El provocador Alice Cooper quiso reflejar en los tres minutos de 'School´s out' lo que siente el estudiante instantes antes del final del curso |
Playa, calor, amores de verano, fiestas a la luz de
la luna..., el rock ha producido cientos, tal vez miles de piezas con esos
temas, pues raro es el autor que no sitúa alguna de sus partituras en la
calurosa estación. Eso sí, no hay que confundir letras y melodías de corte
veraniego con la ‘canción del verano’; éstas suelen ser concebidas para durar
poco, para lanzarse y desaparecer en apenas tres meses, aunque en tan corto
espacio suenan en los chiringuitos hasta producir angustia, resuenan en todas
las emisoras de radio veinte veces al día, atruenan en las verbenas y las
orquestas la repiten en cuanto comprueban que el ambiente pierde calor. Pero
hay otras, hay canciones de verano que no tienen por qué resultar molestas y
que, pasados los años, mantienen su atractivo.
En los años del elepé y la cinta de casete era
corriente pedir a quien tuviera el equipo de sonido completo (giradiscos,
ampli, receptor de radio, pletina para grabar…) y discos en abundancia que escogiera
unas canciones (esta, aquella, la otra) y confeccionara una casete; la
selección podía ser de canciones lentas o con mucha marcha, de un grupo en
concreto o variada. Todo ese proceso hoy es imposible, pues muy pocos tienen ya
reproductor de las olvidadas C-60; podría hacerse con cedés, pero la realidad
es que no se hace, pues hay métodos mucho más cómodos para escuchar la canción
que se desea en cualquier momento. En todo caso, y dadas las fechas corrientes
(verano 2015), aquí va un compendio de fantásticas canciones que tienen el
verano como denominador común; unas lo presentan de modo idealizado y otras
desde un punto de vista menos alegre.
Ya en los primeros tiempos del rock & roll se
cantaba a las particularidades estivales. Y para muestra ahí está el
irresistible ‘Summertime blues’ de Eddy Cochran. Se trata de un r&r de la
hornada original, editada aún en los cincuenta del XX y con una melodía que ha
traspasado décadas y generaciones, de manera que hoy sigue despertando las
ganas de bailar a pesar de su medio siglo largo. Habla de las tribulaciones del
chaval que tiene que currar en verano: su jefe no quiere darle descanso y su
padre no le deja el coche porque debe que currar más; ah!, y el político le
dice que, como no tiene edad para votar, no puede hacer nada por él; la
conclusión: “no hay solución para las penas veraniegas”. Se han hecho infinidad
de versiones, aunque la de The Who (en vivo) y la de los Stray Cats (para la
película ‘La bamba’) son las más llamativas.
Tampoco resulta demasiado alegre el ‘Midnight summer
dreams’ de los Stranglers. Tiene ese tono oscuro en el que derivaron no pocos
grupos que surgieron en el entorno del punk inglés de los últimos setenta.
Elegante y con un ambiente distante, la canción salió en 1983 dentro de su Lp
‘Feline’. Combina electrónica con guitarras acústicas, la voz parece
arrastrase, recitando más que cantando, con nostalgia, con melancolía; el texto
muestra un verano lluvioso, con un viejo que habla de la belleza y la fealdad
en ese ambiente mágico de la noche en el que es difícil separar el sueño de la
realidad. Pieza hechizante y refinada que, como todo el álbum, causó gran
impacto en toda Europa y atrajo incontables seguidores hacia el lado gótico del
rock.
Emblemáticamente veraniega es el ‘Schools out (for
summer)’ de Alice Cooper. Editada en 1972, el propio Vince Furnier (nombre real
de Cooper) explicaba que su intención era reflejar en tres minutos el
sentimiento del alumno durante los últimos momentos del curso, esos instantes
en los que desde los pupitres se cuentan los segundos que separan el colegio de
todas las delicias, placeres y promesas del verano. En ese momento, la
felicidad le llega: “chicos y chicas, haced mucho ruido…, acabó la escuela…, no
más libros, no más profes, no más clases”; es el sueño del adolescente, que en
algún lugar de su pensamiento entiende el final del curso como si el verano
fuera a durar para siempre. El riff de guitarra del comienzo es emblemático
dentro del rock duro, del heavy más clásico. En todo caso, como puede verse, el
verano también atrae a los rockeros más recalcitrantes y graníticos.
Hay quien dice que el ‘Dancing in the street’ de
Martha & the Vandellas (de 1964 y escrita por un tal Marvin Gaye) es la
canción que mejor refleja el ambiente festivo del verano (aunque en Inglaterra
algunos la entendieron como una invitación a la revolución). La melodía, los
arreglos de metal y las voces logran un resultado antológico.
El ‘Summer in the city’ de los californianos Loving
Spoonful tampoco puede faltar en esta recopilación. Habla de eso, de lo duro
que es el verano en la ciudad…, pero sólo de día, porque de noche “es un mundo
diferente”.
‘Summer fun’ de los británicos The Barracudas es un
clásico de ambientes estivales, optimismo con surf, inquietudes y ansias
adolescentes, estribillo muy ‘sixtie’. Perfecta.
‘Island in the sun’, de los angelinos Weezer, viene
a decir que cuando estás de vacaciones en verano no hay nada que decir ni que
pensar, sólo hay que divertirse y sentirse bien. “Hip, hip”.
El clásico ‘Summertime’ de Georges Gershwin ha visto
un sinfín de versiones, entre las que hay que recordar la apasionada de la
inolvidable Janis Joplin.
No puede faltar la rareza, y por eso viene muy bien
el increíble ‘Blister in the sun’ de los siempre heterodoxos Violent Femmes.
Y para terminar la recopilación, la energía desatada
de la leyenda de Nueva York, Ramones, y su trepidante ‘Rockaway beach’.
Sí, el verano es fuente de inspiración infinita. Y
con esta recopilación se puede disfrutar de las excelencias del calor y la
ausencia de obligaciones laborales.
CARLOS DEL RIEGO
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