Se achaca a Springsteen que apoye la afición de su hija por un deporte tan elitista como la hípica, aunque todo el mundo en su lugar haría lo mismo |
Al parecer, la hija de El Jefe siente verdadera pasión por
los caballos desde los cuatro o cinco años y ha estado en contacto con estos
nobles brutos desde entonces. Para la gran mayoría tal cosa no pasa de noticia
curiosa, sin embargo, pululan por los foros abundantes fundamentalistas que
descalifican al músico por aquello de dar a la niña los caprichos más caros. La
cosa tiene relación con casos similares que, a menor escala, han tenido como
protagonistas a rockeros españoles; así, se recuerda cómo se increpó y
descalificó a Fito Cabrales (el de los Fitipaldis y antes de Platero y Tú)
porque lo 'sorprendieron' comprando en El Corte Inglés; e igualmente hubo otro
al que se le llamó de todo porque bebía Cocacola…
El motivo de las palabras gruesas que recibe el autor de
'Born to run' es que siempre se le ha tenido por lo que se conoce como 'working
class hero', héroe de la clase trabajadora, de modo que muchos de sus fans le
exigen que viva y se conduzca como un currante más. Por otro lado, el propio
cantante, compositor y guitarrista ha cultivado una cierta imagen de artista
comprometido con los desfavorecidos y con las injusticias, de intelectual que
señala con el dedo a políticos conservadores, con lo que ha dado a entender que
él es y está con la clase obrera. De este modo, cuando exhibe símbolos
capitalistas y de burgués acaudalado, los más puristas se rasgan las vestiduras
y lo tachan de traidor, de vendido y, como en este caso, de conceder a su hija
todos sus antojos de niña pija. Igualmente, a un autor como Fito que escribía
textos cargados de denuncia y reproches a la sociedad de consumo (centrando sus
dardos en banqueros, políticos, militares…), se le echa en cara acudir a un 'templo
del consumismo', a una 'catedral del capitalismo 'como El Corte Inglés, pues
tal cosa es algo así como una traición a quienes lo tenían como un trabajador
alérgico al sistema…
El caso es que, aunque esos músicos dieran pie a que parte del
público los tuviera en tal consideración a causa de sus textos, declaraciones y
postura política, es evidente que esas culpas e insultos que reciben sólo
tienen un calificativo: pura hipocresía. ¿Acaso los que cargan contra ellos no disfrutarían
del dinero en caso de tenerlo?, la respuesta es obvia, pues no se tiene conocimiento
de millonario que, en lugar de gastar y comprar para él y su familia,
repartiera sus capitales entre los más necesitados; es más, cuando alguien
procedente del proletariado tiene un golpe de suerte y alcanza el estatus de
potentado, o incluso el éxito económico gracias a su mérito y trabajo, no se
dedica a reparar injusticias sociales, no se queda con mil al mes y emplea el
resto en ayudar a los menesterosos… Sí, es muy fácil ser desprendido cuando no
hay de qué desprenderse.
Desde el otro punto de vista. Springsteen, al igual que
muchos otros grandes nombres del rock de hoy y de siempre, suelen aprovechar
cualquier situación para dejar clara su posición política, la cual, piensan
ellos, está en las izquierdas. Aun se recuerda el pequeño alboroto que se armó
cuando Rolling Stones publicaron, dentro de su álbum 'A bigger bang' (2005), el
tema 'Sweet neo con', en el que al 'dulce nuevo conservador' le llaman
hipócrita, mierda, necio…
También hay aquí un cierto grado de hipocresía, puesto que
tanto Springsteen como Jagger son ellos mismos conservadores aunque se crean
otra cosa; e igual que ellos muchos otros personajes del mundo de la farándula
que 'procuran evitar estrechar la mano de políticos de derechas' (como dijo un
famoso director de cine), pero a la vez viven como burgueses capitalistas muy
bien acomodados. De este modo, si se reside en una verdadera mansión (incluso
palacio), si se poseen abultadas cuentas corrientes, si se exhiben todos los
símbolos de la burguesía capitalista, ¿cómo puede uno tenerse por otra cosa?
¿Qué es Mick Jagger si no un poderoso empresario, liberal y alérgico a los
impuestos? Claro que hay muchos que están convencidos de que son esto o lo otro
sólo por decirlo, sin necesidad de actuar acorde a lo que se dice; oportuna es aquí
la referencia a El Quijote: "operibus credite et non verbis", que
viene a significar "cree en las obras y no en las palabras".
¿Cuántos músicos de rock largan y largan contra los
poderosos desde sus posiciones de privilegio?, ¿cuántos cantan con rabia contra
los banqueros a la vez que mantienen gruesas cuentas corrientes, o contra los
políticos a la vez que aceptan jugosas subvenciones y contratos?, ¿y cuántos
comienzan escribiendo contra las élites económicas deseando a la vez formar
parte de las mismas? Y en el otro lado, ¿cuántos amantes del rock combativo y
protestón exigen a 'sus' músicos que vivan como proletarios?, y ¿cuántos de ellos
se olvidan de lo que exigían antaño si hoy nadan en la abundancia?
Sí, la hipocresía no requiere ser rico y famoso, cualquiera
puede ejercerla, ya desde el escenario, ya desde la concurrencia. Las personas
son personas independientemente de su posición social o económica y, por tanto,
sujetas a idénticas debilidades. Y el que esté libre de culpa…
CARLOS DEL RIEGO
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