcohol sin
alcohol”… Las navidades son lo que son porque la cultura y la tradición así las
han construido, de manera que intentar seguir celebrándolas sin su sentido es
tan tonto como celebrar las fallas sin ninots ni pirotecnia, pretender un
concierto musical en el que esté prohibida la música, un partido de fútbol sin
balón, una competición de natación sin agua…, o el alcohol sin alcohol. Así, se
habla de navidades laicas, capillas laicas, comuniones laicas…, estulticia
extrema. Y laica, pues la sandez no atiende a ideologías.
La más reciente memez de los que tratan de cambiar
las tradiciones y que reniegan de su propia cultura es la de convertir a los
Tres Reyes Magos en Reyes y Reinas Magos y Magas. Pero esto es sólo el
principio, porque más tarde llegarán a inventar una ‘Niña Jesusa’, y ¿por qué
los padres de la criatura tienen que ser hombre y mujer? (progenitor A y
progenitor B, como dijo aquel campeón de los zoquetes); nada, el próximo año
algunos belenes mostrarán dos mujeres, y en otros serán dos hombres (por
difícil que fuera el nacimiento en ambos casos), atendiendo a la susodicha
Jesusita; y en un futuro próximo podrían ser transexuales, y algo más adelante,
en aras del espíritu multicultural y multirracial, será obligatoria la
presencia de todas las razas y culturas del planeta para protagonizar la
escena, pastores y ángeles incluidos. Por supuesto, nada de animales, ya que
obligar a borricos, vacas u ovejas a rodear el pesebre equivale a maltrato
animal y debería ser denunciado. Y así, paso a paso, se llegaría al culmen del
absurdo cuando, por ejemplo, los padres fueran dos mujeres negras homosexuales,
los animalitos hombres (y mujeres) disfrazados, los ángeles travestis, y Los
Magos, Magas; ah!, y nada de Nacimiento sino solsticio de invierno, y ni los
Reyes-Reinas ni los pastores han de postrarse, sino que la cosa sería un
botellón para celebrar el… ¿nacimiento laico? Sí, un tonto hace ciento si le
dan lugar y tiempo.
En el fondo,
lo que subyace es un intento de borrar, como si nunca hubieran existido, las tradiciones
culturales que han permitido a estos sátrapas pensar como piensan (¿). Así,
festejar fechas y símbolos netamente religiosos pretendiendo despojarlos de
cualquier connotación religiosa es como el alcohol sin alcohol de Ned
Flanders…, un esperpento, un imposible.
A pesar de esta evidencia, hay estantiguas y
heliogábalos que pretenden borrar todo lo que tenga que ver con el cristianismo
y negar cualquier referencia a la cultura judeo-cristiana, tratando de que, por
ejemplo, nadie sepa nunca qué representan infinitas pinturas, esculturas y
arquitecturas, piezas musicales y obras literarias, fiestas, indumentarias,
vocabulario y terminología, especialidades culinarias… En fin, por absurdo que
parezca, existen individuos que desean acabar con todo lo que configura y da
personalidad a una Cultura. Que es, además, la suya.
CARLOS DEL RIEGO
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